Carta, Capítulo

 1     1, 2|         como quiera que muere el hombre en pecado mortal sin penitencia
 2     2, 2| prometido al Señor. Y que ningún hombre esté obligado por obediencia
 3     2, 2|      profeta: Yo soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres
 4     2, 4|   Verdaderamente es maldito este hombre, que confía y expone su
 5     2, 4|       por el profeta: Maldito el hombre que confía en el hombre (
 6     2, 4|          hombre que confía en el hombre (Jer 17,15). Y al punto
 7     2, 4|         como quiera que muera el hombre en pecado mortal sin satisfacción –
 8     3   |          con los pies; porque el hombre animal no percibe las cosas
 9     4   |   últimos, el hermano Francisco, hombre vil y caduco, vuestro pequeñuelo
10     4, 1|   terrena ni por temor o amor de hombre alguno, como para agradar
11     4, 1|     gracia! (Heb 10,29). Pues el hombre desprecia, profana y pisotea
12     4, 1|       por el profeta: Maldito el hombre que hace la obra de Dios
13     4, 1|       todo el mundo. ¡Tiemble el hombre entero, que se estremezca
14     4, 2|        Yo, el hermano Francisco, hombre inútil e indigna criatura