Parte,  Capítulo

 1    I, 1 |       meditaciones del estudio. ¡Qué dicha para el alma tocada de amor
 2    I, 15|           sacristán de la parroquia. Dicha pieza estaba llena de objetos
 3    I, 19|    Plantagenet, también ha tenido la dicha de arrancar ocho hombres
 4    I, 23| despreocupación en los que tenían la dicha de haber nacido en la verdadera.
 5    2, 5 |           análogos, y, la verdad sea dicha, ninguno existía más atento
 6    2, 12|          también para mí que tuve la dicha de sacar de las aguas...
 7    2, 22|        oraciones y vas a recobrar tu dicha, tu paz, tu dignidad, por
 8    2, 22|             Soy cristiano, haya sido dicha con lealtad; no creemos
 9    2, 26|           sea realidad el mito de la dicha completa. Usaba pocos artificios
10    2, 32|              la seguridad de nuestra dicha futura, pero tu alma, incapaz
11    2, 32|            Salí, corrí, volé... ¡Qué dicha tan grande poderte confiar
12    2, 32|             a mí, y difieres nuestra dicha y nuestra unión para la