Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText |
Gustavo Adolfo Bécquer El Caudillo de las manos rojas IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
Capítulo, Párrafo
501 II, IV | las perlas y el oro, y, depositando un beso sobre la frente 502 V, II | plegarias de los bracmines para depositarlas a los pies de Bermach, autor 503 VI, I | I~ - Vuelve a tu reino; derrama tus tesoros y trae en tu 504 VII,VII | serena, por el ancho cielo, derramando un suave y melancólico esplendor, 505 IV, IV | la ocasión propicia para derramar sobre sus párpados un sueño 506 VII, V | aromáticos licores, circulan en derredor, vertiendo la alegría y 507 V, X | atravesar presenciaron la derrota de tu padre. Schiwen, celoso 508 II, V | nace un torrente que se derrumba en sabanas de plata hasta 509 VII, II | exclama, poseído de profundo desaliento:~ - El día huye, la noche 510 IV,XXII | XXII~Vichenú desaparece. Los arboles recobran su 511 I,XIII | cristalinas ondas, las manchas desaparecen; mas apenas retira sus manos, 512 VII,XVI | los Dheli, cuya raza va a desaparecer de la tierra!~La multitud, 513 VI,III | bastaría para que el extranjero desapareciese de tu vista y fueran inútiles 514 II,XIV | dime la manera de hacer que desaparezcan de mis manos estas terribles 515 V,XXI | irregulares, ¿ves como se desarrolla el brillante fluido, y vuela 516 IV,XIX | se apodera de esta, que desasiéndose del ya casi inanimado cuerpo 517 III, IX | imaginación. El espíritu se desata de la materia y huye, huye 518 III, IX | momentos en que el alma se desborda como un vaso de mirra que 519 I,VIII | llaga a él, temiendo se desborde la felicidad que ya no basta 520 IV,XXI | el dios - , toma tu arco, descálzate las sandalias y, abandonando 521 II,XIII | tan pesada como un mundo, descansar sobre mi hombro, en tanto 522 II, II | pieles de tigre para que descansen sus miembros; en valde han 523 III,VII | VII~Todo convida al descanso. Pulo y Siannah, después 524 II,XIII | noche, cuando el sueño había descendido sobre los párpados de los 525 VII, I | impaciente la hora en que el sol descendiendo de su carro de oro, se ocultara 526 V,VII | Señor de Orisa, poderoso descendiente de los Dheli, conquistadores 527 V,VIII | este toca al termino de su descensión, el ave misteriosa emprende 528 V, IX | sudario de brumas antes que descienda a su sepulcro.~La noche 529 IV,XXVI | de la mentira: los dioses descienden en el hasta los mortales, 530 II,XVI | nuevo en forma de animales desconocidos y fantásticos; de conjuros 531 III,XIII | amarillo, para que no me desconozcan en la confusión de la pelea.~¡ 532 III, IV | IV~Pero ya tocan al deseado término, ya han salido de 533 I,XIII | mortal; vedle allí. Sus ojos desencajados están fijos con una mirada 534 VI, IV | concederte cuanto inspire tu deseo o tu ambición?~ 535 VII, VI | has dispensado? Habla; tus deseos serán cumplidos.~El príncipe 536 II, X | remedio contra los males desesperados, una revelación para conocer 537 IV,XVIII| ha escapado de sus manos desfallecidas y el velo de la muerte se 538 V,III | escogido para interprete de sus designios. ¡Dios, que conservas cuanto 539 V,XIV | dadme el arco y el escudo, desnudad vuestros aceros y que las 540 IV,XXVI | hacer?~El caudillo, que ha desnudado el puñal para asestarlo 541 II, VI | señor de Orisa? ¿Por que, desnudándose de su recamada túnica, del 542 VII,XVI | solio ningún mortal ha visto desnudas, están manchadas de sangre! 543 II,III | espantosas y confusas de desolación y terror; estos son los 544 IV,XVI | persiguen aquellas imágenes desoladoras; pero lo que más asombro 545 VII,XIV | apagadas antorchas vuelven a despedir torrentes de luz; los guerreros 546 VII,XIII | exclama en alta voz - , despertad de vuestro sueño: la esperanza 547 VII,VII | silencio cuando el caudillo, despertándose sobresaltado del sueño que 548 IV,XXIII| La naturaleza comienza a despertarse de su sueño del mediodía. 549 IV,XXIII| notas de los pájaros, que despiden el día con un dulcísimo 550 III,VII | panorama magnifico, se han desplegado a sus ojos. Forman proyectos 551 V, II | de sus trenzas de oro se desprende el rocío en una lluvia de 552 VII, XV | XV~ ~El día comienza a despuntar; la luna se desvanece y 553 IV,III | la mano. El aire de esta, desquiciándolo de sus órbitas, lo ha herido 554 I, X | hermano, por quien estaba desterrado de Orisa; el que por último 555 II, X | impusieron no bastaban a desterrar sus remordimientos, sube 556 II,VIII | del dios Vichenú cuando, destinado de los cielos, venia a cazar 557 IV, IX | dirigir sus plegarias al dios destructor, cuyo triunfo parecía acercarse, 558 III, XI | dios Schiwen lo creó para destruir a los mortales, y su hermano 559 III, IX | huyen, nos brindan amor y se desvanecen entre nuestros brazos.~ 560 VII,XIII | que aun me restaba se ha desvanecido como el perfume de un lirio 561 V,XIV | ejércitos de Cutac y Lahorre, desvanecidos un día al soplo del tirano 562 IV,XXI | un solo momento de olvido desvaneció como el humo cuanto había 563 VI,VII | lo sabrás - dice esta sin detenerse en su vuelo.~Pulo corre 564 V, IX | inmortal - exclama Pulo, deteniéndose en su camino - , he aquí 565 III, I | de Sindiak, cuyos muros detienen a las nubes en su vuelo.~ 566 IV,XIX | gratitud y respeto, al que es deudor de la vida.~Vichenú, cubiertas 567 II, I | el fondo de mi corazón lo devora, sin que me sea dado arrancarla 568 I, IV | rivalizar con él, se ciñen una diadema de antorchas. ¿Quién es 569 I, II | crepúsculo tiende sus alas diáfanas sobre los valles robando 570 I,VII | sombras los extremos de su diáfano schal y las orlas de su 571 III, VI | reverberan las arenas cruzan diáfanos como el ámbar miríadas de 572 I,XII | triunfo sobre su carro de diamantes, dejando en pos de sí, como 573 III,XIII | XIII~ - Bien dices. Mis ojos en los tuyos deben 574 VII,XIII | vuestro sueño: la esperanza de dicha que aun me restaba se ha 575 IV,XXVI | visa y cumples cuanto te he dicho, la mancha de sangre de 576 VII, X | posible descubrir este arcano!~Diciendo así, el caudillo de las 577 IV, XI | pronta y el puñal entre los dientes; Siannah le sigue, pálida 578 V, IV | misteriosas, emprende una difícil ascensión para llegar a 579 VII, XV | se elevan de los altares difunden la esencia de la mirra y 580 II,XII | quien todos los dioses se dignan visitar; tú, que lees el 581 VII,XII | el rayo y la muerte; su dilata boca esta contraída por 582 III, XI | su pupila húmeda, azul y dilatada, brilla un punto luminoso 583 IV,VIII | cabalgando. El trueno retumba, dilatandose de eco en eco en los abismos 584 IV,III | armonías que llevaban el vacío, dilatándose en el como los círculos 585 III, XI | nuestra infelicidad, se lo dio a conocer a Bracma, su elegido.~ 586 VI,III | III~Este peregrino te dirá que le pidas alguna cosa 587 V,XXIII| comienza a caminar con dirección al ocaso.~El curvo sigue 588 VII, IX | de la noche, y estos se dirigen, impulsados por una fuerza 589 II,VIII | en el muro de la gruta, dirigiendo sus oraciones al dios para 590 V, X | rendía en el templo a que nos dirigimos al genio que te protege, 591 IV, IX | hubiera podido menos de dirigir sus plegarias al dios destructor, 592 V, XI | abandono el templo para dirigirse a las selvas que se extienden 593 II,XVI | a tus plantas. Si en el discurso de tu peregrinación no conoces 594 I, IX | como una ilusión que se disipa y los sueños, hijos de la 595 VII, VI | hospitalidad que me has dispensado? Habla; tus deseos serán 596 I, XI | como dos leopardos que se disputan una presa... Corramos un 597 II,VII | veinte rajás siguen su paso disputándose el honor de conducir su 598 IV, I | mi símbolo, padre que me diste el ser para que sirviera 599 V, V | fondo de ésta le parece distinguir las formas confusas de un 600 III, I | besa el sagrado río que divide al Indostán del imperio 601 V,III | Océano. Su pensamiento esta dividido entre su esposa y su conciencia.~ - 602 V,XIV | compañeros de esclavitud! ¡Animo, domeñados ejércitos de Cutac y Lahorre, 603 II, IV | la parte de la ciudad que domina la cumbre de Jabwi.~ 604 II,VII | alcázar para acosar en sus dominios al soberbio león o al rayado 605 | dónde 606 IV,XXIII| esposa, en cuyo seno se había dormido, y no la encuentra.~El sol, 607 III,XIV | Canta, no temas; yo dormiré tranquilo, arrullado por 608 V, IX | pantano, donde a cada paso que doy temo encontrar la muerte, 609 II,III | numerosas caravanas sobre dromedarios de zafiro y entre nubes 610 V,XVII | que ciñe su frente? «¡Mi dueño!», exclaman los valientes 611 III,VII | sus cabezas recuerdan en dulces coloquios, y con esa especie 612 IV,XXIII| que despiden el día con un dulcísimo y triste adiós.~ 613 I,XII | vencedor de las sombras, ebrio de orgullo y majestad, se 614 IV,XII | respira alrededor nuestro.~ - Échate en tierra - grita Pulo de 615 I,XII | corazón de jubilo a los ecos de este solemne cántico?~ 616 VI,VII | que acaban de indicarle; efectivamente, lee en la musgosa piedra 617 VI,III | protector, que talle su efigie en el tronco del árbol desconocido. 618 IV, XV | levantándose en imperceptibles efluvios de las entrañas de la tierra, 619 VII,XIV | llamamiento, se apresuran a ejecutar sus mandatos: las apagadas 620 V,XIV | esclavitud! ¡Animo, domeñados ejércitos de Cutac y Lahorre, desvanecidos 621 V,XIV | huestes con sus bramidos ». Eldi Salek, uno de sus traidores 622 V, X | cuidara de nosotros desde su elevación. He aquí la manera de salir 623 VII, XV | las blancas nubes que se elevan de los altares difunden 624 V, XI | polvo blanca e inmensa, que elevándose de la parte de oriente oscurecía 625 IV, I | las potencias del cielo y elevar las de la tierra hasta que 626 II,XIII | velaba. Un sordo rumor se elevó por grados del fondo del 627 II, II | el humo de los pebeteros embalsama la opulenta cámara; en valde 628 VII,VII | del sueño que a su pesar embarga su espíritu, pasa sus manos 629 I,XIII | saliendo de su inmovilidad y embargado de un frenesí terrible, 630 III, X | consejas maravillosas que, embelesando mi espíritu formaban la 631 IV, V | metamorfosis, locos delirios, embriones de confusas ideas, semejantes 632 IV,XIX | sentirse sobrecogido de una emoción profunda de gratitud y respeto, 633 III, IX | voluptuosidad indefinible, en el que empapa sus alas para remontarse 634 V,VII | mostrare el sitio en que se empezaran las excavaciones.~ 635 III, V | al vacío el Himalaya, y, empinado sobre sus cumbres, el Dawalagiri, 636 II, X | conocer el término de las empresas arriesgadas, una penitencia 637 IV,XXV | Solo el eco responde al enamorado Pulo que, presa de un loco 638 VI, V | la vida a mi forma y se encarno en esta, burlando así la 639 V,XXI | los espesos cañaverales, encenderse una llama ligera y cárdena, 640 II,XIV | obra que a él solo está encomendada.~ - Pues bien: si tú lo 641 IV,XXVI | desaparecerá para siempre y encontraras de nuevo a tu esposa.~Los 642 V, V | príncipe consigue, al fin, encontrarse n la cumbre del promontorio.~ 643 IV,XXI | en que se estrellan las encrespadas olas tiene su nido un cuervo. 644 I,VIII | rayo del sol, y sale a su encuentro. Su corazón, que no ha palpitado 645 V,XIII | que hollé a mis pies se endereza como la víbora para morderme 646 II,III | estos son los fantasmas que engendra su mente durante las horas 647 V,VII | se abate sobre una de las enhiestas rocas y después de agitar 648 V,XII | remoto país que envía este enjambre de peregrinos? La fama del 649 III, VI | los juncos de la ribera y enjuga el sudor de sus frentes. 650 IV, X | arriesgarse en sus agrestes y enmarañados senderos con una noche tan 651 IV, XX | entre los enemigos?~Pulo enmudece. El rubor de su falta colora 652 IV, XV | huracán y el trueno han enmudecido. Al brillante y súbito resplandor 653 V, IV | colosales rocas, cuya frente han ennegrecido los rayos y las tempestades, 654 II, V | gruta natural, formada de enormes peñascos que parecen próximos 655 II, I | la riqueza si una vívora enroscada en el fondo de mi corazón 656 IV, IX | secreto del sepulcro para enseñarle el camino de la muerte.~ 657 IV, XV | quieren alzar el vuelo y entonar su canto; pero la voz se 658 IV, VI | voluptuosa; después, un entorpecimiento general, y, por ultimo, 659 II, XI | bordes del torrente, hasta la entrada de la gruta. Allí ve una 660 IV, XV | imperceptibles efluvios de las entrañas de la tierra, había envenenado 661 IV, I | levanta a esta voz la frente, entreabre los soñolientos ojos y agita 662 III,III | alcázar; pero ¿quién podrá enumerar los países que han cruzado, 663 IV, XV | entrañas de la tierra, había envenenado la atmósfera, y con ella 664 VII, V | fuentes de oro al huésped enviado por el cielo. Cuando termina 665 VII, I | condujeron sobre sus hombros y envolviéndole en un manto de púrpura, 666 IV,III | donde se arroja una piedra. Envuelto en un fluido ardiente y 667 V, IX | amontonándose en el Occidente, envuelven el cadáver del sol en un 668 IV, IX | triunfo parecía acercarse, equivocando aquellos quejidos de la 669 IV, XI | pálida la color, el cabello erizado y el paso temeroso.~ - ¿ 670 VI, V | cielos; después de vagar errante por la inmensidad del vacío, 671 II,III | cabellos de ébano y cinturas esbeltas como los juncos de los lagos; 672 IV,XVIII| ahogarle; ya el puñal se ha escapado de sus manos desfallecidas 673 III, XI | entreabiertos y rojos dejan escapar suspiros ardientes, y en 674 VI, IV | ojos de los hombres en la escarpada cumbre de tu roca solitaria, 675 VII, X | asombraría tanto como la escena que se presenta sus ojos.~ ~ 676 I, XI | corramos un velo sobre las escenas de luto y horror de que 677 V,XIV | Animo, compañeros de esclavitud! ¡Animo, domeñados ejércitos 678 II,VII | los bosques, cien ágiles esclavos le preceden arrancando las 679 V,III | misteriosa que Vichenú ha escogido para interprete de sus designios. ¡ 680 II, IV | los dioses brindan a sus escogidos. Por eso, apenas la aurora 681 V,XXII | que, cubiertos de musgo y escondidos entre las hierbas altas 682 VI, VI | regenere las sociedades, escribí leyes y..., el pago de mis 683 VII,III | La noche se adelanta; escrito esta en los sagrados Vedas 684 IV, XI | a pesar suyo, una mirada escuadriñadora a través de los añosísimos 685 VII,XIV | del seno de la cual se escuchan levantarse, crecer y morir, 686 VII,III | príncipe, sobrecogido al escuchar las anteriores palabras, 687 II, II | golpea su frente con dolor al escucharlo.~ 688 II,XVI | que la sangre se helaba al escucharlos.~ 689 III,XIII | exclama el príncipe - no escucho ahora las canciones de mi 690 VII,XIV | los guerreros hieren sus escudos con el pomo de la espada; 691 VII, VI | instrucciones de Bracma, que esculpa en el tronco que arrojan 692 VII,VIII | martillo y el cincel del escultor.~Ni un lejano murmullo turba 693 VII,XII | fisonomía de aquella tosca escultura que, sin concluir aun, se 694 IV, I | ser para que sirviera de eslabón invisible entre lo finito 695 VII,XIX | los juncos del Ganges, la esmeralda de los ojos de una schiva, 696 V,XIX | habitado por la soledad y el espanto.~ 697 II,III | precipicio terrible; imágenes espantosas y confusas de desolación 698 II, I | sangre!... ¡Oh! ¡Esto es espantoso!~ 699 II,XVI | lamentos y aullidos tan espantosos, que la sangre se helaba 700 III,VII | dulces coloquios, y con esa especie de satisfacción con que 701 IV, XV | contemplar este asombros espectáculo, que un tósigo mortal, circulando 702 V, VI | le aprestaba: heme aquí esperando tus palabras, como los tulipanes 703 IV, XI | esa voz que resuena en la espesura?~ - Es el viento, que azota 704 VI,III | tu palacio, y cuida de no espiar sus operaciones durante 705 IV,XII | XII~Los esposos prosiguen caminando, y la 706 II,III | cataratas de sangre negra y espumosa que se estrellan bramando 707 III,III | el de las aguas rojas; el Espuri, cuya mansa corriente arrastra 708 | ésta 709 VI, II | torres se agrupan las nubes y estallaran las tempestades como en 710 VII, VI | instrumentos que desea y la estancia solitaria y apartada que 711 I, V | combates y a la muerte, tras el estandarte de Schiven, meteoro de la 712 I,XII | dejando en pos de sí, como la estela de un buque, el polvo de 713 IV,XIV | lanzado el ultimo y ronco estertor revolcándose entre el polvo 714 V, IX | sabes que no le temo; más estoy sin armas y, por lo tanto, 715 VII,XIV | dios de la muerte y del estrago se dirige a la gigantesca 716 IV,XVIII| sus anillos de bronce, lo estrecha y comienza a ahogarle; ya 717 IV,XXII | suave esplendor de una noche estrellada y llena de armonía, perfumes, 718 III,XIV | melodiosos acordes y me estremecen a su contacto?~EL CAUDILLO. - 719 IV,XVI | sangriento cadáver del tigre estremecerse, y poco a poco, perdiendo 720 II,XVI | manchas el sol y los montes se estremecían como cañas; de lamentos 721 IV,VIII | un rugido lejano, ronco y estridente, que parece formarse en 722 V,XIX | interrumpía el imponente estruendo de los muros al desplomarse 723 I,XIII | están fijos con una mirada estúpida en la sangre que tiñe sus 724 IV,XVI | ningún genero de duda - esxclama - .Schiwen desea mi muerte. 725 IV,VII | aprisionan para lanzarse al éter; allí le esperan las creaciones 726 I,III | rumores de la ciudad, que se evaporan temblando; los melancólicos 727 V,VII | en que se empezaran las excavaciones.~ 728 IV,XXI | haré para lavar mi culpa? - exclamaba el príncipe.~ - Levántate - 729 VI, IV | IV~ - Tus palabras - exclamo el caudillo - permanecerán 730 I, IX | Pulo vuelve el rostro, exhala un grito agudo y ligero 731 I, XI | luchan con las miradas, y exhalando un grito ronco y salvaje, 732 VI, IV | posible o si el secreto de tu existencia puede ser conocido por un 733 IV, VI | príncipe descansa. Este experimenta, primero, una languidez 734 II, X | Conociendo que las leves expiaciones que los aduladores bracmines 735 V,XVIII| Los defensores de Vichenú expiran uno a uno al rigor del acero; 736 V,XIX | Cuando llego la noche, la expirante llama del incendio, arrojando 737 III, X | de ambrosía que vienen a expirar sobre una playa de rubíes! 738 III, X | posible, ¡oh hermosa Siannah!, explicarte lo que el murmullo de tu 739 VII, V | cachemir, los bracmines sirven exquisitos manjares en fuentes de oro 740 III, XI | fin, como volviendo de un éxtasis que la hubiese alejado por 741 II, II | brillantes colores se ha extendido sobre diez pieles de tigre 742 V,III | parte del reino de Cutac las extensas playas del Océano. Su pensamiento 743 VII, XV | mirra y del aloe por los extensos ámbitos de la pagoda; el 744 V, IX | contra enemigos que no puede exterminar o vencer; si al menos la 745 IV,XVIII| el velo de la muerte se extiende ante sus ojos, cuando una 746 VII,XVII | Schiwen, enemigo y extirpador de mi raza, si la sangre 747 III, IV | que produce, de los que se extrae este licor, como por las 748 III,XII | me haces esa pregunta tan extraña?~ - No sé... la sombra de 749 VI,III | esta bastaría para que el extranjero desapareciese de tu vista 750 I,VII | flotar entre las sombras los extremos de su diáfano schal y las 751 II,XIV | porque has hecho uso de tus facultades para la destrucción, obra 752 VII, I | ocultara tras la encendida faja de luz que borda el horizonte 753 V,XXIII| cumbre de la colina en cuya falda duerme el viento de la noche, 754 II,VIII | cielos, venia a cazar en las faldas del Jabwi durante la noche. 755 IV, XX | enmudece. El rubor de su falta colora sus bronceadas mejillas 756 IV, IV | mi venganza. El príncipe faltó a su promesa y ahora está 757 V,XII | enjambre de peregrinos? La fama del asombroso templo de 758 III, I | cruzado ante sus ojos Palna, famosa por sus templos, sus mujeres 759 II,XII | vive aún en mi corazón. El fantasma de la víctima me sigue a 760 V, V | la oscuridad con una luz fantástica.~ 761 IV, II | su circulo en el vacío, fascinado e inocente como el ave atraída 762 IV,XVII | Sus ojos redondos, fijos y fascinadores, están clavados en los del 763 III, XV | armas de que se vale la fatalidad ? Montes de arena que, como 764 III, V | la tierra. Los viajeros fatigados de su trabajosa jornada, 765 II,VII | cien bocinas de marfil fatigan el eco de los bosques, cien 766 VI, I | de reposo a la ociosidad, fatigando el eco de esos solitarios 767 VI, IV | Acaso el genio que te favorece no tiene poder bastante 768 IV,XIV | sorprendido por un extraño fenómeno.~ 769 II,XVI | a través de los pueblos feroces que habitan sus riberas, 770 VII,XII | contraída por una sonrisa feroz; todo el rebela un genio 771 III, I | dejado a sus espaldas las fértiles e inmensas llanuras de Nepal; 772 VII, V | abrasadora atmósfera del festín.~ ~ 773 II, XI | zarzas que rodean como un festón los bordes del torrente, 774 V,XXI | corre sobre el haz de las fétidas aguas del pantano? Mas lejos, 775 IV, V | que produce en mitad de la fiebre una imaginación débil y 776 IV,XIV | muerte. Pero ya la temible fiera ha lanzado el ultimo y ronco 777 II, VI | los montes a buscar a las fieras en su guarida? ¿Viene ansioso 778 VII,XII | rasgos atrevidos, la noble fiereza, la salvaje y varonil hermosura 779 IV, X | amarillo a la cintura en las fiestas y a la rente en el combate, 780 VI, II | de sus atributos, o en la figura que tu tienes, y que fue 781 V, V | confusas de un ave, que fija en los suyos dos ojos que 782 V,XII | mundo». Tu padre, después de fijar nuevamente las miradas en 783 V,XVII | Porque no vuela en la primera fila su manto de púrpura y el 784 IV,VII | creaciones del Sueño, que le fingen un mundo poblado de seres 785 IV, I | eslabón invisible entre lo finito y lo infinito, entre el 786 V, IV | remontándose por la cumbre del firmamento. El caudillo, después de 787 VII,XII | dios de las selvas, no; la fisonomía de aquella tosca escultura 788 IV,XIX | tendido aun y el carcaj de las flechas de diamante sobre el hombro, 789 VII,XIX | las palmas de Nepaul, la flexibilidad de los juncos del Ganges, 790 III, IX | nuestros ojos, y con ellos flota la imaginación. El espíritu 791 III, IX | perfume; instantes en que flotan los objetos que hieren nuestros 792 VI, II | resplandecerá como los astros, flotando moradas de los genios.~ - ¿ 793 IV, V | ébano escondido entre la flotante sombra de aloes.~El Silencio 794 I,VII | planta de una virgen? ¿Veis flotar entre las sombras los extremos 795 VII, XI | su delirio abrumador no forjaron nunca una imagen tan repugnante 796 III, X | embelesando mi espíritu formaban la base de mis delirios 797 II, V | Jawgior. Una gruta natural, formada de enormes peñascos que 798 V,XXI | levanta un grosero sepulcro, formado de piedras tosca e irregulares, ¿ 799 III,VII | han desplegado a sus ojos. Forman proyectos sobre el porvenir 800 IV,VIII | y estridente, que parece formarse en la cavidad de un pecho 801 VII,XIX | hermosura y del amor, la que formo Bermach en un delirio de 802 VII,III | respondió a las ideas que formulaba en su mente, prosiguió de 803 IV,XIII | XIII~Dos llamas fosfóricas brillan en la oscuridad.~ 804 I,VII | blanca túnica?~¿Percibís la fragancia que la precede como la mensajera 805 III,VII | otra. Por ultimo, algunas frases vagas e incoherentes que 806 III, VI | y enjuga el sudor de sus frentes. El bulbul, sobre las ramas 807 III, VI | VI~Un aura fresca mece las magnolias y los 808 IV, XV | bosque, pierden el color y la frescura, arrugándose sus tersas 809 IV,XIV | a esa ligereza y sangre fría patrimonio de los hombres 810 III,VII | algunas de las deliciosas frutas del bosque, apagan su sed 811 IV,XXI | Este lo conocerás por los fuegos que durante la noche voltean 812 III, V | la orilla del río, a cuya fuente se aproximan. Un boabab 813 | fueran 814 I, XI | de luto y horror de que fueron causa las pasiones de los 815 VII, IX | dirigen, impulsados por una fuerza incontrastable, hacia el 816 VI, VI | votos serán cumplidos». Y fui hombre inmortal e infalible; 817 VI,VII | Pero ¿quien eres o quien fuiste? - pregunta el príncipe 818 I, VI | ojos, ya el melancólico fulgor de lucero de alba, ya el 819 I,VIII | felicidad, la vida. Todo huye a fundirse en la cabeza de Schiven, 820 IV, VI | sus pupilas, como una losa fúnebre sobre un sepulcro. El sueño 821 III, XV | hombre para combatir las funestas armas de que se vale la 822 IV, IV | ahora está abandonado por mi funesto enemigo. Refresca su ardorosa 823 IV,XIX | XIX~Un furor terrible se apodera de esta, 824 II, IX | inmortalidad, le revela los arcanos futuros. Otros aseguran que él mismo 825 V,III | guerreros, entre mi vida y las garras del tigre o los anillos 826 IV, VI | después, un entorpecimiento general, y, por ultimo, sus párpados 827 IV,XVI | Ya no me queda ningún genero de duda - esxclama - .Schiwen 828 III,XIV | invisible! ¡Aliento del alma generosa! ¡Esperanza del guerrero! ¡ 829 I, I | ciudades de Orisa, a la gentil Kattak, que duerme a sus 830 VII,XIX | de placer, combinando la gentileza de las palmas de Nepaul, 831 VI, II | llegara a estas riberas el gigantesco tronco de una árbol desconocido 832 IV, XV | una mano invisible. Los gigantescos arboles se agitan y, retorciéndose 833 V,XVIII| se adelantan, la llanura gime bajo el peso de sus carros 834 IV,XXI | honor levantara un día tu glorioso antecesor, cuando, protegido 835 VII,XIX | la luz de un diamante de Golconda, la armonía de una noche 836 V,XXII | protege, sucumbieron al golpe de las hachas de Cutac: 837 II, II | en el oído de Pulo, que golpea su frente con dolor al escucharlo.~ 838 IV, VI | vertido sobre ellos una gota de licor que contiene un 839 V, VI | fuego del día esperan las gotas del rocío de la noche.~ 840 VI,VII | Lee una inscripción que he grabado con mi pico en la carcomida 841 V, V | En una de las rocas de granito que coronan su cúspide hay 842 IV, XX | fuentes del Ganges. Cada grano de arena que cae en la medida 843 IV,XIX | una emoción profunda de gratitud y respeto, al que es deudor 844 IV,XII | nuestro.~ - Échate en tierra - grita Pulo de repente - . El tigre 845 IV,XVIII| arroja a su cuello, tan grueso como el de una palma colosal, 846 II,XVI | Las palabras del Dios se guardan, y son estas: «Asesino marcado 847 II, IX | que llegó a Kattak para guarecerse en la gruta de Vichenú. 848 IV, XV | Las aves, que se habían guarecido de la tempestad bajo los 849 V, IX | brillara en el cielo, su luz me guiaría a través de este pantano, 850 V,XXII | el seno de la tumba para guiarnos a través de la noche, del 851 II, V | desliza silencioso entre las guijas y las flores, para ir a 852 III,XIV | los dioses para poner una guirnalda de rosa sobre la corona 853 III, II | II~También han gustado el reposo a la sombra de 854 II, IV | señor de Orisa no puede gustar la copa del beleño con que 855 III, I | de ébano de sus vírgenes; Gvalior, escudo del reino de Sindiak, 856 IV, XX | sido inútiles, si al cabo habías de romper tu juramento, 857 V,XIX | lugares un templo de ruinas habitado por la soledad y el espanto.~ 858 II,XVI | los pueblos feroces que habitan sus riberas, hasta encontrar 859 VII,XIV | el tranquilo sueño de los habitantes de Cutac, y la triste e 860 III,VII | su dialogo; diríase que hablan una cosa y piensan otra. 861 V,XIV | XIV~«Valientes - prosigue, hablando, dirigiéndose a los que 862 VII, II | peregrino tarda. Por ventura, ¿habré ofendido nuevamente al dios 863 I, I | desaparecido tras las cimas del Habwi, y la sombra de esta montaña 864 | haces 865 V,XXII | sucumbieron al golpe de las hachas de Cutac: Dobla en tierra 866 I, IX | diez pies de un solo salto haciendo brillar al mismo tiempo 867 IV,XII | caminando, y la tempestad haciéndose cada vez más terrible.~ - ¿ 868 II,XIV | dialogo, sus interlocutores se hallaban en el fondo de la misteriosa 869 V,XXII | hierbas altas y silenciosas, hallaremos los restos mortales, única 870 V,III | unos esfuerzos mas, y me hallo en presencia del ave misteriosa 871 IV,XXI | mi arrepentimiento, ¿que haré para lavar mi culpa? - exclamaba 872 | haya 873 III,VII | felicidad que les espera cuando hayan cumplido la expiación próxima 874 VI, II | cuervo prosigue:~ - Cuando hayas puesto sobre la mas alta 875 V,XXI | vacila y corre sobre el haz de las fétidas aguas del 876 IV, V | Silencio lo precede, y sus hechuras le siguen en grupos fantásticos. 877 II,XVI | espantosos, que la sangre se helaba al escucharlos.~ 878 II,XIII | mis nervios saltaron y se heló el tuétano de mis huesos; 879 V, V | coronan su cúspide hay una hendidura, y en el fondo de ésta le 880 II,VIII | sagrado que brotó de las hendiduras de una roca para templar 881 VII,XVIII| de sangre que brota de su herida salto humeando al rostro 882 V, X | las espadas que habían de herir a los predilectos de Vichenú.~ 883 IV,XVIII| esfuerzos inauditos por herirla. ¡Imposible! Las aceleradas 884 IV, II | vano buscaba la ocasión de herirle; en vano, porque Vichenú, 885 VII,XIX | Siannah, la hermosa entre las hermosas, siguió a Pulo a través 886 III,VII | aventuras de que han sido héroes durante su peregrinación, 887 II,XIII | sagrada, rumor confuso como el hervidero de cien legiones de abejas. 888 V,XXII | musgo y escondidos entre las hierbas altas y silenciosas, hallaremos 889 III,XIII | polvo que levantan son los hierros de nuestros enemigos.~Traedme 890 III, IX | poeta; como esas sombras, hijas del delirio, que nos llaman 891 I, IX | se disipa y los sueños, hijos de la oscuridad, huyen con 892 III,XIV | acompasadamente, como una ola que se hincha coronada de espuma.~La vuelta 893 V, IV | plantas besan o azotan las hirvientes olas del Océano.~ 894 V,XIII | queda duda: el enemigo que hollé a mis pies se endereza como 895 II, VI | emprende solo y sumido en hondas meditaciones el camino que , 896 V,XIX | de sangre y de gloria.~Un hondo silencio reinaba en el que 897 VII,XIV | vacío, medrosos lamentos y horribles carcajadas. Son los genios 898 IV, XV | retorciéndose como a impulsos de una horrorosa convulsión, comienzan a 899 VI, VI | eso?» «Y ser hombre». «De hoy en adelante, tus votos serán 900 III, XI | volviendo de un éxtasis que la hubiese alejado por algunos instantes 901 IV,XXV | Ganges, busca en la arena la huella de su esposa y vuelve a 902 VI, V | próximo a descubrir sus huellas, cuando el genio de la conservación, 903 II,XIII | se heló el tuétano de mis huesos; aquel soplo era el aliento 904 VII, V | manjares en fuentes de oro al huésped enviado por el cielo. Cuando 905 VI, V | su antagonista Schiwen, huía de astro en astro, a través 906 II,XIV | tres lunas?~ - Sí.~ - ¿Has huido del lecho nupcial por siete 907 V,XIII | años de acostumbrarse a huir.~ 908 III,XIV | LA VIRGEN. - Tu aliento humea y abrasa como el aliento 909 VII,XVIII| brota de su herida salto humeando al rostro del genio.~En 910 I,XIII | retira sus manos, la sangre, humeante y roja, vuelve a teñirlas. 911 III, XI | ardientes, y en su pupila húmeda, azul y dilatada, brilla 912 II,XIII | tocó con las puntas de su humedad a las mi frente. A su contacto, 913 V, II | combate; de las flores, húmedas aun con las lagrimas del 914 II, V | de la brisa que viene a humedecer sus alas en la linfa o el 915 II,XVII | una mujer hermosa, pero humildemente ataviada, sale por una de 916 VII,III | del piadoso peregrino; las humildes chozas y los maravillosos 917 V,VII | silencio y con la frente humillada en el polvo:~ - Señor de 918 III, X | palabras desconocidas en un idioma extraño y celeste. Me recuerda 919 II,XIV | Pues bien: si tú lo ignoras, consultemos a Vichenú. 920 VII, XV | El templo resplandece, iluminado en su interior por cien 921 I, IX | luna se desvanece como una ilusión que se disipa y los sueños, 922 IV,VII | se reviste de una forma imaginaria y huye de los lazos que 923 IV,XVIII| la cubren y defienden son impenetrables como la concha de las tortugas 924 IV, XV | el aire o levantándose en imperceptibles efluvios de las entrañas 925 II, V | llanura, donde, refrenando su ímpetu, se desliza silencioso entre 926 IV,XXIII| Las brisas de las tarde, impregnadas en murmullos y perfumes, 927 IV, XX | modo.~ - Inmensa como la imprevisión de los hombres de la bondad 928 I,III | las últimas notas de la improvisación de una bayadera.~ 929 VII, IX | noche, y estos se dirigen, impulsados por una fuerza incontrastable, 930 IV, XX | la del castigo. El que te impulso al solitario de Jabwi es 931 IV,XIX | desasiéndose del ya casi inanimado cuerpo de Pulo, busca a 932 IV,XVIII| colosal, y hace esfuerzos inauditos por herirla. ¡Imposible! 933 V,XIX | la expirante llama del incendio, arrojando sus temblorosos 934 II, II | prolongado, grito que resuena incesante en el oído de Pulo, que 935 II,XIII | Tippot-Dheli.~El príncipe inclina la cabeza a estas palabras, 936 II, IX | cabellos blancos y la frente inclinada. El pueblo le mira con temor 937 II, XI | exclama al verle el caudillo, inclinando la frente - , que el enojo 938 II, X | solitario de Jabwi, solo y de incógnito para que la pompa real no 939 III,VII | algunas frases vagas e incoherentes que preceden al Silencio, 940 IV,XVI | ir tomando, merced a una inconcebible transformación, las de una 941 VII, IX | impulsados por una fuerza incontrastable, hacia el lugar en que se 942 V, XV | una postrer tentativa para incorporarse, y cae a tierra muerto y 943 IV,III | lo ha herido de muerte. Incorpórate y tiende los ojos sobre 944 III, IX | océano de voluptuosidad indefinible, en el que empapa sus alas 945 III, XI | un sentimiento de ternura indescriptible.~ 946 VII,XIX | Siannah fue la primera viuda indiana que se arrojó al fuego con 947 VI,VII | corre al lugar que acaban de indicarle; efectivamente, lee en la 948 II,XII | lanzando una mirada de indignación al príncipe, que permanece 949 I, V | cola del ave de los dioses indios, colgar a su cuello la tortuga 950 VI,III | callada noche con una sola e indiscreta mirada; esta bastaría para 951 III, I | sagrado río que divide al Indostán del imperio de los birmanes. 952 VI, VI | Y fui hombre inmortal e infalible; viví en el mundo, regenere 953 II,XVI | Schiwen con un sello de eterna infamia, voy a darte mis consejos 954 III, X | recuerda los días de mi infancia, aquellas horas sin nombre 955 V, XV | XV~En tanto, el infelice rey, revolcándose en su 956 III, IV | amarguras que padecen los infelices que se ven en la necesidad 957 III, XI | apiadándose de nuestra infelicidad, se lo dio a conocer a Bracma, 958 IV, I | invisible entre lo finito y lo infinito, entre el mundo de los hombres 959 IV,XXIV | compañera de mi dolor y no infortunio, ¿quien te arranco de mi 960 V, IX | sin armas y, por lo tanto, inhábil para defenderme de sus traidores 961 V,XVIII| naciente ciudad que en sus inmediaciones levanto el rey de Orisa 962 VI, V | de vagar errante por la inmensidad del vacío, se refugio por 963 IV, II | antagonista, le defendía bajo el inmenso escudo que oculta los hombres 964 III, II | reposo a la sombra de los inmensos plátanos de Dehli, concha 965 V, IX | en sus aguas cenagosas e inmóviles.~ 966 IV, II | en el vacío, fascinado e inocente como el ave atraída por 967 VI,VII | de azabache.~ - Lee una inscripción que he grabado con mi pico 968 IV,XXVI | XXVI~ - Insensato - dice una voz que resuena 969 IV,XXIV | que no me oyes? Siannah, inseparable compañera de mi dolor y 970 V,XIX | lanzarse sobre los cadáveres insepultos.~Los vencedores abandonaron 971 III, X | en mi oído como una voz insólita que murmulla palabras desconocidas 972 VII, XI | angustiosos pesadillas, el insomnio en su delirio abrumador 973 VI,VII | templo de Jaganata; por inspiración de Vichenú, Bracma dejo 974 VI, IV | bastante para concederte cuanto inspire tu deseo o tu ambición?~ 975 VII, VI | le ruega, siguiendo las instrucciones de Bracma, que esculpa en 976 IV, XX | solitario de Jabwi es ya insuficiente para lavar tu alma.~ 977 IV,III | alegría y su gloria aprecian insultar mi terrible poder. Levante 978 V, XV | revolcándose en su sangre, intenta en vano llamar a su socorro; 979 VII, XV | resplandece, iluminado en su interior por cien y cien magnificas 980 II,XIV | este corto dialogo, sus interlocutores se hallaban en el fondo 981 V,VIII | se aparta de las playas, internándose tierra adentro, a través 982 V,III | cabeza de los hombres, no interpongas tu poder entre mi corazón 983 V,III | Vichenú ha escogido para interprete de sus designios. ¡Dios, 984 IV, XX | gruta del Jabwi? ¿Para que interrogaste a las limpias aguas de su 985 V,XIX | lucha, silencio que solo interrumpía el imponente estruendo de 986 IV,XII | Oyes? - vuelve esta a interrumpir - . Alguien respira alrededor 987 IV,VIII | del bosque, se escucha por intervalos un rugido lejano, ronco 988 IV,XXI | llevo hasta allí sus huestes invencibles. Sobre los peñascos en que 989 II,III | cantares de los espíritus invisibles que refrescan con sus alas 990 II, II | sus miembros; en valde han invocado los bracmines por siete 991 VII, XV | ceremonias con que los bracmines, invocando la piedad de los genios, 992 IV, I | y sé el mensajero de mis iras.~El sueño, hijo de la tumba, 993 V,XXI | formado de piedras tosca e irregulares, ¿ves como se desarrolla 994 II, V | ondas con las ondas del Jawgior. Una gruta natural, formada 995 V, I | genio. Este, durante las jornadas, fijos los ojos sobre su 996 I,XII | siente saltar su corazón de jubilo a los ecos de este solemne 997 IV,XXIII| en murmullos y perfumes, juguetean con el cáliz de las flores, 998 V, X | venganza contra su vencedor, se juntaron entre las sombras de la 999 | junto 1000 I, IX | testigo de su amor y sus juramentos, cuando se eleva un sordo