Cap.

1     18|    oración, que sorprende al cazador en algún pico elevado y
2     27| serenidad y a los hábitos de cazador, podía andar por sitios
3     27|      su liberalidad, dijo al cazador: -Doscientas doblas te daré
4     27|   del naciente -respondió el cazador muy ufano. El conde miró
5     33|    de la orilla por donde el cazador iba con su caballo -, ¡y
6     34|  hermosura, no sabía el buen cazador lo que le pasaba, ni cabía
7     35|      Al punto se presentó el cazador Nuño. -¿Se ha ido ya el