Piedra para tropiezo, roca para estrellarse.

1 Pedro, 2,8

La vague en poudre ose jaillir des rocs!

Paul VALERY, Le cimetière marin, XXIV, 3

(TEMA: TERCERA VARIACIÓN)

Se hizo roca mi casa

SI EL MISTERIO NO PALPAS CON TU MANO BAÑADA

bien sea en el temblor de la sospecha o en duda

por la búsqueda, dalo por no existente. Aunque

pareja con su suerte corra la tuya: tú

no existes tampoco. ¡No te dará lo mismo

tu carencia sujeta a la estrechez del círculo

y a tu vacío erecto!

             - ¿Qué rostro tiene entonces

lo que yo no percibo y que a mi mano escapa?

- No sabría decirte. Pero mi faz es diana

de su mirar intenso.

   - ¡Perfílame sus ojos!

Que sepa de su brillo, aunque se vele luego

su palabra.

                    - ¡Tampoco! Que su mirada es paz

que experimenta mi alma.

   Nunca de frente. A tientas,

mansamente, se encajan los arcanos. Transitan

por la calle, perdidos²⁰, para probar los pasos

viandantes con su escándalo y su provocación.

¡Con la roca se atreva la ola en polvo

para no tropezar en su misterio!