La película presenta escenas y episodios que, con su crudeza,
suscitan en quien la ve un estremecimiento instintivo y lo impulsan a
reflexionar sobre los abismos de perversidad que pueden anidar en el alma
humana. Al mismo tiempo, la evocación de semejantes aberraciones no puede por
menos de reavivar en toda persona sensata el compromiso de hacer lo que esté a
su alcance para que no se repitan jamás hechos de tan inhumana barbarie.