Dedicado

A MIS PADRES

- aragoneses de casta -

por habernos enseñado a construir la casa sobre roca.

A MIS PAISANOS DE LA VILLA DE LOARRE

- herederos más inmediatos del legado histórico, cultural y espiritual

que el Castillo de Loarre representa para Aragón -

con el ruego encarecido de que custodien esa «voz de piedra»,

símbolo monumental de una patria con voz propia y digna

en el concierto de los pueblos.

A LA DIPUTACIÓN GENERAL DE ARAGÓN

- sea quien sea quien ostente su gobierno -

para que lea en nuestro Castillo esa historia

que resulta referencia y metáfora para el presente:

«Soy Aragón, en Loarre, el paso en firme, el reto,

(la decisión armada), plaza real y sitio

de gobierno,  nave anclada en el monte

desde donde otear y perseguir

nuevos destinos impensables»

A RIDLEY SCOTT

- director del film «The Kingdom of Heaven», para la 20th Century Fox,

y en la ocasión de su rodaje -

por haber elegido como solista para la obertura y colofón de su obra

esta magnífica «voz de piedra» «desde profundas gargantas alumbrada»

y en la firme esperanza de que sus manos,

como las de un viento oportuno y benéfico,

la harán, «tierra adentro, a la mar /

para abordar en gesta solidaria / orillas muy lejanas».