III. La Administración de los
bienes
Informe de la comisión ad hoc sobre las Finanzas desde 1986 a 1993
El 22 de septiembre, el H. Administrador General presentó a la Asamblea
capitular el informe financiero.
El presente informe constituye una información y una estimación. A
petición del Capítulo, ha sido preparado y luego presentado a la Asamblea el
día 4 de octubre por un comité de Capitulares, nombrados a este efecto.
1. Miembros de la comisión
Los HH: Aloïsio Kuhn, Antonio Martínez, Alan Henley, Eduardo Botero,
Julian Casey y Gilles Ouimet.
2. Nuestro cometido
— controlar (examinar, supervisar)
la gestión financiera de la Administración General.
— Presentar los resultados a la
Asamblea. (No se nos ha pedido que hagamos propuestas).
3. Análisis
a) Se pusieron a nuestra disposición todas las informaciones sobre la
contabilidad: facturas, cuentas de explotación (pérdidas y ganancias), balances
anuales, presupuestos, documentos sobre las Provincias e informaciones
mensuales de las cinco sociedades que gestionan nuestras carteras.
b) Hemos analizado con detalle:
— los balances,
— las cuentas de explotación,
— las cuentas de pérdidas y ganancias
— y los presupuestos (de ocho, estaban disponibles cuatro).
c) En nuestra Comisión había un miembro de la Administración General
encargado de la contabilidad y además hemos podido contar con la disponibilidad
del H. Ezequiel Vaquerín para responder a todas nuestras preguntas. Agradecemos
esta ayuda al H. Administrador General y a sus ayudantes.
4. Observaciones
a) El año último ha habido un cambio en el sistema de contabilidad.
Constatamos que este sistema es más moderno y preferible al antiguo. Sin
embargo habría sido de desear que este cambio se hubiera producido al fin del
presente mandato para poder facilitar la comparación, a pesar de que el cambio
pudiera tener ventajas reales realizado durante el mandato que termina.
b) A nuestro parecer, las cifras de los informes estudiados reflejan la
realidad de la situación financiera y su evolución a lo largo de los ocho
últimos años.
c) Las rentas de la cartera de valores (intereses, dividendos, etc), los
«per capita» y los demás ingresos no eran suficientes para generar excedente
para los gastos de los cinco últimos años, en los que los gastos han superado a
los ingresos. La razón principal de este déficit acumulado son las cantidades
invertidas en las construcciones de Manziana, Nairobi y la Casa General. Como
consecuencia ha habido una disminución de los valores reales de nuestra
cartera. Se tiene la impresión de que la política concerniente a las reservas
debiera haber sido evaluada con más regularidad para evitar los déficits
repetidos.
d) No existe una auditoría externa. Ya que esta es una medida que se
toma en un buen número de nuestras Provincias y colegios, parece normal que el
Capítulo General debería haber dispuesto de unas cuentas verificadas.
e) Para permitir una comparación con cada ejercicio precedente,
hubiéramos deseado tener en el informe financiero un cuadro comparativo de cada
año con el anterior.
f) En cuanto a la terminología hemos advertido una confusión. Hay que
distinguir entre «entregas extraordinarias» y «fondos». Se debe tener claridad
sobre los objetivos que se tratan de lograr. Cuando se habla de «fondos», para
las necesidades ordinarias solamente se deben emplear los intereses.
g) No hemos podido encontrar el valor total de los inmovilizados. Entre
los datos, faltan por contabilizar El Escorial, Friburgo y el edificio de la
Casa General.
h) Se reconoce que la contratación de corredores ha sido una mejora. Sin
embargo, dudamos de que haya sido necesario tener cinco.
i) Estamos de acuerdo con la afirmación del H. Ezequiel de que no hay
uniformidad en los balances de las Provincias. Sin embargo, creemos que podemos
y debemos lograrla a partir de estándares internacionales.
5. Conclusión
a) Reconocemos que no es tarea fácil el llevar una administración tan
compleja. Por eso mismo, las previsiones y los controles presupuestarios
deberían formar parte integrante de la estrategia de gestión.
b) Nos preguntamos por el hecho de que los gastos de los cursos
realizados en la Casa General y en otros centros no sean asumidos por las
diferentes unidades administrativas.
c) No se ha podido establecer una relación directa entre el «per cápita»
y las necesidades financieras de la Administración General. No alcanzamos a ver
los criterios que subyacen tras esta relación.
d) Creemos que la existencia de un manual de procedimiento podría
producir políticas económicas, financieras y contables más claras y más
sistemáticas. Sin embargo, ya existe un mandato en este sentido a la Comisión
Económica.
El día 9 de octubre, la Asamblea general adoptó la proposición
siguiente:
El Capítulo General aprueba el informe financiero presentado por el
Administrador General.
1. Decisiones
El Capítulo ha modificado algunos Estatutos relativos a la
administración de los bienes, especificando la necesidad de que el
Administrador General esté presente cuando el Consejo General trate de asuntos
económicos, del nombramiento y de las funciones del Consejo Internacional de
Asuntos Económicos y del nombramiento de un nuevo Hermano para formar parte de
la Comisión de Asuntos Económicos. (Véanse más adelante los Nuevos
Estatutos).
2 Recomendaciones
2.1. Al Hermano Superior General y a su Consejo
2.1.1. Se debe preparar un manual sobre el funcionamiento de la
Administración General.
2.1.2. La elaboración del manual y su composición corresponderá a una
comisión designada por el H. Superior General antes del fin del mes de
diciembre de 1993. Su aprobación por el H. Superior General y su Consejo deberá
hacerse lo más pronto posible.
2.1.3. Este manual deberá comprender entre otros los puntos siguientes:
a) El organigrama, así como los principios generales de la política
administrativa económica.
b) Las funciones del personal de los diferentes sectores del Gobierno
General y su línea de dependencia.
c) Los recursos financieros de esos sectores.
2.1.4. La contratación de un auditor para la gestión de la
Administración General.
2.1.5. El Centro Internacional Marista y el Centro Marista de Asia
deberán tener un estatuto debidamente evaluado en cuanto a su dependencia.
2.1.6. Tratar de que las unidades administrativas que actualmente
dependen financieramente del Consejo General adquieran autonomía y tomar las
medidas necesarias para lograrlo en los ocho próximos años.
2.2. Al Consejo Internacional de Asuntos Económicos
2.2.1. Estudio sobre la necesidad de crear Fondos. (Se llama «Fondos» a
un capital del que no se utilizan anualmente más que los intereses para
satisfacer una necesidad específica).
2.2.2. Estudio de la utilización de una moneda más común para el balance
financiero.
2.2.3. Análisis para ver si Roma es el centro financiero más apropiado
para nuestras necesidades.
2.2.4. Estudio de una cierta uniformidad en los informes financieros de
las unidades administrativas a través de la formación de los administradores.
2.2.5. El «per cápita» de las unidades administrativas deberá ser
periódicamente evaluado, puesto que el equilibrio presupuestario de la
Administración General depende de él.
2.3. Al Hermano Administrador General
2..3.1. Encuentros entre los Hermanos administradores provinciales y los
expertos financieros al servicio de la Administración General.
2.3.2. Informaciones periódicas a los Hermanos Provinciales sobre la
situación financiera de la Administración General.
2.3.3. Si fuere necesario, visitas del Hermano Administrador General o
de un delegado suyo a los Hermanos Administradores Provinciales.
2.3.4. Todos los inmovilizados dependientes de la Administración General
deben ser evaluados y contabilizados para establecer el balance real.
2.3.5. Reunión cada tres meses de la Comisión de Asuntos Económicos para
estudiar el estado de cuentas con respecto a los presupuestos de la
Administración General.
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