Salen RUT de labradora, ORFÁ,
NOHEMÍ,
TIMBREO y otros
TIMBREO:
Traje es ese merecido
de tu
ingratitud tirana;
que a
condición tan villana,
con el
villano vestido
satisfacen desengaños
de un
mal pagado deseo.
Vivido
has con un hebreo,
princesa, en Moab diez años;
que
no pudo mi venganza
ser a
tu padre traidora,
hasta
que llegó la hora
que a
Amor pidió mi esperanza.
Él es muerto, y yo soy rey;
porque necio el reino fuera
que en
su silla consintiera
a un
bárbaro de otra ley.
Maté
a tu esposo atrevido,
y
también a Quelïón
su
hermano, que no es razón
que diez años, que en tu olvido
tirana me atormentaste,
no
satisfaga mis celos.
Venguéme, en fin, y abrasélos
como en
ellos me abrasaste.
Ni
viuda mi amor te mueve,
ni
estimas ser mi mujer,
ni el
soberano poder
del
reinar a quien se atreve.
El
más quieto natural
te ha
podido persuadir,
siquiera, ingrata, a admitir
la más
pequeña señal
de
amor, que fuera bastante
a
refrenar mis rigores,
pues
aun fingidos favores
hacen
cortés al amante.
A
vista estás de Belén,
y entre pobreza y congojas
a
coyuntura, que escojas
lo que
te estuviere bien.
Si
la mano me concedes
la
diadema gozarás
de
Moab; si firme estás
en tu
ingratitud, ya puedes
satisfacer tus deseos.
Crüel sirena, ¿qué lloras?
¿A los hebreos adoras?
Ya pisas campos hebreos.
Todos de un pastor descienden,
que este humilde oficio dan,
a la
nobleza de Abrahán,
los que
imitarle pretenden.
Pastora eres, ¿qué te quejas
si
sigues tu inclinación?
Por los
que pastores son,
sublimes púrpuras dejas.
Si
te arrepientes, escoge.
¡Ay,
Rut de los ojos míos,
no
formes de perlas ríos
que
abril codicioso coge
para
convertir en flores!
RUT: Déjame, tirano infiel,
llorar
la muerte crüel
de los
príncipes mejores
que
honraron a Palestina;
que si
el que en presencia está
de
quien la muerte le da
por
disposición divina
brota sangre, y tú me has muerto,
por
descubrir tu traición,
la
sangre del corazón
que
brotan los ojos vierto.
Y la
silla en que te asientas,
pues de ella mi esposo falta,
cuando
su corona esmalta
de
piedras por ti sangrientas,
menospreciarle es forzoso;
que
será afrenta doblada
admitir
mano manchada
en la
sangre de mi esposo.
Vete
y déjame, traidor.
TIMBREO: Estima
mi cortesía,
que
aunque forzarte podría,
no es
villano, al fin, mi amor;
y
apacienta toscos hatos
con
rústicos ganaderos,
pues
son sus pechos groseros
de tu
ingratitud retratos,
a
prueba de tu desdén,
digno
de vestir sayal;
que si
a la mesa del mal
echares
menos el bien,
podrá ser que su aspereza
te
obligue a mudar consejos,
porque
no espanta de lejos
el
hambre ni la pobreza.
Cuando de cerca la toques
y conozcas
lo que pierdes,
como de
mi amor te acuerdes,
y a
pagarle te provoques,
a la
razón reducida
de
quien tan lejos estás,
la
puerta abierta hallarás
de tu reino
y de mi vida;
que
mal la podrán cerrar
desdenes por más que ofrezcas,
pues
cuanto más me aborrezcas
más,
crüel, te pienso amar.
Vase TIMBREO
NOHEMÍ:
Hijas, ya que Dios me ha dado
el
castigo merecido,
y sin
hijos ni marido
en
soledad ha trocado
mi
amorosa compañía;
mis
contentos en dolor,
en
llanto eterno mi amor
y en
tormento mi alegría,
a Moab os reducid;
no renovéis a mis ojos
pasadas penas y enojos;
de mis desgracias hüid,
que aunque mi pena os
desvele
ofenderá vuestra dicha,
que es
contagión la desdicha
que á
todos pegar se suele.
RUT:
Madre, no es justo que ansí
a quien
te adora despidas.
Un alma
vive en tres vidas;
quien
las da ser es Nohemí.
Yo
no te pienso dejar,
que
esto mi ventura ordena.
ORFÁ: Tu
fortuna, mala o buena,
la
nuestra ha de acompañar.
Diez
años hemos vivido
contigo, haciendo experiencia
en tu
virtud y prudencia.
¡Cuán
engañosa ha salido
la
fama con que las suegras
su
opinión han desdorado!
Madre
en tí habemos hallado;
con tu
vista nos alegras;
despedirnos es rigor.
NOHEMÍ: ¡Ay, Rut hermosa! ¡Ay, Orfá!
¿Con qué pagaros podrá
mi desdicha vuestro amor?
A
vista estoy de Belén;
goza,
Rut, agradecida
la corona apetecida
que has
merecido tan bien.
Goza
en amorosos lazos
al
homicida crüel
de mis
hijos, que con él,
entre
lícitos abrazos
refrenarás desconsuelos
que es
de renovar conmigo.
Con
miserable castigo
quisieron vengar los cielos
en mis hijos el dejar
su Dios y ley verdadera.
De la ambición lisonjera
se dejaron engañar.
De
Dios la justicia estimo,
como su
esclava le adoro;
pero
como madre lloro
y en su
muerte me lastimo.
No
pierdas, mi Rut, por mí
lo que
por naturaleza
heredas; ni tu belleza,
Orfá, desprecies ansí.
Allá os casaréis las dos
por madre a Moab tenéis;
no es bien que peregrinéis
extranjeras. Hágaos Dios
dichosas, págueos el
bien.
que en
vuestra patria me hicisteis;
premie
el amor que tuvisteis
a mis
dos hijos también;
que
ni desdichas ni agravios
bastarán a que os olvide.
Si
Amor, cuando se despide,
suele
imprimir con los labios
recuerdos en la memoria,
dejadme
sellar con ellos
hijas,
vuestros rostros bellos,
y seré
la postrer gloria
que
a mi dicha deberé.
Abrázalas
Prospere vuestra ventura
el
cielo.
RUT:
No está segura
sin
vos, madre, si se ve.
ORFÁ: Por
no aumentar tus enojos
habré
de seguir tu gusto.
Bien
conoce el cielo justo,
siendo
testigos mis ojos,
lo
que el apartarme siento
a esta
ocasión de las dos.
Adiós,
madre, prima, adiós.
RUT: Turba a
la lengua el tormento.
Quien amando se despide
habla
poco y mucho siente.
NOHEMÍ: Dios tus dichas acreciente
y jamás de ti se olvide.
Vase ORFÁ
NOHEMÍ: Vete,
mi Rut, con tu prima
donde
segura reposes;
goza tu
tierra, tus dioses
y el
esposo que te estima.
¿Qué
esperas de mi pobreza,
ni mis
hados infelices?
RUT: Cuanto
más me contradices
aumentas más mi tristeza.
Sombra he de ser que te siga;
viviré
donde vivieres;
seguiréte donde fueres,
ya la
suerte te persiga,
ya
de fortuna mejores.
Tu
patria es mi patria ya;
tu ley
preceptos me da;
adoraré
el Dios que adores.
Un
pueblo ha de recibirnos,
una
cama ha de abrigarnos,
una
mesa sustentarnos
y una tierra ha de cubrirnos.
Plegue al cielo que me niegue
su luz
el planeta hermoso,
me
persiga un envidioso
y a ver
tu patria no llegue,
cuando imposibles sean parte
para
que en tu companía
no viva
alegre hasta el día
que la
muerte nos aparte.
NOHEMÍ: A tal amor, tal lealtad,
ingrata es mi
resistencia.
Aliviará tu presencia
mi viudez y soledad.
Ésta
es Belén, Rut querida.
RUT: Nuevo
gozo cobro en vella.
NOHEMÍ:
Entremos, y veré en ella
si la
patria al pobre olvida.
Parientes ricos dejé,
a muchos favorecí,
a muchos sustento di,
muchas
hüerfanas casé.
Por
fuerza habré de probar
agora
para vivir
si la
cara del pedir
es la
misma que del dar,
y si es tan emparentada
en
Belén la adversidad
como la
prosperidad.
RUT: Esa
prueba es excusada,
no
hay para qué hacerla intentes;
que
aunque veas alaballa,
ni la verdad posada halla,
ni la
pobreza parientes.
Vanse. Salen LISIS y GOMOR,
pastores
GOMOR: Lisis ¿cuándo han de cesar,
dime, tus desdenes locos?
Sino es
que llore los mocos,
no tengo ya que llorar.
¿Qué
gato en camaranchón
anda
como yo maullando,
qué
borrico rebuznando
en
prado, establo ó mesón?
¿Qué
berraco de concejo
gruñe
cual yo y se embarrincha,
o qué
cuartago relincha,
sin
albarda ni aparejo,
cuando topa a la mohina
cual
yo? Mira que me matas
con esa
cara de natas.
Ya he
llorado hasta la orina;
no reposo en ningún cabo,
mojadas tengo las parvas,
dos
años ha que las barbas
no me
quito, ni me lavo
la
cara, que con pezuñas
tal vez
cubren telarañas;
lleno
me traes de legañas;
del
yeme tengo las uñas.
Ten
mancilla, Lisis mía,
de que
ande ansí tu Gomor;
porque
si esto no es amor,
al
menos es porqueria.
Sírvame esto de castigo:
dame a
hocicar esa mano.
LISIS: Bocado
comido, hermano,
dicen
que no gana amigo.
Un
tiempo te amaba yo,
mas
como el pan te comiste
y darme
de él no quisiste,
mi amor
de hambre se murió.
GOMOR:
¿Medio pan, Lisis discreta,
entre
dos de qué servía,
sabiendo tú que venía
con más
hambre que un poeta?
¡Siempre
os habemos de dar!
¿No
habrá una mujer que quiera,
de
balde? ¿Es amor gotera
que
nunca tien de parar?
¿No
basta ser gentilhombre?
LISIS: Como de
Adán descendéis,
su
nombre es bien que imitéis.
GOMOR: Pues
bien, ¿qué hay en ese nombre?
LISIS: Que
ha de dar el que de Adán
deciende, he sacado yo;
que por
eso se llamó
Adán,
que se acaba en dan.
GOMOR: ¿En dan? ¿pues es tamboril?
LISIS: Y si en
los nombres me fundo,
la
primer mujer del mundo,
este
secreto sutil
también con el suyo aprueba.
GOMOR: Eso no más mos faltaba.
LISIS: Pues ven acá. ¿En qué se acaba
el eco
del lleva?
GOMOR: En "Eva."
LISIS:
Luego quien no da no es hombre,
ni
quien no lleva, mujer.
GOMOR: De aquí
saco que ha de ser
desde
hoy "lleva" vueso nombre.
LISIS: No hay sin dar ninjún galán,
ni sin llevar dama a
prueba,
pues
lleva se acaba en "eva,"
como
Adán se acaba en "dan."
Pues no has dado, no hay amores.
GOMOR: Ya os doy a los diabros yo,
y a quien tanto os enseñó.
LISIS: Venido han los segadores,
Gomor, de Bohoz, nueso amo,
porque hoy comienza la
siega.
GOMOR: ¿Si no
os dan, no amáis, borrega?
¿Chancera sois? pues no os amo.
Sale HERBEL
HERBEL:
Salve y guarde. Es
tiempo ya
de aprestar dediles y hoces.
LISIS: ¡Oh,
Herbel! Si el tiempo conoces
en casa
el agosto está.
HERBEL:
Dolióse Dios de Israel.
Buena
cosecha esperamos.
Sale ASAEL
ASAEL. Manténgaos Dios. Acá estamos
todos, pardiez.
GOMOR: ¡Oh, Asael!
Oraciones de Bohoz
mos han dado el año lleno;
HERBEL: Es santo Bohoz.
LISIS: Es bueno.
ASAEL.
Embotada estaba mi hoz
diez
años ha, y de orín llena,
que el
hambre la daba empacho;
pero ya ha vuelto el gazpacho
a dar
filos a la cena.
Salen ZEFARA y
JABEL
ZEFARA: Año,
buen año.
HERBEL: ¡Oh, Zefara!
¡Oh,
Jabel! De aquí adelante
no
habrá hebreo mendigante.
JABEL: Todo lo
llena la hartura.
¿No
sabéis quién ha venido
a
Belén?
LISIS:
¿Quién?
JABEL: Nohemí.
ASAEL.
¿Decíslo de veras?
JABEL: Sí.
GOMOR: El
sustento nueso ha sido.
LISIS:
¿Viene rica?
ZEFARA: Antes tan pobre
que no
tiene que comer.
HERBEL: ¿Pues y
el avaro Eliacer?
ZEFABA. No hay
vicio de quien no cobre
Dios, en plazos de venganza,
la
justa satisfacción.
Negónos
la provision,
hizo de
Belén mudanza,
y en
Moab diz que perdió
la
hacienda y vida.
GOMOR: ¡Oste, puto!
JABEL: No trae
más que llanto y luto
Nohemí,
que allá se dejó
muertos los hijos.
ASAEL: ¿Y vive?
JABEL: Sin que
haya quien la socorra.
LISIS: Si el beneficio se borra
al
tiempo que se recibe,
y el
agravio en piedra está
eternamente esculpido,
el odio
que su marido
tuvo a
todos durará,
sin
que haya memoria alguna
de lo
que a Nohemí debemos.
HERBEL: Todo
este mundo es extremos.
ASAEL:
Gobiérnale la fortuna.
JABEL: Trae
la más hermosa nuera
que ha
visto Efratá, consigo.
GOMOR: Sin
hacienda, buen abrigo
trae de
allá.
ZEFARA:
Diz que en Moab era
princesa.
HERBEL:
¿Pues quién la fuerza
a
venirse acá a morir
de
hambre?
ZEFARA: El no consentir,
Herbel,
casarse por fuerza,
y el amor que en Nohemí fundo.
GOMOR: ¿En su
suegra?
ZEFARA:
¿Qué te espanta,
sabiendo que es una santa?
GOMOR: La
primer nuera es del mundo
de ese humor.
LISIS: Pues del buen trato
eso y más.
GOMOR: Será por yerro.
Suegra y nuera, gato y
perro
no
comen bien en un plato.
LISIS:
Dejad eso y aprestemos
la
siega.
HERBEL:
Aquí está mi hoz.
JABEL: Antes
que venga Bohoz
con
bendición empecemos;
pero
esperad, que Nohemí
de
quien hablamos es ésta,
y la
moabita.
ASAEL.
¡Y qué honesta!
GOMOR:
Noramala para mí.
Salen RUT y
NOHEMÍ
RUT: Pues
que la pobreza fiera
en
ninguno halló piedad,
porque
la necesidad
es en
su patria extranjera,
para
poder sustentarte,
señora
y madre querida,
yo tomo
a cargo tu vida.
Cánsate
ya de cansarte
pidiendo a quien socorrer
te pudiera y dice ultrajes,
que no
hay más de dos linajes,
que es
tener y no tener.
Tus
deudos tienen; si afrenta
la
falta, madre, de bienes,
¿qué
mucho, cuando no tienes,
que te
nieguen por parienta?
No
pruebes pechos, Nohemí,
que la
hacienda endureció,
que
avergüenza mucho un no
a quien
dijo a todos sí.
Princesa he sido y señora,
mas la pobreza maestra
y Amor,
que todo lo muestra,
me
enseña a ser labradora.
La
siega ha empezado ya.
Ya
Céres da su tesoro
a
agosto en espigas de oro;
la
gente ocupada está
en
afeitar los cabellos
al
campo, que da en despojos
a las eras sus manojos
colmando los trojes de ellos.
Espigadera he de ser,
si
princesa hasta aqui he sido.
NOHEMÍ: Hija,
si el reino has perdido
por mí,
no es justo perder
el
respeto a tu valor.
Quien
debajo el solio real
se crió
llevará mal
desacatos del calor.
Atrévase el hambre vil
a hacer
en mi vida prueba,
primero
que el sol se atreva
a ese
coral y marfil.
No
es bien que oficio te cuadre
tan
tosco como crüel.
RUT: No vale
más que otro aquel
que no
hace más que otro, madre.
Deja
que en la siega coja
espigas
que el rico olvida,
pues
antes que se las pida
las da
el campo y no se enoja.
Algún padre habrá clemente
de
familias, sin codicia
del
trigo que desperdicia
mientras lo siega su gente,
que
dejándome espigar
me dé
con que sustentarte.
NOHEMÍ:
Estatuas puede labrarte
la
piedad, ponerte altar.
Bendecid, cielos constantes,
a Rut,
que humilde os obliga;
haced
que mientras espiga
coja
por granos diamantes.
Jamás su memoria muera,
y el
Amor, mientras espiga
pan,
con nuevo blasón, diga,
la
mejor espigadera.
ZEFARA:
Seáis, Nohemí, bien venida.
NOHEMÍ: No me llaméis más Nohemí,
que es hermosa; amarga
sí;
viuda
sola y afligida.
¿Por
qué Nohemí me llamáis,
si no
es razon que me cuadre
tal
nombre?
JABEL: No lloréis, madre,
que el
corazón nos rasgais.
Sale BOHOZ, que
será el mismo que hizo a
MASALÓN, con un gabán y montera
como noble en el
campo
BOHOZ: ¡Ea,
amigos, a la siega!
TODOS: Vamos
en nombre de Dios.
Vanse GOMOR, LISIS, HERBEL, AZAEL,
ZEFARA y
JABEL
RUT:
Volveos, madre, a casa vos,
y lo
que mi amor os ruega
haced.
NOHEMÍ: ¡Ay, Fortuna fiera!
bien tu inconstancia se
ve,
pues la que princesa fué
ya es
humilde espigadera.
Vanse NOHEMÍ y
RUT. Al irse RUT se van
mirando muy de espacio ella y
BOHOZ
BOHOZ:
Válgame el Dios de Sión!
¿Quién
es esta mujer bella,
que me ha dado sólo en vella
mil
vuelcos al corazón?
No
la he visto en esta tierra
otra
vez; más bajará
a la
siega de Judá,
como
suelen, de la sierra,
con los demás montañeses.
Detrás de los segadores
coge espigas, vierte
flores,
perlas
siembra y lleva mieses.
¿Hay
más bella compostura?
¿Hay
más compuesta beldad?
Más puede
la honestidad
con
amor que la hermosura.
Pues
si es compuesta y hermosa
¿qué
mucho valga por dos?
¿Yo sin armas, amor Dios,
y la Ocasión poderosa?
Peligro corréis, sosiego,
que si
el sol de agosto abrasa
y el de
amor el alma pasa
¿quién
sufrirá tanto fuego?
En
un misterioso sueño
quiso
el cielo revelarme
que no
tengo de casarme,
ni mi
amor llamará dueño
sino
a una mujer moabita,
cuya
virtud y humildad
honre
mi posteridad
con
descendencia infinita.
Por
esta causa hasta agora
a nadie
la llave he dado
del
alma donde se ha entrado
esta
hermosa labradora.
¿Cómo, abrasados antojos,
entró,
si a puerta cerrada
estaba
el alma guardada?
Mas si sirvieron los ojos
de
puertas, que hallando abiertas,
conquistó ¿qué hay que dudar?
pues
mal se podrá guardar
casa
que tiene dos puertas.
El
donaire con que espiga
enamorando al Amor
le
transforma en segador;
y
porque sus pasos siga,
en vez de espigas, arroja
a racimos las estrellas,
que al bajar las manos bellas
se estorban porque las coja.
Ya no con alas veloz
la aljaba a los hombres echas,
pues arrojando las flechas,
Amor, del arco haces hoz,
y como sin vista llegas
derribando cuanto alcanzas,
segando
mis esperanzas
a
ciegas mis dichas siegas.
Gritan dentro
Ya
cantan mis segadores.
Haceos,
pensamientos vanos,
espigas,
porque en sus manos
deis fruto, pues que sois flores.
Cantan dentro
MÚSICOS: "Segadores,
afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
HERBEL:
Quién espiga se tornara Dentro
costara lo que costara,
porque
en sus manos gozara
las
rosas que hacen su cara
por
agosto primavera.
Cantan
TODOS: "Segadores,
afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
UNO:
¡Vítor! Dentro
TODOS:
¡Vítor! Dentro
BOHOZ: ¡Qué alegría
han
dado a mi corazón!
¿Hay
siega con más razón?
GOMOR: Va la
mía, va la mía. Dentro
Cantan dentro
GOMOR: "Si
en las manos que bendigo
fuera yo espiga de trigo,
que
me hiciera harina digo
y
luego torta o bodigo,
porque luego me comiera."
TODOS: "Segadores,
afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
¡Vítor, Gomor!
ASAEL. Lindamente Dentro
lo
habéis dicho.
GOMOR: Aunque grosero Dentro
¿qué
queréis? yo so coplero.
BOHOZ: Envidia
tengo a mi gente,
pues donde ponen los pies
sus bocas pueden sellar.
GOMOR: Lisis, la tuya has de echar. Dentro
TODOS: Diga
Lisis. Dentro
LISIS:
Digo, pues. Dentro
Cantan dentro
"Si
yo me viera en sus manos
perlas volviera los granos,
porque en anillos galanos
en sus dedos soberanos
eternamente
anduviera."
TODOS. "Segadores,
afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
GOMOR: Ésta
se lleva la gala. Dentro
¡Viva Lisis!
TODOS:
¡Lisis viva! Dentro
BOHOZ: Ya amor
el alma cautiva;
fuego
por la vista exhala.
Llama
Segadores --¡Ah, Gomor,
Lisis, Asael!
TODOS:
Nueso amo. Dentro
GOMOR: ¿Llama
acaso? Dentro
BOHOZ:
Llamo y amo
entre
las llamas de Amor.
Salen GOMOR y
HERBEL
GOMOR: ¿Qué
es, nueso amo, lo que manda?
BOHOZ: ¿Quién
es esta espigadera
que las
almas, vueltas cera,
con
manos de nieve ablanda?
HERBEL: Ésta
es nuera de Nohemí,
moabita
en profesión,
esposa
de Masalón,
que
fué, según lo que oí,
princesa; pero llevada
del
amor de nuesa ley,
con el
moabita rey
menospreció estar casada;
y
por sustentar su suegra,
desde
la soberbia silla,
cogiendo espigas se humilla
y a
cuantos la ven alegra.
BOHOZ:
¡Válgame el Dios deseado!
¡Que en
una idólatra ansí
halló
la viuda Nohemí
lo que
en sus deudos no ha hallado!
¡Que
una princesa excelente
con
ejercicio tan bajo,
a costa
de su trabajo
ansí a
su suegra sustente!
Si
honesta, humilde y hermosa
conquistado mi pecho ha,
poderoso Amor, ¿qué hará
socorrida y virtuosa?
Y si
con una moabita
quiere
el cielo que me case,
¿qué
milagro es que me abrase?
Ya
vienen con fiesta y grita,
y tras ellos el cristal -
de los pies que a amor
provocan,
volviendo el trigo que tocan
de trechel en candeal.
Salen los segadores cantando y RUT
tras ellos lleno
de espigas el delantal
TODOS: "A
la espígaderuela linda
el Amor sus flechas rinda;
a la espigaderuela
honesta
hagan estos campos fiesta."
UNO: "Arcos
haga nuesas hoces,
flechas las espigas bellas
que tire al Amor con ellas
contra las suyas veloces;
las nuesas con tiernas voces
cantando la den la gala,
y a
los pies de la zagala
Flora ramilletes rinda."
TODOS: "Segadores, afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
Estánse mirando
RUT y BOHOZ mientras cantan
UNO: "Vuélvase
a vestir de flor
el
prado que agosto seca,
pues
con su vista se trueca
en
primavera mejor.
Más
pica el fuego de amor
que
el fuego del sol ardiente
su
hermosura es fresca fuente
que
en vasos de cristal brinda."
TODOS: "Segadores,
afuera, afuera,
dejen llegar a la espigaderuela."
BOHOZ:
Bendigan tu hermosura
los
cielos cristalinos,
hermosa
espigadera,
como yo
te bendigo.
Peregrina piadosa,
enamorado hechizo,
princesa del Amor
si de
Moab lo has sido,
a tus hermosas plantas
las de este claro río
humillen por besarlas
los cuellos más altivos.
Vuelva a brotar el prado
jazmines, rosas y lirios,
coronas de tus pies,
de mi
esperanza grillos.
No
quede ruiseñor,
pintado
jilguerillo,
calandria
y oropéndola
en
árboles y en nidos,
que alegres y bizarros,
de amor y pluma ricos,
no ofrezcen a tus plantas
en vez de labios, picos.
Mil veces venturosas
las hazas de mis trigos,
los pagos de mis mieses,
pues ver han merecido
primicias de sus partos
en el cristal bruñido
de aquestas manos bellas,
a quien el alma rindo.
No ausentes de mi siega,
por otras que ya envidio,
los soles de tu cara,
risueños y benignos;
que sin
llegar a colmo,
en fe
de tal castigo,
se
anublarán las mieses
que
viéndote han crecido.
Sigue
mis labradoras,
que en
fe de que te sirvo,
solícitas y alegres
las pongo en tu servicio.
Recoje espigas rojas,
serán plumajes ricos
del oro que tus brazos
guarnecen cristalinos.
RUT: ¡Oh,
generoso hebreo!
¿De
dónde ha merecido
una
romera pobre
tus ojos ver propicios?
La
tierra humilde beso
que
honraron tus vestigios,
ilustre
patriarca
del
pueblo circunciso.
(Retrato es verdadero
Aparte
y espejo donde miro
de mi
difunto esposo
el
simulacro vivo.
Pero si
de Bohoz
mi
Masalén fue primo,
¿qué
mucho que una sangre
de dos
haga uno mismo?)
¿Quién,
noble betlehemita
te
obliga a que benigno
ampares
extranjeros
y
hospedes peregrinos?
BOHOZ: Ya,
moabita hermosa,
hazañas
he sabido
de tu
piadoso pecho,
de tu valor benigno;
ya sé
que el reino dejas
a tu
virtud debido,
la
patria en que naciste,
el
tálamo ofrecido,
la ley
que cuerda truecas,
por la
que el dedo ha escrito
de
Dios, que dió a Moisés,
nuestro
primer caudillo.
La
caridad más nueva
que
vieron nuestros siglos
que con
tu suegra usaste,
pues al
humilde oficio
de espigadera pobre
el
trono has reducido
por
sólo sustentarla
del
majestuoso sitio.
Colme
de bendiciones
el
Señor infinito,
que
Dios Israel llama,
trabajos
tan lucidos,
mudanza
tan dichosa,
amor tan inaudito;
mas sí hará, que en sus alas
te dé su sombra abrigo.
RUT: Ya yo
la experimento,
pues ha
hallado contigo
gracia mi buena suerte.
Juez
amoroso y pío,
mi alma
has consolado,
mi
pecho enternecido,
pues
liberal ensalzas
mis
méritos indignos.
Aun ser
esclava tuya
mi amor no ha merecido,
la
tierra que has pisado,
el aire
que respiro.
BOHOZ: (¿Hay
humildad tan grande? Aparte
¿Hay
más bello prodigio
en
cuantos celebraron
imágenes y libros?)
Gritan dentro
RUT: Ya
vuelve a su tarea
el
escuadrón sencillo
de
nuestros segadores.
si
gustas, señor mío,
siguiendo sus trabajos
proseguiré mi oficio.
BOHOZ: E igualarás tus gracias
a sus granos de trigo.
Ve, hermosa espigadera,
despoja
el vellocino
que a
la desnuda tierra
dió
Céres pgr vestido;
saque a a mis gavillas
los fértiles racimos
que en órdenes dispuestas
componen granos limpios,
y en
cada huella tuya
produzca el Amor niño
contra
el calor que abrasa
claveles y narcisos.
Vase RUT
BOHOZ: Lisis, señora, espera;
escucha, Herbel amigo,
así tu
mesa cerque
amor de
alegres hijos,
que de
esta espigadera
cuidéis
tan advertidos
que
muestre su regalo
que
sois zagales míos.
Cuando
de Céres fértil
cortéis
el fruto opimo
desperdiciad manojos
de
industria perdedizos,
llenadla el delantal,
y
servira su lino
de mesa
que al Amor
ponga
en manteles limpios.
Si la
sed rigurosa
agravios del estío
formase, id a las fuentes
del bosque más vecino,
brindadla, mis zagales,
con su
raudal nativo,
que es
Melec mi Rut bella,
y así
beberá frío.
Si el
rústico vinagre
y el
fruto del olivo
con líquidos abrazos
diere
al calor alivio,
cuando
mojéis el pan
rogadla
comedidos,
llamadla diligentes,
servidla agradecidos.
Mirad
que vive en ella
mi alma, y que consigo
me
lleva el corazún
ganado
por perdido.
Vase BOHOZ
GOMOR: Picado
va nueso amo.
LISIS: Hagamos
lo que dijo,
que
Rut, Gomor, merece
del sol
ser bello signo.
HERBEL:
¡Pluguiera a Dios que en ella
tuviera
Bohoz un hijo
de
quien nacieran reyes!
GOMOR: Amor todo es principios.
Quillótrele una vez,
que
siendo él mozo y rico,
y ella muchacha y bella
hecho
va ya el partido.
Vanse todos. Salen ELFÍ, NOHEMÍ y
ASA
ELFÍ: La
hacienda que de Belén
llevaste a Moab pudiera
socorrerte. Ya te ven
pobre,
Nohemí, y extranjera;
porque,
si lo miras bien,
aunque ésta tu tierra ha sido,
no hay
patria más natural
como la
hacienda. Has venido
viuda,
sola y sin caudal.
Fue
avariento tu marido,
sus
parientes despreció;
que te
desprecien, Nohemí,
no te
espantes.
NOHEMÍ: Ya sé yo
que
aunque a muchos socorrí
siempre
en la arena escribió
sus
cartas de obligación.
........................
........................
........................
........................
Deja
razones prolijas,
con que
mi pobreza corres,
y mis
penas no corrijas;
que
pues que no me socorres,
no será
bien que me aflijas.
Mi
sobrino solías ser,
pero ya
lo negarás.
ELFÍ: Estoy pobre, ¿qué he de hacer?
NOHEMÍ: Rico me
han dicho que estás.
ELFÍ: Sustento hijo y mujer;
no he de quitárselo a
ellos
para
gastarlo contigo.
Adíos.
Vase ELFÍ
NOHEMÍ: Vete, Asa, con ellos.
¡Ah
tiempo, que del amigo
son el
toque tus cabellos!
Tus canas y desengaños
me enseñan a no fïar
en deudos, que ha vuelto
extraños
el interés, que a mudar
basta
la cara y los años.
Si
yo próspera viviera,
¡qué de
deudos me cercaran!
¡Qué de
parientes tuviera!
¡Qué de
casas me hospedaran!
¡Qué
reverenciada fuera!
Pero, en fin, si el no tener
es casi
no ser, quien venga
en su
patria a empobrecer
no se
espante que no tenga
deudos,
pues no tiene ser.
Sale RUT
Sólo en Rut este argumento
ni
tiene fuerza ni vale;
pues
deja el reino opulento
y a
ganar humilde sale
con su
sudor mi sustento.
¡Cielo! Pagádselo vos,
pues yo no tengo con qué.
RUT: Ya,
madre, gracias a Dios
y al
noble Bohoz, hallé
con que
comamos las dos.
Tres celemines de trigo
traigo; ¿no he espigado bien?
NOHEMÍ: Mil veces
tu amor bendigo.
RUT: Carne y pan traigo también,
querida madre, conmigo.
Asentáronme a su mesa
los
piadosos segadores,
y entre
su hambre y mi priesa
de los
bocados mejores
para
vos guardé una presa.
Venid, señora, a comer.
NOHEMÍ: (¡Cielos! premiad tal virtud; Aparte
eternizad tal mujer!)
¿Y en qué hacienda pues,
mi Rut,
quiso
el cielo socorrer
tu
trabajo y mi esperanza?
Dios a
su dueño bendiga.
RUT: De
Bohoz es la labranza.
NOHEMÍ: Déle
Dios por cada espiga
más oro
que Arabia alcanza.
RUT: ¡Ay,
madre, que he visto en él,
de mi
amado Masalón
la
imagen mas viva y fiel
que
pudo la imitación
fïar
del mejor pincel!
¡Ay,
madre, qué voluntad
le
debo, aunque se la pago!
.........................
¡Con
qué cariño y halago
cautivó
mi libertad!
¡Ay,
madre, que sus razones
están
llenas de elocuencia,
de
gusto sus bendiciones,
de autoridad su presencia,
de
dicha sus persuasiones!
¡Ay,
madre, que hablando obliga;
que
enamora cuando ve;
que con
su ausencia castiga!
¡Y, ay,
madre, en fin, que no sé
qué
tengo ni qué me diga!
NOHEMÍ:
Bendígale Dios, amén,
pues
que a los vivos socorre
y a los
muertos hizo bien.
Jamás
el olvido borre
su
memoria de Belén.
El pariente más cercano
era, mi
Rut, de tu esposo,
porque
era su primo hermano.
RUT: En su
talle generoso
le
miro.
NOHEMÍ:
Por más anciano
hay
otro deudo primero
que
Bohoz, cuya obligación,
si
atenerme a la ley quiero,
el
nombre de Masalón
que en
tí propagar espero
tiene de resucitar
dándote
mano de esposo.
RUT: No hará, madre, ese pesar
el
cielo a mi amor piadoso.
Sólo a
Bohoz ha de amar
por
dueño suyo mi vida.
NOHEMÍ: El
cielo tu dicha ordena.
RUT: Hoy a sus deudos convida
para una espléndida cena.
NOHEMÍ:
Costumbre es ya recibida
en
Judá cuando se empieza
el
agosto, que el senor
de las
mieses, si riqueza
tiene,
haga, a lo labrador,
alarde de su largueza.
Cenan todos en las eras,
y luego sirven de camas
las parvas, aunque groseras.
Mas pues limpiamente le
amas
y el
favor del cielo esperas,
él
me debe de animar
para
que cosas te diga
que
esta noche han de añudar
lazos
que el Amor bendiga
y
alivien nuestro pesar.
Ven,
que ya el cielo procura
contra
la Fortuna atroz
despertar nuestra ventura;
pues sólo es digno Bohoz
de tu virtud y hermosura.
Vanse las dos. Salen todos los pastores
LISIS:
¡Brava cena!
ZEFARA: Cual su dueño.
HERBEL: Bohoz
es rico y liberal.
GOMOR: No hay
cena, Lisis, igual
como el
vino para el sueño.
ASAEL:
Poderosamente habemos
cenado.
GOMOR:
Y mejor bebido.
Yo
vengo medio dormido.
JABEL: Parvas
mullidas tenemos
libres de pulgas y chinches.
GOMOR: No me
cabe en la barriga
la cena, Lisis amiga.
LISIS: Tal embutes cuando hinches.
GOMOR: Buscar quiero do me acueste.
LISIS: ¡Cuál debes de estar!
GOMOR: Ya ves
fayancas me hacen los pies.
Sale BOHOZ
BOHOZ: Amigos.
GOMOR:
Nueso amo es éste.
BOHOZ: ¿No
es hora de reposar?
GOMOR: Yo al menos a echarme voy.
BOHOZ: Huésped
esta noche soy
de las
eras.
HERBEL:
Buen lugar
hay
aquí sin que os ofenda
el
cuidado y la ambición.
GOMOR: Sea en
vos la ejecución,
y
echaos sobre vuesa hacienda.
BOHOZ: Idos
a dormir vosotros.
A LISIS
GOMOR: Rolliza y hermosa estáis.
¡Plega a Dios que no me
hagáis
en sueño, Lisis, quillotros.
Vanse los segadores
BOHOZ: Niño
Amor, que por señal
de lo
que los campos precias,
los de
tu Chipre antepones
a las
cortes opulentas.
Cuidadoso labrador
que
esperanzas verdes siembras
y
amorosos pechos labras
que
después con llanto riegas;
tú, que las mieses sazonas
y arrancas después sospechas,
de pensamientos cizañas
con que
tus frutos desmedran;
tú, que
estando en posesión,
coges
tu agosto y cosecha
en
granos de hijos sabrosos,
siendo
el tálamo tus eras,
labrador soy como tú;
una
hermosa espigadera
trilla
pensamientos castos
que
ofrecen memorias tiernas.
Sopla
manso y favorable,
limpia
las aristas secas
de
estorbos siempre enfadosos
que con
tu trigo se mezclan.
Coja yo
lícitos frutos
de la
tierra más honesta
que tu
heredad fertiliza,
que las
memorias celebran.
Si en
una mujer gentil
he de
tener descendencia
de
quien proceda el Mesías
que
Israel tanto ha que espera,
sea
Rut, piadoso Amor;
que si
significa piedra,
en piedras hace señal
el arado de tus flechas.
¡Ay, sol del alma que
alumbras!
¡Si en
mi pecho amanecieras
y con
tu vista alegraras
de mi
pesar las tinieblas!
Sosegad, cuerpo, entretanto
que los
pensamientos velan.
En las
faldas de la noche
dormid,
ojos, hasta verla.
Échase una
parva de espigas y se duerme. Sale RUT
RUT: Los consejos de Nohemí,
madre en obras, aunque
suegra,
sola y
de noche me traen,
bien
que enamorada honesta.
Durmiendo está aquí Bohoz;
costumbre dicen que es vieja
en las
tribus de Israel
cuando
algún varón intenta
casarse, en vez de la mano
y el sí
que al libre sujeta,
cubrir
con su misma capa
de su
esposa la cabeza.
Ésta es
ley del matrimonio
hebreo,
en señal y muestra
que el
marido es el abrigo
de la
mujer casta y cuerda.
Buen testigo, Amor, sois vos,
que no lascivas quimeras
ofenden
la honestidad
que
limpia el alma conserva.
Persuasiones de Nohemí;
celestiales influencias
que en proféticos avisos
certifican sus promesas,
me
traen, puesto que amorosa,
tan
segura, que en ofensa
del
honor que reverencio
le haré
de mi vida ofrenda.
Temblando voy, Dios piadoso
de
Israel, a quien confiesa
mi fe,
libre del engaño
que
idólatras almas ciega.
Sed vos
conmigo animándome,
y en vuestras
llamas eternas
abrasad
mi casto amor,
pues
que limpian y no queman.
A sus
amorosos pies
reclinando la cabeza
cumplo,
Nohemí, noble y sabia,
las leyes de tu obediencia.
Échase a sus pies y despierta BOHOZ
BOHOZ:
¡Válgame el nombre inefable
del
Señor! ¿Quién me despierta,
y lo
que soñando goza
el alma
desasosiega?
¿Quién
está aquí?
De rodillas
RUT: Yo, Bohoz.
Soy Rut, una esclava
vuestra,
que en
vuestro amparo segura
su
honra y vida os encomienda.
El
pariente más propincuo
sois en
sangre y en nobleza
de mi
esposo malogrado.
La ley
de Moisés ordena
que
resucitéis su nombre;
pues
murió sin descendencia,
honrad
su posteridad
y
cubridme la cabeza.
Con un cabo del
gabán, le cubre la cabeza
BOHOZ: Mil
veces bendita tú,
pues
que la piedad primera
con la
segunda aventajas,
ejemplo
de la belleza.
Agradézcate mi amor
con el
alma y con la lengua
la
elección que de mí hiciste,
cuando
pudieras hacerla
de la
juventud lozana
de
Belén, de la riqueza
de
Efratá, que tu hermosura
cuantos
la habitan rindiera.
No
niego de Masalón
el
deudo y naturaleza,
pero
hay otro más propincuo
en
quien esa ley se emplea.
Levántanse
Propondréle tu virtud,
tan
grande que la celebran
cuantos
vecinos ampara
nuestra
patria entre sus puertas.
Diréle
su obligación.
Quiera
el cielo y mi amor quiera
que
asegure con un no
mi vida
porque no muera.
Si me cede su derecho,
y el sí
y la mano te niega
con
todas las ceremonias
que
dispone la ley nuestra,
pídame
albricias Judá,
envidia
Israel me tenga,
la fama
mis dichas cante,
esculpa en bronces y en piedras
nuestro amor la
eternidad,
porque
el olvido no pueda
borrar
con sus tristes sombras
nuestra
historia alegre y tierna.
Ya el sol a su misma luz
saca a
enjugar las madejas
que
cada noche en el mar
lava
cuando en él se acuesta.
Al
interesado voy
a
hablar de tu belleza.
Vuélvete
a casa segura;
di mi
contento a tu suegra,
que hoy
tienes de ser mi esposa,
porque
a un mismo tiempo tengan
mis trojes y mi esperanza
de trigo y de amor cosechas.
Galas de bodas prevén;
mas no es bien que las
prevengas,
que si ansí me
enamoraste,
ansí esposa es bien te vean.
Saldránte a echar bendiciones
nuestras matronas hebreas,
porque sea espejo suyo
la
mejor espigadera.
RUT: Si yo
tuviera palabras
para
agradecerte...
BOHOZ: Deja
de amor exageraciones,
que la lisonja usa de
ellas,
y dime
¿qué tanto me amas?
RUT: Como el
sol a su luz bella,
que no
hallo ejemplo mejor
con que
imitar mi pureza.
BOHOZ: ¿Serás
mi esposa?
RUT: Y tu esclava.
BOHOZ: ¿Querrásme sabia?
RUT: Y honesta.
BOHOZ:
¿Mudaráste?
RUT:
Como un monte.
BOHOZ:
¿Ceñirásme?
RUT:
Como hiedra.
BOHOZ:
¿Tendrásme?
RUT:
Como a señor.
BOHOZ:
¿Llamarásme?
RUT:
Mi cabeza.
BOHOZ:
¿Recibirásme?
RUT:
En el alma.
BOHOZ: ¿Y
guardarásme?
RUT:
Obediencia.
BOHOZ: ¡Qué
gloria!
RUT:
¡Qué dulce vida!
BOHOZ: ¡Ay, mi
sol!
RUT:
¡Ay, cara prenda!
BOHOZ: Adiós,
dulce esposa.
RUT: Adiós.
BOHOZ: Contigo voy.
RUT: Tú me llevas.
Vanse los dos. Sale GOMOR, corriendo tras LISIS.
Luego más pastores
LISIS: ¿Estás loco?
GOMOR:
Estoy borracho.
LISIS: ¿Qué me
quieres?
GOMOR: Que me quieras.
LISIS: ¿Agora sales con eso?
GOMOR: Agora
salgo con ella.
Pardiós, Lisis de mi vida,
que
soñaba...
LISIS:
Siempre sueñas.
GOMOR: Que
parías un muchacho,
con
todas sus pertenencias;
pescudaba la comadre
cuyo es
el niño, y tú mesma
entre
los ayes del parto
con una
voz de manteca
decías,
"¡Ay! de Gomor,
su
nombre quiero que tenga,
Gomor quiero que se llame,
Gomor
le nombra su abuela."
y el
rapaz que te imitaba,
la
boquilla medio abierta,
en vez
de decir, "gua, gua,"
decía, "go, go, denme
teta."
Esto sé ha de ser verdad;
la mano
y el alma venga,
que
pues ya de mí pariste,
no
casarte es desvergüenza.
LISIS: Anda,
vete en horamala.
GOMOR: Para ti
será mi hacienda,
para ti mi pegujar,
para ti
mi buey y ovejas,
para ti
el alma y la vida,
y para
ti mi borrega
y estos
brazos gomorriles.
Abrázala
LISIS: ¡Ay,
Dios! aquí de la siega,
que hurtan ladrones el trigo.
GOMOR: No des voces.
LISIS:
¡Que se llevan
las
gallinas!
GOMOR: ¡Oh, bellaca!
Bien sabéis guardar las vuesas.
Salen los pastores con bieldos y
horcas
JABEL: ¡Mueran los ladrones todos!
GOMOR: Por mí,
Jabel, mas que mueran.
HERBEL: Todo
este bieldo le encajo.
¿Qué es
del ladrón que os altera?
LISIS: No hay nadie; que me burlaba.
GOMOR: Mamáronla.
ZEFARA:
¡Buena flema!
LISIS: Por despertaros lo hice.
Sale ASAEL
ASAEL: Segadores, buenas nuevas.
Hoy no habéis de trabajar,
que es día de boda y
fiesta.
GOMOR: ¿Cómo?
ASAEL.
Nueso amo se casa.
LISIS: ¿Con
quién?
ASAEL:
Con la espigadera.
GOMOR: ¡Miren
si lo dije yo!
HERBEL: ¿Tan
presto?
ASAEL:
Amor todo es priesa.
Vestida
de labradora,
porque
luzca su belleza,
como el
sol entre las nubes,
flores vierte y rosas siembra.
Toda Belén la acompaña,
y de
casa de su suegra,
Bohoz
la lleva a la suya,
para que a la noche sean
las bodas.
LISIS: Que buena pró
les haga.
GOMOR: Que los dos vean
tataranietos y choznos
que en
cuatro mundos no quepan.
ASAEL: Todos
han salido acá;
y con
músicas y fiestas,
en
competencia bailando,
los
segadores se alegran.
LISIS: ¿Pues
qué aguardamos nosotros?
Aquí
traigo castañetas
como el
puño.
GOMOR:
Y yo pulgares
que las arrojan más tiesas.
Mas, pues nueso amo se
casa,
¿no
haremos nosotros sendas
matrimoñaduras?
LISIS: Digo
que soy tuya.
GOMOR: Alto, pues, vengan
los dos puños.
LISIS:
Uno basta.
GOMOR: No
basta. Testigos sean
que me
he casado a dos manos
cuantos
están en las eras.
Sale toda la
compañía de labradores,
y de las manos BOHOZ y RUT; sale NOHEMÍ; cantan
y bailan
los pastores
UNO: "Ésta
sí que se lleva la gala,
de las que espigaderas son.
Ésta sí que se lleva la gala,
que
las otras que espigan non.
Viertan todos trigo
sobre la cabeza
digna de coronas.
TODOS: De
la espigadera.
UNO:
Echen bendiciones
que
del cielo vengan
y a montones caigan.
TODOS: En
la espigadera.
UNO:
Alaben los cielos,
celebre la tierra,
coronen los campos.
TODOS: A la
espigadera.
UNO: Que
ella es la primera
gloria
del amor.
TODOS: Y
ésta si que se lleva la gala,
que las otras esposas non."
BOHOZ: De Rut y Bohoz nació
Obed, y por línea recta
de
Obed, Jesé, que fué padre
de
David, rey y profeta.
de
quien, decendiendo Cristo,
hace la
memoria eterna
de Rut,
que esta historia llama
la
mejor espigadera.
Descúbrese un
árbol, y en él
la descendencia de David, desde
Jesé hasta
Bohoz
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