aband-lasti | lava-yacia
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1001 117 | discurrió como un río de lava ardiente en una erupción 1002 111 | quedaron fuera, veían de lejos, por las tres puertas abiertas, 1003 68 | precioso licor, lo pasó lentamente sobre el párpado derecho 1004 112 | un coro dorado, donde se levantaba el altar mayor, cuya gloria 1005 81 | Presente, configurado por la Ley; con el Futuro, desvelado 1006 93 | Sin embargo, esta leyenda no tiene por objeto el proporcionar 1007 92 | sus dudas. En un momento libertino, la Rovere hubiera podido 1008 1 | palabras como comentarios libertinos, lascivos, melancólicos 1009 27 | mismo momento, la voz fina y ligera de una cantante que hechizaba 1010 112 | grito! Eran voces puras y ligeras, voces de mujeres en éxtasis 1011 55 | confusas, risas ahogadas, pasos ligeros, el roce de las sedas, el 1012 24 | perros lo sorprendían, se limitaba a decir: ¡ah, es don Juan 1013 83 | acordes de Mozart ni la lira de Rossini. Terribles imágenes 1014 93 | una piedra como algunos litógrafos quieren hacer creer.~ ~ 1015 55 | uno particular al hombre, llamado corazón. Para no arriesgarse 1016 110 | convento que en lo sucesivo se llamaría, dijo, San Juan-de-Lúcar. 1017 15 | los ojos, y la embriaguez llegaba, según la expresión de Rabelais, 1018 70 | Veía un ojo lleno de vida, un ojo de niño 1019 70 | estaba sembrada de puntos llenos de fuego, de vida, de inteligencia. 1020 25 | de cortesana en el pecho, llevando el perfume de la fiesta 1021 82 | decía YO cuando su amante, loca, extasiada, decía NOSOTROS. 1022 18 | vida, en el seno de las locas ideas de una orgía? La muerte 1023 66 | sonaron débilmente en las losas, cerró don Juan precipitadamente 1024 97 | las estrellas destilaban luces vivas y frescas, parecía 1025 15 | almas tienen aún demasiada lucidez. A pesar de la luz de las 1026 83 | se ría de los seres en lugar de insultar a las cosas 1027 24 | pasar algunos suspiros cuya lúgubre energía era sostenida por 1028 15 | Doscientos años más tarde y bajo Luis XV, las gentes de buen gusto 1029 112 | del coro, en un sillón de lujo imperial, en medio del clero 1030 71 | contemplaba aquella chispa luminosa.~ ~ 1031 108 | producida por la claridad de la luna cuyos extraños reflejos 1032 15 | finalmente, puso un crespón de luto a toda aquella locura, diciendo 1033 92 | Rafael o a la deliciosa Villa Madame, pero Belvídero acudió a 1034 95 | juventud y de su voluptuosa madurez. Aquel hombre, cuyo grado 1035 110 | admitir los misterios de la magia, mandó buscar al abad de 1036 119 | Insultan la majestad del infierno! -contestó 1037 114 | tierra bendecía, el cielo maldecía. La iglesia tembló en sus 1038 95 | doblaban sus caricias al malicioso viejo, cuya voz cascada 1039 99 | con el agua bendita que mana entre las rocas, en el desierto. 1040 110 | los misterios de la magia, mandó buscar al abad de Sanlúcar. 1041 96 | para acostarlo, había que manejarlo como una falúa que entra 1042 83 | del Fausto de Goethe, del Manfred de Byron y del Melmoth de 1043 99 | rocas, en el desierto. He mantenido el secreto de este despilfarro 1044 94 | practicado. Pero semejante maquiavélica especulación no le fue muy 1045 55 | tres veces. Era una de esas máquinas ingeniosas, con la ayuda 1046 111 | convento de Sanlúcar, una maravillosa edificación construida por 1047 114 | azulados sobre las fantasías maravillosas de la arquitectura. Todo 1048 1 | época, una fiesta era un maravilloso espectáculo de riquezas 1049 68 | rostro tenía ya amplias marcas violeta que mostraban la 1050 15 | expresión triste; con una mirada marchitó las coronas, las copas bermejas, 1051 15 | los corazones estaban ya marchitos, torpes los ojos, y la embriaguez 1052 82 | mujer cuando le dice a su marido: «Dame un séquito o me moriré 1053 83 | insultar a las cosas como el mariscal de Richelieu; o que se burle 1054 53 | como el de una estatua de mármol a quien el pensamiento del 1055 1 | obras de arte, cuyos blancos mármoles destacaban en las paredes 1056 24 | sentado al pie de su cama para matarlo. Aquella mirada, fija y 1057 81 | Religiones. Tomó el alma y la materia, las arrojó a un crisol, 1058 93 | por objeto el proporcionar material a aquellos que deseen escribir 1059 83 | de Byron y del Melmoth de Maturin. Grandes imágenes trazadas 1060 83 | imágenes trazadas por los mayores genios de Europa, y a las 1061 83 | en circulación; para la mayoría de los jóvenes, es una mujer; 1062 24 | boca tenían también algo de mecánico.~ ~ 1063 84 | conversado familiarmente media hora con el papa Julio II, 1064 108 | Era cerca de la medianoche cuando don Felipe Belvídero 1065 96 | destrucciones, se vio entre un médico y un confesor, los dos seres 1066 24 | situados sobre la mesa de los médicos. Su cuerpo, dibujado por 1067 58 | Sin embargo, las meditaciones nocturnas de don Juan habían 1068 1 | comentarios libertinos, lascivos, melancólicos o burlones.~ ~ 1069 83 | del Manfred de Byron y del Melmoth de Maturin. Grandes imágenes 1070 18 | un padre no sorprende a menudo a los jóvenes en medio de 1071 91 | dijo el Papa a don Juan - , merece este monumento. Pero, a 1072 101 | Tú merecías otro padre -continuó don 1073 95 | cama, haciéndoles olvidar meses enteros de impaciencia y 1074 55 | colocarlo en el cajón de la mesita gótica. En tan solemne momento 1075 111 | con antorchas. La antigua mezquita del convento de Sanlúcar, 1076 | mía 1077 11 | añicos una bombonera de oro milagrosamente esculpida.~ ~ 1078 24 | por el posible goce de un millón bien robado. Cruzó pronto 1079 24 | los defectos de un niño mimado. Vivía con Bartolomé como 1080 95 | campesino retuerce una vara de mimbre, aquel hombre ingenio, tenía 1081 20 | no le preocupaban lo más mínimo.~ ~ 1082 105 | continuó don Juan - , unos minutos después, cogerás mi cuerpo, 1083 95 | para decirles: «Queridos míos, querida esposa, ¿me perdonan, 1084 47 | descubierto un medio de resucitar. Mira, busca en el cajón de la 1085 83 | humanas encarnándose en Mirabeau; bien porque se conforma 1086 80 | se preguntó don Juan mirando al fiel animal.~ ~ 1087 100 | Felipe miró a su padre. Don Juan conocía 1088 103 | partidarios, para no ser un gran miserable. Esta idea me persigue. 1089 | misma 1090 99 | autorizado a revelar el misterio a mi hijo, in articulo mortis. 1091 110 | piadosa como para admitir los misterios de la magia, mandó buscar 1092 112 | hábitos pontificios, con su mitra enriquecida de piedras preciosas, 1093 111 | decoración a la que nuestras modernas óperas sólo podrían aproximarse 1094 95 | principios de los que él se mofaba, se dormía por las noches 1095 95 | una pituita pertinaz, una molesta ciática y una gota brutal. 1096 83 | el tipo de don Juan de Molière, del Fausto de Goethe, del 1097 81 | rozado su corazón en los momentos de cansancio físico. Haciendo 1098 68 | cabeza. Aquella especie de momia yacía en el centro de la 1099 82 | pensamientos del futuro con la moneda de nuestras ideas vitalicias. 1100 95 | anciano señor matar a algún monje antes de terminar su primer 1101 82 | a la existencia como un mono que coge una nuez y, sin 1102 70 | juzgaba, hablaba, gritaba, mordía. Todas las pasiones humanas 1103 131 | momento en que el abad, mordido en su cerebro, expiraba.~ ~ 1104 24 | Bartolomé buscaba con su mirada moribunda a un enemigo sentado al 1105 38 | nacen en la cabecera de los moribundos - . Escúchame, hijo -continuó 1106 13 | Y cuándo morirá tu padre? -dijo la séptima 1107 82 | marido: «Dame un séquito o me moriré enferma del pecho.»~ ~ 1108 38 | no tengo yo más ganas de morirme que tú de prescindir de 1109 111 | edificación construida por los moros, cuyas bóvedas escuchaban 1110 99 | hiciese cometer algún pecado mortal entre el momento de expirar 1111 95 | el ayuno, blanca por la mortificación y diariamente tentada como 1112 99 | misterio a mi hijo, in articulo mortis. Encontrarás el frasco en 1113 68 | amplias marcas violeta que mostraban la necesidad de terminar 1114 24 | luz más o menos intensas, mostrando de este modo el rostro del 1115 108 | escalofriante, sin poder mover el esqueleto al que pertenecía. 1116 53 | volvió hacia don Juan con un movimiento de escalofriante brusquedad, 1117 83 | quizá ni los acordes de Mozart ni la lira de Rossini. Terribles 1118 53 | cavan habitualmente a sus muertos. Sus cabellos se habían 1119 112 | el conjunto, a pesar del mugir de sus tubos. Sólo las agudas 1120 16 | Señor, su padre se está muriendo.~ ~ 1121 93 | honestas que Belvídero no murió en un duelo con una piedra 1122 38 | esas sospechas que sólo nacen en la cabecera de los moribundos - . 1123 24 | de su padre. Y sintiendo nacer remordimientos en el fondo 1124 18 | fiel, pues nunca engañó a nadie.~ ~ 1125 97 | una pureza admirable, los naranjos perfumaban el aire, las 1126 82 | hizo de la ironía un cariz natural de su alma. Cuando sus amantes 1127 97 | frescas, parecía que la naturaleza le daba pruebas ciertas 1128 24 | del anciano, ante un lecho nauseabundo junto a una chimenea casi 1129 83 | crimen; la delicadeza, una necedad; la honestidad, organización; 1130 94 | especulación no le fue muy necesaria. El joven Felipe Belvídero, 1131 79 | reuniendo todo el valor necesario para ser cobarde, reventó 1132 68 | violeta que mostraban la necesidad de terminar el embalsamamiento. 1133 92 | habían entendido bien. Un necio habría ido a la mañana siguiente 1134 83 | Para los negociantes, el mundo es un fardo o 1135 60 | Se han fijado en el perro negro? -preguntó la Brambilla. ~ ~ 1136 124 | Sancte Johannes ora pro nobis -entendió claramente -: -¡ 1137 58 | embargo, las meditaciones nocturnas de don Juan habían imprimido 1138 20 | don Juan, era un anciano nonagenario que había pasado la mayor 1139 | nos 1140 | NOSOTROS 1141 112 | sus tubos. Sólo las agudas notas de la voz joven de los niños 1142 111 | estremecidas de placer, novias curiosas acompañadas por 1143 121 | mujeres, los niños y los novios, gentes crédulas.~ ~ 1144 | nuestro 1145 | nuestros 1146 9 | Con cada aurora tomo una nueva existencia. Olvidada del 1147 82 | de noche y unas pantuflas nuevas cada trimestre. No; se asió 1148 95 | prodigaba los tesoros, siempre nuevos, de su gracia y de una falsa 1149 82 | como un mono que coge una nuez y, sin entretenerse largo 1150 97 | resurrección; un hijo piadoso y obediente lo contemplaba con amor 1151 93 | esta leyenda no tiene por objeto el proporcionar material 1152 95 | exigía realizar todas las obligaciones impuestas a los fieles por 1153 95 | las mujeres, don Juan fue obligado a pasar sus últimos días 1154 68 | temblor estuvo a punto de obligarlo a detenerse. Pero aquel 1155 90 | Fueron entonces a ver a los obreros que construían la inmensa 1156 94 | padre ni buen esposo. Había observado que no somos tan tiernamente 1157 83 | prudentes y valerosas, no obtenían ninguna consideración entre 1158 24 | habitaciones de su padre sin haber obtenido permiso. Si aquel anacoreta 1159 112 | Era un océano de fuego, dominado al fondo 1160 94 | de su riqueza permaneció oculta en los sótanos de su palacio 1161 64 | allí a toda la servidumbre ocupada en adornar el lecho fúnebre 1162 15 | hubieran reído ante esta ocurrencia. Pero, tal vez al comienzo 1163 127 | sobre el cráneo amarillo del oficiante.~ ~ 1164 92 | Belvídero acudió a verlo oficiar pontificalmente para convencerse 1165 85 | poder unido a la bondad ofrece siempre más recursos que 1166 33 | el vividor, ¡es como si ofreciera el mundo a mi amante!).~ ~ 1167 56 | serio? -dijo el Príncipe al oído de la de Brambilla.~ ~ 1168 99 | y de recibir los santos óleos; me regaló un frasco con 1169 9 | tomo una nueva existencia. Olvidada del pasado, ebria aún del 1170 95 | de su cama, haciéndoles olvidar meses enteros de impaciencia 1171 97 | amor y respeto. Hacia las once, quiso quedarse solo con 1172 55 | lámpara arrojaba ráfagas ondulantes. El silencio era profundo, 1173 24 | gradas, Bartolomé comía siete onzas de pan al día y bebía agua. 1174 111 | la que nuestras modernas óperas sólo podrían aproximarse 1175 108 | licor que, sumido en la oración, ungió fielmente aquella 1176 99 | ejecutarás puntualmente mis órdenes.~ ~ 1177 114 | ser tomado por un hombre ordinario, un santo, un Bonifacio, 1178 83 | necedad; la honestidad, organización; y, gracias a una fatalidad 1179 112 | voces tan poderosas, que el órgano no dominó el conjunto, a 1180 95 | aquel duque, vigoroso en las orgías, soberbio en la corte, gentil 1181 62 | qué importa! -exclamó la orgullosa Baronesa, aquella que había 1182 82 | un amor posesivo, un amor oriental de placeres largos y fáciles. 1183 81 | riquezas amasadas por el viejo orientalista, don Juan se hizo avaro. ¿ 1184 20 | talismánicas regiones de Oriente, había adquirido inmensas 1185 83 | amarró su barca en todas las orillas; pero, haciéndose llevar, 1186 19 | larga galería tan fría como oscura, se esforzó por adoptar 1187 19 | el frío, el silencio, la oscuridad, y quizá por la embriaguez, 1188 55 | el viento en una noche de otoño. Permaneció de pie, inmóvil, 1189 95 | virtud de la que España le otorga a las mujeres, don Juan 1190 68 | digno del duque de Urbino le otorgó el valor que aguijoneaba 1191 | otras 1192 55 | semejante al grito de un resorte oxidado, rompió el silencio. Don 1193 55 | En tan solemne momento oyó un tumulto sordo en la galería: 1194 105 | despojarás de mis ropas, rezarás padrenuestros y avemarías elevando tu 1195 24 | resoplaban en el patio y los pajes discutían jugando a los 1196 112 | santos y de los ex votos palidecía ante el relicario en que 1197 55 | el sol lucha con el fuego palideciente de las velas. Todos iban 1198 107 | bañaron su rostro irónico y pálido.~ ~ 1199 24 | Bartolomé comía siete onzas de pan al día y bebía agua. Si 1200 114 | santo, un Bonifacio, un Pantaleón. Turbó aquella melodía de 1201 82 | lámpara de noche y unas pantuflas nuevas cada trimestre. No; 1202 89 | Después de su ascensión al papado, puede creerse todo.~ ~ 1203 19 | teatral pues, al pensar en su papel de hijo, había arrojado 1204 68 | aguijoneaba su viva curiosidad; pareció como si el diablo le hubiera 1205 1 | mármoles destacaban en las paredes de estuco rojo y contrastaban 1206 111 | adornadas. Había, además, parejas estremecidas de placer, 1207 74 | Reventarlo? ¿Sería acaso un parricidio? -se preguntaba.~ ~ 1208 68 | de haberlo empapado con parsimonia en el precioso licor, lo 1209 55 | que don Juan poseía uno particular al hombre, llamado corazón. 1210 103 | acordar el perdón de sus partidarios, para no ser un gran miserable. 1211 82 | la Muerte, allí por donde pasaba devoraba todo sin pudor, 1212 24 | fruto de este amor tardío y pasajero. Desde hacía quince años 1213 70 | Juan retrocedió espantado, paseó por la habitación sin atreverse 1214 81 | el día en que la estatua paterna, arrodillada ante la Religión, 1215 95 | y de una falsa ternura. Paternal sistema que resultó infinitamente 1216 24 | un hombre joven, el amor paterno engañaba a su avanzada edad 1217 70 | subir el último escalón del patíbulo. Tanta vida estallaba en 1218 24 | caballos resoplaban en el patio y los pajes discutían jugando 1219 111 | abiertas, una escena tan pavorosa de decoración a la que nuestras 1220 99 | moribundo - . Soy un gran pecador. Durante mi vida también 1221 111 | aproximarse débilmente. Devotos y pecadores, presurosos por alcanzar 1222 53 | rabia de un sepulcro para pedir venganza a Dios.~ ~ 1223 112 | del impío resplandecía de pedrería, de flores, cristales, diamantes, 1224 24 | estaban descompuestos, la piel pegada a los huesos tenía tintes 1225 96 | falúa que entra en un canal peligroso. Luego, llegó el día de 1226 15 | de un viejo sirviente, de pelo blanco, andar vacilante 1227 81 | profunda y escrutadora, penetró en el principio de la vida 1228 86 | Dios quiere que se haga penitencia en este mundo.~ ~ 1229 99 | Durante mi vida también he pensado en mi muerte. En otro tiempo 1230 94 | mujeres en las que nunca pensamos. Doña Elvira, educada santamente 1231 19 | examinó su vida y se quedó pensativo, como un procesado que se 1232 82 | imaginando que las almas pequeñas creen en las grandes almas, 1233 49 | Bien, coge un pequeño frasco de cristal de roca.~ ~ 1234 70 | resplandor que el viajero percibe en un campo desierto en 1235 55 | corazón. Para no arriesgarse a perder el misterioso licor, el 1236 82 | los cielos donde iban a perderse en el seno de un éxtasis 1237 24 | este hombre lamentaba la pérdida de su amada Juana. Sus numerosos 1238 55 | Permaneció de pie, inmóvil, perdido en un mundo de pensamientos. 1239 53 | inmovilidad. Estaba muerto, muerto perdiendo su única, su última ilusión. 1240 103 | paz, tendrá que acordar el perdón de sus partidarios, para 1241 95 | míos, querida esposa, ¿me perdonan, verdad? Los atormento un 1242 24 | galería, estuvo próximo a perdonar a Belvídero por haber vivido 1243 30 | lastimó a don Juan, que no perdonó a su padre semejante puñalada 1244 97 | admirable, los naranjos perfumaban el aire, las estrellas destilaban 1245 82 | de mujer joven, fresca y perfumada; porque, al igual que la 1246 1 | mesa iluminada con velas perfumadas conversaban suavemente siete 1247 37 | ciertamente, porque tu imagen permanecerá en mi corazón.~ ~ 1248 24 | por cuanto que la cabeza permanecía en una inmovilidad semejante 1249 58 | semejante grupo. Los hombres permanecieron inmóviles. Las mujeres, 1250 24 | padre sin haber obtenido permiso. Si aquel anacoreta voluntario 1251 24 | por las sábanas del lecho, permitía ver que los miembros del 1252 108 | reflejos iluminaban el campo, permitió al piadoso Felipe entrever 1253 55 | modo que hubiera bajado una persiana abatida por el viento en 1254 103 | miserable. Esta idea me persigue. Iré, pues, al infierno, 1255 95 | Belvídero prodigaba a su persona, llegaron los días de decrepitud; 1256 96 | Aquel brillante y escéptico personaje de quien sólo el entendimiento 1257 108 | mover el esqueleto al que pertenecía. Un anciano servidor gritó:~ ~ 1258 35 | quitarte un solo día que te pertenezca.~ ~ 1259 95 | ingenio, tenía una pituita pertinaz, una molesta ciática y una 1260 55 | darle al joven heredero el pésame de costumbre.~ ~ 1261 81 | Religión, impuso su enorme peso sobre aquella fosa, en el 1262 70 | protegida por hermosas pestañas negras, brillaba como ese 1263 110 | Doña Elvira, demasiado piadosa como para admitir los misterios 1264 70 | luego, el amor de una joven pidiendo gracia a sus verdugos; la 1265 24 | Le venían sentimientos de piedad filial del mismo modo que 1266 24 | estaban descompuestos, la piel pegada a los huesos tenía 1267 87 | Siempre piensa en sus indulgencias? -respondió 1268 91 | a veces, por la noche, pienso que un silencio borrará 1269 95 | temblaron, sus esbeltas piernas se tambalearon, y una noche 1270 82 | como ellos, caminar con los pies en la tierra y la cabeza 1271 55 | puñal. Un gallo de madera pintada surgió de lo alto de un 1272 112 | santos confesores que los pintores agrupan alrededor del Eterno. 1273 95 | hombre ingenio, tenía una pituita pertinaz, una molesta ciática 1274 112 | impasibles ancianos de cabellos plateados, revestidos de albas finas 1275 96 | aquella tela, para unos de plomo, diáfana para él, jugaban 1276 112 | cristales, diamantes, oro y plumas tan blancas como las alas 1277 | pocas 1278 101 | incompatibilidad de los dos poderes, el del diablo y el de Dios.~ ~ 1279 82 | a propósito, y sacar su poderosa espada y derribar a los 1280 112 | de millares de voces tan poderosas, que el órgano no dominó 1281 82 | el error de otros hombres poderosos que, imaginando que las 1282 99 | cama... El precioso cristal podrá servirte aún, querido Felipe. 1283 111 | nuestras modernas óperas sólo podrían aproximarse débilmente. 1284 82 | degustar la sabrosa pulpa. La poesía y los sublimes arrebatos 1285 55 | estaba hecho de madera, poleas, cuerdas y engranajes, mientras 1286 24 | y armarios cubiertos de polvo, se encontró en la antigua 1287 95 | cómo te sirves de mí para poner a prueba a estas dos celestes 1288 92 | Belvídero acudió a verlo oficiar pontificalmente para convencerse de todas 1289 99 | papa Julio II. El ilustre pontífice temió que la excesiva exaltación 1290 112 | adornado con los hábitos pontificios, con su mitra enriquecida 1291 55 | dejar caer el frasco. De sus poros brotó un sudor más frío 1292 96 | brillante tras el velo del porvenir? Sobre aquella tela, para 1293 55 | engranajes, mientras que don Juan poseía uno particular al hombre, 1294 82 | pudor, queriendo un amor posesivo, un amor oriental de placeres 1295 58 | todo lo que es vida, se postraba así ante la muerte. Pero, 1296 94 | que su padre debiera haber practicado. Pero semejante maquiavélica 1297 84 | jovialidad de don Juan Belvídero precedió a todos ellos. Se rió de 1298 69 | la que colgamos sobre un precipicio.~ ~ 1299 66 | las losas, cerró don Juan precipitadamente la puerta, y seguro de su 1300 85 | Si es absolutamente preciso elegir prefiero creer en 1301 82 | cabeza en el cielo; pero prefería sentarse y secar bajo sus 1302 74 | acaso un parricidio? -se preguntaba.~ ~ 1303 83 | contradecía en exceso los prejuicios, puesto que no era tan poderoso 1304 20 | diamantes, que ahora ya no le preocupaban lo más mínimo.~ ~ 1305 24 | caminaba soñador, indeciso, preocupado como un hombre en conflicto 1306 38 | ganas de morirme que tú de prescindir de amantes, vino, caballos, 1307 15 | Balthazar, Dios hizo acto de presencia y apareció bajo la forma 1308 81 | por la Historia; con el Presente, configurado por la Ley; 1309 55 | Presuroso por acercar el misterioso 1310 111 | débilmente. Devotos y pecadores, presurosos por alcanzar la gracia del 1311 95 | de su mujer y de su hijo, pretendiendo en ocasiones que sus emotivos 1312 105 | mis labios, toda mi cabeza primero, y luego sucesivamente los 1313 95 | otros a creer en las leyes y principios de los que él se mofaba, 1314 110 | abad de Sanlúcar. Cuando el prior contempló con sus propios 1315 124 | Sancte Johannes ora pro nobis -entendió claramente -: -¡ 1316 93 | sino que está destinada a probar a las gentes honestas que 1317 83 | absurda! -se dijo - . No procede de un dios. Y entonces, 1318 19 | quedó pensativo, como un procesado que se dirige al tribunal.~ ~ 1319 95 | delicadezas le eran así prodigados porque había puesto su fortuna 1320 22 | y decía en tono jovial, prodigándole el oro:~ ~ 1321 94 | proverbio: a padre avaro, hijo pródigo.~ ~ 1322 24 | azorando las vidrieras, producía un ruido sordo. Aquella 1323 108 | la lámpara. La suave luz producida por la claridad de la luna 1324 94 | renta vitalicia para que le produjera intereses durante su vida, 1325 111 | capiteles, las capillas profundas y brillantes de oro y plata, 1326 98 | felicidad al joven. Jamás había pronunciado así «Felipe», aquel padre 1327 83 | jamás se descubrió al oír pronunciar un nombre, y consideró a 1328 | propia 1329 110 | prior contempló con sus propios ojos el milagro, decidió 1330 95 | santo, admirablemente bien proporcionado, alto, de bellos ojos negros 1331 93 | leyenda no tiene por objeto el proporcionar material a aquellos que 1332 82 | también sabía enrojecer a propósito, y sacar su poderosa espada 1333 70 | temblaba en un joven fluido, y, protegida por hermosas pestañas negras, 1334 81 | tenía dos vidas humanas para proveer de dinero? Su mirada, profunda 1335 94 | padre, quizá en virtud del proverbio: a padre avaro, hijo pródigo.~ ~ 1336 108 | del castillo acudieron, provistos de candelabros, como si 1337 97 | cuando don Juan sintió la proximidad de la muerte. El cielo de 1338 83 | delicadas, justas, generosas, prudentes y valerosas, no obtenían 1339 95 | sirves de mí para poner a prueba a estas dos celestes criaturas? 1340 97 | que la naturaleza le daba pruebas ciertas de su resurrección; 1341 82 | pasaba devoraba todo sin pudor, queriendo un amor posesivo, 1342 111 | era tan comentado de un pueblo a otro, en un radio de más 1343 89 | su ascensión al papado, puede creerse todo.~ ~ 1344 33 | parte de la mía! (cosas así pueden decirse siempre, pensaba 1345 82 | para degustar la sabrosa pulpa. La poesía y los sublimes 1346 55 | frío que el acero de un puñal. Un gallo de madera pintada 1347 30 | perdonó a su padre semejante puñalada de bondad.~ ~ 1348 70 | estancia estaba sembrada de puntos llenos de fuego, de vida, 1349 99 | salvación eterna, que ejecutarás puntualmente mis órdenes.~ ~ 1350 112 | Sublime grito! Eran voces puras y ligeras, voces de mujeres 1351 97 | cielo de España era de una pureza admirable, los naranjos 1352 15 | brillo de la fiesta, el púrpura de los rostros sorprendidos, 1353 15 | las mujeres; finalmente, puso un crespón de luto a toda 1354 111 | Aquellos que, retardados, se quedaron fuera, veían de lejos, por 1355 97 | respeto. Hacia las once, quiso quedarse solo con aquel cándido ser.~ ~ 1356 45 | placeres de la vida, haz que se queden. Voy a renacer.~ ~ 1357 24 | fiel compañero. Jamás se quejaba del ruido. Durante su enfermedad, 1358 83 | llevar, sólo iba allí adonde quería ser llevado. Cuanto más 1359 95 | decirles: «Queridos míos, querida esposa, ¿me perdonan, verdad? 1360 95 | afectuosa para decirles: «Queridos míos, querida esposa, ¿me 1361 82 | devoraba todo sin pudor, queriendo un amor posesivo, un amor 1362 | quién 1363 86 | Sí, pero Dios quiere que se haga penitencia en 1364 93 | como algunos litógrafos quieren hacer creer.~ ~ 1365 43 | Quieres escucharme? -exclamó el 1366 29 | No te quiero aquí, hijo mío.~ ~ 1367 24 | y pasajero. Desde hacía quince años este hombre lamentaba 1368 8 | apurando una copa de vino de Quío, exclamaba:~ ~ 1369 35 | contento. Viviré, pero sin quitarte un solo día que te pertenezca.~ ~ 1370 53 | Era un padre saliendo con rabia de un sepulcro para pedir 1371 111 | un pueblo a otro, en un radio de más de cincuenta leguas 1372 92 | divertirse con Julio II a casa de Rafael o a la deliciosa Villa Madame, 1373 55 | frasco. La lámpara arrojaba ráfagas ondulantes. El silencio 1374 69 | como se agarra en sueños la rama de la que colgamos sobre 1375 24 | respirado el aire denso, el rancio olor que exhalaban viejas 1376 1 | espectáculo de riquezas reales de que sólo un gran señor 1377 81 | un monumento y confió la realización de las figuras a los artistas 1378 95 | religiosos, y les exigía realizar todas las obligaciones impuestas 1379 3 | Mi belleza sabe reanimar el corazón helado de un 1380 119 | contestó don Juan con un rechinar de dientes.~ ~ 1381 42 | Guárdate de hacerlo, has recibido la Extremaunción, y no podría 1382 99 | momento de expirar y de recibir los santos óleos; me regaló 1383 111 | acompañadas por sus bienamados; recién casados; niños que se cogían 1384 55 | de un alegre grupo que se recoge. La puerta se abrió y el 1385 114 | aquella música de amor y de reconocimiento se concentró en el altar, 1386 24 | humor, y dejándose querer. Reconstruyendo con un solo pensamiento 1387 111 | las figuras sarracenas recortadas, los más delicados trazos 1388 5 | Adoro estar recostada sobre los almohadones pensando 1389 24 | conflicto con una idea o un recuerdo. Mientras el joven daba 1390 95 | cuanto más ricos eran los recuerdos de su ardiente juventud 1391 85 | bondad ofrece siempre más recursos que el genio del mal.~ ~ 1392 108 | de la luna cuyos extraños reflejos iluminaban el campo, permitió 1393 55 | había pasado diez horas reflexionando. El viejo reloj de pared 1394 19 | embriaguez, pudo deslizar algunas reflexiones en el alma de este hombre 1395 27 | hechizaba a los invitados, reforzada por los acordes de la viola 1396 41 | soy yo -replicó el anciano refunfuñando.~ ~ 1397 99 | recibir los santos óleos; me regaló un frasco con el agua bendita 1398 20 | frecuencia las talismánicas regiones de Oriente, había adquirido 1399 44 | Don Juan cedió. Reinó un horrible silencio. Entre 1400 92 | Juan y el Papa se echaron a reír, se habían entendido bien. 1401 81 | Futuro, desvelado por las Religiones. Tomó el alma y la materia, 1402 111 | de creer las hechicerías religiosas con que el abad de Sanlúcar 1403 94 | español tan concienzudamente religioso como impío era su padre, 1404 95 | hijo faltando a sus deberes religiosos, y les exigía realizar todas 1405 81 | la cual enterró el único remordimiento que hubiera rozado su corazón 1406 45 | haz que se queden. Voy a renacer.~ ~ 1407 51 | cuerpo con este agua, y renaceré.~ ~ 1408 94 | su fortuna estableció una renta vitalicia para que le produjera 1409 95 | había puesto su fortuna en rentas vitalicias. Elvira y Felipe 1410 83 | de un dios. Y entonces, renunciando a un mundo mejor, jamás 1411 18 | orgía? La muerte es tan repentina en sus caprichos como lo 1412 109 | y todos los españoles repitieron -: ¡Milagro!~ ~ 1413 24 | la almohada sobre la que reposaba el anciano hacía aún más 1414 81 | de una vez con el Pasado, representado por la Historia; con el 1415 87 | Belvídero - . ¡Pues bien! tengo reservada toda una existencia para 1416 94 | seria, un jaque que se quiso reservar para jugarlo en sus días 1417 68 | susurrado estas palabras que resonaron en su corazón: «¡impregna 1418 27 | el bramido del huracán y resonó en la cámara fúnebre. Don 1419 24 | su alegría, los caballos resoplaban en el patio y los pajes 1420 84 | instituciones e ideas. En lo que respecta a la eternidad, había conversado 1421 97 | lo contemplaba con amor y respeto. Hacia las once, quiso quedarse 1422 24 | de una atmósfera húmeda, respirado el aire denso, el rancio 1423 112 | Juan. El cuerpo del impío resplandecía de pedrería, de flores, 1424 70 | noches de invierno. Aquel ojo resplandeciente parecía querer arrojarse 1425 1 | Turquía. Vestidas de satén, resplandecientes de oro y cargadas de piedras 1426 111 | aquella amplia iglesia, resplandores interesados que concedieron 1427 47 | descubierto un medio de resucitar. Mira, busca en el cajón 1428 111 | alrededor de Sanlúcar, que resultaba cómico ver a los curiosos 1429 111 | solemnidades es tan conocido que no resultan difíciles de creer las hechicerías 1430 95 | ternura. Paternal sistema que resultó infinitamente mejor que 1431 112 | sustituía en el altar a un retablo de Cristo. A su alrededor 1432 111 | abrieron. Aquellos que, retardados, se quedaron fuera, veían 1433 108 | Felipe desvanecido, pero retenido por el poderoso brazo de 1434 95 | mujeres cuyos corazones había retorcido como un campesino retuerce 1435 70 | fragmento de vida, que don Juan retrocedió espantado, paseó por la 1436 95 | retorcido como un campesino retuerce una vara de mimbre, aquel 1437 24 | fiestas suntuosas y el palacio retumbaba con el estallido de su alegría, 1438 51 | sintió próximo el final y reunió toda su energía para decir -: 1439 99 | pero estoy autorizado a revelar el misterio a mi hijo, in 1440 79 | necesario para ser cobarde, reventó el ojo aplastándolo con 1441 112 | ancianos de cabellos plateados, revestidos de albas finas y que lo 1442 58 | arrodillaron y comenzaron a rezar. Don Juan no pudo evitar 1443 105 | despojarás de mis ropas, rezarás padrenuestros y avemarías 1444 83 | Rabelais; o, incluso, se ría de los seres en lugar de 1445 1 | rojo y contrastaban con las ricas alfombras de Turquía. Vestidas 1446 83 | cosas como el mariscal de Richelieu; o que se burle a la vez 1447 61 | Ya es inmensamente rico -dijo suspirando Blanca 1448 95 | desgarradores cuanto más ricos eran los recuerdos de su 1449 55 | Intimidado por la expresión rígida de sus ojos acusadores, 1450 68 | las formas, aun así duras, rígidas y heladas. El rostro tenía 1451 24 | anciano guardaban la misma rigidez. Todo estaba muerto menos 1452 84 | precedió a todos ellos. Se rió de todo. Su vida era una 1453 117 | imprecaciones discurrió como un río de lava ardiente en una 1454 82 | Había burla en su simpleza y risa en sus lágrimas, pues siempre 1455 58 | le dijo el Príncipe a la Rivabarella:~ ~ 1456 112 | cuya gloria habría podido rivalizar con la de un sol naciente. 1457 24 | posible goce de un millón bien robado. Cruzó pronto las altas 1458 49 | pequeño frasco de cristal de roca.~ ~ 1459 99 | bendita que mana entre las rocas, en el desierto. He mantenido 1460 55 | ahogadas, pasos ligeros, el roce de las sedas, el ruido en 1461 112 | de albas finas y que lo rodeaban semejantes a los santos 1462 130 | los sacerdotes corrieron y rodearon a su soberano.~ ~ 1463 111 | encontrar sitio para doblar sus rodillas, que sólo se doblaban allí. 1464 76 | reventarlo. Una lágrima rodó por las mejillas hundidas 1465 95 | fieles por el tribunal de Roma. En fin, nunca se sentía 1466 105 | suficiente. Me despojarás de mis ropas, rezarás padrenuestros y 1467 112 | de piedras preciosas, su roqueta, su báculo de oro, estaba 1468 83 | de Mozart ni la lira de Rossini. Terribles imágenes que 1469 62 | Baronesa, aquella que había roto la bombonera.~ ~ 1470 92 | un momento libertino, la Rovere hubiera podido desdecirse 1471 81 | remordimiento que hubiera rozado su corazón en los momentos 1472 21 | Prefiero un diente a un rubí, y el poder al saber -exclamaba 1473 6 | tipo de fiestas, parecía ruborizarse:~ ~ 1474 112 | semejantes a los astros que ruedan en el firmamento. Cuando 1475 95 | días como un viejo cura rural, sin escándalos en su casa. 1476 24 | dibujado por completo por las sábanas del lecho, permitía ver 1477 21 | a un rubí, y el poder al saber -exclamaba a veces sonriendo.~ ~ 1478 20 | inmensas riquezas y una sabiduría más valiosa -decía - que 1479 55 | trabajos a una hora fija los sabios de la época. El alba enrojecía 1480 80 | Sabría él el secreto?», se preguntó 1481 82 | fruto, para degustar la sabrosa pulpa. La poesía y los sublimes 1482 82 | enrojecer a propósito, y sacar su poderosa espada y derribar 1483 130 | Todos los sacerdotes corrieron y rodearon a su 1484 7 | tanto ¡tanto! que podría sacrificarte la eternidad.~ ~ 1485 108 | del juicio final hubiera sacudido el universo. En un instante 1486 108 | fielmente aquella cabeza sagrada en un profundo silencio. 1487 13 | acostumbrada a jugar con las cosas sagradas.~ ~ 1488 24 | pronto las altas y frías salas que constituían los aposentos 1489 65 | y no entren hasta que yo salga.~ ~ 1490 24 | los ojos. Los sonidos que salían de su boca tenían también 1491 53 | hablaba aún. Era un padre saliendo con rabia de un sepulcro 1492 66 | del anciano sirviente que salió el último sólo sonaron débilmente 1493 120 | Pronto pudo el brazo viviente salir por encima del relicario 1494 99 | querido Felipe. Júrame, por tu salvación eterna, que ejecutarás puntualmente 1495 27 | Juan no quiso oír aquel salvaje asentimiento.~ ~ 1496 124 | Sancte Johannes ora pro nobis - 1497 15 | expresión de Rabelais, hasta las sandalias. En aquel momento de silencio 1498 79 | Mientras no haya sangre...!» Luego, reuniendo todo 1499 105 | cuidadosamente con este agua santa mis ojos, mis labios, toda 1500 94 | pensamos. Doña Elvira, educada santamente por una anciana tía en lo 1501 111 | las galerías, las figuras sarracenas recortadas, los más delicados 1502 103 | decía a mí mismo que, cuando Satán haga su paz, tendrá que 1503 1 | de Turquía. Vestidas de satén, resplandecientes de oro 1504 | sea 1505 82 | pero prefería sentarse y secar bajo sus besos más de un 1506 58 | mujeres, que tenían los labios secos por el vino y las mejillas 1507 55 | ligeros, el roce de las sedas, el ruido en fin de un alegre 1508 83 | belleza, con un espíritu seductor, amarró su barca en todas 1509 82 | embriagador, don Juan las seguía, grave, expansivo, sincero, 1510 | según 1511 70 | tapices. La estancia estaba sembrada de puntos llenos de fuego, 1512 10 | La mujer sentada junto a Belvídero lo miraba 1513 1 | gran señor podía disponer. Sentadas en torno a una mesa iluminada 1514 76 | Está ardiendo! -gritó sentándose.~ ~ 1515 82 | el cielo; pero prefería sentarse y secar bajo sus besos más 1516 24 | de su padre. Tras haber sentido los efectos de una atmósfera 1517 99 | excesiva exaltación de mis sentidos me hiciese cometer algún 1518 112 | humanas confundidas en un sentimiento de amor.~ ~ 1519 127 | aquella cabeza viviente se separó violentamente del cuerpo 1520 13 | morirá tu padre? -dijo la séptima riendo y arrojando su ramillete 1521 53 | saliendo con rabia de un sepulcro para pedir venganza a Dios.~ ~ 1522 82 | dice a su marido: «Dame un séquito o me moriré enferma del 1523 112 | blancas como las alas de un serafín, y sustituía en el altar 1524 12 | Cuándo serás Gran Duque? -preguntó la 1525 94 | su muerte. Fue una broma seria, un jaque que se quiso reservar 1526 56 | don Juan esta muerte en serio? -dijo el Príncipe al oído 1527 55 | pared era más fiel a su servicio que él en el cumplimiento 1528 108 | que pertenecía. Un anciano servidor gritó:~ ~ 1529 64 | Encontró allí a toda la servidumbre ocupada en adornar el lecho 1530 19 | su alegría junto con su servilleta. La noche era negra. El 1531 99 | El precioso cristal podrá servirte aún, querido Felipe. Júrame, 1532 12 | Gran Duque? -preguntó la sexta al Príncipe, con una expresión 1533 111 | escuchaban desde hacía tres siglos el nombre de Jesucristo 1534 24 | tempestad. A pesar de tales signos de destrucción brillaba 1535 24 | bajo un aspecto diferente. Silbaba el frío a través de las 1536 44 | silencio. Entre los grandes silbidos de la nieve llegaron aún 1537 19 | La noche era negra. El silencioso sirviente que conducía al 1538 112 | sentado, rey del coro, en un sillón de lujo imperial, en medio 1539 82 | comendadores. Había burla en su simpleza y risa en sus lágrimas, 1540 58 | todos los rostros adoptaron simultáneamente el mismo gesto, mitad de 1541 82 | seguía, grave, expansivo, sincero, tanto como un estudiante 1542 | sino 1543 24 | la bondad de su padre. Y sintiendo nacer remordimientos en 1544 95 | Ay, gran Dios! ¿cómo te sirves de mí para poner a prueba 1545 24 | amada Juana. Sus numerosos sirvientes y también su hijo atribuyeron 1546 95 | falsa ternura. Paternal sistema que resultó infinitamente 1547 111 | columnas, sin encontrar sitio para doblar sus rodillas, 1548 24 | casi apagada. Una lámpara, situada sobre una mesa de forma 1549 24 | semejante a la de los cráneos situados sobre la mesa de los médicos. 1550 130 | corrieron y rodearon a su soberano.~ ~ 1551 64 | difunto señor, en medio de una soberbia capilla ardiente, curioso 1552 95 | vigoroso en las orgías, soberbio en la corte, gentil para 1553 64 | sus gentes se detuvieron, sobrecogidos, temblorosos.~ ~ 1554 38 | incorporarse, porque lo sobrecogió una de esas sospechas que 1555 108 | el cuello. Después, cosa sobrenatural, los asistentes contemplaron 1556 96 | quien sólo el entendimiento sobrevivía a la más espantosa de las 1557 81 | el principio de la vida social y abrazó mejor al mundo, 1558 83 | daba la vuelta a las leyes sociales con la gracia y el ingenio 1559 83 | comprendiendo el mecanismo de las sociedades humanas, no contradecía 1560 66 | la puerta, y seguro de su soledad exclamó:~ ~ 1561 55 | la mesita gótica. En tan solemne momento oyó un tumulto sordo 1562 111 | españoles por este tipo de solemnidades es tan conocido que no resultan 1563 95 | como son tentados todos los solitarios. Quizá esperaba el anciano 1564 108 | algo blanco en medio de la sombra. El joven impregnó un paño 1565 96 | diáfana para él, jugaban como sombras las arrebatadoras delicias 1566 15 | con voz cavernosa estas sombrías palabras:~ ~ 1567 40 | padre querido, hay que someterse a la voluntad de Dios.~ ~ 1568 24 | que le faltase; caminaba soñador, indeciso, preocupado como 1569 66 | que salió el último sólo sonaron débilmente en las losas, 1570 24 | Durante su enfermedad, si el sonido del cuerno de caza y los 1571 24 | muerto menos los ojos. Los sonidos que salían de su boca tenían 1572 21 | saber -exclamaba a veces sonriendo.~ ~ 1573 44 | día naciente. El moribundo sonrió.~ ~ 1574 24 | sus impertinencias con una sonrisa, vendiendo su buen humor, 1575 32 | continuó el moribundo con voz sorda - , ¿tan bueno he sido para 1576 18 | la muerte de un padre no sorprende a menudo a los jóvenes en 1577 75 | ojo con un guiño de una sorprendente ironía.~ ~ 1578 24 | ladridos de los perros lo sorprendían, se limitaba a decir: ¡ah, 1579 55 | encuentran las bailarinas sorprendidas por la luz de la mañana, 1580 55 | rompió el silencio. Don Juan, sorprendido, estuvo a punto de dejar 1581 15 | el púrpura de los rostros sorprendidos, y los colores de los cojines 1582 38 | lo sobrecogió una de esas sospechas que sólo nacen en la cabecera 1583 24 | cuya lúgubre energía era sostenida por los aullidos de la tempestad. 1584 94 | permaneció oculta en los sótanos de su palacio de Ferrara, 1585 1 | velas perfumadas conversaban suavemente siete alegres mujeres, en 1586 112 | que comienza el Te Deum. ¡Sublime grito! Eran voces puras 1587 82 | sabrosa pulpa. La poesía y los sublimes arrebatos de la pasión humana 1588 105 | cabeza primero, y luego sucesivamente los miembros y el cuerpo; 1589 110 | en su convento que en lo sucesivo se llamaría, dijo, San Juan-de-Lúcar. 1590 55 | frasco. De sus poros brotó un sudor más frío que el acero de 1591 70 | que veía de nuevo en el suelo, en los tapices. La estancia 1592 69 | su mano como se agarra en sueños la rama de la que colgamos 1593 105 | las estrellas deberá ser suficiente. Me despojarás de mis ropas, 1594 108 | un paño en el licor que, sumido en la oración, ungió fielmente 1595 24 | Mientras el joven daba fiestas suntuosas y el palacio retumbaba con 1596 1 | En un suntuoso palacio de Ferrara agasajaba 1597 70 | él. Eran las más tiernas súplicas: la cólera de un rey, luego, 1598 82 | sus lágrimas, pues siempre supo llorar como una mujer cuando 1599 55 | gallo de madera pintada surgió de lo alto de un reloj de 1600 112 | acentos de algunos bajos, suscitaron ideas graciosas, dibujaron 1601 61 | inmensamente rico -dijo suspirando Blanca Cavatolino.~ ~ 1602 51 | haya exhalado el último suspiro, me frotarás todo el cuerpo 1603 24 | dientes dejaba pasar algunos suspiros cuya lúgubre energía era 1604 112 | las alas de un serafín, y sustituía en el altar a un retablo 1605 111 | el nombre de Jesucristo sustituyendo al de Alá, no pudo contener 1606 68 | si el diablo le hubiera susurrado estas palabras que resonaron 1607 95 | aquel fatal día se volvió taciturno y duro. Acusaba la dedicación 1608 | tales 1609 20 | atravesado con frecuencia las talismánicas regiones de Oriente, había 1610 95 | sus esbeltas piernas se tambalearon, y una noche la apoplejía 1611 | Tanta 1612 24 | olor que exhalaban viejas tapicerías y armarios cubiertos de 1613 70 | nuevo en el suelo, en los tapices. La estancia estaba sembrada 1614 24 | único fruto de este amor tardío y pasajero. Desde hacía 1615 19 | por adoptar una actitud teatral pues, al pensar en su papel 1616 96 | porvenir? Sobre aquella tela, para unos de plomo, diáfana 1617 70 | de muerto, donde la luz temblaba en un joven fluido, y, protegida 1618 95 | Finalmente, sus atrevidas manos temblaron, sus esbeltas piernas se 1619 68 | acercó a la cabecera un temblor estuvo a punto de obligarlo 1620 108 | llena de gente. La multitud temblorosa vio a don Felipe desvanecido, 1621 64 | detuvieron, sobrecogidos, temblorosos.~ ~ 1622 83 | frecuencia que el valor era temeridad; la prudencia, cobardía; 1623 111 | que se cogían de la mano, temerosos. Allí estaba aquella multitud, 1624 99 | II. El ilustre pontífice temió que la excesiva exaltación 1625 7 | decía - . Soy católica, y temo al infierno. Pero te amo 1626 24 | sostenida por los aullidos de la tempestad. A pesar de tales signos 1627 103 | cuando Satán haga su paz, tendrá que acordar el perdón de 1628 14 | querido que sea yo quien lo tenga!~ ~ 1629 95 | mortificación y diariamente tentada como son tentados todos 1630 95 | diariamente tentada como son tentados todos los solitarios. Quizá 1631 6 | Una tercera, debutante en aquel tipo 1632 111 | los hidalgos con capas de terciopelo y armados con sus espadas, 1633 95 | su gracia y de una falsa ternura. Paternal sistema que resultó 1634 83 | Mozart ni la lira de Rossini. Terribles imágenes que el principio 1635 95 | en que les prodigaba los tesoros, siempre nuevos, de su gracia 1636 100 | no morir en paz bajo el testimonio de aquella mirada, como 1637 [Título]| TEXTO~ ~ 1638 | ti 1639 94 | santamente por una anciana tía en lo más profundo de Andalucía, 1640 95 | una cabeza al estilo de Tiberio, cansada por el ayuno, blanca 1641 93 | embargo, esta leyenda no tiene por objeto el proporcionar 1642 15 | comienzo de una orgía las almas tienen aún demasiada lucidez. A 1643 98 | le dijo con una voz tan tierna y afectuosa que hizo estremecerse 1644 94 | observado que no somos tan tiernamente amados como por las mujeres 1645 70 | agitaban en él. Eran las más tiernas súplicas: la cólera de un 1646 24 | pegada a los huesos tenía tintes verdosos que la blancura 1647 24 | al día y bebía agua. Si tomaba algo de carne era para darle 1648 42 | viendo el aire amenazador que tomaban los rasgos de su padre. 1649 9 | alegría! Con cada aurora tomo una nueva existencia. Olvidada 1650 23 | Querido hijo, haz sólo tonterías que te diviertan.~ ~ 1651 53 | brusquedad, su cuello se quedó torcido como el de una estatua de 1652 1 | podía disponer. Sentadas en torno a una mesa iluminada con 1653 15 | corazones estaban ya marchitos, torpes los ojos, y la embriaguez 1654 117 | Y un torrente de imprecaciones discurrió 1655 15 | las copas bermejas, las torres de fruta, el brillo de la 1656 55 | hacían despertar para sus trabajos a una hora fija los sabios 1657 17 | un gesto que bien podría traducirse por un: «Lo siento, esto 1658 45 | invitado a cantantes, haber traído música. ¡Una fiesta! Mujeres 1659 81 | Sólo estuvo completamente tranquilo el día en que la estatua 1660 111 | abad de Sanlúcar celebró el traslado del bienaventurado don Juan 1661 38 | No se trata de esa vida -dijo el noble 1662 24 | Belvídero, acostumbrado a tratarlo sin ceremonias, tenía todos 1663 83 | Maturin. Grandes imágenes trazadas por los mayores genios de 1664 111 | recortadas, los más delicados trazos de tan delicada escultura 1665 64 | con el alma llena de un tremendo egoísmo. Encontró allí a 1666 82 | unas pantuflas nuevas cada trimestre. No; se asió a la existencia 1667 15 | Entró con una expresión triste; con una mirada marchitó 1668 58 | el mismo gesto, mitad de tristeza mitad de indiferencia, y 1669 112 | Cuando llegó la hora del triunfo, las campanas despertaron 1670 108 | candelabros, como si la trompeta del juicio final hubiera 1671 114 | como por el estallido de un trueno. Las voces ascendieron con 1672 112 | a pesar del mugir de sus tubos. Sólo las agudas notas de 1673 1 | con las ricas alfombras de Turquía. Vestidas de satén, resplandecientes 1674 95 | bien porque doña Elvira tuviera más prudencia o virtud de 1675 53 | muerto perdiendo su única, su última ilusión. Buscando asilo 1676 15 | la orgía la ahoga en las últimas ondas de un vino espumoso. 1677 95 | fue obligado a pasar sus últimos días como un viejo cura 1678 108 | que, sumido en la oración, ungió fielmente aquella cabeza 1679 53 | muerto, muerto perdiendo su única, su última ilusión. Buscando 1680 112 | voces de mujeres en éxtasis unidas a las voces graves y fuertes 1681 85 | creer en el diablo; el poder unido a la bondad ofrece siempre 1682 114 | con un aullido al que se unieron las mil voces del inferno. 1683 55 | mientras que don Juan poseía uno particular al hombre, llamado 1684 68 | pensamiento digno del duque de Urbino le otorgó el valor que aguijoneaba 1685 95 | que el que su padre había utilizado en otro tiempo para con 1686 94 | Bartolomé, don Juan decidió utilizar los actos más insignificantes 1687 58 | desapareció, dejando la sala vacía. Ciertamente era una imagen 1688 15 | sirviente, de pelo blanco, andar vacilante y de ceño contraído. Entró 1689 68 | sábana, amplia, dibujaba vagamente las formas, aun así duras, 1690 83 | generosas, prudentes y valerosas, no obtenían ninguna consideración 1691 20 | riquezas y una sabiduría más valiosa -decía - que el oro y los 1692 95 | abandonaban, al igual que se van, una a una, las más blancas 1693 112 | brillantes insignias de sus vanidades eclesiásticas, iban y venían 1694 73 | blanco. Sus esfuerzos fueron vanos.~ ~ 1695 15 | vasos de oro y de plata, el vapor de los vinos, a pesar de 1696 95 | un campesino retuerce una vara de mimbre, aquel hombre 1697 | varias 1698 15 | de las pasiones, de los vasos de oro y de plata, el vapor 1699 54 | Vaya!, se acabó el buen hombre - 1700 67 | Veamos!~ ~ 1701 111 | retardados, se quedaron fuera, veían de lejos, por las tres puertas 1702 51 | He empleado veinte años en... -en aquel instante, 1703 96 | una luz brillante tras el velo del porvenir? Sobre aquella 1704 114 | incienso que arrojaban entonces velos diáfanos y azulados sobre 1705 24 | impertinencias con una sonrisa, vendiendo su buen humor, y dejándose 1706 64 | espectáculo que toda Ferrara vendría a admirar. Don Juan hizo 1707 101 | en el momento en que el venerable abad de Sanlúcar me administraba 1708 53 | de un sepulcro para pedir venganza a Dios.~ ~ 1709 24 | anacoreta voluntario iba y venía por el palacio, o por las 1710 95 | querida esposa, ¿me perdonan, verdad? Los atormento un poco. ¡ 1711 24 | los huesos tenía tintes verdosos que la blancura de la almohada 1712 83 | era tan poderoso como el verdugo, pero daba la vuelta a las 1713 70 | joven pidiendo gracia a sus verdugos; la mirada que lanza un 1714 92 | pero Belvídero acudió a verlo oficiar pontificalmente 1715 1 | ricas alfombras de Turquía. Vestidas de satén, resplandecientes 1716 117 | ardiente en una erupción del Vesubio.~ ~ 1717 70 | único resplandor que el viajero percibe en un campo desierto 1718 101 | Sanlúcar me administraba el viático, pensaba en la incompatibilidad 1719 81 | avaro. ¿Acaso no tenía dos vidas humanas para proveer de 1720 24 | y la nieve, azorando las vidrieras, producía un ruido sordo. 1721 42 | no podría hallar consuelo viéndote morir en pecado.~ ~ 1722 92 | Rafael o a la deliciosa Villa Madame, pero Belvídero acudió 1723 111 | curiosos en los caminos; vinieron de todas partes, engolosinados 1724 15 | de plata, el vapor de los vinos, a pesar de la contemplación 1725 127 | cabeza viviente se separó violentamente del cuerpo que ya no vivía 1726 24 | al acercarse al lecho un violento resplandor empujado por 1727 68 | tenía ya amplias marcas violeta que mostraban la necesidad 1728 94 | pensó poder conservarla virtuosa hasta su muerte. Fue una 1729 9 | aún del encuentro de la víspera, agoto todas las noches 1730 55 | final de la comida, no había visto blanquear el ojo de su padre. 1731 94 | fortuna estableció una renta vitalicia para que le produjera intereses 1732 97 | estrellas destilaban luces vivas y frescas, parecía que la 1733 24 | Vivía con Bartolomé como vive una cortesana caprichosa 1734 33 | decirse siempre, pensaba el vividor, ¡es como si ofreciera el 1735 83 | ser llevado. Cuanto más vivió, más dudó. Examinando a 1736 37 | Sí, padre querido, vivirás ciertamente, porque tu imagen 1737 24 | permiso. Si aquel anacoreta voluntario iba y venía por el palacio, 1738 95 | ardiente juventud y de su voluptuosa madurez. Aquel hombre, cuyo 1739 91 | borrará todo esto y habrá que volver a empezar...~ ~ 1740 95 | viejo, cuya voz cascada se volvía afectuosa para decirles: « 1741 112 | de los santos y de los ex votos palidecía ante el relicario 1742 45 | vida, haz que se queden. Voy a renacer.~ ~ 1743 83 | el verdugo, pero daba la vuelta a las leyes sociales con 1744 24 | decir: ¡ah, es don Juan que vuelve! Nunca hubo en la tierra 1745 15 | años más tarde y bajo Luis XV, las gentes de buen gusto 1746 68 | Aquella especie de momia yacía en el centro de la habitación,


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