Cuando, hace unos días, recibí al nuevo embajador, reconocí
que las tradiciones y la cultura del pueblo macedonio reflejan valores que
impregnan el espíritu de Europa. Los santos hermanos Cirilo y Metodio,
apóstoles de los pueblos eslavos, contribuyeron significativamente a su
formación. Su actividad humana y cristiana ha dejado huellas indelebles en la
historia de vuestro país. La peregrinación que hacéis cada año a la tumba de
san Cirilo os brinda una buena ocasión para remontaros a las raíces de vuestra
historia. Cirilo y Metodio, nativos de Tesalónica, enviados en misión a los
pueblos eslavos por la Iglesia de Bizancio, pusieron los cimientos de una
auténtica cultura cristiana y, al mismo tiempo, dieron activamente los primeros
pasos para crear condiciones de paz entre todas las diferentes poblaciones.