Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText |
Carlos Garulo Metáfora final para «En el cuerpo del alma» IntraText CT - Texto |
|
|
ASCENSIÓN
LAMIDOS IN CRESCENDO DE LENGUAS DE FRESCA LLAMARADA incendian por la cintura el horizonte. Serpientes y senderos alcanzan con sus manos de mecha tortuosa y cómplice la chispa que estalla el resplandor a las montañas, todavía sumidas en la ignorancia distante del deseo. Las verdes atalayas de los cedros se encienden de dalmáticas rojas. Mieses de sed dorada y cimbreante de los llanos olvidan el cortejo de acequias compañeras y claman por un viento ligero que les muerda la carne de su pan horneado al sofoco contagioso de los montes. Acarrean la carga de su leña el pino, el abeto, el ciprés, el cedro, la palmera y el plátano, la tuya y el aliso, desde el jardín custodios ejemplares de incontables visiones. Se dejan en el surco, abandonados por la prisa enfermada de gozo, los útiles y aperos que arrancaban su azahar al huerto de naranjos, la miel a las higueras del verano maduro y el vino a las cepas sobrecogidas de oro en el otoño. Cae el telón sobre la danza interrumpida de los peces tras el vidrio y el vaho y la nariz del niño embelesado, y le prestan sus alas o sus fuelles de respiro multicolor e inverosímil a la caricia de luz que se acrecienta y por doquier resuena. Despabilados de aquella patria suya de soledad casi perfecta, los libros ofrendan su voz íntima, tamizada y certera, mientras las llamas muerden las inmoladas láminas antiguas de sus cuerpos. Y hasta el cañón se suma al espectáculo y purifica los últimos reductos de sonora vergüenza de su metralla negra, cuando dictaba ley en los vetustos tiempos de la muerte. COMO UN ARCO DE SUSPIRO INVADIENTE, LA CONCERTANTE LUZ recién nacida se alza sobre sus pies y desafía al aire, que respira a sus anchas, con el trazo fugaz de trayectoria límpida, se aclimata a la altura, respira, se entusiasma.
Suelta el lebrel - para este airoso vuelo de luminosa estela - su lastre de presas de fatiga entre los dientes, los romeros sus éxodos de ríos interiores y nostalgias, el opresivo mar de las tinieblas los ojos de pupilas repletas de desiertos, la rabia sus uñas de metal labrando las espaldas fugitivas en surcos lacerantes, la edad sus incipientes dudas de vivir, el bajel amarras y petrales, cartas de navegar - el timonel - con nuevas direcciones apuntadas en trozos de prisa mal cortada, a medio hacer - quien sea - los baúles con acopio de misterios resueltos o con la intelección del caos del corazón más íntimo.
Se aclimatan a la altura estos respiros, con el viento deseado aleteando ya por siempre entre la urdimbre de sus ramas. Buscan, como la vida, la profunda ensenada de la entraña hasta que salta viva, como un volcán de carne, sangre y agua. Como el amor que sienta cátedra, estrenan casa con olor a pintura reciente en las paredes, a mesa de planchado mantel sobre su campo, a flores engendradas en labios de temblores, a calor de amigos albergados. Como el rosal que tiembla con toda su potencia en las entrañas, la dulce experiencia de ser padre pone a vibrar las cuerdas de difícil acceso, reservado a la pasión o al virtuosismo. Respira, a pulmón lleno, la esperanza en los ijares, abiertos en sus carnes por las espuelas de un jinete que los cabalga bellamente.
|
Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText |
IntraText® (V89) Copyright 1996-2007 EuloTech SRL |