Bajo el prisma de la devoción y como un sueño

La sugestión de un proyecto de características como las antes descritas llevaba mucho tiempo tentándome. Y tanto más sutil e insistente percibía la «tentación» cuanto novedosa podía ser la vía de realización, la experiencia personal de hacerlo y los resultados que compartir, en el supuesto de alcanzar un mínimo de dignidad que justificara luego su «presentación en sociedad». Con el paso de los días y de mi vida, veía el desafío bajo el prisma de un tributo de devoción filial por el personaje y como un sueño personal tan a su estilo de soñador impenitente, ambos de obligado cumplimiento para mi. Por su novedad, complejidad y pretensiones, estoy convencido de que este trabajo requiere una explicación suficientemente explícita y completa al lector; algo que ahora, a modo de confesión, estoy intentando.

Son muchas, en verdad, las vías y perspectivas desde las que ya se ha abordado la figura de Don Bosco: unas «memorias biográficas» como recopilación casi exhaustiva de crónicas y datos, hagiografías a fines de exaltación de la figura, amables anecdotarios como ramilletes de «florecillas» al estilo franciscano, las biografías

históricas de rigor científico u otras más ceñidas a la divulgación, el perfil moral y espiritual, o presentar su carisma y su sistema educativo desde parámetros estrictamente pedagógicos y corrientes pedagógicas históricas. A pesar de la abundancia y de la variedad, no me constaba ninguna aproximación a Don Bosco similar a la que estaba imaginando. Y, así, la tentación seguía insistiendo tercamente en mi.

Pero para este enfoque yo me hallaba ante la exigencia y el desafío de una nueva opción. Aunque con una impronta espiritual de carácter y referencia bíblica –éste podría ser ya su toque distintivo de originalidad–, resultaría, a lo sumo, un nuevo perfil espiritual o una biografía especial, pero perfil o biografía al fin y al cabo, una más entre las muchas existentes. Y, en mi desvelo por el  futuro que se nos depara, no era eso lo que quería.