Parte,  Capítulo

 1    I, 14|   corriendo uno de los hijos del sacristán.~ ~ - Sildo, Sildo - gritó
 2    I, 15|         y que servía de asilo al sacristán de la parroquia. Dicha pieza
 3    I, 15|        Señorita Gloria - dijo el sacristán riendo cariñosamente - , ¡
 4    I, 15|       majestad de los cielos. El sacristán infló el pecho para echar
 5    I, 16|        llevaba, la señorita y el sacristán salieron. Gloria se recogía
 6    I, 16|        como nosotros - repuso el sacristán.~ ~ - Es verdad; pero somos
 7    I, 25|          tan gran caridad.~ ~ El sacristán miró fijamente a Gloria,
 8    2, 5 |     persona de Agustín Cachorro, sacristán de la Abadía. Ya sabemos
 9    2, 5 |        tener paciencia - dijo el sacristán - . Yo me estaría aquí todo
10    2, 5 |          de Lantigua - añadió el sacristán.~ ~ - ¡De la señorita de
11    2, 5 |          la mesa. Pero el chusco sacristán debía sentir en su alma
12    2, 5 | preparadas para el objeto por el sacristán, y contemplaban en silencio
13    2, 5 |          empezado a escanciar el sacristán.~ ~ - Vaya, Sra. Dª Isidora,
14    2, 5 |   acercándose con cautela.~ ~ El sacristán tomó el ramo.~ ~ - No, lo
15    2, 5 |                Pues ni yo.~ ~ El sacristán que había salido llevándose
16    2, 8 |          andas se detuvieron, el sacristán apoyó la cruz en el suelo,
17    2, 31|         que parece domicilio del sacristán, y en le vestíbulo existían (
18    2, 32|            balbució la madre del sacristán - . ¿En dónde había de estar?...