Parte,  Capítulo

 1    I, 17|          tomaban la hostia que el reino. Quitada también la sotana,
 2    I, 18|        apoderarse de la mitad del reino volátil, ocupaban una regular
 3    I, 30|   grandeza y lejanos linderos del reino de Jesucristo, a quien yo
 4    I, 33|         de Satanás, que contra el reino de Nuestro Señor Jesucristo
 5    I, 37| sacrificio? Pero ganar un alma al reino de Jesucristo bien lo merece.~ ~ -
 6    2, 13|         para comprar la perla del reino de los cielos, es fuerza
 7    2, 19|    parecernos a Él y entrar en su reino.~ ~ - ¡Crucificarme! ¿No
 8    2, 19|           gratísima previsión del reino de los cielos, sólo concedidos
 9    2, 22|        entrada de un infiel en el reino de Cristo; y sin embargo
10    2, 28|        más valerosa. Yo traeré al reino de la verdad esa alma que
11    2, 28|           pero me has de traer al reino de la verdad a la madre
12    2, 30|        traer esa alma preciosa al reino de la verdadera luz, no
13    2, 32|    Siempre! Sé que entrarás en su reino y ese es mi consuelo, es
14    2, 33|         no entró alma nueva en el reino de Dios, no fue por culpa