Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText
Bartolomé de las Casas
De las antiguas gentes del Perú

IntraText CT - Texto

Anterior - Siguiente

Pulse aquí para activar los vínculos a las concordancias

- 8 -


Capítulo I

De las poblaciones y edificios notables del antiguo Perú

Para dar noticia con encarecimiento condigno de las poblaciones y comunidades o ayuntamientos de las gentes de los reinos del Perú para vivir socialmente, que llamamos villas y ciudades, de cuántas eran, y de edificios tales y tantos cuán adornadas y sumptuosamente constituidas y edificadas, enriquecidas, ennoblecidas y prosperadas, sin alguna duda sería mucho tiempo necesario, y no sé si podría hallar para explicarlo suficientes vocablos; y porque la multitud de los pueblos y ciudades de las regiones que pudieron ser pobladas, las cercas dellas, las fortalezas, los templos, las Casas Reales, los aposentos de los Reyes y Señores, fuera y dentro de los lugares y ciudades; los edificios y primor de los artificios de todo lo dicho; los caminos reales, las puentes de los ríos grandes, las acequias para regar sus sementeras y heredades, todo como es ni mucha parte de su invención, primores, artificio, industria, sotileza, grandeza, hermosura ni riqueza puede ser explicado; al menos referirse


- 9 -


ha como pudiéremos de todo ello lo que se pudiere notificar, poniendo a la letra lo que los que lo vieron de nuestra nación hallaron, experimentaron, encarecieron, loaron, escribieron y aun puesto en molde, para que a todos constase, manifestaron.

Comienzan estos edificios y poblaciones notables desde lo postrero del reino de Popayan y de los pueblos de Pasto, yendo hacia la dicha provincia, primera del Perú, nombrada Quito o Guito 22. El postrero pueblo de la provincia de Pasto se llama Tuca, y cerca de allí había una fortaleza con su cava, muy fuerte para entre gente que no tiene artificios ni machinas de huego ni lombardas. De allí poco adelante, yendo hacia Quito o Guito, están los muy notables aposentos que se dicen de. Carangue, y estos están en una plaza no muy grande; son hechos de paredes de muy polida y hermosa piedra, y piedras dellas muy grandes, que parece ser imposible allí ponellas hombres humanos. Están asentadas tan juntas y por tanta sotileza, y a lo que se juzga, sin ninguna mezcla, que no parece sino que todo el edificio es una piedra o en piedra cavado,


- 10 -


así son Palacios Reales. Dentro destos aposentos está un estanque de agua de piedra muy polida edificado. Hobo aquí un templo dedicado al Sol, de gran majestad y grandes edificios, según parece agora por las paredes y piedras grandes que se veen caídas. Por dentro y las paredes estaban chapadas de oro y plata, y él estaba lleno de grandes vasijas de oro y plata para sus sacrificios, como otros muchos templos que por aquellos reinos se han visto. Era tenido este templo en gran reverencia y estima de todas las gentes de la comarca.

Donde agora está la ciudad de Quito, que se llama Sant Francisco, digo ciudad de españoles, había grandes y poderosos y ricos Aposentos Reales y templos del Sol muy señalados, a los cuales la gente llamaban Quito.

Adelante destos había otros en una población que se llama Mulahaló, y estos no debían ser de los muy grandes, puesto que había en ellos grandes casas de depósitos, donde había todas las provisiones necesarias para la gente de guerra, como abajo será declarado 23.

Después destos, adelante hay un pueblo


- 11 -


llamado Tacunga, donde había unos grandes y ricos Palacios y Aposentos Reales tan principales como los de Quito, y quizá más ricos, como se parece (aunque están destruidos agora) en las paredes la grandeza y riqueza dellos, donde se veen las señales donde las chapas de oro y plata estaban clavadas y muchas cosas de oro esculpidas; mayormente había en las paredes encajadas ovejas de oro de bulto, cosas muy admirables. Estas riquezas estaban en el templo del Sol y en los Palacios Reales. Y en este pueblo eran señalados estos edificios y templo y Casa Real más que en algunas de las partes pasadas, y se tenían, y así lo eran, [por] mayores y más principales.

Adelante hay otros aposentos grandes y de grandes edificios, que se dicen de Mocha, que cuando los nuestros los vieron, quedaron espantados, según su grandeza y hermosura, aunque derrocados; pero, porque habían sido edificados tan fuertes y polidos y por tan sotil artificio, por muchos tiempos adelante se cognoscerá por quien los viere, haber sido cosas memorables.

Más adelante destos de Mocha, están otros que se dicen de Riobamba 24.




22.Las Casas sigue a Francisco de Xerez hasta en las incorrecciones ortográficas, si es que éstas no fueron realmente erratas de imprenta.



23.En el capítulo 5 y correspondiente al 68 del manuscrito ológrafo de la Apologética.



24.No proseguiremos en las descripciones de estos lunares y edificios, porque hasta la de Tomebamba o [12] Tumipampa inclusive. y aun otras de más allá, están tornadas de la Conquista del Perú, de Francisco de Xerez, y de la Primera parte de la Crónica del Perú, de Pedro de Cieza de León. Y si hemos transcrito la primera mitad del capítulo de Las Casas es, para que, comparándola con el texto de Cieza, se vea de qué modo convertía el buen obispo las sencillas e ingenuas descripciones de este cronista, en otras tantas sartas de frases hiperbólicas y encomiásticas hasta rayar en lo ridículo.

Sin embargo, debemos hacer excepción de un pasaje de este capítulo 56 del ms. ológrafo, y de otro del 57, en que continua la materia del anterior. Dice el primero: «Y porque sería dilatar mucho este tratado enxerido en esta historia decillos todos [lugares, pueblos] en particular, por ende, porque sea más abreviado, con referir solamente el camino que llevaron los españoles cuando iban entrando en aquellos reinos del Perú [el descrito por [13] Xerez],y después otro que hizo Hernando Pizarro cuando fue por el oro al templo de Xauxa [de Pachacámac], luego que prendieron al gran Rey Atabalipa, el cual camino puso por escripto Miguel Estete, que fue por veedor de aquella jornada, y lo hicieron imprimir en Salamanca; quiero aquí ponello como ellos lo anduvieron, aunque, por abreviar, dejo muchos pasos, y así dar conclusión al presupuesto de los pueblos y lugares y ciudades questas gentes deste Orbe tenían, por donde muestran ser sociales y razonables, que arriba en el capítulo 47 hobe comenzado».

Y el segundo:

«En la primera historia que se imprimió deste camino que hizo Hernando Pízarro, dice: «Aqueste pueblo de Jauja era mayor que Roma. Había hombres que tenían cargo de contar toda esta gente, para saber los que venían a servir a la gente de guerra. Otros tenían cargo de mirar lo que entraba en el pueblo, etc. Otros refieren [14] en particular la grandeza y excelencia de esta ciudad de Xauxa, porque lo especularon más de propósito y con mayor espacio. Dicen que esta ciudad estaba repartida en tres grandes partes y tres Señores, que la gobernaban: la una llamada Xauxa, la segunda Maricabilca [Marcavillca] y la tercera Laxapalanga [Llacsapallanca]. En todas tres había grandes aposentos y edificios, etc., etc.

He de advertir: 1. -Que es muy extraño que Las Casas tome sus citas de la segunda edición de la obra de Xerez (Salamanca, 1547) y no de la primera (Sevilla, 1534); como no sea que la bibliografía de la Verdadera relación de la conquista del Perú y provincia del Cuzco que conocemos esté falta de sus primeras noticias. -2.-Que el texto de la cita del camino de Hernando Pizarro, relativa a Xauxa, tomado quizá de la edición de Salamanca, no está conforme con su correspondiente de la edición de Sevilla, donde se lee: «Este pueblo de Jauxa es muy grande, y está en un hermoso [15] valle; es tierra muy templada; pasa cerca del pueblo un río muy poderoso; es tierra abundosa; el pueblo está hecho a la manera de los de España, y las calles bien trazadas; a vista dél hay otros pueblos subjectos a él; era mucha la gente de aquel pueblo y de sus comarcas, que al parecer de los españoles, se juntaban cada día en la plaza principal cien mil personas, y estaban los mercados y calles del pueblo tan llenos de gentes, que parecía que no faltaba persona. Había hombres que tenían cargo de contar toda esta gente, para saber los que venían a servir a la gente de guerra. Otros tenían cargo de mirar lo que entraba en el pueblo». -3.-Que esos otros que refieren y dicen, son, en suma, uno sólo, Cieza de León, de quien Las Casas toma lo que necesita sin nombrarlo.-Y 4.-Que las historias a que Las Casas alude en el principio del capítulo que sigue, son la Relación de Jerez y la Crónica de Cieza; aunque, a mi ver, debió servirse también de alguna otra, porque hay cosas que no encuentro en aquellas.






Anterior - Siguiente

Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText

IntraText® (V89) Copyright 1996-2007 EuloTech SRL