21 (pág. 61) La Basílica de María Auxiliadora en Valdocco, Turín, fue
inspirada y construida por Don Bosco. Los trabajos empezaron en 1863 y
concluyeron en 1868, teniendo lugar su consagración, con grandes celebraciones
y festejos, el 9 de junio de dicho año. El cuadro de María Auxiliadora – María,
madre y reina, rodeada de apóstoles y evangelistas – representa el corazón del
templo y es obra de Tommaso Lorenzone. En 1891, Giuseppe Rollini, antiguo
alumno del Oratorio, pintó los frescos de la cúpula que celebran la gloria de
María Auxiliadora por sus intervenciones en defensa de la cristiandad (especialmente
la liberación de Viena y la batalla de Lepanto contra las amenazas del imperio
turco y el Islam). Por necesidades de espacio y funcionalidad, entre 1935 y
1938 el santuario fue ampliado con un segundo crucero a modo de dos grandes
espacios laterales perpendiculares al altar mayor y con una segunda cúpula
sobre el mismo. Al mismo tiempo fue decorado completamente con columnas de
granito, mármoles y mosaicos, estatuas y pinturas. A partir de ese momento, el
santuario custodia la urna con los restos de San Juan Bosco, que había sido
canonizado en 1934. Más tarde custodiará también en sus respectivos altares
laterales, los restos de Santa María Dominga Mazzarello, co-fundadora con Don
Bosco de las Hijas de María Auxiliadora, y de Santo Domingo Savio, alumno del
Oratorio que destacó por su santidad.
Según su propia confesión, Don Bosco erigió
este santuario mariano por solicitud expresa de la Virgen. Su concepción y realización responden a exigencias apostólicas concretas y a un sabio
diseño de pedagogía pastoral. Representa el templo emblemático para la Congregación salesiana.
22 (pág. 66) «No nos movamos de este sitio / que el tiempo
ahora transcurre dulcemente.», Miquel MARTÌ I POL, poeta catalán (1929-2003).
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