Cap., N.

 1   I, 6 |   perdió la participación de la naturaleza divina7 y quedamos todos
 2   I, 6 |         descendencia de Adán la naturaleza humana, pero inocente y
 3   I, 6 |        quiso valerse de nuestra naturaleza, de modo parecido en el
 4   I, 8 |   Además de eso, así como en la naturaleza no basta cualquier aglomeración
 5   I    |    graves, separan por su misma naturaleza al hombre del Cuerpo de
 6   I, 13|  plenitud del Espíritu Santo la naturaleza humana que había unido a
 7   I, 20|      puesto que son de la misma naturaleza. Para lo cual es de notar
 8   I, 20|         es de notar que nuestra naturaleza, aunque inferior a la angélica,
 9   I, 20|    ángeles, porque no asumió la naturaleza angélica, sino -según dice
10   I, 20| solamente asumió Cristo nuestra naturaleza, sino que, además, en un
11   I, 20|       hacer participantes de la naturaleza divina a sus hermanos según
12   I, 24|        Dios asumió una concreta naturaleza humana, se hubiera de extender
13   I, 29|        la gracia sobrepasa a la naturaleza y como lo inmortal aventaja
14   I, 29|         todos los órdenes de la naturaleza es el Espíritu de nuestro
15   I, 30|         El se considera sólo la naturaleza humana visible... o sola
16   I, 30|      sola la divina e invisible naturaleza... sino que es uno solo
17   I, 30|        Verbo de Dios asumió una naturaleza humana pasible para que
18   I, 30|        hecho participante de la naturaleza divina, no quieras volver
19  II, 34|    admirable, unió a sí nuestra naturaleza con unión hipostática, en
20 III, 40|        a la vez, según su doble naturaleza, Cabeza de toda la Iglesia173.
21 III, 42|        tanto duros para nuestra naturaleza, caída de su primera inocencia;
22 III, 51|       representación de toda la naturaleza humana a la realización
23 III, 51|      entre el Hijo de Dios y la naturaleza humana216. Ella fue la que