Cap., N.

 1 INT, 1 |    corona de espinas. Lo cual ciertamente es claro testimonio de que
 2 INT, 2 |      tanto más aptos se hacen ciertamente para penetrar en la luz
 3 INT, 3 |     de la Iglesia. En lo cual ciertamente echamos de ver un testimonio
 4 INT, 5 |     Dios alguna inteligencia, ciertamente fructuosísima, de los misterios,
 5   I, 30|     El Eterno Padre la quiso, ciertamente, como reino del Hijo de
 6   I, 30|       hacia sus miembros. ~Y, ciertamente, esta piadosa Madre brilla
 7  II, 34|      nosotros en Cristo. Ello ciertamente se confirma con una razón
 8  II, 35|             35. No ignoramos, ciertamente, que para la inteligencia
 9  II, 36|     separar de su caridad165, ciertamente en este caso la sagrada
10 III, 40|     Jesucristo. ~Todo eso es, ciertamente, erróneo: porque el Divino
11 III, 43| espíritu de fe viva, entonces ciertamente no sólo honrarán y rendirán
12 III, 44|    caridad de Cristo188, que, ciertamente, ni la diversidad de pueblos
13 III, 45|  asidua y fervorosa voluntad. Ciertamente no puede señalarse un momento
14 III, 45|   iluminado de todos éstos es ciertamente, en las presentes condiciones,
15 III, 49|      celestiales gracias será ciertamente superabundante, si no solamente