Me alegra encontrarme con vosotros hoy, poco antes de
cumplirse un mes del comienzo de mi servicio pastoral como Sucesor de Pedro.
Agradezco las palabras que acaba de dirigirme, en vuestro nombre, su excelencia
el señor profesor Giovanni Galassi, decano del Cuerpo diplomático ante la Santa
Sede, apreciando la atención de todos los diplomáticos a la misión que lleva a
cabo la Iglesia en el mundo. Expreso a cada uno de vosotros, así como a
vuestros colaboradores, mi cordial saludo y mis mejores deseos, agradeciéndoos
vuestras atenciones durante los grandes acontecimientos que vivimos en el
pasado mes de abril y el trabajo que realizáis diariamente.