Desde luego, la cultura es un terreno decisivo para el futuro
de la fe y para la orientación global de la vida de una nación. Por eso, os
pido que prosigáis el trabajo que habéis emprendido para que la voz de los
católicos esté constantemente presente en el debate cultural italiano y, más
aún, para que se refuerce la capacidad de elaborar racionalmente, a la luz de
la fe, los múltiples interrogantes que se plantean en los diversos ámbitos del
saber y en las grandes opciones de vida. Además, hoy la cultura y los modelos
de comportamiento están cada vez más condicionados y caracterizados por las
representaciones que proponen los medios de comunicación: por tanto, es
meritorio el esfuerzo de vuestra Conferencia para tener, también en este nivel,
una adecuada capacidad de expresión a fin de proporcionar a todos una
interpretación cristiana de los acontecimientos y de los problemas.