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Guy de Maupassant
El legado

IntraText - Concordancias

(Hapax Legomena)


    Párrafo
1 35 | Hecho en Paris, el 15 de Junio de 1883” ~ 2 35 | Paris, el 15 de Junio de 1883” ~ 3 12 | nuestro mejor amigo. No abandonaba la casa, cenaba aquí cada 4 58 | momentos de guardia baja o de abandono o de inatención, que son 5 88 | La señora Serbois había abierto su costurero sacó una pieza 6 101| Bichette, voy a volver solo al abogado Lamaneur para consultarle 7 110| ella tendió sus labios para abrazarla murmurando: ~ 8 1 | la señora Serbois estaban acabando de almorzar, con aspecto 9 21 | levantó con una diligencia acentuada, mientras el segundo sonreía. ~ 10 101| Es como si yo te dijera: “Acepta también, querida, ya que 11 65 | No puedes aceptarlo. ~ 12 84 | Bueno, pues no aceptemos, querido. Será un millón 13 101| querida, ya que yo, tu marido acepto”. De otra manera, de verdad, 14 58 | penetra nunca y que uno puede adivinar en breves segundos, en esos 15 34 | como prueba de un cariño afectuoso, profundo y respetuoso.        ~ 16 27 | Ah! ¡Ya lo decía yo! ~ 17 104| El continuó, hablando ahora con fluidez: ~ 18 48 | los ojos bajos y salió con aire tan imponente que los funcionarios 19 1 | y persistente le hubiera alcanzado. ~ 20 113| Después salió alegremente. ~ 21 | allá 22 58 | misterios más interiores del alma; y ella dijo lentamente: ~ 23 71 | Ella alzó los hombros: ~ 24 72 | Eres tonto?... Vaudrec me amaba, lo creo, pero nunca ha 25 28 | El notario añadió: ~ 26 63 | una turbación se hubiera apoderado de ella, después se calló. ~ 27 15 | únicamente que nos tenía aprecio. ~ 28 110| Cogió su sombrero, y aproximándose a ella tendió sus labios 29 68 | de esas interrogaciones  ardientes y mudas de dos seres que 30 54 | cintas para impedir que se arrastraran por el suelo. ~ 31 99 | inclinarse... Si, así se arregla todo... ~ 32 86 | donado la mitad a mí; eso lo arreglaría todo. ~ 33 34 | fondos de inversión que ascienden a alrededor de seiscientos 34 4 | Verdaderamente es muy asombroso! ~ 35 20 | Y como se había atado una servilleta alrededor 36 54 | temblaban un poco intentando atar las largas cintas para impedir 37 17 | Lamaneur y sabremos a qué atenernos. ~ 38 | Aún 39 67 | esperar a mañana, debemos avisar al señor Lamaneur enseguida. ~ 40 1 | bajita de piel rosada, ojos azules, gestos tiernos, comía lentamente 41 39 | La Sra. Serbois había bajado la frente y permanecía inmóvil, 42 1 | señora Serbois, una rubia bajita de piel rosada, ojos azules, 43 13 | La señora Serbois bajó los ojos. Y mientras su 44 48 | obstinadamente los ojos bajos y salió con aire tan imponente 45 108| Él balbuceó, enrojeciendo, confuso de 46 34 | toda mi fortuna, compuesta básicamente por valores de Bolsa de 47 112| frente y recibió un fuerte beso mientras que las grandes 48 101| Y bien, si quieres, Bichette, voy a volver solo al abogado 49 20 | perfilándose en negro sobre la ropa blanca y su figura de maitre de 50 23 | parecían así mismo unas bolas. ~ 51 34 | básicamente por valores de Bolsa de cuatrocientos mil francos, 52 84 | millón menos en nuestro bolsillo, allá tú. ~ 53 88 | costurero sacó una pieza de bordado  y dijo poniéndose a trabajar: ~ 54 48 | con formalidad, ofreció el brazo a su mujer más roja que 55 58 | que uno puede adivinar en breves segundos, en esos momentos 56 58 | profundamente, como para buscar algo, como para descubrir 57 114| señora Serbois, dejando caer su trabajo se puso a llorar.~ 58 63 | apoderado de ella, después se calló. ~ 59 34 | Hortense Serbois, sin ninguna carga o condición. Yo le ruego 60 34 | muerto como prueba de un cariño afectuoso, profundo y respetuoso.        ~ 61 91 | habría tal vez una manera, cederme la mitad de la herencia, 62 12 | No abandonaba la casa, cenaba aquí cada dos días; perfectamente 63 49 | el señor Serbois, una vez cerrada la puerta, pronunció con 64 93 | bien cómo eso les haría cerrar la boca... ~ 65 91 | esta manera todo el mundo cerraría la boca. ~ 66 68 | vigilan el uno al otro sin cesar. ~ 67 | cierta 68 54 | intentando atar las largas cintas para impedir que se arrastraran 69 34 | seiscientos mil francos, a la Sra. Claire—Hortense Serbois, sin ninguna 70 101| situación, que la conozco claramente, con todas las de la ley. 71 1 | azules, gestos tiernos, comía lentamente sin levantar 72 | cómo 73 99 | vez valdría más renunciar completamente... es más digno... no obstante... 74 68 | tratando de ver, de saber, de comprenderse, de descubrirse, de sondearse 75 107| Está entendido. He comprendido. No tienes necesidad de 76 45 | Comprendo el escrúpulo que puede hacerle 77 34 | directos, lego toda mi fortuna, compuesta básicamente por valores 78 25 | del Sr. Vaudrec que les concierne. ~ 79 34 | Serbois, sin ninguna carga o condición. Yo le ruego que acepte 80 70 | Vamos, confiesa que eras la amante de Vaudrec. ~ 81 108| balbuceó, enrojeciendo, confuso de repente: ~ 82 51 | sacando su sombrero, se giró conmocionada. ~ 83 80 | cinco de junio cuando nos conocimos. Lo sabes perfectamente. 84 101| de la situación, que la conozco claramente, con todas las 85 105| reflexionado, no ha previsto las consecuencias. Como tu bien decías, era 86 41 | aceptar este legado sin su consentimiento. ~ 87 | consigo 88 101| al abogado Lamaneur para consultarle y explicarle el asunto. 89 90 | Estuvo mucho tiempo sin contestar y después vacilando: ~ 90 101| tú has preferido así, por conveniencia para que no se pueda murmurar. 91 89 | A mi no me corresponde. Eres tú el que debe reflexionar. ~ 92 101| lo que hago, que estoy al corriente de la situación, que la 93 29 | lectura de esta hoja, muy corta, por cierto. ~ 94 23 | piernas tan pequeñas, tan cortas que casi parecían así mismo 95 87 | y se puso a manosear sus cosas como hacía en las horas 96 112| las grandes patillas le cosquilleaban las mejillas. ~ 97 80 | y no a ti ¿no?. Tenía la costumbre de traerme flores, de darme 98 88 | Serbois había abierto su costurero sacó una pieza de bordado  99 83 | mal efecto. Todo el mundo creería el asunto. No podemos aceptar. ~ 100 72 | Vaudrec me amaba, lo creo, pero nunca ha habido nada... 101 87 | Y se sentó, cruzó sus piernas y se puso a 102 | cualquier 103 34 | por valores de Bolsa de cuatrocientos mil francos, y de fondos 104 20 | servilleta alrededor del cuello para no tirar la salsa sobre 105 32 | Cyprien Vaudrec, sano de cuerpo y espíritu, expreso aquí 106 32 | que suscribe Paul—Emile—Cyprien Vaudrec, sano de cuerpo 107 60 | una vivacidad de hombre dañado en sus esperanzas: ~ 108 64 | Él se puso a dar zancadas. Dijo: ~ 109 83 | Es igual. Daría un mal efecto. Todo el mundo 110 21 | Sr. Serbois tuvo a bien darse a conocer, aunque se le 111 89 | corresponde. Eres tú el que debe reflexionar. ~ 112 67 | la pena esperar a mañana, debemos avisar al señor Lamaneur 113 20 | ropa, tenía aspecto de un decapitado parlante con sus hermosas 114 27 | Ah! ¡Ya lo decía yo! ~ 115 12 | Sí, es posible, ya que en definitiva ese muchacho era nuestro 116 58 | inatención, que son como puertas dejadas entreabiertas sobre los 117 79 | Ella dijo con dejadez: ~ 118 7 | Que Vaudrec no nos haya dejado nada. ~ 119 114| Y  la señora Serbois, dejando caer su trabajo se puso 120 56 | poco que... que él... te dejara algo?... ~ 121 57 | Sí, podía dejarme algo... a mí... a mí, entiéndeme, 122 33 | escribir mi testamento que será depositado en la notaría de Sr. Lamaneur. ~ 123 68 | se ignoran siempre, pero desconfían, inquieren,  se vigilan 124 58 | para buscar algo, como para descubrir esa profundidad del ser 125 68 | saber, de comprenderse, de descubrirse, de sondearse hasta el fondo 126 19 | Sí. No deseo otra cosa. ~ 127 22 | fueron introducidos en el despacho del jefe. ~ 128 12 | casa, cenaba aquí cada dos días; perfectamente que te 129 61 | Por qué dices eso? ~ 130 105| que no ha querido hacer diferencia entre nosotros, que no ha 131 101| la ley. Es como si yo te dijera: “Acepta también, querida, 132 21 | oficial se levantó con una diligencia acentuada, mientras el segundo 133 73 | Él dio un golpe con el pie: ~ 134 101| explicarle el asunto. Le diré que tú has preferido así, 135 34 | No teniendo heredero directos, lego toda mi fortuna, compuesta 136 95 | Mira que eres estúpida. Diremos que hemos heredado la mitad 137 24 | señaló una sillas, y dijo, dirigiendo a la Sra. Serbois una ligera 138 85 | a hablar, muy alto, sin dirigirse realmente a su mujer. ~ 139 97 | Como quieras, estoy dispuesta. ~ 140 105| no ha querido establecer distinción, que no ha querido parecer 141 49 | como hubieron entrado en su domicilio, el señor Serbois, una vez 142 86 | necesario que me hubiera donado la mitad a mí; eso lo arreglaría 143 81 | tan natural, que Serbois dudaba. ~ 144 83 | Es igual. Daría un mal efecto. Todo el mundo creería el 145 | ello 146 | ellos 147 32 | El que suscribe Paul—Emile—Cyprien Vaudrec, sano de 148 21 | pequeño movimiento entre los empleados, y cuando el Sr. Serbois 149 59 | que... si que hubiéramos encontrado al menos igualmente extraño 150 94 | De repente él se enfadó: ~ 151 12 | si yo me hubiera sentido enfermo hubiera hecho algo por él, 152 1 | con aspecto taciturno, uno enfrente del otro. ~La señora Serbois, 153 108| Él balbuceó, enrojeciendo, confuso de repente: ~ 154 67 | avisar al señor Lamaneur enseguida. ~ 155 107| Está entendido. He comprendido. No tienes 156 57 | dejarme algo... a mí... a mí, entiéndeme, no a ti... ~ 157 49 | Tan pronto como hubieron entrado en su domicilio, el señor 158 21 | Cuando entraron en el estudio del notario 159 58 | son como puertas dejadas entreabiertas sobre los misterios más 160 70 | Vamos, confiesa que eras la amante de Vaudrec. ~ 161 | esa 162 | esas 163 33 | espera, esta precaución de escribir mi testamento que será depositado 164 25 | Iba justamente a escribirles para rogarles que se pasaran 165 45 | Comprendo el escrúpulo que puede hacerle dudar, 166 99 | decir... Las personas más escrupulosas estarían obligadas a inclinarse... 167 | ese 168 | esos 169 33 | tomar, en previsión de su espera, esta precaución de escribir 170 56 | loco... ¿es que tu mismo no esperabas hace poco que... que él... 171 60 | de hombre dañado en sus esperanzas: ~ 172 67 | Entonces no merece la pena esperar a mañana, debemos avisar 173 15 | legado para nosotros. No esperaría gran cosa, un recuerdo, 174 32 | Vaudrec, sano de cuerpo y espíritu, expreso aquí mis últimas 175 22 | Y los esposos fueron introducidos en el 176 107| Está entendido. He comprendido. 177 1 | señor y la señora Serbois estaban acabando de almorzar, con 178 105| nosotros, que no ha querido establecer distinción, que no ha querido 179 99 | personas más escrupulosas estarían obligadas a inclinarse... 180 | esto 181 39 | su marido movía sus ojos estupefactos yendo del notario a su mujer. ~ 182 95 | Mira que eres estúpida. Diremos que hemos heredado 183 90 | Estuvo mucho tiempo sin contestar 184 26 | El Sr. Serbois no puedo evitar pronunciar. ~ 185 105| Si, esto se explica fácilmente repartiendo la 186 107| necesidad de darme tantas explicaciones. Vete rápido al notario. ~ 187 78 | Explícame entonces por qué te deja 188 95 | No tenemos necesidad de explicar que el testamento estaba 189 101| Lamaneur para consultarle y explicarle el asunto. Le diré que tú 190 32 | sano de cuerpo y espíritu, expreso aquí mis últimas voluntades. ~ 191 8 | un velo rosa se hubiera extendido de repente sobre su piel 192 59 | encontrado al menos igualmente extraño un legado de esta importancia 193 105| Si, esto se explica fácilmente repartiendo la herencia. 194 20 | sobre la ropa blanca y su figura de maitre de hotel de gran 195 23 | cabeza parecía una bola fija sobre otra bola que tenía 196 25 | pasaran por mi estudio con la finalidad de darles a conocer el testamento 197 37 | Firmado VAUDREC ~ 198 80 | la costumbre de traerme flores, de darme todos los cinco 199 104| continuó, hablando ahora con fluidez: ~ 200 34 | cuatrocientos mil francos, y de fondos de inversión que ascienden 201 99 | no obstante... de esta forma nadie tendría nada que decir... 202 48 | Saludó con formalidad, ofreció el brazo a su mujer 203 80 | los cinco de cada mes una fruslería, porque fue un cinco de 204 80 | mes una fruslería, porque fue un cinco de junio cuando 205 22 | Y los esposos fueron introducidos en el despacho 206 48 | aire tan imponente que los funcionarios quedaron pasmados. ~ 207 80 | en nosotros. Luego, por galantería, puso mi nombre sobre el 208 8 | su piel subiendo desde la garganta al rostro, y dijo: ~ 209 1 | piel rosada, ojos azules, gestos tiernos, comía lentamente 210 51 | sacando su sombrero, se giró conmocionada. ~ 211 73 | Él dio un golpe con el pie: ~ 212 112| fuerte beso mientras que las grandes patillas le cosquilleaban 213 92 | Ella respondió con gravedad: ~ 214 58 | segundos, en esos momentos de guardia baja o de abandono o de 215 72 | lo creo, pero nunca ha habido nada... jamás. ~ 216 85 | Él se puso a hablar, muy alto, sin dirigirse 217 45 | Comprendo el escrúpulo que puede hacerle dudar, querido señor, el 218 91 | tenemos hijos, tu puedes hacerlo. De esta manera todo el 219 101| que estoy seguro de lo que hago, que estoy al corriente 220 93 | muy bien cómo eso les haría cerrar la boca... ~ 221 | hemos 222 95 | estúpida. Diremos que hemos heredado la mitad cada uno; y será 223 105| repartiendo la herencia. Heredamos de un amigo que no ha querido 224 12 | por él, aunque tú seas mi heredera natural. ~ 225 34 | No teniendo heredero directos, lego toda mi fortuna, 226 20 | decapitado parlante con sus hermosas patillas perfilándose en 227 91 | entre vivos. No tenemos hijos, tu puedes hacerlo. De esta 228 21 | del notario Lamaneur, se hizo un pequeño movimiento entre 229 29 | a darles lectura de esta hoja, muy corta, por cierto. ~ 230 23 | Este era un hombrecito regordete, regordete todo 231 71 | Ella alzó los hombros: ~ 232 87 | cosas como hacía en las horas de meditación. ~ 233 34 | francos, a la Sra. Claire—Hortense Serbois, sin ninguna carga 234 12 | como otra de pagar nuestra hospitalidad, pero es verdad que, cuando 235 20 | y su figura de maitre de hotel de gran mansión. ~ 236 59 | sin embargo que... si que hubiéramos encontrado al menos igualmente 237 49 | Tan pronto como hubieron entrado en su domicilio, 238 25 | Iba justamente a escribirles 239 68 | seres que viviendo juntos se ignoran siempre, pero desconfían, 240 83 | Es igual. Daría un mal efecto. Todo 241 59 | hubiéramos encontrado al menos igualmente extraño un legado de esta 242 106| detuvo, con un rasgo de impaciencia. ~ 243 54 | atar las largas cintas para impedir que se arrastraran por el 244 48 | bajos y salió con aire tan imponente que los funcionarios quedaron 245 59 | extraño un legado de esta importancia de él... a ti. ~ 246 86 | Sí, un millón. Es imposible. Tendríamos nuestra reputación 247 58 | baja o de abandono o de inatención, que son como puertas dejadas 248 99 | escrupulosas estarían obligadas a inclinarse... Si, así se arregla todo... ~ 249 66 | Ella respondió con indiferencia: ~ 250 39 | bajado la frente y permanecía inmóvil, mientras que su marido 251 68 | siempre, pero desconfían, inquieren,  se vigilan el uno al otro 252 68 | frente de ella y durante unos instantes permanecieron mirándose 253 24 | Serbois una ligera mirada de inteligencia: ~ 254 54 | manos temblaban un poco intentando atar las largas cintas para 255 58 | sobre los misterios más interiores del alma; y ella dijo lentamente: ~ 256 68 | pensamiento en una de esas interrogaciones  ardientes y mudas de dos 257 22 | Y los esposos fueron introducidos en el despacho del jefe. ~ 258 34 | francos, y de fondos de inversión que ascienden a alrededor 259 17 | Si quieres, iremos después de almorzar junto 260 | jamás 261 22 | introducidos en el despacho del jefe. ~ 262 45 | el mundo a veces tiene juicios malintencionados. ¿Quiere 263 | junto 264 25 | Iba justamente a escribirles para rogarles 265 110| aproximándose a ella tendió sus labios para abrazarla murmurando: ~ 266 68 | ojos, muy juntos uno al lado del otro, tratando de ver, 267 54 | poco intentando atar las largas cintas para impedir que 268 29 | Voy a darles lectura de esta hoja, muy corta, 269 34 | teniendo heredero directos, lego toda mi fortuna, compuesta 270 1 | tiernos, comía lentamente sin levantar la cabeza, como si un pensamiento 271 101| claramente, con todas las de la ley. Es como si yo te dijera: “ 272 24 | dirigiendo a la Sra. Serbois una ligera mirada de inteligencia: ~ 273 33 | Pudiendo la muerte  llevarnos en cualquier momento, quiero 274 13 | sonó, como uno hace cuando llora. ~ 275 114| caer su trabajo se puso a llorar.~ 276 80 | testamento pensó en nosotros. Luego, por galantería, puso mi 277 20 | ropa blanca y su figura de maitre de hotel de gran mansión. ~ 278 83 | Es igual. Daría un mal efecto. Todo el mundo creería 279 86 | nuestra reputación perdida. Mala suerte. Habría sido necesario 280 44 | que sonreía con cierta malicia, se inclinó: ~ 281 45 | mundo a veces tiene juicios malintencionados. ¿Quiere usted volver mañana, 282 54 | Ella palideció, y sus manos temblaban un poco intentando 283 87 | sus piernas y se puso a manosear sus cosas como hacía en 284 20 | maitre de hotel de gran mansión. ~ 285 48 | roja que un tomate y que mantenía obstinadamente los ojos 286 80 | ofrecen regalos y no a los maridos; así que es a mi a quien 287 87 | como hacía en las horas de meditación. ~ 288 112| patillas le cosquilleaban las mejillas. ~ 289 12 | ese muchacho era nuestro mejor amigo. No abandonaba la 290 67 | Perfectamente. Entonces no merece la pena esperar a mañana, 291 80 | todos los cinco de cada mes una fruslería, porque fue 292 74 | Mientes, no es posible. ~ 293 2 | con patillas, aspecto de ministro o de hombre de negocios, 294 95 | Mira que eres estúpida. Diremos 295 68 | instantes permanecieron mirándose a los ojos, muy juntos uno 296 32 | y espíritu, expreso aquí mis últimas voluntades. ~ 297 58 | entreabiertas sobre los misterios más interiores del alma; 298 58 | breves segundos, en esos momentos de guardia baja o de abandono 299 39 | mientras que su marido movía sus ojos estupefactos yendo 300 21 | Lamaneur, se hizo un pequeño movimiento entre los empleados, y cuando 301 12 | ya que en definitiva ese muchacho era nuestro mejor amigo. 302 | mucho 303 | muchos 304 68 | interrogaciones  ardientes y mudas de dos seres que viviendo 305 34 | esta donación de un amigo muerto como prueba de un cariño 306 80 | pensaba en ello. Es a las mujeres a quien se les ofrecen regalos 307 110| sus labios para abrazarla murmurando: ~ 308 101| conveniencia para que no se pueda murmurar. Desde el momento en que 309 69 | continuación, bruscamente, él le musitó con voz baja a la cara: ~ 310 99 | obstante... de esta forma nadie tendría nada que decir... 311 80 | se le vino a la cabeza, naturalmente, de la misma manera que 312 86 | Mala suerte. Habría sido necesario que me hubiera donado la 313 43 | Necesito tiempo para reflexionar— 314 2 | ministro o de hombre de negocios, parecía nervioso y preocupado. ~ 315 20 | patillas perfilándose en negro sobre la ropa blanca y su 316 2 | hombre de negocios, parecía nervioso y preocupado. ~ 317 | ninguna 318 99 | más escrupulosas estarían obligadas a inclinarse... Si, así 319 99 | completamente... es más digno... no obstante... de esta forma nadie tendría 320 48 | un tomate y que mantenía obstinadamente los ojos bajos y salió con 321 21 | perfectamente, el primer oficial se levantó con una diligencia 322 80 | las mujeres a quien se les ofrecen regalos y no a los maridos; 323 105| a ti a quien ha querido ofrecer un último regalo... ~ 324 80 | que es a mi a quien él ha ofrecido su último regalo, y no a 325 52 | Yo? ¡Oh! ~ 326 12 | una manera como otra de pagar nuestra hospitalidad, pero 327 54 | Ella palideció, y sus manos temblaban un 328 59 | Me parece sin embargo que... si que 329 | parecer 330 23 | pequeñas, tan cortas que casi parecían así mismo unas bolas. ~ 331 35 | Hecho en Paris, el 15 de Junio de 1883” ~ 332 20 | aspecto de un decapitado parlante con sus hermosas patillas 333 25 | escribirles para rogarles que se pasaran por mi estudio con la finalidad 334 48 | los funcionarios quedaron pasmados. ~ 335 32 | El que suscribe Paul—Emile—Cyprien Vaudrec, sano 336 67 | Perfectamente. Entonces no merece la pena esperar a mañana, debemos 337 58 | del ser en la que no se penetra nunca y que uno puede adivinar 338 96 | de nuevo, con una mirada penetrante: ~ 339 80 | traía casi nunca nada, no pensaba en ello. Es a las mujeres 340 105| cierto que si lo hubiera pensado, lo habría hecho. No ha 341 80 | momento de hacer testamento pensó en nosotros. Luego, por 342 23 | que tenía dos piernas tan pequeñas, tan cortas que casi parecían 343 86 | Tendríamos nuestra reputación perdida. Mala suerte. Habría sido 344 20 | con sus hermosas patillas perfilándose en negro sobre la ropa blanca 345 39 | había bajado la frente y permanecía inmóvil, mientras que su 346 68 | y durante unos instantes permanecieron mirándose a los ojos, muy 347 1 | un pensamiento triste y persistente le hubiera alcanzado. ~ 348 99 | tendría nada que decir... Las personas más escrupulosas estarían 349 73 | Él dio un golpe con el pie: ~ 350 12 | amigos como nosotros, se piensa en ellos a la hora del testamento. 351 88 | abierto su costurero sacó una pieza de bordado  y dijo poniéndose 352 83 | mundo creería el asunto. No podemos aceptar. ~ 353 57 | Sí, podía dejarme algo... a mí... 354 13 | marido estaba trinchando un pollo, ella se sonó, como uno 355 88 | pieza de bordado  y dijo poniéndose a trabajar: ~ 356 33 | previsión de su espera, esta precaución de escribir mi testamento 357 105| querido parecer decir: “Yo prefiero al uno o al otro después 358 2 | negocios, parecía nervioso y preocupado. ~ 359 33 | momento, quiero tomar, en previsión de su espera, esta precaución 360 105| No ha reflexionado, no ha previsto las consecuencias. Como 361 21 | reconoció perfectamente, el primer oficial se levantó con una 362 15 | recuerdo, un pensamiento, para probarme únicamente que nos tenía 363 3 | Al fin, profirió como hablando consigo mismo: ~ 364 58 | de una manera singular y profundamente, como para buscar algo, 365 58 | como para descubrir esa profundidad del ser en la que no se 366 34 | de un cariño afectuoso, profundo y respetuoso.        ~ 367 26 | Serbois no puedo evitar pronunciar. ~ 368 34 | de un amigo muerto como prueba de un cariño afectuoso, 369 33 | Pudiendo la muerte  llevarnos en 370 101| conveniencia para que no se pueda murmurar. Desde el momento 371 26 | El Sr. Serbois no puedo evitar pronunciar. ~ 372 49 | Serbois, una vez cerrada la puerta, pronunció con una voz seca: ~ 373 58 | inatención, que son como puertas dejadas entreabiertas sobre 374 | pues 375 48 | imponente que los funcionarios quedaron pasmados. ~ 376 45 | juicios malintencionados. ¿Quiere usted volver mañana, a la 377 33 | llevarnos en cualquier momento, quiero tomar, en previsión de su 378 107| tantas explicaciones. Vete rápido al notario. ~ 379 106| Ella lo detuvo, con un rasgo de impaciencia. ~ 380 109| Tienes razón. Voy. ~ 381 85 | muy alto, sin dirigirse realmente a su mujer. ~ 382 112| Ella le ofreció su frente y recibió un fuerte beso mientras 383 21 | a conocer, aunque se le reconoció perfectamente, el primer 384 55 | Después de un momento de reflexión, dijo: ~ 385 105| lo habría hecho. No ha reflexionado, no ha previsto las consecuencias. 386 11 | Serbois reflexionó: ~ 387 99 | tal vez valdría más renunciar completamente... es más 388 105| esto se explica fácilmente repartiendo la herencia. Heredamos de 389 86 | imposible. Tendríamos nuestra reputación perdida. Mala suerte. Habría 390 34 | cariño afectuoso, profundo y respetuoso.        ~ 391 98 | nuevo, aunque su cara estaba resplandeciente: ~ 392 45 | la misma hora, a darme su respuesta? ~ 393 25 | justamente a escribirles para rogarles que se pasaran por mi estudio 394 48 | el brazo a su mujer más roja que un tomate y que mantenía 395 8 | bruscamente como si un velo rosa se hubiera extendido de 396 1 | una rubia bajita de piel rosada, ojos azules, gestos tiernos, 397 8 | subiendo desde la garganta al rostro, y dijo: ~ 398 1 | La señora Serbois, una rubia bajita de piel rosada, ojos 399 34 | carga o condición. Yo le ruego que acepte esta donación 400 9 | testamento en la notaría. Aún no sabemos nada. ~ 401 80 | cuando nos conocimos. Lo sabes perfectamente. A ti no te 402 17 | junto al notario Lamaneur y sabremos a qué atenernos. ~ 403 51 | Su mujer, que estaba sacando su sombrero, se giró conmocionada. ~ 404 88 | había abierto su costurero sacó una pieza de bordado  y 405 20 | cuello para no tirar la salsa sobre la ropa, tenía aspecto 406 32 | Paul—Emile—Cyprien Vaudrec, sano de cuerpo y espíritu, expreso 407 12 | hecho algo por él, aunqueseas mi heredera natural. ~ 408 49 | puerta, pronunció con una voz seca: ~ 409 21 | diligencia acentuada, mientras el segundo sonreía. ~ 410 58 | puede adivinar en breves segundos, en esos momentos de guardia 411 101| herencia, es evidente que estoy seguro de lo que hago, que estoy 412 34 | ascienden a alrededor de seiscientos mil francos, a la Sra. Claire— 413 24 | Saludó, señaló una sillas, y dijo, dirigiendo 414 12 | cierto que si yo me hubiera sentido enfermo hubiera hecho algo 415 87 | Y se sentó, cruzó sus piernas y se 416 | ser 417 68 | ardientes y mudas de dos seres que viviendo juntos se ignoran 418 101| otra manera, de verdad, no sería digno. ~ 419 20 | como se había atado una servilleta alrededor del cuello para 420 40 | después de un momento de silencio: ~ 421 24 | Saludó, señaló una sillas, y dijo, dirigiendo a la 422 58 | de los ojos de una manera singular y profundamente, como para 423 101| estoy al corriente de la situación, que la conozco claramente, 424 95 | que el testamento estaba solamente a tu nombre. ~ 425 58 | abandono o de inatención, que son como puertas dejadas entreabiertas 426 68 | comprenderse, de descubrirse, de sondearse hasta el fondo del pensamiento 427 13 | trinchando un pollo, ella se sonó, como uno hace cuando llora. ~ 428 8 | de repente sobre su piel subiendo desde la garganta al rostro, 429 54 | que se arrastraran por el suelo. ~ 430 86 | reputación perdida. Mala suerte. Habría sido necesario que 431 32 | El que suscribe Paul—Emile—Cyprien Vaudrec, 432 | suya 433 1 | de almorzar, con aspecto taciturno, uno enfrente del otro. ~ 434 | también 435 | tantas 436 | tanto 437 54 | Ella palideció, y sus manos temblaban un poco intentando atar 438 16 | mujer pronunció con una voz temblorosa: ~ 439 110| y aproximándose a ella tendió sus labios para abrazarla 440 99 | obstante... de esta forma nadie tendría nada que decir... Las personas 441 86 | un millón. Es imposible. Tendríamos nuestra reputación perdida. 442 34 | No teniendo heredero directos, lego 443 45 | señor, el mundo a veces tiene juicios malintencionados. ¿ 444 12 | es verdad que, cuando se tienen amigos como nosotros, se 445 1 | rosada, ojos azules, gestos tiernos, comía lentamente sin levantar 446 20 | alrededor del cuello para no tirar la salsa sobre la ropa, 447 | todas 448 | todos 449 | tomar 450 48 | su mujer más roja que un tomate y que mantenía obstinadamente 451 72 | Eres tonto?... Vaudrec me amaba, lo 452 88 | bordado  y dijo poniéndose a trabajar: ~ 453 114| Serbois, dejando caer su trabajo se puso a llorar.~ 454 80 | Tenía la costumbre de traerme flores, de darme todos los 455 80 | perfectamente. A ti no te traía casi nunca nada, no pensaba 456 81 | Ella estaba tan tranquila, tan natural, que Serbois 457 75 | Ella dijo tranquilamente: ~ 458 68 | juntos uno al lado del otro, tratando de ver, de saber, de comprenderse, 459 13 | mientras su marido estaba trinchando un pollo, ella se sonó, 460 1 | como si un pensamiento triste y persistente le hubiera 461 63 | volvió la cabeza como si una turbación se hubiera apoderado de 462 21 | y cuando el Sr. Serbois tuvo a bien darse a conocer, 463 32 | espíritu, expreso aquí mis últimas voluntades. ~ 464 | unas 465 | unos 466 | usted 467 90 | sin contestar y después vacilando: ~ 468 99 | No,... tal vez valdría más renunciar completamente... 469 34 | compuesta básicamente por valores de Bolsa de cuatrocientos 470 45 | querido señor, el mundo a veces tiene juicios malintencionados. ¿ 471 8 | enrojeció bruscamente como si un velo rosa se hubiera extendido 472 4 | Verdaderamente es muy asombroso! ~ 473 107| darme tantas explicaciones. Vete rápido al notario. ~ 474 105| he preferido durante mi vida”. Y es bien cierto que si 475 68 | desconfían, inquieren,  se vigilan el uno al otro sin cesar. ~ 476 80 | sobre el papel porque se le vino a la cabeza, naturalmente, 477 60 | preguntó bruscamente con una vivacidad de hombre dañado en sus 478 80 | a nosotros como amigos, vivía tanto en nuestra casa como 479 68 | y mudas de dos seres que viviendo juntos se ignoran siempre, 480 91 | herencia, por donación entre vivos. No tenemos hijos, tu puedes 481 32 | expreso aquí mis últimas voluntades. ~ 482 63 | Porque...,—volvió la cabeza como si una turbación 483 39 | movía sus ojos estupefactos yendo del notario a su mujer. ~ 484 64 | Él se puso a dar zancadas. Dijo: ~


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