A LA ENORME DISTANCIA

desde donde secuestran mi mirada,

no puedo percibir cuanto de ellos

suelen decir los diccionarios:

pico cónico en cabeza pequeña,

negro plumaje de reflejos verdes

y morados. Que cabalguen el aire

sin espuelas, no lo cita. Ni que

deben contar con un buen coreógrafo

para puesta en escena del ballet.

O que esas bandadas de estorninos

sean todas de un virtuosismo

y disciplina ajena a lo común.

Remedan, a su modo, en el cielo

de la Stazione Termini el ejemplo

de jóvenes artistas en la Piazza Navona

de combatir el paro al exhibirnos

su arte como otros distribuyen volantes

anunciando la pizzería más cercana.

Distancia y perspectiva, y tiempo sin reloj

ven desde el firmamento los trenes como sierpes.