Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText
Alfabética    [«  »]
cristianas 2
cristiano 3
cristianos 9
cristo 176
crucificado 1
cruel 1
crueles 1
Frecuencia    [«  »]
223 del
190 no
189 iglesia
176 cristo
171 cuerpo
169 las
162 como
Pio XII
Mystici corporis Christi

IntraText - Concordancias

cristo

    Cap., N.
1 INT, 1 | sobre el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia1, recibida 2 INT, 1 | seno de la Iglesia, que Cristo ganó con su propia sangre2 3 INT, 1 | participamos de la pasión de Cristo, a fin de que nos gocemos 4 INT, 2 | separados de la grey de Cristo, miran a la Iglesia como 5 INT, 3 | unen con lazo fraternal a Cristo -, sin duda se verán obligados 6 INT, 3 | imagen del Cuerpo místico de Cristo en todas las partes de la 7 INT, 3 | naciones, Nuestros hijos en Cristo, todos y en todas partes, 8 INT, 3 | piedra viva angular, que es Cristo, se unen para formar el 9 INT, 4 | inescrutables riquezas de Cristo que se guardan en la Iglesia. 10 INT, 4 | entre los mismos fieles de Cristo se introducen furtivamente 11 INT, 5 | fieles, que en el Cuerpo de Cristo se unen con su Cabeza; y, 12 I | ES EL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO~ 13 I, 6 | hijos de Dios10. Y por esto Cristo Jesús, pendiente de la cruz, 14 I, 6 | esta verdadera Iglesia de Cristo -que es la Iglesia santa, 15 I, 6 | llama el Cuerpo místico de Cristo; expresión que brota y aun 16 I, 7 | veces el sagrado texto. Cristo -dice el Apóstol - es la 17 I, 7 | Pablo: Muchos formamos en Cristo un solo cuerpo14. Y no solamente 18 I, 8 | seamos muchos, formamos en Cristo un solo cuerpo, siendo todos 19 I, 8 | perpetúan los oficios de Cristo, doctor, rey y sacerdote. 20 I, 9 | especial proveyó, además, Cristo a las necesidades sociales 21 I | honrarse con el nombre de Cristo, aun en el tiempo de esta 22 I | IGLESIA ES EL "CUERPO DE CRISTO" ~ 23 I | CRISTO, "FUNDADOR" DEL CUERPO ~ 24 I | exponer brevemente cómo Cristo fundó su cuerpo social, 25 I | ellos y Vicario suyo [de Cristo] en la tierra25, y les manifestaba 26 I, 12| tratando del costado abierto de Cristo: Y ahora se edifica, ahora 27 I, 12| fue sancionada la Ley de Cristo con sus misterios, leyes, 28 I, 12| Nuevo Testamento, del cual Cristo había elegido como idóneos 29 I, 12| al plenísimo dominio de Cristo por la virtud salvadora 30 I, 13| edificación del Cuerpo de Cristo poseen, al hecho de que 31 I, 13| enseña a los Efesios que Cristo, con su sangre, hizo una 32 I, 14| ministerio de la predicación, Cristo nuestro Señor envió del 33 I | CRISTO, "CABEZA DEL CUERPO" ~ 34 I, 15| Iglesia, lleva el nombre de Cristo, por el hecho de que El 35 I, 15| colocado en más alto lugar que Cristo Dios, el cual, como Verbo 36 I, 15| en más elevada cumbre que Cristo hombre, que, nacido de una 37 I, 16| 16. Pues bien: si Cristo ocupa un lugar tan sublime, 38 I, 17| místico. Añádase a esto que Cristo desde el Cielo mira siempre 39 I, 17| Venerables Hermanos, que Cristo Nuestro Señor, después de 40 I, 17| no es sino el Vicario de Cristo, por cuanto no existe más 41 I, 17| de este Cuerpo, es decir, Cristo; el cual, sin dejar de regir 42 I, 17| representa su persona. Que Cristo y su Vicario constituyen 43 I, 17| piensan que pueden abrazar a Cristo, Cabeza de la Iglesia, sin 44 I, 18| verdaderos Pastores, en nombre de Cristo, la grey que a cada uno 45 I, 19| a pensar que la Cabeza, Cristo, al estar colocada en tan 46 I, 19| proviene de la Cabeza, que es Cristo71. Pero a la par debe afirmarse, 47 I, 19| completamente extraño, que Cristo también necesita de sus 48 I, 19| lugar, porque la persona de Cristo es representada por el Sumo 49 I, 19| expuestas para probar que Cristo Nuestro Señor es Cabeza 50 I, 20| la de los ángeles: Porque Cristo, como dice Santo Tomás, 51 I, 20| cabeza de los ángeles. Porque Cristo es superior a los ángeles, 52 I, 20| trata ya de naturalezas, Cristo no es cabeza de los ángeles, 53 I, 20| Y no solamente asumió Cristo nuestra naturaleza, sino 54 I, 20| muestra en alguna manera a Cristo, ya contemplando en el monte, 55 I, 20| y trabajos, a ejemplo de Cristo. ~e) por la plenitud ~ 56 I, 21| 21. Es también Cristo Cabeza de la Iglesia, porque, 57 I, 21| perfectísimamente en su Cabeza, Cristo. Plugo [al Padre] que habitara 58 I, 22| una manera especial que Cristo Nuestro Señor es la Cabeza 59 I, 22| santos, como El es santo. ~Cristo ilumina a toda su Iglesia; 60 I, 22| escribieron, como miembros de Cristo, lo que conocieron como 61 I, 23| 23. Cristo es autor y causa de santidad. 62 I, 23| medida de la donación de Cristo91. De donde se sigue que, 63 I | CRISTO, "SUSTENTADOR" DEL CUERPO ~ 64 I, 24| concisamente la manera cómo quiere Cristo Nuestro Señor que de su 65 I, 24| se honra con el nombre de Cristo: la cual consiste en el 66 I, 24| tal denominación Cuerpo de Cristo no solamente proviene de 67 I, 24| solamente proviene de que Cristo debe ser considerado Cabeza 68 I, 24| subsiste casi como un segundo Cristo. Y así lo afirma el Doctor 69 I, 24| sin más aditamento llama Cristo a la Iglesia94, imitando 70 I, 24| Apóstol con frecuencia llama Cristo a la Iglesia96; y no ignoráis, 71 I, 24| aquella frase de San Agustín: Cristo predica a Cristo97. ~a) 72 I, 24| Agustín: Cristo predica a Cristo97. ~a) por su misión jurídica ~ 73 I, 24| perfectamente posible la imagen de Cristo. Porque por la misión jurídica, 74 I, 25| Cabeza en los miembros, Cristo Nuestro Señor hace que la 75 I, 25| vida y de virtud dado por Cristo, en cuanto constituye la 76 I, 25| peculiar se llama Espíritu de Cristo o Espíritu del Hijo100. 77 I, 25| Espíritu nos lo mereció Cristo con su sangre derramada 78 I, 25| pecados101; y, mientras sólo Cristo recibió este Espíritu sin 79 I, 25| les da, de la plenitud de Cristo, sólo en la medida de la 80 I, 25| de la donación del mismo Cristo103. Y después que Cristo 81 I, 25| Cristo103. Y después que Cristo fue glorificado en la Cruz, 82 I, 25| Salvador. El Espíritu de Cristo es el que nos hizo hijos 83 I, 26| 26. A este Espíritu de Cristo, como a principio invisible, 84 I, 26| operación del Espíritu de Cristo, que significó breve y concisamente 85 I, 26| Baste saber que mientras Cristo es la Cabeza de la Iglesia, 86 I, 26| yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí107. ~ 87 I | CRISTO, "SALVADOR" DEL CUERPO ~ 88 I, 27| aquel texto del Apóstol: Cristo es la Cabeza de la Iglesia: 89 I, 27| se honra con el nombre de Cristo, a saber: que Cristo es 90 I, 27| de Cristo, a saber: que Cristo es el Salvador divino de 91 I, 27| la Iglesia en la Cruz, de Cristo dador de la luz y causa 92 I, 27| otros los reintegra113. Y a Cristo debemos prestar ayuda en 93 I | IGLESIA, CUERPO "MÍSTICO" DE CRISTO ~ 94 I, 28| llamado místico el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Este 95 I, 28| cuya Cabeza y rector es Cristo, se pueda distinguir de 96 I, 28| vuestro y vosotros sois de Cristo; y Cristo es de Dios115. 97 I, 28| vosotros sois de Cristo; y Cristo es de Dios115. Porque la 98 I, 29| constitución divina dada por Cristo y contribuyen al logro del 99 I, 30| contrario, a la manera que Cristo, Cabeza y dechado de la 100 I, 30| Doctores han recibido de Cristo; pues estas dos realidades - 101 I, 30| la fe cristiana. Porque Cristo, como dijimos arriba, no 102 II | UNIÓN DE LOS FIELES CON CRISTO ~ 103 II, 31| propósito de nuestra unión con Cristo en el Cuerpo de la Iglesia, 104 II, 31| aquello del Apóstol: El mismo [Cristo] es la cabeza de la Iglesia134, 105 II, 31| como dice San Agustín, el Cristo íntegro135. Más aún, nuestro 106 II | SOCIALES ~Nuestra trabazón en Cristo y con Cristo consiste, en 107 II | trabazón en Cristo y con Cristo consiste, en primer lugar, 108 II | ser este Cuerpo social de Cristo, como dijimos arriba, visible 109 II, 32| alumbramos con la misma luz de Cristo, nos alimentamos con el 110 II, 32| alimentamos con el mismo manjar de Cristo y somos gobernados por la 111 II, 32| autoridad y magisterio de Cristo. Y si en todos florece el 112 II, 32| entregó por nosotros143; y Cristo, Cabeza nuestra, acogido 113 II, 32| vuestra vocación148; más aún, Cristo reside en nosotros como 114 II, 33| otra virtud - nos une con Cristo, en cuyo celestial amor 115 II, 33| que a este amor a Dios y a Cristo corresponda la caridad para 116 II, 33| el Apóstol predilecto de Cristo nos amonesta así: Si alguno 117 II, 33| más unidos con Dios y con Cristo, cuanto más seamos miembros 118 II, 34| candorosa sencillez -: en Cristo nos ama nuestra carne156. ~ 119 II, 34| gloria eterna del Padre, Cristo ve ante sus ojos y tiene 120 II, 34| tantas veces San Pablo que Cristo está en nosotros y nosotros 121 II, 34| en nosotros y nosotros en Cristo. Ello ciertamente se confirma 122 II, 34| con suficiente amplitud, Cristo está en nosotros por su 123 II, 34| decir también realizadas por Cristo157. Si alguien no tiene 124 II, 34| no tiene el Espíritu de Cristo -dice el Apóstol -, no es 125 II, 34| no es de El; pero si Cristo está en vosotros..., el 126 II, 34| comunicación del Espíritu de Cristo hace que, al derivarse a 127 II, 34| complemento del Redentor; y Cristo viene en cierto modo a completarse 128 II, 34| la Cabeza mística, que es Cristo, y la Iglesia, que en esta 129 II, 34| sus veces, como un segundo Cristo, constituyen un solo hombre 130 II, 34| Cruz; este hombre nuevo es Cristo, Cabeza y Cuerpo, el Cristo 131 II, 34| Cristo, Cabeza y Cuerpo, el Cristo íntegro. ~ 132 II, 35| nuestra admirable unión con Cristo. ~Pero todos tengan por 133 II, 35| de esta nuestra unión con Cristo y del divino Paráclito que 134 II, 36| 36. Cristo nuestro Señor quiso que 135 II, 36| nuestra vida, sino la de Cristo y amar al mismo Redentor 136 II, 36| que tienen tal devoción a Cristo Nuestro Señor, oculto bajo 137 III | PASTORAL ~IMITEMOS EL AMOR DE CRISTO ~ 138 III, 37| propiedades divinas, hacen a Cristo nuestro Señor sujeto a los 139 III, 37| con admirable trabazón a Cristo y su Cuerpo místico, los 140 III, 38| nuestra unión mística con Cristo una especie de quietismo 141 III, 38| soy el que vivo: sino que Cristo vive en mí169, no dudó en 142 III, 39| general que la Esposa de Cristo hace cada día, con sus hijos 143 III, 39| empresa extraña al Espíritu de Cristo y funestísima para el Cuerpo 144 III, 40| dignidad de la Esposa de Cristo, sin embargo, todas las 145 III, 40| Eterno Padre por medio de Cristo, puesto que se ha de tener 146 III, 40| con propiedad y exactitud, Cristo es a la vez, según su doble 147 III, 40| Eucarístico -en el cual Cristo es a un tiempo sacerdote 148 III, 40| claramente que el hombre Cristo Jesús es el mismo Hijo de 149 III, 41| unión de todos nosotros con Cristo, juzgamos, Venerables Hermanos, 150 III, 41| escogidas piedras, siendo Cristo Jesús la primera piedra 151 III, 42| que amemos a la Esposa de Cristo cual Cristo mismo la quiso, 152 III, 42| la Esposa de Cristo cual Cristo mismo la quiso, al conquistarla 153 III, 42| suavemente llenas del Espíritu de Cristo. Ni sólo tenemos el deber 154 III, 42| su autoridad recibida de Cristo y que cautiva nuestros entendimientos 155 III, 42| entendimientos en obsequio del mismo Cristo179; y por esta razón se 156 III, 43| ver en la Iglesia al mismo Cristo. Porque Cristo es quien 157 III, 43| al mismo Cristo. Porque Cristo es quien vive en su Iglesia, 158 III, 43| y confiere la santidad; Cristo es también quien de varios 159 III | IMITEMOS EL AMOR DE CRISTO ~ 160 III, 44| la verdad, la Esposa de Cristo, la Iglesia; sin embargo, 161 III, 44| reconozcamos hermanos de Cristo según la carne, llamados 162 III, 44| profundidad de la caridad de Cristo188, que, ciertamente, ni 163 III, 45| amplitud de la caridad con que Cristo amó a su Iglesia corresponde 164 III, 45| amar el Cuerpo místico de Cristo con asidua y fervorosa voluntad. 165 III, 45| les conjuramos, por amor a Cristo y a la Iglesia, a que miren 166 III, 46| Imitando, pues, este ejemplo de Cristo, roguemos cada día al Señor 167 III, 46| grande y glorioso Cuerpo de Cristo195, implorando oraciones 168 III, 47| en verdaderos fieles de Cristo199; porque la fe, sin la 169 III, 48| que falta en la pasión de Cristo ~ 170 III, 49| 49. Cristo nuestro Señor mostró su 171 III, 49| por ella engendradas para Cristo: pues, aunque nuestro Salvador, 172 III, 49| que resta que padecer a Cristo, en pro de su Cuerpo místico 173 III, 50| San Ambrosio: Llévame, oh Cristo, en la Cruz, que es salud 174 III, 51| que resta que padecer a Cristo en sus miembros... en pro 175 III, 51| prodigó al Cuerpo místico de Cristo nacido del Corazón abierto 176 III, 51| de todos los miembros de Cristo220, a cuyo Corazón Inmaculado


IntraText® (V89) Copyright 1996-2007 EuloTech SRL