Capítulo

 1 III  |   hechas por muchas leguas por sierras y cerros, por laderas y
 2 III  |  laderas y cabezos y haldas de sierras que están, en los valles,
 3 V    | rodelas. Éstos eran los de las sierras; pero los de los Llanos,
 4 VII  |          las que vivían en las sierras y las de la costa. Los serranos,
 5 VII  |    templos en los picos de las sierras altísimas y asperísimas,
 6 VII  |     otros a las peñas altas, o sierras como los labradores y gente
 7 VIII |      señoreaban; y si cerros o sierras no había naturales, por
 8 XIV  |       era en las gentes de las sierras; pero en los llanos que
 9 XV   |       sacaban por los cerros y sierras con admirable artificio,
10 XV   | hermanos.~En las gentes de las sierras, el oficio de los varones
11 XVIII|       de cobre para cortar las sierras y adobar los caminos; plumajes
12 XIX  |      yungas, y el otro por las sierras y altos, que aunque ambos
13 XIX  |      les hicieron ventaja.~Las Sierras de aquella parte son altísimas
14 XIX  |       necesario abrir y cortar sierras espantables y allanallas,
15 XIX  |      caminantes se veen ir por sierras tan altas y ásperas les
16 XIX  |       que el precedente de las sierras. Comenzaba desde Túmbez
17 XIX  |       como en el camino de las sierras; y por haber más aparejo
18 XIX  |       podía haber en el de las sierras. Tenía de ancho buenos cuarenta
19 XIX  |   manera las provincias de las sierras con las de Los llanos estaban
20 XIX  |       los Llanos a otra de las sierras, y una de las sierras a
21 XIX  |      las sierras, y una de las sierras a otra de Los Llanos; por
22 XIX  |    aquella correspondía de las sierras, y se hallaban juntos con
23 XIX  |  caminase por el camino de las sierras, no le faltase de los pescados
24 XIX  |   cosas deleitables que en las sierras, y cuando caminase por Los
25 XX   |    acequias y traellas por las sierras altísimas y repartillas
26 XXII |        a tomar los altos y las sierras y rebentones ásperos, porque
27 XXIII|        veneración a los de las sierras, así Señores como súbditos,
28 XXIII|       el contrario, los de las sierras estimaban en poco a los
29 XXIII|      lo uno, porque los de las sierras eran más valientes hombres
30 XXIII|      porque los señores de las sierras tenían por muy regalados
31 XXIII|       Los vecinos todos de las sierras era gente áspera, no nada
32 XXVII|    extendió su señorío por las sierras hacia abajo de Quito y lo
33 Ape  |       porque atraviesa grandes sierras y tierras asperísimas, y
34 Ape  |       subir sin descansar unas sierras altas que están frontero
35 Ape  |   orejones peleaban siempre en sierras y tierras ásperas, tomando
36 Ape  |    valles y los subiesen a las sierras, porque él quería que en