Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText |
Carlos Garulo En el cuerpo del alma IntraText CT - Texto |
|
|
PAISAJES
AVER, POR FIN, SI ESTA VEZ HILVANO mi discurso sobre ese interminable territorio de misterios bellísimos que despliegan sus alas desde el borde del rígido cristal de la ventana de mi estrecha oficina de trabajo.
No sé del sol si no es por referencias.
Sé de la baja altura de su luz y desde dónde mira, por las sombras de troncos lineares, paralelos, recostados sobre un manto de hierba. Intuyo los celajes en el cielo incierto cuando un dulce respirar se cuela entre las ramas. Soporto, a mi pesar, el despotismo de su dominio cuando entre todos los seres vivos que allí pululan pactan silencio y confabulan sueños de modorra. Intuyo que se trata de sus últimas horas, de agonía, si la ternura se desata a sus anchas.
Con los ojos vendados te diría cuándo ríen o lloran, o ateridos los cuerpos que pueblan mi jardín - en apariencia inmóviles, silentes - se protegen del viento o del frío de un invierno. Yo conozco sus nombres como ellos reconocen el mío: pino, abeto, ciprés, palmera, cedro, plátano, laurel, mimosa, tuya, aliso: muralla vegetal compacta, irregular, desordenada que, en su muda fidelidad, custodia mi mundo de visiones incontables.
Un tutti vegetal, como instrumentos al unísono de potencia increíble, se lanza desbocado en primavera hacia la altura, estalla enloquecido en ansias de vivir por cada poro. Su entusiasmo frenético me niega la visión, inflama mis sentidos anegados. Suerte que, en el otoño, el aliso abre el vientre del muro y rompe el sitio con su autoinmolación: todo él se preña de una luz serenísima, en oro madurada, e inicia sin pudor el indolente alumbramiento de si mismo, volcándose al despojo, de una a una, de sus prendas. Desnudo está radiante. Ya es feliz. Y yo también con él, por su serenidad transfigurado. De la desnuda urdimbre de sus nervios pende, en días de lluvia del invierno, la gélida elegancia de una reina enjoyada con perlas delicadas, traslúcidas y gráciles.
Al fondo de ese muro permeable, percibo con enorme nitidez el fragor de la vida que transcurre, desbocada, en carretera y, aún más, casi invisible, por los claros cielos. No permito se corte este cordón umbilical con la excitante furia que, desbocada, me provoca y urge.
|
Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText |
IntraText® (V89) Copyright 1996-2007 EuloTech SRL |