Parte,  Capítulo

 1    I, 9 |  facie Dei. «Levántese Dios y sean dispersos sus enemigos,
 2    I, 11|     que, aun cuando los fines sean buenos, dejan siempre germen
 3    I, 11|       vez en su conciencia no sean tan malos como dicen - indicó
 4    I, 21|  mundo sin religión ¡Benditas sean mil veces las creencias
 5    I, 23|       importa que sus maridos sean blasfemos. Debo añadir,
 6    I, 26|    los conflictos del corazón sean resueltos por las maldades
 7    I, 26|  padre. Es una roca. Malditos sean Martín Lutero, la Reforma,
 8    I, 28|  siempre, por leves que estos sean, suenan con murmurante música
 9    I, 33|      con furor, acábalos y no sean; y sepan que Dios domina
10    2, 11|       educado, cualquiera que sean su secta. He tomado informes
11    2, 15| amante de Dalila.~ ~ - Aunque sean veinte, hemos de detenerlos.~ ~
12    2, 24|       conciencia... Puede que sean cristianos y no lo quieran
13    2, 28| astucia o por candidez, y que sean arrastrados por su pasión
14    2, 29|  dichos accidentes importunos sean un gato que entra metiendo