5. Otro tema de gran importancia, que se afronta en la
Constitución conciliar, es el que atañe al arte sacro. El
Concilio ofrece indicaciones claras para que siga teniendo, en nuestros
días, un espacio notable, de forma que el culto pueda brillar
también por el decoro y la belleza del arte litúrgico.
Convendrá prever, con ese fin, iniciativas para la formación de
los diversos maestros de obras y artistas, llamados a ocuparse de la
construcción y del embellecimiento de los edificios destinados a la
liturgia (cf. n. 127). En la base de esas orientaciones se encuentra una
visión del arte, y en particular del arte sagrado, que lo pone en relación
"con la infinita belleza divina, que se intenta expresar, de algún
modo, en las obras humanas" (n. 122).