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Pio XII Mystici corporis Christi IntraText - Concordancias (Hapax Legomena) |
Cap., N.
504 III, 38 | espiritual para los fieles, se convierte miserablemente en su rutina. ~ 505 III, 47 | los tales no por ello se convierten en verdaderos fieles de 506 I, 15 | Venerables Hermanos, con cuán convincentes argumentos han tratado de 507 I, 20 | sanando a los enfermos y convirtiendo a los pecadores, ya, finalmente, 508 I | negó la participación en el convite20. Puesto que no todos los 509 I, 9 | Matrimonio, en el que los cónyuges son mutuamente ministros 510 III, 45 | filas de la Acción Católica, cooperan en el ministerio apostólico 511 I, 6 | hombres, para que todos cooperasen, con El y por medio de aquélla, 512 III, 51 | miembros del Cuerpo místico - copiosos raudales de gracias; y con 513 II, 32 | nosotros y morando en nuestros corazones por la fe viva144, así como 514 III, 51(219)| Cf. Off. Ssmi. Cordis in hymn. ad vesp. ~ 515 I, 24 | Gentes escribiendo a los Corintios, cuando sin más aditamento 516 INT, 1 | tener una Cabeza ceñida de corona de espinas. Lo cual ciertamente 517 I, 17(61) | Cf. Corp. Iur. Can. Extr. comm. 1, 518 III, 51 | suerte que la que era Madre corporal de nuestra Cabeza, fuera, 519 I, 9 | hombre de riquísimos medios corporales para que sujetara a su dominio 520 III, 43 | los niños, cuya inocencia corre hoy tantos peligros y cuyas 521 I, 9 | de la prole, sin la cual correría gravísimo riesgo el Cuerpo 522 II, 33 | este amor a Dios y a Cristo corresponda la caridad para con el prójimo. 523 III, 45 | Cristo amó a su Iglesia corresponde en El una constante eficacia 524 I, 8 | que convenientemente se corresponden los unos a los otros. Ni 525 III, 42 | sólo tenemos el deber de corresponder, como conviene a hijos, 526 I, 23 | comunicación, según la medida correspondiente a cada miembro, el aumento 527 I, 27 | vuelve a llamar, a otros los corrige, a otros los reintegra113. 528 I, 22 | valentía, lo expliquen y corroboren piadosa y diligentemente; 529 INT, 2 | halagados por los alicientes y corrupte las del siglo. Hay, pues, 530 I | Iglesia, que no que sean cortados de él como miembros incurables21. 531 II, 31 | Sagrada Escritura, se la coteja con el vínculo del santo 532 I, 25 | todo don y de toda gracia creada, entenderemos fácilmente 533 I, 26 | misma, sino en los efectos creados que de ella nacen, veremos 534 I, 19 | dicho del Apóstol, todo el crecimiento de este Cuerpo en orden 535 III, 47 | espontáneamente, porque nadie cree sino queriendo198. Por esta 536 I, 24 | persigues?95. Más aún, si creemos al Niseno, el Apóstol con 537 INT, 1 | mandamientos. Hemos, pues, creído Nuestro deber hablaros de 538 I, 20 | imagen de Aquel que nos creó76. Por lo cual, todos los 539 III, 51 | admirable milagro, por el que creyeron en El sus discípulos217. 540 I, 15 | como primogénito de toda criatura?45. ¿Quién se halla en más 541 INT, 5 | inmutables que separan a las criaturas de su Creador, adultera 542 III, 50 | hemos sido hechos carne del Crucificado213; y aquella hermosísima 543 I, 18 | para ellos suele ser más cruel y doloroso - las levantadas 544 III, 49 | nuestro Salvador, por medio de crueles sufrimientos y de una acerba 545 I, 13 | la divinidad en la obra cruenta de la Redención, así en 546 III, 44 | Gentes, cantemos con él mismo cuál sea la longitud, la anchura, 547 I, 28 | de los miembros, dada su cualidad de personas. Así que -volviendo 548 | cuánta 549 I, 12 | abajo aquel velo místico que cubría a las miradas el secreto 550 III, 43 | Cabeza, habrán de dar un día cuenta de nuestras almas180, sino 551 III, 48 | al pequeño y al grande y cuida por igual de todos; si bien 552 I, 10 | autoridad a causa de gravísimas culpas. Porque todos nosotros - 553 INT, 4 | Eucarístico, y por fin el culto más intenso al Sacratísimo 554 I | Evangelio ~En efecto, mientras cumplía su misión de predicar, elegía 555 III, 48 | sabiduría y no perezcáis207. ~d) cumpliendo lo que falta en la pasión 556 II, 35 | algún día en los cielos su cumplimiento y perfección, y dice: Esta 557 III, 51 | más que todos los fieles, cumplió lo que resta que padecer 558 I, 17 | fortaleciendo a sus jerarcas para cumplir fiel y fructuosamente los 559 III, 49 | Porque así, según el Apóstol, cumpliremos en nuestra carne lo que 560 I | Porque no es desesperada la curación de lo que aun está unido 561 I | amputado no puede ser ni curado ni sanado22. ~ 562 III, 43 | corre hoy tantos peligros y cuyas tiernas almas se modelan 563 INT, 1 | con su propia sangre2 y cuyos miembros se glorían de tener 564 I, 27 | ánimo humilde y atento, dando gracias incesantes a Dios. 565 I, 22 | todos nuestros miembros, dándoles la facultad de sentir y 566 INT, 5 | rectamente: pues no pueden ser dañosos a los hombres los misterios 567 III, 38 | la gracia y la gloria la dará el Señor167. Sin embargo, 568 I, 16 | especiales preceptos, derechos y deberes, fue establecida por El 569 INT, 3 | erección de este templo, debida a la voluntad y ofertas 570 III, 42 | éstos a veces no respondan debidamente al lugar que ocupan en aquel 571 II | de amor? ~Por otra parte, debiendo ser este Cuerpo social de 572 III, 37 | sujeto a los errores y a las debilidades humanas. Esta doctrina falaz, 573 I, 17 | que había fundado. Ni para debilitar esta afirmación puede alegarse 574 III, 43(182)| Cf. Decr. S. Officii 2 dec. 1940 A.A.S. 1940, 553. ~ 575 I, 30 | manera que Cristo, Cabeza y dechado de la Iglesia, no es comprendido 576 III, 49 | Iglesia sino con su sangre209. Decididos, pues, sigamos estas huellas 577 II, 33 | en él150. En virtud, por decirlo así, de una ley establecida 578 III, 47 | único redil de Jesucristo, declaramos con todo que es absolutamente 579 III, 43(182)| Cf. Decr. S. Officii 2 dec. 1940 580 I, 12 | Jesús abolió la Ley con sus decretos32, clavó en la Cruz la escritura 581 I, 6 | de modo parecido en el decurso de los siglos se vale de 582 INT, 3 | levantar en Roma un templo dedicado a Nuestro santísimo Antecesor 583 I, 14 | lenguas de fuego, como con dedo divino indicase a la Iglesia 584 III, 38 | error de los que pretenden deducir de nuestra unión mística 585 INT, 3 | justicia y la caridad, y las defiende con todas sus fuerzas. ~ 586 III, 46 | lejanas regiones de infieles, defienden, acrecientan y propagan 587 I, 6 | comenzada11. ~Ahora bien: para definir y describir esta verdadera 588 I, 28 | último, está ordenado en definitiva al bien de todos y cada 589 I, 17 | de la unidad, oscurecen y deforman el Cuerpo místico del Redentor, 590 I, 30 | antigua vileza con tu conducta degenerada. Acuérdate de qué Cabeza 591 III, 47(202)| Cf. Leo XIII Immortale Dei: A.S.S. 18, 174-175; C.I.C. 592 I, 27 | pendiente de la Cruz, no deja de hacerlo constantemente 593 INT, 5 | objeto5. ~Pesadas maduramente delante de Dios todas estas cosas; 594 INT, 4 | con los que también se deleita y alimenta la piedad de 595 INT, 2 | sus almas de lo terreno y deleznable a lo celestial y eternamente 596 III, 45 | confió los miembros más delicados de su Cuerpo místico; insistentemente, 597 I, 25 | este Espíritu tiene sus delicias en habitar en el alma bienaventurada 598 I, 6 | Apóstol: Donde abundó el delito, allí sobreabundó la gracia6. 599 III, 43 | los contrahechos, a los dementes, a los afectados por enfermedades 600 I, 24 | advierte Belarmino93, tal denominación Cuerpo de Cristo no solamente 601 I, 19 | que la salvación de muchos dependa de las oraciones y voluntarias 602 III, 49 | abundancia de las mismas depende también no poco de nuestras 603 I, 18 | según su deber, el sagrado depósito de la fe67 que les fue encomendado; 604 III, 47 | perturbaciones del alma y por las depravadas pasiones, abusar de su libertad, 605 I, 22 | cosas divinas. De El se deriva al Cuerpo de la Iglesia 606 II, 34 | Espíritu de Cristo hace que, al derivarse a todos los miembros de 607 I, 6 | nuevo y celestial Adán se derivase la gracia del Espíritu Santo 608 I, 22 | moverse, así nuestro Salvador derrama en su Iglesia su poder y 609 II, 33 | el último aliento y hasta derramar su sangre. Por lo cual nuestro 610 III, 44 | Y así nuestro Salvador derramó su sangre para reconciliar 611 II, 31 | la entienden y explican desacertadamente. Y, ante todo, es evidente 612 INT, 3 | místico de Jesucristo no sea desagradable ni inútil aun a aquellos 613 I, 24 | bautiza, enseña, gobierna, desata, liga, ofrece, sacrifica. ~ 614 III, 47 | Dios, para que todos los descarriados entren cuanto antes en el 615 I, 6 | divino amor asumió de la descendencia de Adán la naturaleza humana, 616 II, 33 | amarle nosotros le hagamos descender amoroso, conforme a aquello: 617 I, 13 | entonces solamente había descendido sobre el vellón de Gedeón, 618 I, 6 | habría de comunicar a sus descendientes, junto con la vida terrena, 619 I, 14 | medio del Espíritu Santo que descendió en forma de paloma y se 620 III, 51 | que de la excelsa Cabeza desciendan sin interrupción -sobre 621 I, 8 | la manera como el Apóstol describe a la Iglesia cuando dice: 622 I, 25 | de que arriba hablamos, describiendo cómo influye la Cabeza en 623 I, 6 | Ahora bien: para definir y describir esta verdadera Iglesia de 624 I, 25 | nosotros, contemplando a cara descubierta como en un espejo la gloria 625 INT, 1 | también con júbilo cuando se descubra su gloria3. ~ 626 I, 30 | Y si en la Iglesia se descubre algo que arguye la debilidad 627 III, 45 | fácilmente se la seduce. ~c) sin descuidar las oraciones ~ 628 I, 30 | caridad, a la que -no sin desdén - oponen otra que llaman 629 I, 13 | abundantemente, secado y desechado ya el vellón, toda la tierra, 630 I, 22 | claramente y más ávidamente deseen las cosas divinas. De El 631 III, 40 | tiempo sacerdote y hostia y desempeña de una manera peculiar el 632 II | sus veces en la tierra, desempeñaran también el régimen visible 633 III, 50 | halagos del siglo y de los desenfrenados placeres del cuerpo, y aun 634 INT, 1 | presente Carta encíclica, desenvolviendo y exponiendo principalmente 635 III, 46 | por cierto inconsciente deseo y aspiración están ordenados 636 I | incurables21. Porque no es desesperada la curación de lo que aun 637 III, 50 | los suyos no raras veces desfallecen hasta morir. A todos aquellos, 638 III, 44 | en la que tantos dolores desgarran los cuerpos y tantas aflicciones 639 III, 50 | escribir esto, se presenta desgraciadamente ante Nuestros ojos una ingente 640 INT, 3 | larga y homicida guerra deshacía miserablemente la fraterna 641 I, 14 | aquel a quien ya antes había designado por Vicario suyo, subió 642 I, 17 | Unam sanctam61; y nunca desistieron de inculcar lo mismo sus 643 II, 36 | angustia, ni el hambre, ni la desnudez, ni el peligro, ni la persecución, 644 INT, 2 | vanidades de este siglo y del desordenado amor de las cosas presentes, 645 I, 23 | carne y sangre, apacigua los desordenados y turbulentos movimientos 646 III, 38 | excluyendo -por lo tanto - y despreciando la cooperación y ayuda que 647 II, 35 | el estudio, brotan y se desprenden preciosos rayos con los 648 I, 17 | a su Esposa inmaculada, desterrada en este mundo; y cuando 649 I, 28 | de los fieles, tiene como destino la gloria de Dios y del 650 I, 16 | cristiana y gobierna sus destinos. Y, puesto que regir la 651 III, 44 | por causa justa o injusta, destruir. ~En esta gravísima hora, 652 INT, 2 | de lo terrenal, cuando se destruyen reinos y naciones, cuando 653 I, 13 | cosa a judíos y gentiles, destruyendo en su carne... la pared 654 III, 50 | ingente multitud de infelices desventurados que Nos hace llorar amargamente: 655 I, 23 | sino también porque escoge, determina y distribuye para cada uno 656 I, 16 | santidad; potestad que, determinada con especiales preceptos, 657 I | FORMADO POR DETERMINADOS MIEMBROS ~ 658 I, 30 | días: Perdónanos nuestras deudas, y a cuyo cuidado espiritual 659 I, 12 | sacerdocio santo29. Quien devotamente quisiere investigar tan 660 III, 40 | todas las plegarias, aun las dichas muy en privado, lejos de 661 I, 22 | lo que conocieron como dictándoles la Cabeza86. Y aun hoy día 662 II, 36(164)| Cf. Didache 9, 4. ~ 663 III, 51(220)| Cf. Pius X Ad diem illum: A.S.S. 36, 453. ~ 664 III, 37 | arbitrariamente el estudio de esta difícil cuestión no sin gran riesgo 665 I, 12 | venerable doctrina, podrá sin dificultad encontrar las razones en 666 I, 22 | así como los nervios se difunden desde la cabeza a todos 667 II, 34 | salvífico. ¡Oh admirable dignación de la piedad divina para 668 III, 43 | del Redentor cuanto más dignos de compasión, clama a Dios 669 II, 33 | amonesta así: Si alguno dijere que ama a Dios mientras 670 I, 8 | jerarquía eclesiástica para dilatar el reino del Divino Redentor 671 III, 38 | hombres pongan su parte con diligencia activa y cotidiana. Porque 672 INT, 5 | ilustrada por la fe, cuando diligente, pía y sobriamente busca, 673 III, 45 | Iglesia, a que miren con diligentísimo cuidado por la prole que 674 III, 39 | lleva a cabo la saludable dirección de las conciencias y aumenta 675 II, 33 | de lo más excelente, ¿qué diremos de aquel amor celestial 676 I, 17 | Pero también directamente dirige y gobierna por sí mismo 677 III, 46 | piadosas súplicas que por ella dirigía al Padre celestial. Puesto 678 III, 40 | quienes dicen que no hemos de dirigir nuestras oraciones a la 679 I, 9 | doctrina, los que han de dirigirle con los preceptos y consejos 680 I, 30 | dotada de una cierta norma de disciplina y de ritos externos, pero 681 II, 35 | adelanto real también en estas disciplinas sagradas. No censuramos, 682 INT, 3 | y crecer sin medida las discordias, las envidias y las semillas 683 I, 28 | de tal modo que cada uno disfruta plenamente de su propia 684 II, 34 | visión beatífica de que disfrutó, apenas recibido en el seno 685 III, 39 | Adviertan, pues, los que disminuyen y rebajan el aprecio de 686 III, 38 | una especie de quietismo disparatado, que atribuye únicamente 687 I, 15 | la cual todo el Cuerpo, dispuesto con debido orden, crece 688 I, 8 | misma función, pero están dispuestos en un orden conveniente; 689 I, 19 | bien porque El mismo así lo dispuso para mayor honra de su Esposa 690 I, 29 | maravillosa del Creador, dista muchísimo de la excelsa 691 I, 30 | al introducir semejante distinción; pues no entienden que el 692 III, 37 | sólo metafóricamente, y no distinguiendo suficientemente, como conviene, 693 III, 44 | Cruz a todos los hombres de distintas naciones y pueblos, mandando 694 II, 35 | como del contraste de las diversas opiniones y de la coincidencia 695 III, 44 | que, ciertamente, ni la diversidad de pueblos y costumbres 696 I, 13 | la pared intermedia que dividía a ambos pueblos; y también 697 I, 13 | su patíbulo de dolor, es divinamente ilustrada. Porque entonces, 698 I, 28(115)| 1 Cor. 3, 23; Pius XI Divini Redemptoris: A.A.S. 1937, 699 I, 13 | fuese apto instrumento de la divinidad en la obra cruenta de la 700 II | sacrificado137. Y la fuente es divinísima, a saber: no sólo el beneplácito 701 III, 40 | Cristo es a la vez, según su doble naturaleza, Cabeza de toda 702 I, 17 | las almas de los hombres y doblega y arrastra hacia su beneplácito 703 I, 30(123)| Conc. Vat. sess. 4, Const. dogm. de Eccles. prol. ~ 704 I, 18 | ellos suele ser más cruel y doloroso - las levantadas contra 705 III, 49 | bienes imperecederos y si domamos con mortificaciones voluntarias 706 I | costado del segundo Adán, como dormido en la Cruz, apareció a la 707 II, 35 | inescrutable en las almas creadas dotadas de entendimiento, entran 708 I, 8 | carismáticos, los cuales, dotados de dones prodigiosos, nunca 709 I, 9 | al principio del tiempo dotó al hombre de riquísimos 710 III, 38 | no se otorgan a los que duermen, sino a los que velan168. 711 INT, 2 | celestial y eternamente duradero y excitan en ellas una misteriosa 712 III, 42 | morales, a veces un tanto duros para nuestra naturaleza, 713 I, 30(123)| sess. 4, Const. dogm. de Eccles. prol. ~ 714 INT, 2 | sobrenaturales. En verdad, hoy se echa de ver, quizá más claramente 715 INT, 3 | En lo cual ciertamente echamos de ver un testimonio no 716 I, 12 | abierto de Cristo: Y ahora se edifica, ahora se forma, ahora... 717 INT, 3 | aquellas piedras vivas que, edificadas sobre la piedra viva angular, 718 III, 47 | obligados a entrar en el edificio de la Iglesia, a acercarse 719 I, 9 | también a la recta y religiosa educación de la prole, sin la cual 720 I, 26 | en sí misma, sino en los efectos creados que de ella nacen, 721 I, 13 | con las que enseña a los Efesios que Cristo, con su sangre, 722 III, 51 | divino de Jesucristo, haga eficaces, Venerables Hermanos, estos 723 III, 51 | la que por medio de sus eficacísimas súplicas consiguió que el 724 III, 51 | raudales de gracias; y con su eficacísimo patrocinio, como en tiempos 725 II, 35 | Dios como a suprema cosa eficiente. ~También es necesario que 726 I, 25 | comunica a la Iglesia con una efusión abundantísima, a fin de 727 III, 41 | cuánta mayor gloria y más efusivo gozo no nos hemos de regocijar 728 I, 27(108)| Cf. Ambros. De Elia ei ieiun. 10, 36-37 et In Ps. 729 INT, 1 | mueve en sumo grado a la ejecución de aquellas obras saludables 730 III, 44 | contemplar al mismo Jesús como ejemplar supremo del amor a la Iglesia. ~ 731 III, 45 | Dios, ya con los fúlgidos ejemplos de su santidad, ya predicando, 732 III, 38 | adquiere fuerza y vigor con el ejercicio constante, con mayor razón 733 III, 42 | sacramentales y a los diversos ejercicios de piedad, mediante los 734 I, 16 | modelo de buenos Pastores53, ejercita todas estas cosas de manera 735 I, 20 | el más esmerado empeño en ejercitar la virtud, han de reproducir 736 I, 30 | da a luz incontables ejércitos de mártires, vírgenes y 737 I | cumplía su misión de predicar, elegía a los Apóstoles, enviándolos, 738 III, 49 | superabundante, si no solamente elevamos a Dios ardientes plegarias, 739 III, 42 | los ritos litúrgicos que elevan nuestras mentes a las cosas 740 I, 23 | mostrando sus llagas y elevando oraciones al Eterno Padre, 741 III, 47 | todo este Cuerpo místico se eleve hasta Dios, para que todos 742 III, 46 | operarios a su mies192, y elevemos todos cada día a los cielos 743 I, 27(108)| Cf. Ambros. De Elia ei ieiun. 10, 36-37 et In 744 I, 20 | como adornos con que se embellece, muestra en alguna manera 745 III, 48 | obra de la justicia204, emerja para el atormentado género 746 I, 20 | pecados y por el más esmerado empeño en ejercitar la virtud, 747 I, 28 | Iglesia. Este calificativo, empleado ya por muchos escritores 748 III, 44 | disminuir ni las guerras, emprendidas por causa justa o injusta, 749 III, 37 | errores que provienen de haber emprendido algunos arbitrariamente 750 III, 39 | seminaristas, que acometen empresa extraña al Espíritu de Cristo 751 III, 44 | alma y cuerpo con admirable emulación de piedad y misericordia: 752 III, 44 | algo con que se eleva y enaltece la dignidad y el valor humano. 753 INT, 4 | de que hoy gozamos, han encaminado muchas almas a la contemplación 754 II, 33 | Divino Salvador nos exhorta encarecidamente con estas palabras: Permaneced 755 II | la Iglesia, así también encargó a Pedro y a sus Sucesores 756 II, 33 | por la caridad cuanto más encendido sea el amor que nos junte 757 INT, 1 | hablar de las riquezas encerradas en el seno de la Iglesia, 758 II, 34 | excelencia, abundancia y eficacia encierra la Cabeza, y al perfeccionarse 759 III, 46 | cielos la común plegaria y encomendemos a todos los miembros del 760 I, 17 | mundo y volver a su Padre, encomendó el régimen visible de la 761 I, 8 | Padres de la Iglesia, cuando encomian los ministerios, los grados, 762 I, 12 | doctrina, podrá sin dificultad encontrar las razones en que se funda. ~ 763 I, 17 | salvación no pueden verlo ni encontrarlo. ~ 764 INT, 1 | circunstancias en que la humanidad se encuentra. Nos proponemos, en efecto, 765 II, 35 | fin último al que están enderezados. Oportunamente, según eso, 766 III, 44 | sino aun a los mismos enemigos187. Nosotros, penetrados 767 INT, 3 | envidias y las semillas de enemistad; si vuelven sus ojos a la 768 I, 18 | y por defender fiel y enérgicamente, según su deber, el sagrado 769 I, 9 | da a lo menos a las almas enfermas la medicina celestial, para 770 I | caridad véase en él un miembro enfermo de Jesucristo. Pues vale 771 III, 44 | que poco a poco no se vaya enfriando la sincera caridad con que 772 I, 29 | dones espirituales que la engalanan y vivifican, ya con su manantial 773 III, 42 | Mas, para que no seamos engañados pro el ángel de las tinieblas 774 I, 30 | llaman jurídica. Pero se engañan al introducir semejante 775 III, 38 | todo evidente que con estas engañosas doctrinas el misterio de 776 III, 49 | y de las almas por ella engendradas para Cristo: pues, aunque 777 INT, 5 | naturalmente, ya también por el enlace de los misterios entre sí 778 INT, 2 | mirada con cierto tedio y enojo, hasta por muchísimos cristianos, 779 INT, 2 | tierras quedan arrasados bajo enormes ruinas y manchados con sangre 780 I, 22 | fieles la luz de la fe: El enriquece con los dones sobrenaturales 781 I, 13 | su preciosa muerte quiso enriquecer a su Iglesia con los abundantes 782 I, 9 | maravillosamente a su Cuerpo místico, enriqueciéndole con los sacramentos, por 783 I, 28 | del mismo modo fundó y enriqueció con el Espíritu divino al 784 III, 44 | faltan quienes en su soberbia ensalzan la aversión, el odio, la 785 I, 25 | y de toda gracia creada, entenderemos fácilmente que no es otro 786 III, 37 | que piadosa y rectamente entendido y diligentemente mantenido 787 III, 42 | Cristo y que cautiva nuestros entendimientos en obsequio del mismo Cristo179; 788 III, 50 | Y mientras el cielo se entenebrece con centelleantes nubarrones 789 I, 12 | que en breve había de ser enterrada y resultaría mortífera36, 790 INT, 5 | para cerrar por completo la entrada a los múltiples errores 791 III, 46 | verdad del Evangelio ni han entrado en el seguro aprisco de 792 II, 35 | dotadas de entendimiento, entran en relación con ellas por 793 III, 47 | son de hecho obligados a entrar en el edificio de la Iglesia, 794 III, 41 | olvidare de ti, Jerusalén, sea entregada al olvido mi diestra: mi 795 III, 50 | Señor Jesucristo no dudó en entregarse en manos de los malhechores 796 II, 32 | de Dios, que nos amó y se entregó por nosotros143; y Cristo, 797 I | elegía a los Apóstoles, enviándolos, así como El había sido 798 III, 44 | la aversión, el odio, la envidia, como algo con que se eleva 799 INT, 3 | medida las discordias, las envidias y las semillas de enemistad; 800 III, 46 | Señor de la mies para que envíe operarios a su mies192, 801 I, 30 | me envió el Padre, así os envío yo128; y asimismo: El que 802 II, 35 | misma doctrina queda como envuelta por cierta oscuridad, supuesta 803 I, 18 | Nuestros Hermanos en el Episcopado, sólo porque son verdaderos 804 INT, 3 | de Nuestra Consagración Episcopal, hemos visto con gran consuelo 805 INT, 2 | esta nuestra turbulenta época, no pocos, aunque separados 806 III, 37 | fingen una unidad falsa y equivocada, juntando y reuniendo en 807 INT, 3 | Así, pues, como con la erección de este templo, debida a 808 I, 30 | qué Cabeza y de qué Cuerpo eres miembro131.~ ~ 809 II, 35 | cosas creadas e invadir erróneamente lo divino, sin que ni un 810 III, 40 | Todo eso es, ciertamente, erróneo: porque el Divino Redentor 811 | esa 812 III, 46 | Iglesia, o, por una lamentable escisión de fe y de unidad, están 813 I, 20 | mismo tomando la forma de esclavo73, lo hizo para hacer participantes 814 I, 10 | judíos, ya gentiles, ya esclavos, ya libres17. Así que, como 815 I, 23 | Padre, sino también porque escoge, determina y distribuye 816 III, 41 | monte santo con vivas y escogidas piedras, siendo Cristo Jesús 817 I, 15 | Maestros de la Teología Escolástica, y principalmente el Angélico 818 I, 8 | trabajo entre los hombres, o escondida en el silencio, o bien se 819 INT, 5 | Dios, ni deben, como tesoro escondido en el campo, permanecer 820 II, 34 | Venerables Hermanos, por qué escribe tantas veces San Pablo que 821 I, 22 | Evangelistas desde el cielo, que escribieron, como miembros de Cristo, 822 III, 50 | 50. Al escribir esto, se presenta desgraciadamente 823 I, 28 | empleado ya por muchos escritores de la Edad Antigua, se ve 824 I, 6 | Sagradas Escrituras y en los escritos de los Santos Padres frecuentemente 825 II, 34 | encima de todo el alcance escrutador de la mente humana, porque, 826 III, 48 | examinará vuestras obras y escudriñará los pensamientos porque, 827 I, 18 | celosamente las leyes santísimas, esculpidas en los ánimos de los hombres, 828 | ese 829 II, 35 | la tierra], mas no en la esencia, se diferencia de aquella 830 III, 49 | Eucarístico; si no solamente nos esforzamos en aliviar con obras de 831 INT, 5 | falso misticismo, que, al esforzarse por suprimir los límites 832 III, 38 | que no sólo tiendan con esfuerzo a la cima de la perfección 833 I, 20 | los pecados y por el más esmerado empeño en ejercitar la virtud, 834 III, 44 | costumbres puede romper, ni el espacio del inmenso océano disminuir 835 INT, 2 | se hunden en los vastos espacios del océano inmensos tesoros 836 II, 36 | ni la persecución, ni la espada los pueden separar de su 837 INT, 4 | hemos de ocultar que no sólo esparcen graves errores en esta materia 838 III, 50 | almas, en nuestros días especialísimamente, Venerables Hermanos, tomen 839 I, 18 | están ligados por un vínculo especialísimo con la Cabeza divina de 840 III, 38 | unión mística con Cristo una especie de quietismo disparatado, 841 I, 25 | cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, nos 842 III, 46 | amor y de verdad, Nos les esperamos con los brazos elevados 843 INT, 1 | Cabeza ceñida de corona de espinas. Lo cual ciertamente es 844 I | del mundo de una manera espléndida por vez primera el día faustísimo 845 III, 42 | este Cuerpo místico por el esplendor de su divina Cabeza y de 846 INT, 3 | ha producido el saber que espontánea y gustosamente se había 847 I, 29 | que también estriba y se establece la Iglesia, proceden de 848 I | que había oído al Padre26; establecía, además, el Bautismo27, 849 I, 17 | Primado de jurisdicción establecido en la Iglesia, este Cuerpo 850 III, 45 | conversando, reuniendo y estableciendo para formar o confirmar 851 I, 8 | grados, las profesiones, los estados, los órdenes, los oficios 852 III, 46 | misma cosa: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, así también 853 I, 28 | las partes, de suerte que éstas se ven privadas de la subsistencia 854 II | absolutamente necesario que esté visible a los ojos de todos 855 II, 35 | oculto, el cual, mientras estemos en este destierro terrenal, 856 II, 33 | que la caridad es una cosa estéril y completamente vana si 857 III, 41 | Nuestro oficio pastoral estimular también los ánimos a amar 858 INT, 4 | Católica, por lo mismo que han estrechado más y más los lazos de los 859 II, 33 | parte, tanto más unidos y estrechados estaremos por la caridad 860 III, 51 | original, unida siempre estrechísimamente con su Hijo, lo ofreció 861 I, 29 | jurídicas, en las que también estriba y se establece la Iglesia, 862 I, 30 | este mismo fin, procuró que estuviera enriquecida con celestiales 863 III, 38 | suya [es decir, de Dios] no estuvo baldía en mí, sino que trabajé 864 INT, 2 | deleznable a lo celestial y eternamente duradero y excitan en ellas 865 II, 35 | asistir de cerca por toda la eternidad a las procesiones de las 866 INT, 3 | santísimo Antecesor y Patrono Eugenio I. Así, pues, como con la 867 I, 18(68) | Cf. ep. ad Eulogium, 30 PL 77, 933. ~ 868 III, 47(198)| Cf. Aug. In Io. Ev. tr. 26, 2 PL 30, 1607. ~ 869 I, 22 | tal manera asistió a los Evangelistas desde el cielo, que escribieron, 870 I, 20 | por el solícito cuidado de evitar los pecados y por el más 871 III, 40 | hablando con propiedad y exactitud, Cristo es a la vez, según 872 III, 48 | Espíritu Santo: ~El Altísimo examinará vuestras obras y escudriñará 873 III, 48 | tormentos. Porque Dios no exceptuará persona alguna ni respetará 874 I | sí un saludable temor, y excitados por Dios a orar y a arrepentirse 875 INT, 2 | y eternamente duradero y excitan en ellas una misteriosa 876 I, 22 | que el Príncipe de ellos exclamó: ¿Señor, a quién iremos? 877 I, 30 | dijimos arriba, no quiso excluir a los pecadores de la sociedad 878 III, 44 | Esposo es tan vasto que no excluye a nadie, sino que abraza 879 III, 38 | su progreso en la virtud, excluyendo -por lo tanto - y despreciando 880 I, 6 | humana, pero inocente y exenta de toda mancha, para que 881 I, 12 | una sola hostia, que, al exhalar su espíritu el Señor, se 882 II, 33 | nuestro Divino Salvador nos exhorta encarecidamente con estas 883 III | III~EXHORTACIÓN PASTORAL ~IMITEMOS EL AMOR 884 INT, 2 | estas Nuestras enseñanzas y exhortaciones han de producir frutos muy 885 III, 50 | terminar, no podemos menos de exhortar una y otra vez a todos a 886 INT, 5 | con mayor luz la nobleza eximia y sobrenatural de los fieles, 887 INT, 1 | que todo lo más glorioso y eximio no nace sino de los dolores, 888 I, 29 | observaremos que la diferencia existente entre ambos no es pequeña, 889 I, 29 | otro principio interno que, existiendo de hecho y actuando en toda 890 III, 39 | pecados veniales se pueden expiar de muchas y muy loables 891 I, 24 | exponer, Venerables Hermanos, explanando breve y concisamente la 892 I, 27 | místico, no hay por qué las explanemos más largamente, sino más 893 II, 35 | que para la inteligencia y explicación de esta recóndita doctrina - 894 II, 31 | que algunos la entienden y explican desacertadamente. Y, ante 895 I, 22 | defiendan con valentía, lo expliquen y corroboren piadosa y diligentemente; 896 I, 11 | compararse a un cuerpo; resta que expongamos ahora clara y cuidadosamente 897 INT, 1 | encíclica, desenvolviendo y exponiendo principalmente aquellos 898 III, 38(168)| Expos. Evang. sec. Luc. 4, 49 899 I, 27 | 27. Nuestra exposición en torno a la Cabeza mística108 900 II, 35 | penetrar con plena claridad ni expresarse con lengua humana. Se dice 901 I, 19 | Salvador. ~A las razones expuestas para probar que Cristo Nuestro 902 II, 34 | más profunda. Porque, como expusimos antes con suficiente amplitud, 903 I | cuando con su predicación expuso sus enseñanzas; la consumó 904 I, 24 | naturaleza humana, se hubiera de extender a la Iglesia universal; 905 INT, 4 | a tratar ahora con mayor extensión de esta excelsa doctrina. 906 I, 9 | se atiende al ordenado y exterior aumento de la comunidad 907 II | miembros se manifieste también exteriormente, ya en la profesión de una 908 III, 48 | pueblos, pueden con su tutela externa ayudar a la Iglesia; para 909 I, 23 | se administran con rito externo, El es quien produce el 910 I, 30 | de disciplina y de ritos externos, pero sin la comunicación 911 I, 17(61) | Cf. Corp. Iur. Can. Extr. comm. 1, 8, 1. ~ 912 III, 39 | seminaristas, que acometen empresa extraña al Espíritu de Cristo y 913 I, 19 | aunque parezca completamente extraño, que Cristo también necesita 914 I, 16 | aptos y rectamente52, es fácil ver cómo nuestro Salvador, 915 I, 22 | nuestros miembros, dándoles la facultad de sentir y de moverse, 916 III, 37 | debilidades humanas. Esta doctrina falaz, en pugna completa con la 917 III, 46 | terrenal, o a los que, ya fallecidos, se purifican en el fuego 918 III, 48 | d) cumpliendo lo que falta en la pasión de Cristo ~ 919 III, 50 | está el descanso de los fatigados; sólo en ella viven cuantos 920 III, 41 | mi lengua péguese a mis fauces, si no me acordare de ti, 921 II, 31(132)| Contra Faust. 21, 8 PL 42, 392. ~ 922 INT, 2 | ciudades, pueblos y las fértiles tierras quedan arrasados 923 III, 45 | místico de Cristo con asidua y fervorosa voluntad. Ciertamente no 924 III, 46 | patíbulo de la cruz, oró fervorosamente por Pedro189, por los demás 925 III, 47 | dirigen a Dios oraciones fervorosas por esta intención. Nos, 926 III, 51 | Pedro, el 29 de junio, en la fiesta de los Santos Apóstoles 927 I, 12 | ahora se forma, ahora... se figura, y ahora se crea..., ahora 928 III, 45 | los que, militando en las filas de la Acción Católica, cooperan 929 I, 6 | privados de la adoptiva filiación divina, hechos ya por el 930 I, 23 | penitencia, cuando con temor filial y con esperanza nos convertimos 931 III, 37 | físico, moral y místico -, fingen una unidad falsa y equivocada, 932 I, 18 | universal; Nuestro honor es la firme fortaleza de Nuestros hermanos; 933 II, 35 | propio. Y, además, sostengan firmemente y con toda certeza que en 934 II, 33 | Cuerpo místico son de gran firmeza e importancia, no son de 935 III, 37 | reuniendo en una misma persona física al Divino Redentor con los 936 I, 12(36) | 103, 3 ad 2; 4 ad 1; Conc. Flor. pro Iacob. Mansi, 31, 1738. ~ 937 II, 32 | de Cristo. Y si en todos florece el mismo espíritu de fe, 938 II, 36 | que no rara vez suscita y forja verdaderos héroes cristianos. ~ 939 III, 50 | que en nada ayudan a la formación cristiana del alma ni a 940 I | FORMADO POR DETERMINADOS MIEMBROS ~ 941 III, 44 | y pueblos, mandando que formasen un solo Cuerpo. Por lo tanto, 942 I | eminentes en santidad, o se forme solamente por la agrupación 943 I, 17 | Iglesia, ya iluminando y fortaleciendo a sus jerarcas para cumplir 944 I, 14 | fundada con su sangre, la fortaleció el día de Pentecostés con 945 I, 20 | que, además, en un cuerpo frágil, pasible y mortal se ha 946 INT, 3 | deshacía miserablemente la fraterna comunidad de las naciones, 947 INT, 3 | que sean se unen con lazo fraternal a Cristo -, sin duda se 948 INT, 5 | por otra parte, se insinúa fraudulentamente un falso misticismo, que, 949 I, 6 | escritos de los Santos Padres frecuentemente se enseña. ~ 950 I, 25 | sus sarmientos y hace que fructifiquen99. ~Y si consideramos atentamente 951 I, 17 | jerarcas para cumplir fiel y fructuosamente los respectivos cargos, 952 INT, 5 | inteligencia, ciertamente fructuosísima, de los misterios, ya por 953 INT, 5 | retraigan de ella como del fruto del Paraíso, hermoso, pero 954 I, 12 | pudiesen brotar de las fuentes del Salvador para la salud 955 I, 20 | hombre, para que nosotros fuéramos conformes a la imagen del 956 | fueran 957 III, 45 | Hijo de Dios, ya con los fúlgidos ejemplos de su santidad, 958 I, 12 | plenísimamente sobre la Iglesia sus funciones de Cabeza, porque precisamente 959 I, 17 | de la Iglesia que había fundado. Ni para debilitar esta 960 II, 31 | por los Santos Padres y fundados en aquello del Apóstol: 961 I, 16 | establecida por El como ley fundamental de toda la Iglesia. ~arcano 962 III, 39 | al Espíritu de Cristo y funestísima para el Cuerpo místico de 963 I, 30 | y reprobamos asimismo el funesto error de los que sueñan 964 III, 44 | contemplamos con dolor los funestos frutos de esta doctrina, 965 INT, 4 | de Cristo se introducen furtivamente ideas o menos precisas o 966 II, 32 | permanente para buscar la futura147 y aspirar a la gloria 967 I | Bautismo27, con el cual los futuros creyentes se habían de unir 968 III, 50 | recompensar con abundante galardón. Recuerden todos que su 969 III, 51 | Unigénito, accediendo en Caná de Galilea a sus maternales ruegos, 970 INT, 1 | de la Iglesia, que Cristo ganó con su propia sangre2 y 971 I, 13 | descendido sobre el vellón de Gedeón, es decir, sobre el pueblo 972 III, 46(197)| Cf. Gelas. I, Ep. 14 PL 59, 89. ~ 973 III, 44 | todas partes la solícita generosidad y la inagotable fecundidad 974 I, 10 | Señor, ha de ser tenido por gentil y publicano19. Por lo cual, 975 I, 6 | expresión que brota y aun germina de todo lo que en las Sagradas 976 I, 23 | eucarística en la tierra y glorificada en el Cielo, mostrando sus 977 III, 46 | cabeza en comunión de un amor gloriosísimo197. Sin interrumpir jamás 978 I, 18 | Católica: por cuanto ellas son gobernadas por Jesucristo con la palabra 979 I, 17 | Señor, después de haber gobernado por sí mismo durante su 980 II, 32 | manjar de Cristo y somos gobernados por la misma autoridad y 981 III, 48 | por todos aquellos que, gobernando a los pueblos, pueden con 982 I, 18 | divina64, y más que a los gobernantes de este mundo, aun los más 983 I, 9 | protectores para aquélla -, que gocen de la bondad divina por 984 III, 51 | Eva al Eterno Padre en el Gólgota, juntamente con el holocausto 985 III, 38 | cada uno de los miembros goza de propia libertad, conciencia 986 INT, 4 | Corazón de Jesús, de que hoy gozamos, han encaminado muchas almas 987 III, 46 | Iglesia Católica es posible gozar. Entren, pues, en la unidad 988 III, 43 | ley natural y divina182, grabada en la conciencia de todos, 989 I, 9 | los que los miembros, como gradualmente y sin interrupción, fueran 990 III, 48 | persona alguna ni respetará la grandeza de nadie; ya que El ha hecho 991 I, 18 | Por lo cual Nos sentimos grandísima pena cuando llega a Nuestros 992 II, 36 | consagra se compone de muchos granos que se juntan, para formar 993 INT, 3 | el testimonio de Nuestra gratitud por medio de esta Carta 994 III, 49 | divina de celestiales dones, gratuitamente dados por Dios. Y esta misma 995 I, 30 | deduce absolutamente el grave error de los que a su arbitrio 996 I, 30 | la palabra nos amonesta gravemente, amonestación que en cierta 997 III, 43 | no ve que esto se opone gravísimamente no sólo a la ley natural 998 I, 9 | prole, sin la cual correría gravísimo riesgo el Cuerpo místico. 999 I, 18 | Predecesor, de i. m., San Gregorio Magno: Nuestro honor es 1000 INT, 4 | riquezas de Cristo que se guardan en la Iglesia. Añádase a 1001 III, 40 | aun de orden terrenal, mas guardando la sumisión a la voluntad 1002 INT, 3 | que la larga y homicida guerra deshacía miserablemente 1003 III, 44 | océano disminuir ni las guerras, emprendidas por causa justa