En medio de las
dificultades del momento presente, la Iglesia en Zimbabue puede alegrarse
nuevamente de la presencia de tantas comunidades fervientes en la fe, de un notable
número de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, y de la presencia de
un laicado comprometido, que se dedica a diversas obras de apostolado. Estos
dones de la gracia de Dios son un consuelo y a la vez un desafío con vistas a una
catequesis cada vez más profunda e integrada, orientada a formar a los
fieles para que vivan plenamente su vocación cristiana. "En todos los
sectores de la vida eclesial la formación es de capital importancia" para
el futuro de la Iglesia en África (Ecclesia in Africa, 75). Por esta
razón, os aliento a trabajar juntos para garantizar una preparación
catequística adecuada y completa a todos los fieles, y a dar los pasos
necesarios para impartir una educación más sistemática a los catequistas.