Saludo cordialmente a los demás señores cardenales, a los
obispos, a los sacerdotes, a las autoridades y a todos los que han querido
participar en esta manifestación en honor del amado Pontífice recientemente
fallecido. Lo recordamos todos con profundo afecto e íntima gratitud.
Precisamente ayer habría festejado su 85° cumpleaños.