Parte,  Capítulo

 1    I, 3 | Ofrezcámosle corazones puros, ardiente fe y admiración profunda
 2    I, 4 |       naturaleza apasionada y ardiente; imaginación viva, que se
 3    I, 6 |     una inclinación demasiado ardiente al idealismo, la cual si
 4    I, 10|       por el tren le habló el ardiente joven del negocio de la
 5    I, 12|    Gloria se levantó, pues el ardiente vibrar de sus nervios la
 6    I, 28|    confesado.~ ~ - Es firme y ardiente en lo principal.~ ~ - Todo
 7    I, 28|    corazón!~ ~ Concluyendo su ardiente protesta, Gloria se levantó
 8    I, 35|     de sus sienes un remolino ardiente que cegaba las claras facultades
 9    2, 4 |    Ficóbriga, satisficiese su ardiente necesidad de contar todos
10    2, 11|      de eso prueba una fe muy ardiente. Acepta usted lo que más
11    2, 19|      tratado con dulzura, con ardiente cariño y sin dureza ni altanería;
12    2, 27|      Esther en un arrebato de ardiente cariño, oprimiendo contra
13    2, 28|     se conciertan el amor más ardiente y la religiosidad más valerosa.
14    2, 28|      en esa joven el amor más ardiente hacia ti, no concibo que
15    2, 33|       le dio cuerpo y vida la ardiente inspiración de Murillo.