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Benito Pérez Galdós Gloria IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
Parte, Capítulo
1 2, 26 | comprendido en la proscripción de 1492. Esther Spinoza era española 2 I, 35(7) | Salmo LXXVI, 17, 18, 19, 20. (N. del A.). ~ 3 I, 35(7) | Salmo LXXVI, 17, 18, 19, 20. (N. del A.). ~ 4 I, 23 | que se han sucedido desde 1812? Comprendo que los grandes 5 I, 4 | trabajo. La riqueza que desde 1860 poseía, así como la moderna 6 I, 35(7) | Salmo LXXVI, 17, 18, 19, 20. (N. del A.). ~ 7 I, 35(7) | Salmo LXXVI, 17, 18, 19, 20. (N. del A.). ~ 8 I, 4 | tempestades de la revolución del 48, de la república romana, 9 I, 39 | Sedeño, Gloria y Morton se abalanzaron al cuerpo del infeliz padre. 10 2, 29 | era un volcán, trató de abalanzarse sobre el alcalde. D. Buenaventura 11 2, 29 | a mirar a Esther, que se abalanzó hacia su hijo, y con violento 12 I, 8 | gotas que a la sazón caían. Abalanzose el gentío hacia Su Ilustrísima 13 2, 31 | que por el camino real.~ ~ Abandonando el camino real, tomó la 14 I, 37 | Jesucristo y te sigo, te seguiré abandonándolo todo, cualquiera que sea 15 2, 32 | grande, y de improviso me abandonara para unirse a una mujer 16 I, 9 | palabra - , pero Dios no abandonará a los suyos en medio de 17 I, 32 | nuestras manos y no podemos abandonarla.~ ~ El abogado, el seglar, 18 I, 18 | terreno de la lucha y no abandonarlo hasta alcanzar completa 19 2, 32 | momento has escogido para abandonarme! El momento en que yo hacía 20 I, 27 | Sr. Morton, dispuesto a abandonarnos.~ ~ Morton se inclinó respetuosamente 21 I, 8 | Salieron todos a la calle; abandonaron la playa marineros y calafates; 22 2, 28 | Concibes tú que la abandone? ¿Concibes tú que deje en 23 I, 1 | pandillas de helechos que se abaniquean a sí mismos, algunos pinos 24 I, 6 | superior... los ojos de tu alma abarcan todo. Ábrelos y mira... 25 2, 29 | rodeándolos después para abarcar con una mirada a toda la 26 2, 32 | extraordinariamente alarmado del aspecto abatido de su amiga - . ¿Quieres 27 2, 25 | designe. Exigiré de él una abdicación absoluta de su voluntad 28 2, 19 | una falta de caridad, una aberración del sentimiento religioso. 29 I, 37 | familia, ni uno solo ha abjurado la ley.~ ~ - ¡Ni uno solo! - 30 2, 11 | patria entre nosotros. ¡Abjurar!... ¡Pasarnos a este enemigo 31 2, 2 | corazón de esa gente se ha de ablandar más por las emociones del 32 2, 1 | lepra repugnante. La esposa abofeteada y arrastrada, viendo llegar 33 2, 22 | injuriaron, escupieron, abofetearon y crucificaron, y con una 34 2, 8 | imperator, que por las bocas abolladas de los roncos trombones 35 2, 11 | a usted de esta horrible abominación pública, indigna de la cultura 36 2, 21 | frenesí - . Y se salvará, abominará de su execrable secta, y 37 2, 29 | prados y que los estaba abonando con ceniza y estiércol; 38 2, 30 | en conveniencia alguna, abordó el asunto de la compra de 39 I, 8 | Aborrezco a este pueblo.~ ~ - ¡Aborrece a este pueblo! No, ahora 40 I, 35 | Te aborreceré.~ ~ - Aborréceme. ¡Oh! lo prefiero... es 41 I, 35 | de otra manera.~ ~ - Te aborreceré.~ ~ - Aborréceme. ¡Oh! lo 42 2, 10 | impidiese la ingratitud, ¿me aborrecerías, José?~ ~ - Con todo mi 43 2, 10 | amo, me parece que debo aborrecerle; si le aborrezco me parece 44 2, 32 | aceptar una religión que aborreces. ¡Terrible cosa es obligar 45 2, 16 | eso no puede ser. Si tú me aborrecieras, se había de conocer en 46 2, 4 | camarín, pieza no muy clara, abovedada y húmeda, donde generalmente 47 2, 19 | cosas ocultas y hondas y abraces la mejor sabiduría y la 48 2, 27 | quitar... Señor, Dios de Abraham y de Jacob, antes que consentir 49 2, 14 | pagadas por el descendiente de Abrahán, porque Isidorita jamás 50 I, 33 | aquellas frescas tierras abrasaba. Delante venían en el coche 51 2, 17 | como si sintiera súbito y abrasador el calofrío de una enfermedad 52 2, 25 | las fuerzas una actividad abrasadora y una como acumulación de 53 2, 21 | que el tuyo por entero. Abrásame en tu fuego y hazme temblar 54 I, 33 | Fuego irá delante de él y abrasará en redor sus enemigos». 55 I, 9 | la católica España, y la abrasarán, y podrá decirse de ella: « 56 2, 32 | aprenderé el amor divino y me abrasaré con gozo en esa pasión, 57 I, 3 | joven sentándose - . Yo me abraso la sangre. Llegarán y no 58 2, 2 | mata. Su pensamiento se abrasó, su alma huyó escandalizada 59 2, 22 | Morton, que está presente, abraza el catolicismo.~ ~ El efecto 60 2, 29 | prueba tan peligrosa, y abrazaba a su víctima cual si temiera 61 I, 32 | por los ojos. No les había abrazado aún D. Juan, cuando empezaron 62 I, 25 | Mundideo.~ ~ - Adiós - dijo - . Abrázame.~ ~ - ¡Señorita Gloria, 63 2, 16 | que te suelte, porque te abrazaré tanto, tanto, que te ahogaré.~ ~ - ¡ 64 2, 22 | esa luz; pruébame, no que abrazas el cristianismo, sino que 65 2, 29 | tantos males y de que un abrazo de paz y las bendiciones 66 I, 6 | de tu alma abarcan todo. Ábrelos y mira... levántate y piensa.~ ~ 67 I, 26 | por una puerta cuando la abren, se me han arrojado fuera 68 I, 1 | vive en mí?».~ ~ Silencio: ábrese una de las verdes persianas 69 2, 25 | este criterio romano que abrevia y dispensa en casos de prevaricación, 70 I, 3 | el padre - . Esta fórmula abreviada de la civilización se toma 71 2, 22 | del caso es motivo para abreviar ciertas prácticas, y cuando 72 I, 25 | Celinina, cuyo nombre era abreviatura y diminutivo de Marcelina.~ ~ - ¿ 73 I, 20 | hombre a nuestras playas abriéndole con el naufragio del buque 74 I, 25 | malo, no había visto que se abrieran esas puertas ni que entrara 75 I, 11 | apartado y umbroso sitio que abrigaban corpulentas magnolias y 76 2, 32 | Tengo frío - murmuró - ; abrígame. Que estos últimos cuidados 77 I, 1 | convocan, se reúnen, se abrigan unos contra otros, formando 78 I, 35 | teja vana, bajo la cual se abrigó perfectamente.~ ~ Entonces 79 I, 23 | emplastos, vendajes, parches, abrigos mil y precauciones necias. 80 2, 19 | nada a sí mismo; que no abrigues vanidad de cosa alguna, 81 I, 28 | Pidamos fuerza a Dios y Él nos abrirá camino.~ ~ - Pero se necesita 82 I, 37 | a puñaladas; del que ve abrirse bajo sus pies la tierra 83 I, 28 | hay solución posible. Yo abro las puertas y tú las cierras.~ ~ 84 I, 8 | primeros en correr al camino, abrochándose el recién puesto y de antiguo 85 2, 20 | consecuencia israelita, me abruma más que mil razonamientos 86 2, 12 | teórica y otra el hecho abrumador y elocuente, más persuasivo 87 2, 11 | mil argumentos terribles, abrumadores, sin réplica; pero se contuvo 88 I, 18 | todos aquellos buenos fieles abrumados de quehaceres, se quedaban 89 2, 2 | descargar sobre nuestra familia, abrumándola de vilipendio; dime si es 90 2, 1 | su alma, es decir, que le abrumó a cariños, le abofeteó con 91 I, 18 | familiarizó con el terreno abrupto, quebrado, con los precipicios, 92 2, 32 | muero tranquila con la santa absolución que usted me dio esta tarde 93 2, 15 | de las mismas tinieblas absolutas la conocería. El que la 94 I, 6 | abominables. Pero deseosa de absolverse, echó toda la culpa a los 95 2, 11 | fijamente el hule de la mesa, y absorto en el grave asunto, se ocupaba 96 I, 11 | contigo y con nosotros, se ha abstenido de demostraciones apasionadas. 97 2, 19 | en la meditación, en la abstinencia, en el amor único y exclusivo 98 I, 35 | sobre su mano, le sacó de su abstracción. Mirando al cielo, vio una 99 I, 21 | vieron al doctor Sedeño abstraído en la lectura de los periódicos 100 2, 22 | acongojados por la compunción y abstraídos por la memoria de las faltas 101 2, 11 | martirizando con la infame y absurda nota de deicida, ¡de haber 102 I, 14 | atrevida que disipase las absurdas aprensiones. Pero no pudo 103 2, 24 | poco rato viose llegar el abultado pecho, viéronse las morenas 104 I, 23 | religiosa de este país, si abundaban en él pastores tan virtuosos 105 I, 33 | pálidos ante la realidad de su abundancia y el exquisito sabor de 106 I, 27 | tiene ganas; pero no quiere abusar de nuestra hospitalidad.~ ~ - 107 2, 23 | ofrecerme su coche, y yo abusé de su finura aceptándolo. 108 2, 6 | complejas y teatrales por el abuso de imágenes vestidas, de 109 2, 11 | humanidad, como una raza abyecta y manchada, y nos ha estado 110 I, 20 | sino que es una de las más acabadas hechuras de Dios. Cuando 111 I, 16 | rostro que era de los más acabados que pueden imaginarse. Gloria, 112 I, 22 | advierte en todos los que acaban de hacer una cosa buena.~ ~ - 113 2, 17 | sobrina vestida como si acabara de llegar de la calle, y 114 2, 11 | su influencia, la crítica acabará con ellos. Creo que la conciliación 115 I, 38 | No comprendo...~ ~ - Pues acabaré de una vez. Debe usted vigilar 116 I, 21 | morir... porque no debe acabarse uno sin más ni más... Pero 117 2, 22 | Lantigua.~ ~ Antes de que acabase la larga fila de los cofrades, 118 I, 8 | las Cortes o en las varias academias de mancebos aprovechados 119 I, 2 | majestad, sin ofrecer bellezas académicas; pero lo dominante en todas 120 2, 14 | Teresita aprobaba el hospedaje, acalló poco a poco la alborotada 121 I, 1 | en las ensenadas, en los acantilados y en los arrecifes sus mil 122 I, 21 | los pasantes, estos han acaparado todos los negocios eclesiásticos... 123 I, 21 | juventud se llamaron uvas, acaparó bizcochos, apoderose por 124 I, 22 | traía gozoso semblante y se acariciaba una mano con la otra, señal 125 I, 30 | arrojarlos al fuego, los acaricias. ¿No es esto lo que me has 126 I, 38 | horas lo menos, porque el acarreo de mineral ha puesto la 127 I, 18 | caballeroso le hacían único para acaudillar hueste de electores y mangonear 128 2, 24 | sentase (a lo cual no quiso acceder la patrona) y después le 129 I, 13 | Sedeño, Rafael y el cura accedieron muy gustosos.~ ~ - Veremos 130 2, 9 | viejo murallón para dar acceso a una planicie donde se 131 I, 33 | aguamanil y otras menudencias y accesorios de una buena comida.~ ~ 132 2, 25 | días padecía frecuentes accesos febriles, en los cuales 133 I, 1 | la extensión toda de la accidentada costa y la ría con su puente 134 2, 29 | vileza!... - rugió Daniel accionando como un insensato - . Monstruo; 135 2, 14 | cuñado Gil... pues... Después acechó el martes por la noche desde 136 2, 25 | en casos de conciencia se aceleren las formalidades y prácticas 137 I, 33 | prendas de que carezco, mi acendrada fe, mi sincero amor al catolicismo, 138 2, 11 | un corazón que tiene el acendrado fuego de la raza. Yo siento 139 2, 19 | cruz~ - Tú me dijiste que aceptabas esta cruz como expiación.~ ~ - 140 I, 32 | 24 de Julio.~ ~ - ¿Conque aceptan ustedes? - preguntó Romero.~ ~ - ¡ 141 2, 23 | y yo abusé de su finura aceptándolo. Dios se lo pague... ¿Y 142 2, 32 | de mujer; pero no puedo aceptarlo. Mis tíos, que son tan sabios 143 2, 7 | hasta el último extremo, no aceptas la totalidad de tu expiación, 144 2, 23 | se detiene en Ficóbriga, acepte un humilde hospedaje en 145 2, 9 | verle venir pasaban a la acera opuesta, otros se detenían 146 I, 2 | patente de una tenacidad acerada, como debió de ser aquella 147 2, 11 | satisfacción - . ¿Ve usted cómo nos acercamos? ¿Qué queda entre nosotros?... 148 2, 20 | hace llorar cuantos se le acercan... Yo tengo la culpa de 149 2, 3 | me ha dado - dijo el cura acercándolo a la picuda nariz de D. 150 I, 30 | larga, un indiscreto que se acercase, habría oído suspiros y 151 I, 33 | los más finos y cortantes aceros.~ ~ - Muy bien, muy bien. ¡ 152 I, 30 | según mi entender, discurría acertadamente sobre ellas. Me parecía 153 I, 25 | Gloria se detuvo, como si no acertara con la palabra más adecuada 154 I, 25 | si yo dijese quién es y acertase, ¿me dirías que sí?~ ~ - 155 I, 7 | Madrid; pero últimamente sus achaques le obligaron a buscar alivio 156 I, 1 | viajero y le dicen: «¿a que no aciertas quién vive en mí?».~ ~ Silencio: 157 I, 34 | confusión. Y al mismo tiempo le aclamaban con gritos y decían: «Viva 158 I, 30 | saludable reacción del alma, se aclara el sentido, entra poderosamente 159 2, 27 | hallar en el rostro de él la aclaración de tenacidad tan abrumadora.~ ~ - 160 2, 20 | mundo?~ ~ El cielo comenzó a aclararse, la superficie del mar brillaba 161 2, 8 | bambolearon en manos de los acólitos, como árboles azotados por 162 I, 23 | lleno la empresa que pensaba acometer, apretándole a ello su tesón 163 2, 12 | por Bayona, sintiose acometido por su fiero enemigo, el 164 2, 11 | Acepta usted lo que más le acomoda y lo demás lo rechaza. Pero 165 I, 18 | repartirlos en las casas más acomodadas. Al Sr. de Lantigua le tocó 166 2, 2 | tuya inclinada a ciertos acomodamientos más deshonrosos que la misma 167 2, 15 | entrar y salir cuando les acomodase sin pedir permiso a los 168 2, 1 | cual juzgará como mejor le acomode, y del lisonjero estado 169 I, 15 | personas decentes. Pero acomódese usted en esta tarima de 170 2, 2 | ignoro cómo vas a componer tu acomodo.~ ~ - Precisamente deseo 171 2, 4 | recibía frecuentes favores, acompañábala en la iglesia y en casa, 172 I, 34 | amigos reunidos en el Soto. Acompañábanle a un lado y otro su secretario 173 I, 33 | viandas riquísimas y olorosas, acompañadas por delante y por detrás 174 I, 20 | Gloria, sobrina mía, acompáñame a dar una vuelta por el 175 I, 6 | de comedias de Calderón, acompañándola con lecturas diarias de 176 2, 15 | Pero entonces Gloria y su acompañante se detuvieron. Oyéronse 177 2, 23 | todos y cada uno de los acompañantes de la procesión se fijase 178 2, 19 | sobornar a Mundideo para que me acompañara... Me porté mal, lo reconozco; 179 2, 18 | cosas que me turban.~ ~ - Te acompañaré si quieres.~ ~ - Siéntese 180 I, 25 | misma.~ ~ - De buena gana te acompañaría. Una sola felicidad hay 181 2, 21 | día en que estamos. Debo acompañarte, querida mía, y juntas rezaremos 182 I, 13 | podía menos de usar mientras acompañase al prelado.~ ~ - Hombre 183 I, 32 | que Su Ilustrísima no nos acompañe - dijo el cura - . ¿Acaso 184 2, 3 | pronto.~ ~ En esto oyéronse acompasados taconazos en la escalera, 185 2, 19 | desaliento - . Mi alma está acongojada, y en mi pensamiento todo 186 I, 15 | sosiego a un espíritu tan acongojado como el suyo.~ ~ - ¡Qué 187 2, 22 | ellos, a pesar de hallarse acongojados por la compunción y abstraídos 188 I, 23 | olvidando que la Iglesia aconseja una vez al mes y asegura 189 2, 32 | La renuncia que usted me aconsejaba, ¿no está hecha?~ ~ Su espíritu, 190 2, 32 | hacerlo. Usted no lo aprobó, aconsejándome el casamiento que ya era 191 I, 35 | que con los ojos. Tú me aconsejaste que hiciéramos ambos un 192 I, 37 | para la separación que te aconsejé. Huimos el uno del otro, 193 2, 33 | elogio, cualquier cosita aconsonantada de esas que constituyen 194 2, 22 | trámites que ha de seguir este acontecimiento, mi hermano Ángel los decidirá. ¿ 195 2, 9 | Ficóbriga en quien ./. se acordaban maravillosamente la afectación 196 I, 22 | hombrada. Yo no me he vuelto a acordar de lo que hice.~ ~ - Y así 197 I, 11 | seguro de que tus ideas se acordarán con las mías y tu sentir 198 2, 24 | dijo Teresita - . No quiero acordarme del escándalo de esta tarde. 199 2, 16 | tranquila y satisfecha, sin acordarse del pobre que no vive sino 200 I, 9 | constancia con que persigue, acosa y anonada la pícara francmasonería 201 2, 13 | compañía hasta que la dejaba acostada y cediendo a las dulces 202 I, 6 | a tiempo que soy tonta! Acostándose discurrió que le iba a ser 203 2, 21 | se levantó y se volvió a acostar vestida sobre el lecho. 204 I, 19 | con grande solicitud; le acostaron; vino D. Nicomedes, médico 205 2, 30 | Después de obligarla a acostarse, todos la acompañaron en 206 I, 26 | el frío y el pudor, y se acostó temblando. Durmiose al fin. 207 2, 15 | diálogo y la voz que se acostumbra dirigir a un caballo impaciente. 208 2, 1 | molestias a que no estaba acostumbrada; presenció escándalos, vilezas, 209 I, 10 | D. Ángel, pronto se fue acostumbrando, y acabó por alabarlo, considerando 210 2, 11 | muerto y a las virtudes acrisoladas del que vive concuerdan 211 I, 21 | ilustrados y los sabios deben acrisolar su fe con el estudio.~ ~ - 212 2, 29 | manos.~ ~ Serafinita había acudido a su sobrina, que, incapaz 213 I, 8 | Dejarnos en tal soledad...! ¿Se acuerda usted de lo que hablamos 214 I, 15 | el pie?~ ~ - Vamos, no te acuerdes de mis beneficios, que no 215 2, 3 | su amigo de los últimos acuerdos del Ayuntamiento referentes 216 2, 5 | su padre... vuelve... se acuesta temprano... le suben la 217 I, 33 | de sol que caían aquí y acullá, como si hubieran sido salpimentados 218 I, 18 | delantera a los contrarios acumulando recursos, sin aumentar por 219 I, 15 | grande como la Abadía, y acurrucándose en el suelo, dijo:~ ~ - ¡ 220 2, 32 | Mi conciencia no me acusa de nada, y muero tranquila 221 2, 9 | discordias de religión, ni torpes acusaciones por un hecho de que no soy 222 I, 37 | expresión compasiva - . Acúsame por haberte ocultado la 223 I, 21 | y por mi parte no puedo acusarme de haber hecho daño alguno 224 I, 3 | pobre Francisca a quien tú acusas, te podrá dar buenas lecciones. 225 2, 32 | ahora está a mi lado, no le acuse usted a él. Yo he venido 226 I, 18 | Draco iste quem formasti ad illudendum ei, «este dragón 227 2, 11 | Ya sabía yo que muchos adalides del partido católico son 228 2, 1 | menos brillante, facultad de adaptación que aquel no conocía; y 229 I, 25 | acertara con la palabra más adecuada para expresar su idea.~ ~ - ¿ 230 I, 35 | estaba demasiado cerca, adelantándose cuando se quedaba muy lejos. 231 2, 11 | lo es.~ ~ - Nada podemos adelantar, mientras yo no la vea y 232 2, 25 | de devoción. Sin esto no adelantaremos nada.~ ~ D. Buenaventura 233 2, 1 | En cambio la primavera se adelantó tanto, que San José trajo 234 I, 21 | tamarindos, verónicas, adelfas y otros arbustos, combinados 235 2, 6 | sin odio la veían. Había adelgazado bastante, aumentándose así 236 I, 35 | concluido el agua de los cielos. Adelgazáronse los chorros. La nube de 237 I, 26 | de los libros, y en mis adentros digo: «con una palabra sola 238 2, 28 | de reducirse a tener un adepto al rito hebraico, que considero 239 2, 14 | comida abundante y bien aderezada. Es que era la señora de 240 2, 9 | francés, el cual la mejoró, aderezando el servicio un poco a la 241 I, 34 | extranjero debe de ser hombre muy adinerado...~ ~ - Entonces bien podía 242 I, 26 | te adoro. Mi corazón te adivinaba hace tiempo. Cuando te vi 243 I, 14 | su misteriosa facultad de adivinación anunciaba la proximidad 244 I, 25 | Gloria!... ¿Por qué lo ha adivinado usted?... El extranjero, 245 I, 34 | puente de Judas?... ¿No lo adivinan ustedes? Pues al mismo D. 246 I, 26 | ir tentando en el vacío y adivinando con su febril mano los objetos, 247 I, 31 | antes tenía.~ ~ No pudo adivinar Lantigua lo que había pasado 248 2, 16 | esta misma noche ha sabido adivinarlo mi corazón, Gloria, mi corazón 249 I, 34 | afablemente con sus dos adláteres, cuando al entrar en el 250 2, 29 | el día de hoy, la Iglesia administra el primer Sacramento a los 251 I, 18 | sin descuidar por esto la administración de sus bienes. Socorría 252 2, 8 | logrado apaciguar a algunos, administrando un par de pescozones muy 253 2, 8 | de coscorrones que debían administrar los alguaciles a los chicos 254 2, 25 | a juicio mío, yo se lo administraré; y a continuación, sin aparato 255 I, 19 | Domine, Domine noster, ¡quam admirabile est nomen tuum in universa 256 I, 2 | se perdonan, sino que se admiran. Era su boca un poquito 257 2, 21 | hizo de muy buen grado, admirando desde el balcón la hermosura 258 I, 33 | los cuales no se sabía qué admirar más, si el especioso sabor 259 2, 25 | salte para vida eterna...». Admiremos los designios de Dios que 260 2, 11 | solución lisonjera, o al menos admisible. ¡Todo menos la deshonra 261 2, 25 | señalado por la Iglesia para la admisión solemne de los catecúmenos, 262 2, 11 | teología, por lo cual no admite cismas ni heterodoxias. 263 2, 11 | leyes categóricas que no admiten distingos, ni sutilezas, 264 I, 23 | regimiento de caballería? Admitiendo, como no puede menos de 265 2, 12 | se mostró muy dispuesto a admitirlo. Ambos discutieron, indagaron, 266 I, 23 | como no puede menos de admitirse, que ustedes no han tenido 267 I, 33 | carne representado en piezas adobadas del animal que mira al suelo; 268 I, 8 | por todos lados... No sé adónde irá a parar el mundo. Yo 269 2, 12 | aprende esa táctica, y se la adopta después. Eso le pasó a D. 270 2, 20 | padre!... No, desde que adopté esta resolución ya no tengo 271 2, 8 | tirar el dinero, será para adoquinarte ¡oh madre villa!~ ~ Pero 272 2, 25 | después de la ceremonia de la adoración de la Cruz, a que asistieron 273 2, 10 | lo que me pasa. Yo le he adorado a usted como se adora a 274 I, 37 | ti de este modo, amarte, adorarte, y cuando pensaba vivir 275 I, 15 | horrible. El vino alegra o adormece... Sueño y alegría! ¡Qué 276 I, 1 | quieta superficie, se arroja adormecido ./. sobre las playas, y 277 I, 1 | en el lenguaje a la moda. Adórnalo por sus partes de Mediodía 278 2, 21 | que tan ./. bien labran y adornan las monjas. No puso flores 279 I, 11 | todas que no suelen ser adorno de los jóvenes, sino de 280 2, 24 | variado en trajes, sombreros, adornos... ¡Jesús, y qué bendición 281 I, 35 | parte, y las noticias que adquirían de los transeúntes eran 282 2, 1 | detestable propensión al reuma adquirida años atrás, se apoyaba en 283 I, 20 | la costumbre, y las ideas adquiridas ya, es decir, la mala yerba 284 2, 6 | perdida parecía modificada, adquiriendo una como dulce madurez y 285 2, 15 | al cabo de cierto tiempo adquirió la certidumbre de que un 286 2, 3 | representación simbólica era la adquisición del palacio en que los Lantigua 287 2, 6 | cual, adulando al clero y adulada por él, quitó a las ceremonias 288 2, 6 | generación precursora, la cual, adulando al clero y adulada por él, 289 I, 4 | eclesiástica. Justo es que adule y sirva a los que le dan». 290 2, 26 | conservan su lengua, aunque adulterada por la falta de renovación; 291 2, 20 | sí; pero desfiguradas y adulteradas... No, no puedo inclinarme 292 I, 38 | Pues oiga usted la advertencia de un hombre honrado que 293 2, 30 | un cabello.~ ~ Con tales advertencias juzgaron conveniente someterla 294 I, 31 | mismo tiempo juzgó prudente advertirle de los errores, porque si 295 2, 25 | su seráfico hermano, sin advertirlo, continuó así:~ ~ - Cuando 296 I, 22 | señal de regocijo que se advierte en todos los que acaban 297 2, 19 | hace falta gracia; pero te advierto que lo primero que ha de 298 I, 5 | reinasen buenos principios. Advirtamos que enviudó D. Juan a los 299 I, 12 | transcurría sin que ella lo advirtiese. Al fin dando un suspiro, 300 I, 18 | seriamente la elección. Advirtiolo D. Silvestre, y bramando 301 I, 5 | que daba nombre una de las advocaciones más piadosas de la Virgen 302 I, 13 | Parecía que olfateaba las vías aéreas, inquiriendo el rastro de 303 I, 9 | nos a generatione hac in aeternum. «Tú, Señor, nos salvarás 304 I, 23 | dos hermanos por su trato afabilísimo y la amenidad de su conversación. 305 2, 15 | todo su trabajo con que se afana debajo del sol?... Generación 306 I, 12 | existe, y desvanecerme y afanarme por una persona imaginaria... 307 I, 5 | imaginación, encienden deseos y afanes en el limpio corazón de 308 2, 24 | Teresita levantándose con afanosa curiosidad.~ ~ - No me comprometas, 309 2, 27 | triste hora debe decirse: «aféanla tinieblas y sombra de muerte».~ ~ - 310 I, 33 | ideas, más que todas las afecciones, más que la vida y que cuanto 311 I, 2 | la moda, con elegancia no afectada. Todo participaba en ella 312 I, 26 | si no las tuviera... He afectado someter mi pensamiento al 313 I, 26 | doncella. A un tiempo mismo afectáronla el frío y el pudor, y se 314 I, 11 | charlando. D. Juan miró con afectuosos ojos a su hija, y le habló 315 I, 38 | ásperas, barba fuerte, pero afeitada, y todo el rostro amarillísimo 316 2, 1 | siempre aparecía pulcramente afeitado, pues en los varones de 317 2, 11 | los pueblos cristianos nos aferran más a nuestro dogma, fórmula 318 I, 20 | Y qué bien manifestó sus aficiones sencillas, patriarcales, 319 I, 9 | prudente empuñar las bien afiladas armas de su dialéctica en 320 2, 7 | Sin rechazar las terribles afirmaciones de su tía, que todavía no 321 2, 30 | el tono evangélico - . Tú afirmaste no creer nada de lo que 322 2, 29 | Paz, paz - repitió afligidamente el obispo extendiendo las 323 I, 20 | que estoy verdaderamente afligido, afligidísimo.~ ~ - Si da 324 2, 29 | arzobispo mirando a todos con afligidos ojos.~ ~ - Esta mujer no 325 2, 28 | de su acento y su emoción afligieron a Esther. Comprendió al 326 2, 32 | Pues qué, hemos de afligirnos por estas contrariedades 327 2, 32 | una falsedad. No hay que afligirse: el alma es libre, y su 328 2, 17 | Querida hermana, no te aflijas sin motivo. Aquí no ha ocurrido 329 2, 6 | Jueves Santo, cuando la afluencia de mujeres guapas convierte 330 2, 16 | corazón. Como el agua que afluye mansa y sin esfuerzo de 331 2, 8 | irregular y estrecha, donde afluyen tres o cuatro calles tortuosas 332 I, 8 | acudieron labriegos y pastores; afluyó de todas partes enjambre 333 I, 3 | manchas de los candeleros. Afortunadamente Caifás y yo fregoteamos 334 I, 26 | de que expiraras en esta afrentosa cruz? ¿Se ha cumplido tu 335 I, 33 | XXXIII -~Ágape~ El día de Santiago había 336 2, 30 | suspendido sobre un abismo se agarra a la débil rama de un árbol 337 2, 21 | Serafinita acudiendo veloz a agarrar a su víctima que se le escapaba - , 338 I, 18 | Corrió hacia el fugitivo, le agarró por el cuello y arrastrándole 339 I, 29 | amorosamente el brazo derecho para agasajar con paternal cariño a la 340 I, 3 | tenemos para obsequiarle y agasajarle, que quisiera traer aquí 341 I, 20 | le trataban con muchísimo agasajo y cariño. Él por su parte 342 2, 2 | más por las emociones del agio que por los sentimientos 343 I, 6 | seno haraposo y vacío se agitaba la gran masa de la Nación 344 2, 22 | carabineros, los chicos que agitaban en la inquieta mano las 345 2, 31 | como juguetonas cabecitas agitadas por el viento, todas de 346 2, 31 | medrosa aparición de la noche. Agitado su aliento por la velocidad ./. 347 2, 30 | ella un soplo helado, y agitándose y gimiendo como una llama, 348 2, 6 | se fue extendiendo hasta agitar todo el conjunto de negros 349 I, 21 | casa. Gloria después de agitarse mucho, dio por terminada 350 I, 28 | miradas. La doncella se agitó gimiendo, como la espiga 351 2, 7 | tiernamente a su sobrina, la cual agobiada en extremo, repetía bañada 352 I, 4 | de los obispos, hace su agosto con las causas de sus espolios, 353 2, 25 | cuales alternaba con el agotamiento de las fuerzas una actividad 354 I, 26 | de bondades que nunca se agotan, su entendimiento como el 355 2, 1 | negra.~ ~ Tenía el semblante agraciado y tranquilo, teñidas las 356 2, 21 | que no por ella te he de agradar sino por la pureza y la 357 I, 9 | quedase, lo que en extremo agradeció Barrabás. Al mismo tiempo 358 2, 27 | sobre la madre, y su sombra, agrandada por la distancia, gesticulaba 359 I, 37 | como carga pesada se han agraviado sobre mí. Por tanto, denunciaré 360 2, 20 | ser a quien perdono los agravios hechos a mi raza... ¡Oh! 361 I, 9 | almacenados en su mente, agregó esto:~ ~ - ¡Benditos nosotros 362 I, 18 | Romero en aquella región agreste que llaman de Europa, donde 363 I, 1 | lindas anuncian cierto esmero agrícola. Silvestres zarzas cercan 364 2, 5 | chasquido como de madera que se agrieta; la alforja había caído 365 I, 33 | la mesa, los palillos, el aguamanil y otras menudencias y accesorios 366 I, 17 | en el abra de Ficóbriga, aguantándose a máquina. Pero se le rompió 367 I, 3 | Caifás está en la torre aguardando el primer chispazo para 368 2, 17 | ni saldría a la calle ni aguardaría a su amo dentro de la casa, 369 I, 20 | oído hablar de Dios, de... aguarde usted.~ ~ - No es eso, tonta. 370 I, 17 | Sabe Dios los cuartillos de aguardiente que tendrá a estas horas 371 2, 19 | pausa en que Serafinita aguardó con impaciencia la contestación - . 372 I, 13 | se empeñará usted en aguarnos el paseo?~ ~ - D. Silvestre - 373 2, 1 | humillación y la pena más aguda al ser maltratada salvajemente 374 I, 17 | caído en la trampa. Los agudos escollos, como tenazas de 375 I, 11 | Una mañana antes de que el aguerrido campeón de Jesucristo pareciese 376 I, 10 | que es, según dicen, un águila para esto de elecciones, 377 I, 16 | la sien, partía la nariz aguileña, fina, intachable, como 378 2, 3 | de la alcoba, percibimos, aguzando mucho el oído, el vago silbido 379 I, 18 | comarca. Ponía con tanto ahínco su voluntad y su influencia 380 I, 33 | bastaba por sí sola a dejar ahíto al más hambriento, y después 381 I, 17 | despedía el agua.~ ~ - ¡Pero se ahogará esa pobre gente! - exclamó 382 2, 16 | abrazaré tanto, tanto, que te ahogaré.~ ~ - ¡Ya no te quiero, 383 2, 16 | Gloria desfalleciendo - ; ¡me ahogas!~ ~ Morton dilató ligeramente 384 2, 13 | contar...~ ~ La voz se ahogó en la garganta de la noble 385 2, 28 | de tu vida comentándola y ahondando en ella, buscándole sus 386 2, 11 | padre, y este después de ahondar un poco la sepultura abierta 387 I, 13 | embistiendo las olas las ahuecaba, silbando en los cóncavos 388 I, 20 | Juan, apartando el jicarón, ahuecó la palma de la mano y la 389 2, 6 | rociadas con agua bendita y ahumadas con incienso. Distribuidas 390 2, 20 | precipité en las tinieblas; yo ahuyenté de su lado a los ángeles 391 2, 23 | mandó que se detuviera. Airados miraron el del pendón y 392 2, 8 | suspendiendo bruscamente el airecillo de Barba Azul que ejecutaba, 393 2, 7 | causa te sentencias a un aislamiento placentero y tranquilo donde 394 I, 18 | los juegos de tresillo y ajedrez. Él y D. Juan de Lantigua 395 | ajena 396 | ajeno 397 2, 32 | Morton - . ¿Por qué no has ajustado tus acciones a ellos, despreciando 398 2, 7 | madre desinteresada, y se ajustan al criterio de tu padre 399 2, 13 | vestidos, atando cintas y ajustando botones en la oscuridad 400 2, 12 | pero ahora se trata de ajustar una cuenta con la sociedad. 401 I, 26 | esconde el pájaro bajo el ala; y sola allí, sin más testigo 402 I, 6 | peso y grandor de ella. Alabando el agudo ingenio paradójico 403 I, 19 | D. Juan - , no merece ni alabanza ni agradecimiento. Es lo 404 I, 10 | acostumbrando, y acabó por alabarlo, considerando que los tiempos 405 I, 32 | Gloria después que le oyó alabarse de sus recientes hazañas.~ ~ - ¿ 406 I, 6 | ideas de su padre, había alambicado y desvirtuado un poco la 407 I, 1 | sombreada por dos acacias y un álamo verrugoso.~ ~ En la plazoleta ( 408 2, 7 | esta semana, y tus pueriles alardes de sufrimiento te causarán 409 2, 5 | Yo subiré la escalera; alarga los brazos todo lo que puedas.~ ~ 410 I, 18 | insigne; pero no quiero alargar las dimensiones de su retrato. 411 I, 32 | que hayan ustedes comido, alargaré mi paseo hasta allá. No 412 2, 15 | voz más conmovedora que el alarido de aquel noble animal, exclamación 413 2, 30 | que el estado de Gloria le alarmaba mucho; que el desorden de 414 I, 38 | señorita Gloria esperaba muy alarmada; pero ya está tranquila.~ ~ - ¿ 415 I, 32 | cosas me ha dicho que está alarmadísimo... Ha contado su dinero; 416 2, 30 | encontrolo excitado, mas no alarmante; recomendole que rezara 417 I, 23 | fuera, sin que por esto se alarme la familia femenina. He 418 I, 38 | entrar en Ficóbriga, me alarmé y dije: «Pues no pasa de 419 I, 18 | iglesia y se hizo pintor, albañil y arquitecto. Cuando le 420 I, 33 | y espumando guisados, o albardando fritos, o batiendo ensaladas, 421 2, 7 | puede decirse, de libre albedrío.~ ~ - Reconciliarte completamente 422 2, 4 | En la temporada de verano albergaba huéspedes, tratándolos bien. 423 I, 3 | no sería menos digna de albergarle. Ofrezcámosle corazones 424 2, 29 | en alma, y aquel mar se alborotaba con olas de congojas y vientecillo 425 2, 13 | vigilantes perros que se alborotaban por el paso de una sombra, 426 2, 7 | con asombro que entraban alborotadas algunas mujeres, oyó rumor 427 2, 15 | corazón... Rencillosa y alborotadora, sus pies no pueden estar 428 I, 34 | la zozobra que empezó a alborotar su espíritu.~ ~ Cuando el 429 2, 14 | no temió que su pueblo se alborotara; y viendo que todo favorecía 430 2, 24 | Lamentaciones para que no alborotasen.~ ~ - ¿Pero esos Lantiguas, 431 I, 21 | amarilla nube; hervían las albuminosas claras, simulando graciosas 432 2, 8 | de cuantos vieron pasar alcaldes y curas y procesiones. Lantigua 433 2, 24 | Desde que supo que eras alcaldesa, deseó conocerte... ¡Es 434 2, 7 | Sabes bien hasta dónde alcanza esta idea? ¿Sabes bien todo 435 2, 9 | cuando en su isla desierta alcanzaba de la Naturaleza los primeros 436 2, 18 | determinaciones superiores, no alcanzará tu espíritu sencillez ni 437 2, 18 | extraviados padres no puedan alcanzarlo, porque temo mucho que perdamos 438 2, 11 | Hay otro medio.~ ~ - No alcanzo ninguno.~ ~ - Si yo no creyera 439 I, 33 | sino que somos los más. Alcemos en esta Cruzada el glorioso 440 I, 33 | que te calles, pedazo de alcornoque.~ ~ - Pero, en fin, no lo 441 2, 22 | del pueblo. Los señores alcurniados llevaban las varas del palio, 442 2, 16 | casa de Lantigua un pesado aldabón de cobre, que martillaba 443 2, 22 | humildes pañuelos, señoras y aldeanas, amas y criadas, niñas y 444 I, 3 | buen puñado de cohetes que alegrarán con sus estadillos la comarca. 445 2, 22 | diciendo que se resignó a alegrarse por la salvación del judío. 446 2, 10 | has engañado. Al verte me alegré, porque esperaba adquirir 447 2, 5 | dando ligero brinco, dijo alegremente:~ ~ - Señoras, el cura se 448 2, 25 | Este hombre benéfico se alegró mucho cuando D. Buenaventura 449 2, 19 | ti ese desasosiego que te aleja de la perfección. Tú no 450 I, 29 | sintiendo no verlos cuando los alejaba la lluvia. Contribuía a 451 2, 15 | sordamente cuando los demás se alejaban - . Déjame; yo no te he 452 I, 27 | confianza en ella, bueno es alejar hasta la más remota probabilidad.~ ~ - 453 I, 35 | que estaban presentes se alejaron uno tras otro.~ ~ - Pero 454 2, 32 | voz turbada.~ ~ - No te alejes, esposo mío, no te separes 455 2, 24 | expresártelo, porque hablaban en alemán o inglés... no sé. Bartolo 456 2, 9 | se quejará a la embajada alemana, armará un escándalo en 457 2, 26 | por los enlaces con castas alemanas y holandesas, el de Spinoza 458 I, 4 | Papa, de la formación del Alemania, Minerva parida por el cerebro 459 I, 33 | quien vivimos, por quien alentamos, por quien respiramos. Dios 460 I, 1 | hermosísimo jardín de pinos de Alepo, floridas acacias, plátanos, 461 I, 1 | así como de sus caducos aleros cuelgan panojas en racimos, 462 2, 15 | Daniel oía los remotos alertas del gallo que clamaban: «¡ 463 2, 19 | era fatigosa. Pero seguía aletargada, y como esto tranquilizara 464 I, 23 | cajoncillo, que usurpando aleve el nombre de coche, iba 465 I, 5 | permitiéndole sólo Guzmán de Alfarache. Desgraciadamente en el 466 2, 8 | su destreza en tierra de alfeñiques, y por suerte había allí 467 I, 28 | Una tarde de Julio la alfombra de helechos fue hollada 468 I, 15 | de que todas mis ropas y alhajas y colchones hayan ido a 469 2, 3 | Serafina subió llevando unos alhelíes que ella misma cogiera. 470 2, 24 | Dª Gloria de Lantigua, alias la perla de Ficóbriga, sobrina 471 2, 20 | odio venenoso que esa secta alienta contra mí, se lo devuelvo 472 2, 7 | Mientras sobre la tierra aliente un hombre, tú no tendrás 473 2, 32 | arrastrada, y con los últimos alientos de la joven oyó estas palabras.~ ~ - 474 2, 30 | sacrificio que encierra, a aligerar tu alma del peso de las 475 I, 6 | veo más que hombres bien alimentados, a quienes deslumbra un 476 2, 7 | oprimía su pecho comenzó a aliviarse. Ya su cuerpo se fatigaba 477 I, 7 | achaques le obligaron a buscar alivio en el país natal, y solía 478 I, 28 | favor especial del cielo allanaría los obstáculos; pero ha 479 I, 28 | las dificultades en vez de allanarlas. Si eres valiente lo seré 480 I, 9 | los pensamientos que traía almacenados en su mente, agregó esto:~ ~ - ¡ 481 2, 22 | seres extraños calzados con almadreñas y bailando sobre guijarros.~ ~ - 482 I, 15 | carpancho, pintada toda con la almagre del mineral, que no parece 483 I, 32 | ser vigilia por marcar el Almanaque el 24 de Julio.~ ~ - ¿Conque 484 2, 6 | último sonaron también las almidonadas faldas al levantarse tal 485 2, 10 | poniendo en el sofá manta y almohada - . Ahora, Sr. Morton, mi 486 I, 25 | esta escena y después de almorzar, Gloria estaba en su cuarto 487 2, 21 | humana!~ ~ Cuando Gloria almorzó, vino el médico y le ordenó 488 2, 24 | docenas y las perlas por almudes.~ ~ - Como que dicen que 489 2, 12 | el extranjero había sido alojado decorosamente en una de 490 2, 1 | hermano, o vagar solo por los alrededores de la casa, huyendo de toda 491 2, 23 | autoridad en forma de mirada altanera, indagadora, terrible; pero 492 2, 19 | ardiente cariño y sin dureza ni altanería; que en las conquistas cristianas 493 2, 7 | exclamó con un poco de alteración Dª Serafina - , ese es el 494 2, 7 | quizás algún hecho casual alterado por los sentidos. Pero sea 495 2, 32 | apagando y sus facciones se alteraron demacrándose. Morton no 496 2, 25 | febriles, en los cuales alternaba con el agotamiento de las 497 2, 29 | compostura. Gloria miraba alternativamente al suelo y a su tío, como 498 I, 28 | ponían a secar sobre el altozano de la Abadía las húmedas 499 I, 25 | primeros pasos a las tiernas alubias, viendo correr por entre 500 2, 7 | lo arrojó de sí... Sería alucinación o quizás algún hecho casual