3. La Iglesia en Sri Lanka es joven - un tercio de la
población de vuestro país tiene menos de quince años - , y esto da gran
esperanza para el futuro. Por tanto, la educación religiosa en las escuelas
debe ser una de las principales prioridades. Cualesquiera que sean las
dificultades que encontréis en este sector, no debéis desistir de cumplir
vuestra responsabilidad. Del mismo modo, los seminarios requieren una atención particular
por parte de los obispos (cf. Directorio para el ministerio pastoral de
los obispos, 84-91), y os exhorto a velar siempre para que se imparta una
sana formación espiritual y teológica a vuestros seminaristas. Necesitan ser
estimulados a ejercer su futuro apostolado de un modo que atraiga a los demás
hacia Cristo. Cuanto más santos, más alegres y más entusiastas sean en su
ministerio sacerdotal, tanto más fructuoso será (cf. Carta del Santo Padre
Juan Pablo II a los sacerdotes para el Jueves santo de 2005, n. 7). Es
gratificante saber que vuestro país ya ha sido bendecido con un gran número de
vocaciones sacerdotales, y ruego para que muchos otros jóvenes reconozcan la
llamada de Dios a entregarse completamente a sí mismos por amor al Reino y
respondan a ella.