Estoy seguro de interpretar los sentimientos comunes al
expresar profunda gratitud a cuantos, esta tarde, han querido ofrecerme a mí y
a todos vosotros la proyección de esta conmovedora película, que recorre las
etapas de la vida del joven Karol Wojtyla, siguiéndolo después hasta su
elección como Pontífice con el nombre de Juan Pablo II. Saludo y doy las
gracias al señor cardenal Roberto Tucci, que nos ha introducido en la visión de
la película. Expreso también mi profundo aprecio al director y escenógrafo
Giacomo Battiato, así como a los actores, de manera especial a Piotr Adamczyk,
intérprete del protagonista, al productor Pietro Valsecchi y a las productoras
Taodue y Mediaset.