Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText
Guy de Maupassant
La paz de la pareja

IntraText CT - Texto

  • SEGUNDO ACTO
    • ESCENA SEGUNDA LOS MISMOS, SEÑOR DE SALLUS
Anterior - Siguiente

Pulse aquí para activar los vínculos a las concordancias

ESCENA SEGUNDA

LOS MISMOS, SEÑOR DE SALLUS

SEÑOR DE SALLUS, à Jacques de Randol qui s'est levé pour partir : ¡ Y bien ! ¿ qué ? ¿ Ya os vais ? ¿ Basta que yo me muestre para haceros huir ?
JACQUES DE RANDOL
 : No, mi querido Sallus, vos no me hacéis huir, pero ya me iba.
SEÑOR DE SALLUS
 : Eso es precisamente lo que digo. Marchais en el justo momento en el que llego. Comprendo que el marido tenga menos poder de seducción que la esposa, pero al menos déjadme creer que no os disgusto demasiado.
Se ríe.
JACQUES DE RANDOL
 : Al contrario, me agradáis mucho, y si tuvieseis la buena costumbre de entrar en vuestra casa sin llamar, no me encontrarías nunca dispuesto a partir cuando regresaseis.
SEÑOR DE SALLUS : Sin embargo... es natural llamar a las puertas.
JACQUES DE RANDOL : Sí, pero un timbrazo hace que siempre me levante, y, regresando a vuestra casa, podríais evitar anunciaros como los demás.
SEÑOR DE SALLUS
 : No lo comprendo muy bien.
JACQUES DE RANDOL
 : Es muy sencillo. Cuando yo voy a visitar a las personas que me agradan como la Señora de Sallus, o como usted, no deseo en absoluto encontrarme con ellos a todo Paris que pasa sus tardes esparciendo flores de espíritu de salón en salón. Yo conozco esas flores y esas semillas. Basta la entrada de una de esas damas o de uno de esos hombres para estropearme todo el placer que he tenido encontrando sola a la mujer a la que ido a visitar. Ahora bien, cuando me he dejado pillar sentado, estoy perdido; no sé irme, me dejo ir en el engranaje de la conversación corriente; y como conozco todas las preguntas y respuestas, mejor que las del catecismo, no puedo parar: hace falta que vaya hasta el límite, hasta la última consideración sobre la obra, libro, divordio, matrimonio, o la esquela del día. ¿ Comprende ahora por qué me levanto bruscamente con todo sonido de un timbre ?
SEÑOR DE SALLUS
, riendo : Es muy cierto, lo que usted dice. Nuestras casas son inhabitables desde las cuatro a las siete. Nuestras esposas no tienen derecho a quejarse si las abandonamos por el círculo.
SEÑORA DE SALLUS
 : Sin embargo yo no puedo recibir a esas señoritas del ballet, o a esas damas del canto y la comedia, y a todos los pintores, poetas, músicos y demás artistuchos, para teneros cerca de mí.
SEÑOR DE SALLUS :
No os pido tanto. Algunos hombres de espíritu y algunas hermosas mujeres y nada de multitudes.
SEÑORA DE SALLUS :
Eso es imposible. No se puede cerrar la puerta.
JACQUES DE RANDOL
 : No, en efecto, no se puede encauzar esa hilera de bobos a través de los salones.
SEÑOR DE SALLUS
 : ¿ Por qué ?
SEÑORA DE SALLUS
 : Porque hoy es así.
SEÑOR DE SALLUS
 : ¡ Qué lástima ! Me gustaría mucho una intimidad restringida y elegida.
SEÑORA DE SALLUS
 : ¿ Vos ?
SEÑOR DE SALLUS
 : ¡Sí ! ¡ yo !
SEÑORA DE SALLUS
, riendo : ¡ Ah !¡ ah !¡ ah ! ¡ Bonita intimidad la que me haríais ! ¡ Ah ! ¡ Las encantadores mujeres y los hombres como tienen que ser ! ¡ Entonces sería yo quién abandonaría la casa ! 
SEÑOR DE SALLUS
 : Mi querida amiga, solamente pediría tres o cuatro mujeres como vos.
SEÑORA DE SALLUS
 : ¿ Cómo dice ?
SEÑOR DE SALLUS
 : Tres o cuatro mujeres como vos.
SEÑORA DE SALLUS
 : Si necesitáis cuatro, comprendo que hayáis encontrado la casa vacía.
SEÑOR DE SALLUS
 : Sabéis muy bien lo que quiero decir, y no tengo necesidad de explicarme más. Me gasta que estéis sola para que me guste más que cualquier otra cosa.
SEÑORA DE SALLUS
 : No os reconozco. ¡ Pero estáis enfermo, muy enfermo ! ¡ Tal vez os vayáis a morir ! 
SEÑOR DE SALLUS
 : Burlaos todo lo que queráis, no me importará.
SEÑORA DE SALLUS
 : ¿ Y eso va a durar ?
SEÑOR DE SALLUS
 : Siempre.
SEÑORA DE SALLUS
 : A menudo hombre cambiante.
SEÑOR DE SALLUS
 : Mi querido Randol, ¿ queréis concederme el placer de cenar con nosotros ? Vos me distraeréis de los epigramas que mi esposa parece haber afilado para mi.
JACQUES DE RANDOL
 : Mil veces gracias, sois muy amable, pero no estoy lilbre.
SEÑOR DE SALLUS
 : Se lo ruego, libérese.
JACQUES DE RANDOL
 : En serio, no puedo.
SEÑOR DE SALLUS
 : ¿ Cena usted en la ciudad ?
JACQUES DE RANDOL
 : Sí... Es decir, non... Tengo una cita a las nueve.
SEÑOR DE SALLUS
 : ¿ Muy importante ?
JACQUES DE RANDOL
 : Muy importante.
SEÑOR DE SALLUS
 : ¿ Una mujer ?
JACQUES DE RANDOL
 : ¡ Querido !...
SEÑOR DE SALLUS
 : Sed discreto... Pero eso no os impide cenar con nosotros. 
JACQUES DE RANDOL
 : Gracias, no puedo.
SEÑOR DE SALLUS
 : Marcharéis cuando lo deseéis.
JACQUES DE RANDOL
 : ¿ Y mi traje ?
SEÑOR DE SALLUS
 : Lo envío a buscar.
JACQUES DE RANDOL
 : No...en serio... gracias.
SEÑOR DE SALLUS
, a su espo : Querida, detened a Randol.
SEÑORA DE SALLUS
 : Querido, os confieso que no tengo mucho interés. 
SEÑOR DE SALLUS
 : Esta noche estáis encantadora para todo el mundo. ¿ Por qué ?
SEÑORA DE SALLUS
 : ¡ Dios mío ! No tengo que retener a mis amigos para daros gusto y para reteneros en casa. Traed a los vuestros.
SEÑOR DE SALLUS
 : Me quedaré de todos modos, y me tendréis entonces cara a cara.
SEÑORA DE SALLUS
 : ¿ Vamos, pues ?
SEÑOR DE SALLUS
 : Claro.
SEÑORA DE SALLUS
 : ¿ Toda la velada ?
SEÑOR DE SALLUS
 : Toda la velada.
SEÑORA DE SALLUS
, irónica : ¡ Dios mío, que miedo me dais ! ¿ Y a que se debe el honor ?
SEÑOR DE SALLUS
 : Para tener el placer de estar cerca de vos.
SEÑORA DE SALLUS
 : Veo que está en excelentes disposiciones.
SEÑOR DE SALLUS
 : Entonces ruegue a Randol que se quede.
SEÑORA DE SALLUS
 : El señor de Randol hará lo que le plazca. Él sabe perfectamente que siempre me resulta agradable verle. ( Ella se levanta y tras haber reflexionado. ) Cene con nosotros, señor de Randol. Podrá irse enseguida.
JACQUES DE RANDOL
 : Con mucho gusto, señora.
SEÑORA DE SALLUS
 : Discúlpenme un minuto. Son las ocho. Se va a servir la cena.
Ella sale.

 




Anterior - Siguiente

Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText

Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (V89) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2007. Content in this page is licensed under a Creative Commons License