Parte,  Capítulo

 1    I, 19|      celestiales que sucedían al horror y a las tinieblas de la
 2    I, 23|      quienes nadie se aparta con horror, personas amables...~ ~ -
 3    I, 37|        No llames preocupación al horror que me inspiras.~ ~ - Horror
 4    I, 37|     horror que me inspiras.~ ~ - Horror que desaparece callando
 5    I, 37|    egoísmo, porque conociendo el horror que inspiramos a los católicos,
 6    I, 37|          echar de mí, aumenta mi horror.~ ~ - ¡Oh, Gloria, Gloria! -
 7    I, 37|      Gloria volvió el rostro con horror.~ ~ - Eso no puede ser -
 8    2, 1 | salvajemente por aquel monstruo. Horror causa referirlo. Un día
 9    2, 5 |         imagen olvidada!... ¡Qué horror! Si la mitad de la pintura
10    2, 9 |          ni rechazarle con aquel horror propio de las conciencias
11    2, 9 |            Me tienes miedo?~ ~ - Horror.~ ~ - ¿Por qué?~ ~ - Porque
12    2, 11|        las leyes!... ¡No inspiro horror, no huye usted de mí, no
13    2, 11|    pueblo, y que cese el absurdo horror que inspiro; que pueda ir
14    2, 18|       una esperanza sino como un horror, y tú misma, al sentir en
15    2, 20|  prohibido a su hijo!... Esto da horror, y al pensarlo no hay en
16    2, 27|      inspirado siempre aversión, horror. ¡Y en él abjuras y nos
17    2, 29|          días.~ ~ Un murmullo de horror resonó en la sala. Esther