Asimismo, es preciso ayudar a los futuros sacerdotes a
presentar la plenitud de la fe católica de un modo que afronte y responda
verdaderamente a las dificultades, a los interrogantes y a los problemas de la
gente. Los seminarios nacionales necesitan un apoyo concreto en su ardua tarea
de proporcionar a los seminaristas una adecuada formación humana, espiritual,
doctrinal y pastoral; y al clero más joven, en los primeros años de su
ministerio sacerdotal, le ayudaría mucho un programa de acompañamiento
espiritual, pastoral y humano, bajo la dirección de sacerdotes expertos y
ejemplares. Vuestra solicitud por una correcta catequesis y una educación
religiosa integral debe extenderse también al sistema de las escuelas
católicas, cuya identidad religiosa debe fortalecerse, no sólo por el bien
de sus alumnos, sino también de toda la comunidad católica en vuestro país.