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JETRO: ¿Cómo te vuelves a casa
SÉFORA: Porque dura poco el bien.
JETRO: ¿Por qué?
SÉFORA: Por ser transgresor
el ángel, y yo advirtiendo
que el primero ser me ha dado,
y también si lo advertís,
JETRO: Alabo tu discreción
SÉFORA: Harto siente el corazón
su ausencia, aunque en esta ausencia
me consuela -- y es forzoso --
un padre que está en presencia.
JETRO: Tú vienes a ser también,
Vanse y sale MASAR, huyendo, y FARAÓN tras
FARAÓN: ¡Por los dioses que venero,
MASAR: Señor, si traigo el letrero
-- sirviendo de fiel sirviente
porque más de mí te duelas,
que corresponde a tu gusto.
(¡Oh, quién agora tuviera Aparte
para hacer a Faraón
que al re[taguardia] anduviera!
FARAÓN: No temas. Llega, Masar.
Tú has de trazar que esta noche
pueda hablarla, aunque trasnoche
envidiando al sol que adoro
MASAR: ¿Y si derriba quijadas,
FARAÓN: No temas, Masar, que yo
MASAR: (¡Oh, pesar de mi linaje Aparte
MASAR: Aunque su pena se ataje
FARAÓN: Cuando el papel le llevaste,
MASAR: ¿Cómo la hallé? ¡Mujer!
FARAÓN: Mejor dirás tigre hircana,
Aqueso no he preguntado,
me quedaba embelesado.
FARAÓN: ¿Leyó con gusto el papel?
MASAR: Señor, sí, y cuando llegó
de su boca, mas después
FARAÓN: Traza con tu habilidad
lo que te digo.
FARAÓN: Dila que su esclavo soy.
MASAR: (¡Ojalá fuera verdad!) Aparte
Vanse y salen ARÓN con una espuerta de
ladrillos, y NACOR dándole con un palo
jornalero grosero y mal mirado,
¿cómo te vienes con tan poco seso?
se aguardan los maestros en palacio?
que con puntualidad cumplir deseas?
no pronuncie razones en mi mengua;
soy hijo de Israel y soy honrado
como noble sabré ser homicida.
NACOR: ¡Por los dioses que invoco
que debe este cautivo de estar loco!
que un atrevido egipcio fin tuviera;
sufro oprobios y afrentas de un egipcio.
NACOR: ¿Qué es aquesto que veo,
israelítico vil, villano hebreo?
que de tu mano al fin será regalo.
que te dan el castigo merecido.
De rodillas
¿Hasta cuándo, Dios mío,
tendrá el pueblo gitano tanto brío?
que ha sufrido Israel tan largos años.
Salga de cautiverio,
pues es el mando vuestro y el imperio.
donde aromas consagre a vuestro culto,
holocaustos hacer la gente hebrea
ofrecer el crüento corderillo.
Aparece el ÁNGEL en un bofetón
ÁNGEL: Sosiega, Arón, tu pecho,
que ya respondo a la oración que has hecho.
consuelo es éste extraño y peregrino!
ÁNGEL: Presto vendrá tu hermano
Moisén para que libre del gitano
llegan al cielo tristes y veloces.
de lo que se ha de hacer. Ya le he escogido
para ser capitán del pueblo hebreo.
haciendo en cuanto diga mi mandado.
creed cuanto dijere, que conviene.
soy el Dios de Abrahán. Nada te asombre.
que absorto quedo, atónito y suspenso
¡Albricias Israel! Que vuestros males
porque el Dios de Abrahán es poderoso.
Prevenid para hacer con Dios descargo.
que Jerusalén tuvo por trofeos,
y las aromas que más finas tenga.
porque de nuestra parte Dios pelea;
que libra a quien le llama de la muerte.
MASAR: ¿Quién me mete en alcahuete,
porque esta mujer es tal
que el puño en el rostro mete?
y ha de ser a costa mía.
De esta va. A Dios me encomiendo.
que es tal la desdicha mía
que un gran mal estoy temiendo.
favoréceme esta vez
MARÍA: Masar, ¿es otra invención?
MASAR: No, cierto; que antes ha sido
MASAR: (Piedras, callad. Aparte
¡Qué lindamente he fingido!)
Éntrase, y salen NACOR, FARAÓN, y
FARAÓN: Aquí habéis de cantar, sirviendo de alba.
Hasta que salga el sol bordando cumbres,
no haga falta aquí la filomena,
y en versos tristes la decid mi pena.
NACOR: Pésame, gran señor, que siendo esclava,
te sujetes haciendo esta fineza.
Si no quiere rendirse, hacerla fuerza;
que no es razón que un rey tan poderoso
y en quien la vida de este reino estriba
humille su grandeza a una cautiva.
FARAÓN: ¡Ay! ¡Como ignoras del amor las leyes!
Que a saberlas, Nacor, no me dijeras
que por fuerza gozara a quien adoro
que es cierto si por fuerza la gozara
que en desamor amor se transformara.
Dejemos argumentos. Cantad luego.
Paséase FARAÓN y cantan, y sale
que han visto nuestros tiempos,
tu mismo pensamiento".
............ [ - e-o]
MASAR: (María está encerrada. Aparte
El rey está aguardando
y no hay otro remedio
y con cuatro requiebros
que el miedo a esto me obliga;
mas, ¿qué no intenta el muerto?)
FARAÓN: Ya es el balcón oriente
los rayos más brillantes
MASAR: (No es malo el embeleco Aparte
Ya vengo a obedeceros.
ARÓN: (¿Quién ha visto suceso Aparte
más lamentable y triste?
¿Con Moisén parentesco?
FARAÓN: Queréis, hermoso cielo,
que canten más?
FARAÓN: Cantad, que escucha un ángel.
MASAR: (Sí, de los que cayeron). Aparte
MÚSICA: "Bizarra, y hermosa hebrea,
los donaires ciento en ciento,
mereciendo yo cogerlo."
MASAR: Por la esquivez que he tenido
tengo ya arrepentimiento.
Vuestra esclava soy dos veces,
FARAÓN: Ya he logrado mi esperanza;
Cese la melancolía;
Reine en Tanís, pues yo reino.
MASAR: Advertid, que esas riquezas,
por mi quitapesadumbres.
FARAÓN: Yo por mi aumentacontentos.
MASAR: (No soy sino aumentapenas Aparte
FARAÓN: ¿Cuándo he de gozar el fruto
de amaros?
ARÓN: (¿Es posible que Arón sufra
que esté diciendo requiebros
por mi hermana? ¿Y que permita
que estén haciendo conciertos
para tener tal silencio?
¡Muera el rey! Mas, ¡ay! Que estriba
antes que esté el honor muerto.
NACOR: Al fin, señor, ¿se ha rendido?
MASAR: ¿Qué te parece del caso?
FARAÓN: Masar amigo, que has hecho
MASAR: Verás que agradar deseo.
MÚSICA: "Salga el sol de tu hermosura,
Sale MARÍA a la ventana donde estaba
MARÍA: ¿Quién con tanta libertad
consonancias echa al viento,
son de honestidad el centro?
FARAÓN: Yo soy, hermosa Maria.
MARÍA: ¿Quién con tal atrevimiento
En la voz le desconozco,
y así pues, si es discreto,
MARÍA: Si es el rey, estése quedo
le diré mi pensamiento.
pero también es razón
que no haga el rey malos hechos.
que el amor le obliga a hacerlos,
es cuando hay correspondencia
Y ya que perseverancia
que cerca parecen menos.
que si no es para castigos
en que escuchando los ecos
del rey, le puse en mis labios
que fue el papel en que entonces
te la escribieron mis dedos.
Y él también te lo habrá dicho
Estas respuestas te he dado
en lo que estás pretendiendo.
mi honor, que no tiene precio.
nunca teme cautiverio.
a los bracamanes fieros;
aunque eres rey, de este intento
conociendo así que soy
ya que vine a tan buen tiempo,
Que todo cuanto me ofrezcas
y que la sepan doscientos.
y aunque agora es prisionero,
por ser tú rey y él tu esclavo,
FARAÓN: ¿Qué es esto, cielo santo?
¿Quién vio tal laberinto y tal encanto?
¿Haste ya arrepentido
de lo que antes habías prometido?
a abrasar a Jesén en vivo fuego,
se convierta en rigor y tiranía.
y hasta el agua también se les limite.
piérdanla, pues, la tengo yo perdida.
MASAR: Sosiéguese tu pecho,
que debe de importar aqueste hecho,
por él así te ha hablado, aquesto es llano.
yo haré que la cumpla; que es honrada.
y libro al pueblo hebreo de este daño).
FARAÓN: Siempre has sido discreto
y así me das consuelo en el aprieto.
que mañana, señor, sabré la causa.
Vanse los dos [FARAÓN y NACOR]
MASAR: Todo su enojo ha vuelto en agua y lana.
cuando sepa que fui yo la señora
que entonces con dolores
se volverán en palos mis amores.
ARÓN: ¿Puede haber más confusión
si es honrada o si es liviana;
para deslumbrarme a mí?
Ésta es otra confusión.
MOISÉN: Ya vuelvo, casa, otra vez
Moisén, que en la calle hay gente
a tal hora? ¿Qué será?
ARÓN: Él me ha visto y se recela
que entre los dos hay cautela.
ARÓN: Aquí con qué intento viene
MOISÉN: ¿Posible es que siendo hebrea
MOISÉN: Si mi honra está ofendida
MOISÉN: Aquí importa no dudar.
MOISÉN: Llegar quiero aunque sin mí.
ARÓN: Él o yo aquí ha de quedar.
MOISÉN: Nada te acobarde, pecho.
ARÓN: Pecho, nada te acobarde.
MOISÉN: Sospecho que estás cobarde.
ARÓN: Que estás cobarde sospecho.
ARÓN: Ya me animo aunque sea el rey.
le libra. ¿Quién es?
MOISÉN: Yo soy el que lo pregunto.
ARÓN: Yo el que lo pregunto soy.
MOISÉN: Yo puedo estar donde estoy.
ARÓN: Que vienes loco barrunto.
MOISÉN: Deja la calle, que importa
a mi honor.
ARÓN: Al mío también,
MOISÉN: Más en hablar te reporta
ARÓN: Si por ser rey te haces fuerte,
MOISÉN: (Ésta es mayor confusión). Aparte
Rey dice que soy. ¿Qué es esto?
ARÓN: Sea quien fuere, aqueste puesto
MOISÉN: Ya he llegado a sospechar
¿Quién afrentarme concierta?
MOISÉN: Hermano, dame los brazos,
ARÓN: El ser honrado te abona,
MOISÉN: ¿Qué hacías, hermano Arón,
ARÓN: Contemplando estaba agora
MOISÉN: Presto libre estará de él
ARÓN: Bien sé ya que te ha elegido
MOISÉN: Vamos, Arón, que los dos
ARÓN: ¿Quién nos tiene de ayudar?
MOISÉN: Buena ayuda es la de Dios.
AVIRÓN: Si en el rigor que ha dado permanece,
no hay duda hermano que Israel acabe.
DATÁN: ¿Por qué ocasión agora se enfurece
qué ocasión para aquello se le ofrece,
sólo sé que gran parte a mí me cabe
¡Qué diferente estás del que antes fuiste!
JOSUÉ: ¡Albricias, Datán, albricias!
JOSUÉ: Bien lo debéis de ignorar,
pues me preguntáis de qué.
¿Cómo estáis tan descuidados
por mandamiento de Dios
DATÁN: ¿Piensas que locos estamos
los disparates que dices?
JOSUÉ: Datán, Dios lo puede hacer.
juntó los más principales
las aflicciones ha visto
y oyendo las peticiones
como todo lo que quiere
Los viejos le replicaron,
dijo: "Sin más testimonio,
Y el testimonio que ha dado
AVIRÓN: ¿Y qué testimonio ha sido?
JOSUÉ: Que para dar a entender
y volviéndola a coger,
como antes. Pero después,
cuando haciéndonos temer
a dar a Dios holocaustos,
siendo otro Melquisedec
por señas que es quien lo manda
Después de esto, a tierra iremos
DATÁN: Aguarda, amigo querido.
DATÁN: Él se fue a ver lo que pasa.
AVIRÓN: Pues, Datán, vamos tras él.
FARAÓN: No lograréis, hebreos, ese intento
porque primero las estrellas fijas
bajarán de su estable y fijo asiento
que libre esté Israel, y tú le rijas.
Conocido está ya tu pensamiento
menester es, Moisén, que le corrijas
que todo el embeleco que has traído
mis sabios le han deshecho y le han vencido.
Tus varas y serpientes nada valen.
No de que llueva sangre yo me espanto,
ni que las aguas tanta rana exhalen
pues ostentan mis sabios que es encanto.
Y, como ves, tus trazas vanas salen,
vete a hacer ladrillo entre tanto
que ese Dios que publicas poderoso
me obliga que con todos sea piadoso.
MOISÉN: Advierte y mira, Rey, que el Dios que digo
es el Dios poderoso santo y bueno,
y sabe castigar a su enemigo...
FARAÓN: Ya vomito, de rabia, crüel veneno...
MOISÉN: ...como premiar, también, al que es su amigo.
FARAÓN: ...de que haga su gusto. Estoy ajeno.
MOISÉN: Pues, advierte, repara y considera
que te está amenazando muerte fiera.
ARÓN: Faraón, teme a Dios; que te amenaza.
MOISÉN: No pienses que por rey has de escaparte.
ARÓN: Haz lo que el Dios de Isaac ordena y traza.
MOISÉN: Advierte, que este Dios puede mandarte.
FARAÓN: ¿Quién a que os mate a todos me embaraza?
ARÓN: Sólo el Dios de Jacob que puede atarte.
FARAÓN: ¿Qué autoridad, Arón, ese Dios tiene
para que crea yo que así conviene?
ARÓN: ¿Qué más autoridad que haber crïado
con sólo un "fïat" las estrellas bellas,
el ángel luminoso y encumbrado,
y el sol de quien reciben las estrellas
la luz que dan, y el cielo tachonado,
la tierra, el agua, el fuego, y sus centellas?
Éste es el Dios que envía esta embajada
que los dioses de acá no valen nada.
FARAÓN: ¿Cómo, bárbaro hebreo, así profanas
las deidades divinas que venero?
¿Piensas que con mosquitos y con ranas
que fabrica Moisén, siendo hechicero,
tengo de hacer tus esperanzas llanas?
ARÓN: ¿No ves que las hará el Dios verdadero?
FARAÓN: ¿Cómo no se me acaba la paciencia?
¡Mueran luego los dos en mi presencia!
¡Ah, de mi guarda real! ¡Váyanse fuera,
y si vuelven aquí descomedidos,
ejecútese en esos muerte fiera!
MOISÉN: Ya, rey, nos vamos. Abre los oídos
ya que tu corazón no es blanda cera,
que has de ver en Egipto tal castigo
que te dé confusión lo que te digo.
FARAÓN: ¿Hay libertad como ésta de un hebreo?
Aguarda un poco que con esta daga
serás de mis rigores vil trofeo;
y porque más mi sed se satisfaga
tu sangre beberé. ¿Qué es lo que veo?
Hay ruido de truenos, disparando escopetas, y por
debajo del tablado sale humo de manera que se cubra FARAÓN
con él
¿Quieres que ya mi enojo se deshaga?
¿Qué es esto, cielos? ¡Qué me ahoga el humo!
Dame agua, Nacor, que me consumo.
En tinieblas Egipto se convierte.
El aire denso ya vomita rayos.
¿Son acaso prenuncios de mi muerte,
o son de mis rigores los ensayos?
Llamen luego a Moisén -- ¡Oh triste suerte! --
que el corazón se aflige con desmayos.
¿No hay en palacio quién de mí haga caso?
¡Socórranme con agua que me abraso!
Saca NACOR un jarro con sangre y un vidrio en una
NACOR: Ésta es el agua, señor.
FARAÓN: Echa, Nacor, porque beba.
¿Qué es esto? ¿Sangre me traes?
NACOR: Señor, agua cristalina,
pura y limpia entendí que era.
FARAÓN: ¡Ay, Nacor, ya comienzan!
NACOR: Las maldiciones
sobre Egipto.
no fueran tantas las penas.
FARAÓN: ¿Hay más desdichas, Nacor?
NACOR: Y tantas que el alma tiembla
de referirlas.
NACOR: Que está abrasada la tierra
Ya no hay pan, fruta ni hierba.
muerto está de pestilencia.
y todos los primogénitos
ni a los hombres ni a las bestias.
Sale MASAR, como leproso, con muletas
MASAR: Entre desventuras tantas
se va.
FARAÓN: ¿Qué desdicha es ésta,
MASAR: No, señor, que en eso muestra
que es el Dios que ellos veneran,
FARAÓN: Si tú de la gente hebrea
FARAÓN: Poco estas plagas importan,
que no estimo al Dios de Isaac,
ni he de darle reverencia.
MASAR: Pues, guárdese de la lepra.
Vanse y salen MOISÉN, huyendo de
DATÁN y AVIRÓN, que traen piedras en las manos, y
pues sabéis que son buenos mis deseos
y si no por amigos por hebreos.
DATÁN: Moisén, de aquesta suerte
pues con estas locuras has querido
que el pueblo de Israel esté afligido.
AVIRÓN: ¡Quién de aquesta manera
nuestra muerte crüel ha fabricado
acabe a nuestras manos apedreado.
que nos ha puesto mal con el gitano.
MARÍA: ¿Qué os obliga, hebreos,
con el que vuestra libertad desea?
DATÁN: Antes es muerte de la gente hebrea;
que con lo que ha intentado
pues la paja nos quitan y el sustento
Vuestro enojo se ataje. El rigor cese;
que he de libraros aunque al rey le pese.
Prevéngase el camino.
y porque vayan llenas vuestras manos,
sus joyas han de daros los gitanos.
perlas, collares, oro, seda y grana
ordena Dios que os dé de buena gana.
Ya no hay que dilatarlo,
que esta noche, aunque al rey le dé molestia
no quedará en Egipto ni una bestia.
ARÓN: Luego al punto partamos.
A obedecerle vamos.
DATÁN: ¿Y si no nos sucede de esta suerte?
ARÓN: Que entonces a los dos nos deis la muerte.
Vanse y sale NACOR y FARAÓN, y
NACOR: Lo que mandas, señor se hará al momento.
FARAÓN: Este Arón y Moisén me dan tormento.
MÚSICA: "La víspera del placer
que es lo cierto venerar
el Dios de los israelitas
NACOR: ¿Cómo tan de espacio estás
FARAÓN: ¿Es posible que un hebreo
como me ha de respetar.
NACOR: Toque el tambor a marchar.
Vanse y tocan cajas, y estará un palenque
hecho por donde vaya saliendo todo el pueblo de Israel, hombres y
mujeres con niños a cuestas, y jumentos cargados de
colchones, calderas, varillas, cedazos, ajos y cebollas y otras
cosas y instrumentos, y detrás MOISÉN, ARÓN
y MARÍA y las demás mujeres, DATÁN,
AVIRÓN y JOSUÉ, y suben todos al tablado y lleva
MOISÉN: Gracias demos a Dios, hermanos míos,
por las mercedes grandes que nos hace.
No diréis que no cumple su palabra
y en la mayor tribulación acude.
Bien visteis cómo el mar puente nos hizo
deteniendo las aguas su corriente,
porque al poder de Dios todo es posible.
ARÓN: Descansemos, Moisén, si te parece
ya que Dios nos ha hecho merced tanta.
DATÁN: ¿No miras cómo el mar se está parado
y no quiere volver a su corriente?
MARÍA: Algún milagro nuevo está aguardando.
AVIRÓN: Y merced ha hecho a Egipto en que se quede
abierto el mar sirviendo de camino.
ARÓN: Tomen los instrumentos los que saben
y en agradecimientos canten algo.
JOSUÉ: Los instrumentos ya de nada sirven
porque suenan las cajas arrebato,
y ya de Faraón suena la chusma
que con gran furia tras nosotros viene.
DATÁN: ¿De qué sirve, Moisén, haber salido
del poder de este bárbaro si agora
cogiéndonos aquí presos volvemos?
AVIRÓN: ¿Qué ha importado que el mar se dividiese
si ofrece a Faraón el paso libre
para que vuelva a ser nuestro verdugo?
MARÍA: Sin duda que los dos buscáis el daño
si, cuando ya por libres nos juzgamos,
otros mayores daños comenzamos.
MOISÉN: Esperemos en Dios, pueblo israelítico,
que es nuestro amparo y lo ha de ser agora.
DATÁN: ¿Qué habemos de decir cuando nos digan
dónde está vuestro Dios, si en este caso
que es todopoderoso y lo que quiere
con sólo su querer se hace luego.
DATÁN: Ya están dentro del mar, y van pasando.
En gran peligro nos habemos puesto.
AVIRÓN: Ya de estar libre la esperanza pierdo.
Con la vara hace [MOISÉN] que toca al
MOISÉN: Amigos, poné en Dios la confïanza;
que esta vara ha de ser nuestra venganza.
ARÓN: Ánimo, mis hebreos, que las aguas
se han vuelto a su corriente. Ya es sepulcro
de Faraón y todos sus secuaces
el piélago profundo. Ved si acude
en las necesidades a ayudarnos,
y lo que a unos es puente plata
sirve de muerte a otros, pues los mata.
MOISÉN: En el Dios verdadero el hombre espere
que es poderosos y hace lo que quiere.
AVIRÓN: Uno sale nadando y acá viene.
MOISÉN: Pues, creed si ha salido que conviene.
Sale MASAR mojado, vomitando agua y como
MASAR: Aguarda, Moisén valiente,
de la israelítica sangre
como todos ya lo saben,
fue por no ser ladrillero
me cogió los carcañales.
Todos quedan sepultados.
Y aquí para repararme
MOISÉN: Después de dar a Dios gracias
la gala del vencimiento
en concertados cantares.
Sed todos agradecidos
a Dios.
donde en voces concertadas
DATÁN: Vamos, y aunque aquí se acaba
FIN DE LA COMEDIA