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Comisión pontificia para los bienes culturales de la Iglesia Carta sobre función pastoral de los museos eclesiásticos IntraText CT - Texto |
III Organización del museo eclesiástico
3. 1. 1. Estructura
El museo eclesiástico debe contar, en primer lugar, con una sede propia
en un edificio, en la medida de lo posible, de propiedad eclesiástica. En muchos casos
se trata de un edificio de gran valor histórico-arquitectónico, que por él
mismo ya individualiza y caracteriza el museo eclesiástico.
La organización de los espacios debe seguir unos
criterios bien definidos. El montaje del museo debe corresponder a un proyecto global elaborado por un arquitecto competente
en la materia, con quien es oportuno que trabajen otros especialistas. Estos
tienen que ser competentes tanto en el campo técnico (instalaciones y
montajes), como en el humanístico (disciplinas teológicas e
histórico-artísticas).
El proyecto del museo eclesiástico se debe realizar teniendo en cuenta la sede,
la tipología de las piezas y el carácter "eclesial" del mismo. La
sede del museo eclesiástico no puede entenderse como
un ambiente indiferenciado; las obras no pueden ser descontextualizadas tanto
en relación de su uso originario como de la sede arquitectónica que las acoge.
Por consiguiente, antiguos monasterios, conventos, seminarios, palacios
episcopales, ambientes curiales, que en muchos casos se utilizan como sedes de
museos eclesiásticos, tienen que poder mantener su identidad y al mismo tiempo
ponerse al servicio del nuevo destino de uso, de modo que los usuarios sean
capaces de apreciar conjuntamente el significado de la arquitectura
y el valor propio de las obras expuestas.
La sede del museo eclesiástico debe articularse de modo que
permita realizar una cómoda visita, sin provocar interferencias tanto al
público como a los empleados del museo. Igualmente, será preciso la aplicación de las medidas necesarias para el acceso y la
visita de los minusválidos, en conformidad con las indicaciones legislativas
internacionales o nacionales.
A modo de ejemplo, se ilustra a continuación un posible esquema de distribución
de un museo eclesiástico.