Parte,  Capítulo

 1    I, 9 |    luz de la verdad. Fervor y piedad constantes en los que creen
 2    I, 10|   pero le ganaba en verdadera piedad y en dulzura de sentimientos;
 3    I, 11|     entendimiento y corazón y piedad y fe cristiana suficientes
 4    I, 17| obispo derramando lágrimas de piedad y admiración.~ ~ D. Silvestre
 5    I, 23|   religiosas. Yo me río de la piedad de un pueblo que, como Madrid,
 6    I, 23|    que tuvo tiempos en que la piedad se asociaba a todas las
 7    I, 23|    concluido por formar de la piedad cosa aparte, separada de
 8    I, 29|    las fuerzas de su alma, su piedad y su fe, y no en vano, porque
 9    I, 30|   pensó que los ejercicios de piedad combinados con un saludable
10    2, 8 |      pero pase este exceso de piedad, la cual cuando es grande
11    2, 13|      con efusión de amor y de piedad, abrazando y besando a su
12    2, 17|      su acostumbrado fervor y piedad a Dios y los santos.~ ~
13    2, 19|   cesar lágrimas de emoción y piedad - . ¿Es posible, es posible
14    2, 20|    hay en mí de sentimiento y piedad. ¡Soy un miserable si no
15    2, 21|   viva leyó el Miserere: «Ten piedad de mí, oh Dios, conforme
16    2, 32|   idealismo te trastorna. Por piedad, no violentes la idea del