Cap., N.

  1 INT, 1 |         Místico de Cristo, que es la Iglesia1, recibida primeramente
  2 INT, 1 |      aquellos puntos que atañen a la Iglesia militante. A hacerlo así
  3 INT, 1 |          encerradas en el seno de la Iglesia, que Cristo ganó con su
  4 INT, 2 |           grey de Cristo, miran a la Iglesia como a único puerto de salvación;
  5 INT, 2 |         embargo, no ignoramos que la Iglesia de Dios no sólo es despreciada,
  6 INT, 2 |        alabanza y gloria de la Madre Iglesia, a quien después de Dios
  7 INT, 3 |           están fuera del seno de la Iglesia Católica. Y ello no sólo
  8 INT, 3 |             benevolencia para con la Iglesia, sino también porque, viendo
  9 INT, 3 |             si vuelven sus ojos a la Iglesia, si contemplan su unidad
 10 INT, 3 |    calamitosos tiempos la nave de la Iglesia. En lo cual ciertamente
 11 INT, 4 |          Cristo que se guardan en la Iglesia. Añádase a esto que los
 12 INT, 4 |            los que están fuera de la Iglesia, sino que entre los mismos
 13 INT, 5 |            ni ve ni quiere ver en la Iglesia nada más que vínculos meramente
 14 INT, 5 |             soberana hermosura de la Iglesia; para que se de a conocer
 15   I    |                                 I~LA IGLESIA ES EL CUERPO MÍSTICO DE
 16   I, 6 |             hacerlo por medio de una Iglesia visible en que se reunieran
 17   I, 6 |             los siglos se vale de su Iglesia para perpetuar la obra comenzada11. ~
 18   I, 6 |             describir esta verdadera Iglesia de Cristo -que es la Iglesia
 19   I, 6 |         Iglesia de Cristo -que es la Iglesia santa, católica, apostólica,
 20   I    |                                   LA IGLESIA ES UN "CUERPO" ~
 21   I, 7 |                            7. Que la Iglesia es un cuerpo lo dice muchas
 22   I, 7 |              cabeza del cuerpo de la Iglesia13. Ahora bien; si la Iglesia
 23   I, 7 |         Iglesia13. Ahora bien; si la Iglesia es un cuerpo, necesariamente
 24   I, 7 |              mismo que es cuerpo, la Iglesia se ve con los ojos15. Por
 25   I, 7 |            aquellos que se forjan la Iglesia de tal manera, que no pueda
 26   I, 7 |          enfermos, así también en la Iglesia los diversos miembros no
 27   I, 8 |            orden conveniente; así la Iglesia ha de llamarse Cuerpo, principalmente
 28   I, 8 |             el Apóstol describe a la Iglesia cuando dice: Así como...
 29   I, 8 |            orgánica del Cuerpo de la Iglesia, se limita o reduce solamente
 30   I, 8 |            nunca han de faltar en la Iglesia. Se ha de tener, eso sí,
 31   I, 8 |          toda razón los Padres de la Iglesia, cuando encomian los ministerios,
 32   I, 8 |             nunca ha de faltar en la Iglesia, según las promesas de Jesucristo. ~
 33   I, 9 |       constituidos en miembros de la Iglesia, sino que, además, sellados
 34   I, 9 |       amparen y defiendan a la Madre Iglesia y la fe que de ella recibieron.
 35   I, 9 |          ofrece a los miembros de la Iglesia caídos en pecado una medicina
 36   I, 9 |            su ayuda la piadosa Madre Iglesia, la cual por medio de la
 37   I, 9 |           necesidades sociales de la Iglesia por medio de dos sacramentos
 38   I, 9 |           era cristiana proveyó a su Iglesia de todos los recursos necesarios,
 39   I, 10|             entre los miembros de la Iglesia sólo se han de contar de
 40   I, 10|              quien rehusare oír a la Iglesia, según el mandato del Señor,
 41   I    |         pensarse que el Cuerpo de la Iglesia, por el hecho de honrarse
 42   I    |              hombre del Cuerpo de la Iglesia, como lo hacen el cisma,
 43   I    |     permaneciendo en el cuerpo de la Iglesia, que no que sean cortados
 44   I    |                                   LA IGLESIA ES EL "CUERPO DE CRISTO" ~
 45   I, 11|           manera está constituida la Iglesia, que puede compararse a
 46   I    |           XIII, de feliz memoria: La Iglesia, que, ya concebida, nació
 47   I    |             del místico templo de la Iglesia cuando con su predicación
 48   I    |              de unir al Cuerpo de la Iglesia; y, finalmente, al llegar
 49   I, 12|              su obra, enseñan que la Iglesia nació -en la Cruz - del
 50   I, 12|       Evangelio, de la Sinagoga a la Iglesia, de lo muchos sacrificios
 51   I, 12|              plenísimamente sobre la Iglesia sus funciones de Cabeza,
 52   I, 12|           Cruz adquirió para sí a su Iglesia, esto es, a todos los miembros
 53   I, 13|             la palabra, Cabeza de la Iglesia, de la misma manera, por
 54   I, 13|             manera, por su sangre la Iglesia ha sido enriquecida con
 55   I, 13|              la tierra, es decir, la Iglesia Católica, que no había de
 56   I, 13|         muerte quiso enriquecer a su Iglesia con los abundantes dones
 57   I, 13|        llamada misión jurídica de la Iglesia y la potestad de enseñar,
 58   I, 13|      pendiente de la Cruz abrió a la Iglesia la fuente de sus dones divinos,
 59   I, 13|            hombre nuevo -esto es, la Iglesia -, y para reconciliar a
 60   I, 13|          Cruz40. ~c) al promulgar la Iglesia ~
 61   I, 14|                         14. Y a esta Iglesia, fundada con su sangre,
 62   I, 14|            dedo divino indicase a la Iglesia su misión sublime. ~
 63   I, 15|            Cuerpo místico, que es la Iglesia, lleva el nombre de Cristo,
 64   I, 15|              Cabeza del Cuerpo de la Iglesia43. El es la cabeza, partiendo
 65   I, 15|             excelencia, Cabeza de la Iglesia. Porque la Cabeza está colocada
 66   I, 16|         único que rige y gobierna la Iglesia; y también por este título
 67   I, 16|           ley fundamental de toda la Iglesia. ~arcano y extraordinario ~
 68   I, 17|             además, mira por toda la Iglesia, ya iluminando y fortaleciendo
 69   I, 17|            suscitando del seno de la Iglesia, especialmente en las más
 70   I, 17|       visible el cuerpo social de la Iglesia que había fundado. Ni para
 71   I, 17|       jurisdicción establecido en la Iglesia, este Cuerpo místico tiene
 72   I, 17|       secretamente por sí mismo a la Iglesia -que, después de su gloriosa
 73   I, 17|       abrazar a Cristo, Cabeza de la Iglesia, sin adherirse fielmente
 74   I, 18|          lugar Nos hemos dicho de la Iglesia universal, debe afirmarse
 75   I, 18|              que se compone la única Iglesia Católica: por cuanto ellas
 76   I, 18|           principales miembros de la Iglesia universal, como quienes
 77   I, 18|              honor es el honor de la Iglesia universal; Nuestro honor
 78   I, 19|             las oraciones de toda la Iglesia. Además, nuestro Salvador,
 79   I, 19|        Salvador, como no gobierna la Iglesia de un modo visible, quiere
 80   I, 19|            en la Cruz, concedió a su Iglesia el inmenso tesoro de la
 81   I, 20|             sea todo el Cuerpo de la Iglesia. Lo cual, en realidad, se
 82   I, 20|           pues, de maravillar que la Iglesia, mientras se halla en esta
 83   I, 21|          también Cristo Cabeza de la Iglesia, porque, al sobresalir El
 84   I, 22|       nuestro Salvador derrama en su Iglesia su poder y eficacia, para
 85   I, 22|            se deriva al Cuerpo de la Iglesia toda la luz con que los
 86   I, 22|             Cristo ilumina a toda su Iglesia; lo cual se prueba con casi
 87   I, 22|        manera ilustró a la primitiva Iglesia de los Apóstoles, que el
 88   I, 22|        ilumina a los Concilios de la Iglesia88. ~
 89   I, 23|         cuando los Sacramentos de la Iglesia se administran con rito
 90   I, 24|           abundantes dones a toda la Iglesia, para que ésta se le asemeje
 91   I, 24|          cómo el Cuerpo social de la Iglesia se honra con el nombre de
 92   I, 24|            de tal modo sustenta a su Iglesia, y en cierta manera vive
 93   I, 24|         aditamento llama Cristo a la Iglesia94, imitando en ello al Divino
 94   I, 24|         mismo, cuando perseguía a la Iglesia, le habló de esta manera:
 95   I, 24|         frecuencia llama Cristo a la Iglesia96; y no ignoráis, Venerables
 96   I, 24|             hubiera de extender a la Iglesia universal; sino que significa
 97   I, 24|             tal manera comunica a su Iglesia los bienes que le son propios,
 98   I, 24|           que le son propios, que la Iglesia, en todos los órdenes de
 99   I, 24|          Padre98, El es quien por la Iglesia bautiza, enseña, gobierna,
100   I, 25|            Nuestro Señor hace que la Iglesia viva de su misma vida divina,
101   I, 25|          Apóstoles, lo concedió a la Iglesia para la remisión de los
102   I, 25|            Espíritu se comunica a la Iglesia con una efusión abundantísima,
103   I, 26|             día nuevos miembros a la Iglesia con la acción de su gracia,
104   I, 26|            Cristo es la Cabeza de la Iglesia, el Espíritu Santo es su
105   I, 26|        nuestro Redentor concede a la Iglesia juntamente con su Espíritu
106   I, 26|              la santidad. Así que la Iglesia, lo mismo que todos sus
107   I, 27|            Cristo es la Cabeza de la Iglesia: El es el Salvador de su
108   I, 27|           por la que el Cuerpo de la Iglesia se honra con el nombre de
109   I, 27|          miembros que constituyen la Iglesia112. Pero, habiendo expuesto
110   I, 27|         tratado del nacimiento de la Iglesia en la Cruz, de Cristo dador
111   I    |                                   LA IGLESIA, CUERPO "MÍSTICO" DE CRISTO ~
112   I, 28|          Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Este calificativo, empleado
113   I, 28|           que el cuerpo social de la Iglesia, cuya Cabeza y rector es
114   I, 28|      Espíritu divino al Cuerpo de la Iglesia para procurar y obtener
115   I, 28|             es de Dios115. Porque la Iglesia, fundada para el bien de
116   I, 29| numéricamente, llena y une a toda la Iglesia116. ~El justo sentido de
117   I, 29|         recuerda, según eso, cómo la Iglesia, que ha de ser tenida por
118   I, 29|             embargo, no está toda la Iglesia en el orden de estas cosas,
119   I, 29|            estriba y se establece la Iglesia, proceden de la constitución
120   I, 29|         constante e íntimamente a la Iglesia y obra en ella. Porque,
121   I    |                                   LA IGLESIA JURÍDICA Y LA IGLESIA DE
122   I    |             LA IGLESIA JURÍDICA Y LA IGLESIA DE CARIDAD ~
123   I, 30|            su arbitrio se forjan una Iglesia latente e invisible, así
124   I, 30|               Cabeza y dechado de la Iglesia, no es comprendido íntegramente,
125   I, 30|            de los que sueñan con una Iglesia ideal, a manera de sociedad
126   I, 30|            Mí me oye129. ~Y si en la Iglesia se descubre algo que arguye
127   I, 30|          disminuir nuestro amor a la Iglesia, sino más bien para aumentar
128  II, 31|            Cristo en el Cuerpo de la Iglesia, que si -como con toda razón
129  II, 31|           Cristo] es la cabeza de la Iglesia134, enseñan que el Redentor
130  II    |             gobierno invisible de la Iglesia, así también encargó a Pedro
131  II, 33|         abrasados tantos hijos de la Iglesia se alegraron al sufrir injurias
132  II, 34|             todos los miembros de la Iglesia con mucha más claridad y
133  II, 34|             todos los miembros de la Iglesia todos los dones, virtudes
134  II, 34|            místico de Jesucristo, la Iglesia viene a ser como la plenitud
135  II, 34|           completarse del todo en la Iglesia159. Con las cuales palabras
136  II, 34|         mística, que es Cristo, y la Iglesia, que en esta tierra hace
137  II, 35|              rendimiento debido a la Iglesia guían el estudio, brotan
138  II, 35|           verdadero magisterio de la Iglesia, la siguiente: han de rechazar,
139  II, 36|           las necesidades de toda la Iglesia. Y así como el Divino Redentor,
140  II, 36|          Celestial como Cabeza de la Iglesia, sino que ofrece en sí mismo
141  II, 36|    admirabilísima de la unidad de la Iglesia -puesto que el pan que se
142 III, 37|      Redentor con los miembros de la Iglesia y, mientras atribuyen a
143 III, 38|      manantial del que proviene a la Iglesia y sus miembros toda virtud
144 III, 39|        frecuente, introducido por la Iglesia no sin una inspiración del
145 III, 40|               hechas en nombre de la Iglesia, pues brotan del Cuerpo
146 III, 40|             unidas a sí no sólo a su Iglesia, como a Esposa que es amadísima,
147 III, 40|         procedente de la misma Madre Iglesia, aventaja a todas las otras
148 III, 40|             por las enseñanzas de la Iglesia, sino también por el uso
149 III, 40|            se opone a la mente de la Iglesia y a la costumbre de los
150 III, 40|        naturaleza, Cabeza de toda la Iglesia173. Además, El mismo aseguró
151 III, 40|           Dios. Aún más: mientras la Iglesia militante adora y ruega
152 III, 40|             responder a la voz de la Iglesia triunfante que perpetuamente
153 III, 41|              que, como Maestro de la Iglesia Universal, hemos iluminado
154 III, 41|        pensar que formar parte de la Iglesia santa, católica, apostólica
155 III, 42|           Sacramentos con los que la Iglesia, piadosa Madre, nos alimenta;
156 III, 42|         mediante los cuales la misma Iglesia suavemente atiende a que
157 III, 43|            acostumbremos a ver en la Iglesia al mismo Cristo. Porque
158 III, 43|           Cristo es quien vive en su Iglesia, quien por medio de ella
159 III, 44|             a nuestro Salvador en la Iglesia y en los miembros de ella,
160 III, 44|       ejemplar supremo del amor a la Iglesia. ~a) con largueza del amor ~
161 III, 44|              la Esposa de Cristo, la Iglesia; sin embargo, el amor del
162 III, 44|               el verdadero amor a la Iglesia exige no sólo que en el
163 III, 44|          nosotros en el Cuerpo de la Iglesia, reconozcamos hermanos de
164 III, 45|              con que Cristo amó a su Iglesia corresponde en El una constante
165 III, 45|              primer fundamento de su Iglesia, hasta el término de su
166 III, 45|           para formar o confirmar su Iglesia. Deseamos, pues, que todos
167 III, 45|         todos cuantos reconocen a la Iglesia como a Madre, ponderen atentamente
168 III, 45|             por amor a Cristo y a la Iglesia, a que miren con diligentísimo
169 III, 46|         ardentísimo amor para con la Iglesia en las piadosas súplicas
170 III, 46|              el seguro aprisco de la Iglesia, o, por una lamentable escisión
171 III, 46|              organismo visible de la Iglesia Católica, ya desde el comienzo
172 III, 46|      implorando oraciones de toda la Iglesia para invitar, de lo más
173 III, 46|         celestiales, como sólo en la Iglesia Católica es posible gozar.
174 III, 47|          entrar en el edificio de la Iglesia, a acercarse al altar, a
175 III, 47|              inflamados en amor a la Iglesia, siguiendo el ejemplo del
176 III, 48|           tutela externa ayudar a la Iglesia; para que, restablecido
177 III, 48|           que nuestra santa Madre la Iglesia pueda llevar una vida quieta
178 III, 49|             Más aún, no conquistó la Iglesia sino con su sangre209. Decididos,
179 III, 49|       caridad genuina y eficaz de la Iglesia y de las almas por ella
180 III, 49|              muerte, mereció para su Iglesia un tesoro infinito de gracias,
181 III, 49|             Cuerpo místico que es la Iglesia212. ~
182 III, 50|          para ellos mismos y para la Iglesia ha de ser de gran provecho,
183 III, 50|            que amen a la santa Madre Iglesia con caridad solícita y eficaz.
184 III, 50|           Humanidad y sobre la misma Iglesia, confiemos nuestras personas
185 III, 51|           todos un sincero amor a la Iglesia; ella que dio su consentimiento
186 III, 51|             dignidad de Cabeza de la Iglesia, pues que era la fuente
187 III, 51|            en prodigiosos dones a la Iglesia recién nacida, el día de
188 III, 51|          Cuerpo[de él]..., que es la Iglesia218, y prodigó al Cuerpo
189 III, 51|           proteja también ahora a la Iglesia, y que, por fin, para ésta