IntraText Índice: General - Obra | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Link to concordances are always highlighted on mouse hover
Salón. Salen por distintos lados ASENET,
PUTIFAR: Ya como mandasteis, ahora
TITANA: ¿Por qué tan pronto el camino
ASENET: Porque gracias di, y no ignora
ASENET: Y así, sus pies soberanos...
JOSÉ: Y así, aguardar mis hermanos...
LOS DOS: Bien es... Mas ¿quién está aquí?
como los demás perdido
en mí, si es que ha merecido
ASENET: Si esa voz, que ya otra vez
Y así, ha de hacer mi desdén,
sepan todos... (No haré tal, Aparte
... que escarmiento en mí halle quien
ASENET: ¿Por qué?
que os quiero, os amo y adoro.
JOSÉ: No.
ASENET: ¿Cómo no, si alcanzo a verlo?
JOSÉ: Si vos queréis entenderlo,
ASENET: Si mi oído lo escuchó...
JOSÉ: Si mi voz hizo este arresto...
FARAÓN: ¡Asenet! ¡José! ¿Qué es esto?
¿Qué hablabais cuando iba entrando?
LOS DOS: Despedirnos, encontrando...
JOSÉ: ...Asenet en este puesto.
FARAÓN: (A ver la reina pasaba; Aparte
da a mostrarlos mi afición).
TITANA: Vámonos, señora, acaba.
JOSÉ: (¿Con qué rigor se indignaba?) Aparte
FARAÓN: (Yo en mi reino he de tener Aparte
¡De casarle! Esto ha de ser).
Pues ya a los dos aquí he hallado
de vuestro padre después.
Con que así, mi intento es
a Asenet).
FARAÓN: Tú aquí, aprobando mi intento,
ASENET: Ley es en mí vuestro gusto.
FARAÓN: José, salvador y aumento
se interpreta. Éste os presento
sin que adversidad aguarde,
de vuestra unión, que ha trazado
si esto también no te agrada,
ASENET: Nada
me dijo a mí.
todo me lo dijo a mí.
ASENET: Tú en ti mismo podrás verlo.
JOSÉ: ¿Cómo dudando el creerlo?
ASENET: Como yo, llegando a oírlo,
JOSÉ: ¿Cuándo, gran Dios de Abrahán,
advertid...!
Salen CLEFO y todos los hermanos
CLEFO: Señor, ¡tu preciosa copa!
Habiéndola echado menos
que es el del menor, la hallé.
PUTIFAR: ¡Haya tal atrevimiento!
CLEFO: Y aunque el robador es uno,
¿Qué dispones?
JOSÉ: ¡Infame intento! ¡Acción vil!
¿Así agradecéis el trigo?
¿Es corresponderme esto
a mi gratitud?
BENJAMÍN: Que me oigas te ruego.
RUBÉN: El sobresalto me ahoga.
JUDÁ: De temor me cubre un hielo.
SIMEÓN: ¡Yo a la cárcel otra vez!
Por ti, trasto, es todo esto.
BENJAMÍN: Señor, ¿cuándo mis hermanos
JOSÉ: Sí.
BENJAMÍN: Pues nuestra inocencia pruebo.
¿Quién quita, que como entonces
en los sacos; que en el mío
sino de que nuestros pechos
RUBÉN: (Bien dijo; mas está airado). Aparte
SIMEÓN: (¿Si nos despachará presto?) Aparte
JOSÉ: (¡Corazón, valor!) Aparte
Pues, ¡cómo
comprobado el latrocinio?
a éste castigarle quiero.
Ley de Egipto es que el que roba
sin Benjamín, porque ya
RUBÉN: ¿Qué es lo que escucho? ¡Pesares!
JUDÁ: ¡Desdichas! ¿Qué es lo que advierto!
BENJAMÍN: No siento quedar tu esclavo;
que ese no es castigo, es premio.
es lo que siento; y que muera,
porque en mí el consuelo halló
no de mí que...
JOSÉ: (¡Mal me esfuerzo!)Aparte
BENJAMÍN: ... mi vida no importa.
TODOS: Primero que sin él vamos,
JOSÉ: No hay remedio. Esto ha de ser.
RUBÉN: Después que tal sentimiento
JUDÁ: Yo le ofrecí morir antes
RUBÉN: Y si no volvemos todos,
JUDÁ: Yo también por él me ofrezco.
LEVÍ: Pon en mi rostro la mano.
ISACAR: Estampa en mi frente el hierro.
SIMEÓN: Yo me volveré a la cárcel.
RUBÉN: Y postrados por el suelo...
JUDÁ: Y a tus plantas suspirando...
LEVÍ: Y en nuestro llanto desechos...
TODOS: Creemos que esta pena es
JOSÉ: (¿Qué aguardas, corazón? ¿Qué? Aparte
¡Benjamín de mi alma! ¡Hermano
BENJAMÍN: ¿Qué hacéis, que yo me enternezco?
CLEFO: (Los dos lloran abrazados). Aparte
(Confuso de verlo voy). Aparte
JOSÉ: Vuélveme a abrazar de nuevo,
BENJAMÍN: ¿Mi hermano José, el muerto?
JOSÉ: No soy muerto. No extrañéis,
y más le quiero por eso.
¿De qué hay que sorprenderos?
No os turbe verme en tal puesto.
JOSÉ: Yo soy; que ya de mi gozo
Y pues para vuestro bien
y todo cuanto incluyeron
vuestras haciendas, que aquí
abundancias os prometo;
que en volviendo, de mi historia
RUBÉN Nuestro anhelo, hermano, irá
JOSÉ: Y mi amor hará, aguardando,
RUBÉN: Felices todos nosotros...
JOSÉ: Dichoso mi cautiverio...
RUBÉN: ...pues nos da el cielo tal bien...
JOSÉ: ...pues Dios por él me da el premio...
RUBÉN: En vano ha sido ese aviso.
JOSÉ: ¿Quién con tal gozo se vio?
TODOS: ¿Quién vio tan raros sucesos?
SIMEÓN: ¿Y quién que yo no llevara,
¡Si nos despachará presto!
Vanse todos. Selva. Salen JACOB, DINA y CELFORA
JACOB: Dejad que de una vez un triste muera
y no de tantas, en años tan prolijos,
muertes me dé la ausencia de mis hijos.
¡Ay de mí, que ya en vano hallo consuelo!
DINA: Si así lo quiere el cielo,
padre y señor, a sus divinos juicios
de las penas hagamos sacrificios;
que pues esto permite, es conveniente.
JACOB: ¡Después de un hijo muerto, el otro ausente!
CELFORA: ¿Hay tales desvaríos?
JACOB: ¡Ay, pedazos del alma! ¡Ay, hijos míos!
CELFORA: Señor, no llores, que vendrán ya prontos;
no haya miedo se pierdan; que son tontos.
Mire qué niños, hombres ya barbados.
JACOB: No han sido más cuidados,
¡ay, Celfora!, por ellos cuanto ansiosos
brazos mi Benjamín, mi luz, mi cielo,
llegue a darme placer, vida y consuelo.
que en él, como en José, los inhumanos
extremos de la envidia -- ¡oh, infeliz padre! --
ejecuten; que como de una madre
y de otras los demás, no me debieron
tanto amor, está el pecho receloso
Benjamín pruebe. Cuando juzgo cierto
que si murió José, ellos lo han muerto.
DINA: ¡Sospecha vana! ¿Quién tal imagina?
JACOB: ¡Ay! Que es la envidia el monstruo mayor, Dina.
¿Qué extrañas la sospecha, en que me fundo,
si el primero homicidio que vio el mundo
fue por ella de hermano a hermano? Diga
esta verdad Abel. Mas mi fatiga
suspenda el pensamiento,
y el dolor no renueva mi tormento.
habemos ya llegado, vuelva, vuelva,
mi débil vista a ver, aunque cansada,
JUDÁ: Aparte la bestia del camino
..................................
que estorba. Pues se para.
DINA: Sí.
CELFORA: Ya se acercan los cencerros.
SIMEÓN: ¡Cho! La burra ha de echar por esos cerros.
JACOB: Pues ya vienen, el gozo no resisto.
¿Ya Benjamín entre ellos habéis visto?
que al verlos, la tendré con regocijos.
Salen todos los hermanos menos SIMEÓN
¡Que ya conseguí veros! ¡Qué alegría!
¿Y Benjamín?
BENJAMÍN: ¡Feliz abrazo, padre!
SIMEÓN: Por vida de la burra [de mi madre],
CELFORA: ¿Ese enfado por qué ha sido?
SIMEÓN: Porque cayó la burra. Y bien pudiera
no caer con cuatro pies. ¿Qué más hiciera
que de tamaño tal, grandes y chicos
veo andar en dos pies muchos borricos.
como nuestro alborozo
muestra en la comitiva que traemos.
JACOB: Gracias a Dios que trigo ya tenemos.
RUBÉN: No sólo en eso este placer señalo,
sino que para todos un regalo
BENJAMÍN: ¿Yo? Más que todos.
JACOB: ¿Mi cariño burláis? ¡Locas quimeras!
RUBÉN: Pues con las mismas digo;
que Faraón se precia de tu amigo
¿De mis canas hacéis así desprecios?
JUDÁ: No lo permita Dios. Y si no, diga
a asegurarlo, ver que así te apuras.
A mí me han dado cinco vestiduras,
con trescientas monedas. Y otro tanto
traemos para ti.
SIMEÓN: Y lo que es la moneda toda en plata.
DINA: Lo que escucho me admira.
SIMEÓN: A fe que no es mentira.
Dos galas solamente a cada uno
de nosotros nos dieron; e importuno
con diez jumentos para ti cargados,
de lo que halló mejor en sus estados.
Y también para el viejo, si a irte aplicas,
en víveres cargadas seis borricas,
enfurruñado vengo en mis molestias;
que es trabajo fatal tratar con bestias.
CELFORA: Algo de más bebiste en la posada,
marido, pues también dices desvaríos.
que ya veis van a casa, si no obligo
vuestro crédito.
Van pasando carros y acémilas cargadas
OTRO: Aquí, coneja.
RUBÉN: ¿Ya quedaréis con esto satisfecho?
................................
SIMEÓN: ¿Ha visto usted esa burra, la primera?
JACOB: Sí.
SIMEÓN: Pues, borrica no habrá más paridera
SIMEÓN: ¿Qué llama usted cerrar? Ni aun entornado.
SIMEÓN: Manteniéndolas vienen con natillas.
¿Ves aquesta mujer? Pues no la trueco
por ti, porque es mejor.
¿Por qué es mejor?
SIMEÓN: Porque en enojos malos,
más respeto que tú tiene a los palos.
al arre. Es como tú.
a mí esta bestia? Diga, y haré paces.
SIMEÓN: Porque todo al revés lo entiendes y haces.
JACOB: ¿Qué es lo que veo? ........
..................................
RUBÉN: Pues, porque tu deseo al ir se arrime
¿Sabe...?
RUBÉN: Más.
¿Falta más que saber, cuando contento
sé que volvéis con tanto valimento?
JACOB: ¿Qué será?
JACOB: Yo estoy insensitivo.
CELFORA: ¿Habrá quién al oír esto
DINA: Di cómo, hermano, a nuestra duda absorta.
RUBÉN: Oíd en breves razones cuanto importa.
De Faraón José, mi hermano, alcanza
poder, dominio, honor, mando y privanza,
tanto que en su distrito
segundo Rey le adora todo Egipto;
a éste le hablamos siempre, sin que diera
menor señal o indicio de quién era;
pero después de acasos, pesados
para nosotros, y para él gozados,
después que alarde haciendo en sus agrados
a su mesa nos tuvo convidados;
y después que con llanto y regocijo
declarársenos quiso, así nos dijo:
"La miseria en Canaán no halla mudanza,
la abundancia en Egipto, y mi privanza,
es vuestra. De Mambret, sin que lo dude,
a Egipto, con familia y con ganados;
y no temáis conmigo adversos hados;
a estos seguidos que hambre manifiestas,
ya acá, -- ¡gloria al Señor! -- mi vigilancia
aun para algunos más logra abundancia
de cuanto conducir cabe a sustento.
Con que sufriendo allá mal tan violento
donde a mi vista en mí un esclavo tengan."
el rey Faraón, de su grandeza usando,
al ver que de José hermanos somos,
-- lo dijeron quizás los mayordomos --
confirma, y aun repite esta demanda,
y con nosotros los presentes manda.
BENJAMÍN: Y así, señor, pues veis que pesar tanto
por mi hermano nos quita el cielo santo...
TODOS: Vamos a Egipto, pues que de ese modo
todo será placer, contento todo.
SIMEÓN: ¡Pues dicen ya que aquí no hay comamos!
DINA: Su persuasión apruebo,.
TODOS: ¡Vamos!
JACOB: Pues siendo aqueso cierto,
y a ese fin inclinados os advierto,
ya en seguiros no habrá qué dificulte,
como a mi Dios primero le consulte,
y, pues que ya la noche en sombras viene,
aquí ya, ¿qué os detiene?
TODOS: Todos os seguimos
ufanos con la dicha que trajimos.
JACOB: Cuando sea esta verdad de mí creída,
Dios de mi padre Isaac, y también mío,
mi religiosa fe tu auxilio pida,
porque no tengo aliento y ánimo y brío
a mis padres; y a Egipto ir desconfío
y pues neutral mi duda ya os invoca,
luces me dad de vuestra santa boca.
Vase JACOB. Salen FARAÓN, la REINA,
JOSÉ, ASENET, CLEFO y acompañamiento
parabienes de mi afecto
REINA: Y en holocaustos
su antorcha os alumbre, haciendo
ASENET: Sólo a fineza tan grande...
JOSÉ: Sólo a favor tan supremo...
ASENET: ...como por vos logra el alma...
JOSÉ: ...como por vos goza el pecho...
ASENET: ...en mí, y en mi esposo miro...
JOSÉ: ...en mí, y en mi esposa veo,
un fino agradecimiento.
LOS DOS: Y por ambos elocuente
explíquese mi silencio.
FARAÓN: ¡Oh, qué vano está mi gusto
pues a más de que mi anhelo
dulcemente por mi bien,
una honestidad cumplida,
ASENET: Si en mi esposo José oigo
favores tan lisonjeros
su gala y su discreción,
REINA: Ambos estáis de finezas...
LOS DOS: Decid de merecimiento...
FARAÓN: De oíros me solemnizo...
REINA: Yo también me lisonjeo.
PUTIFAR: ¡Albricias, señor, que agora
y a mi cuarto conducidlo.
FARAÓN: ¡No! ¿Para qué? Que entren presto
FARAÓN: ¿Qué hay que advierta?
no profane...
lo permite.
JOSÉ: Dame el parabién, contento...
ASENET: Dichas, disculpad mi gozo.
Salen PUTIFAR, todos los HERMANOS, y MUJERES
TODOS: ¡Hermanos!
os reciba... Mas, ¡mi padre!...
JACOB: Dejad que llegue el primero...
JACOB: Mis ojos respondan. ¿Hijo,
RUBÉN: Ya tu gusto obedecemos.
SIMEÓN: Ya todos hemos venido.
DINA: ¡Qué mármol duro, qué acero,
JACOB: ¡Cuánto te he llorado muerto!
JOSÉ: Padre, ved que están presentes
sus altezas.
para que antes no llegara
FARAÓN: Alza, Jacob, a mis brazos.
JACOB: Señor, ¡favor tan supremo
JACOB: Hijo, ¡no dirás qué es esto
¡Que estoy absorto y suspenso!
JOSÉ: Esto es haber, padre mío,
sus infalibles decretos
REINA: José nuestro amparo ha sido.
FARAÓN: José alma es de mi imperio.
PUTIFAR: Por él de vida gozamos.
ASENET: Por él dichosa me veo.
RUBÉN: Por él este bien tuvimos.
SIMEÓN: Por él estuve yo preso.
JACOB: ¡Y por él cuánto mis ojos
TODOS: Pidiendo todos rendidos
FIN DE LA COMEDIA