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Alfabética [« »] copiosos 1 coraje 4 coraza 4 corazón 164 corazones 8 corcel 2 corceles 2 | Frecuencia [« »] 173 ni 172 sólo 171 sobre 164 corazón 162 padre 162 qué 157 ha | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias corazón |
Cap.
1 2| pero doña Blanca, cuyo corazón era todo ternura y bondad, 2 2| Será verdad lo que mi corazón me está presagiando desde 3 2| solo y sin familia, y este corazón impetuoso no ha conocido 4 2| vez y que Dios lee en mi corazón, yo os revelaré su secreto. 5 3| y de la santidad de su corazón recibieron sus primeros 6 3| que abriga este anciano corazón, pero el Señor también estuvo 7 4| de Cristo los ojos y el corazón de toda la cristiandad. 8 4| infortunios los tesoros de su corazón misericordioso, gracioso 9 4| trémula y cortada. -Vuestro corazón está ciego, pues no ve que 10 4| delincuentes, culpa es de su corazón benigno y paternal. ¡Oh 11 5| flaqueza irremediable del pobre corazón humano que sólo a vista 12 5| despedisteis también de vuestro corazón esa pasión insensata? Preciso 13 5| todos los recursos de su corazón y de su ingenio en apaciguarla. 14 6| mundo decía lo contrario su corazón, y era trabajo en balde 15 6| estado hasta entonces. El corazón de una madre suele tener 16 7| valido para arrancar del corazón de su hija el amor que tan 17 7| alta y sonora la voz de su corazón, y cuando su pensamiento 18 7| de mis mejillas, pero mi corazón siempre es el mismo. Pero 19 7| reconvención: -Ya veis que vuestro corazón no os engañaba y que yo 20 8| el velo y manifestado el corazón de su amante en el lleno 21 8| cerca del monasterio, y su corazón llagado se entregaba con 22 8| extendidos dominios. Frío de corazón, como la mayor parte de 23 8| dominio que ejercéis en mi corazón, me perdonaréis esta solicitud 24 8| podré amaros, porque mi corazón ya no es mío. Tal era en 25 8| fondo el estado de vuestro corazón, pero bien veis que, habiendo 26 8| no es así como se gana mi corazón. Id con Dios, y que el cielo 27 8| todo extremo querido a su corazón, tan terribles disposiciones 28 9| de su escudero, aunque su corazón présago y leal le dio un 29 10| que todavía habita en el corazón de los templarios como en 30 11| cabida habían hallado en su corazón. De esta manera, dudas, 31 11| comenzaron a apoderarse del corazón de don Álvaro que también 32 11| con el esposo de vuestro corazón? Esto no puede ser más que 33 11| atravesaba como una espada el corazón de la infeliz: -En ese caso, 34 11| que salgáis de aquí con el corazón lleno de odio. ¿No tenéis 35 11| dijo al abad -, que mi corazón no se ha salido del sendero 36 11| de la coraza al lado del corazón, y el anillo no se apartará 37 11| brazos, aquí, junto a mi corazón..., qué importa que este 38 12| interesarse un poco su buen corazón, y sin embargo es una cosa 39 12| resueltamente a sus miras. Su corazón, aunque arrebatado de fanático 40 12| debilidad que atacaba el corazón del estado. Las revueltas 41 13| cuyos recuerdos llenaban su corazón! ¡quién le dijera que aquella 42 13| pero los latidos de tu corazón han despertado el mío!, 43 13| mirarme, que me partes el corazón. ¡Ya se ha perdido entre 44 13| pudo también desahogar su corazón oprimido. El sueño de la 45 13| los impulsos de su propio corazón y los consejos del prelado 46 14| una lanza tan buena y un corazón tan noble le hacían infinita 47 15| Id con Dios, que ni mi corazón ni mi brazo faltarán nunca 48 15| tengáis a vuestra merced, mi corazón y mi espíritu se ríen de 49 16| adivinar lo que pasa en el corazón, ni quien sería bastante 50 16| extremo querida, afectaban su corazón, no atreviéndose a contradecirla 51 16| Ya sé lo que me trae; mi corazón me lo acaba de decir; que 52 16| valor, pero sintió en su corazón una pena agudísima. Don 53 16| hacía mucho tiempo en aquel corazón de todo punto ocupado por 54 17| profunda soledad que rodea mi corazón, y la inmensidad del amor 55 17| con repugnancia y con el corazón traspasado de amargura a 56 18| a veces con violencia su corazón y sólo un torrente de lágrimas 57 18| semejantes impresiones, su corazón se había oprimido más que 58 18| sobre todo aquel excelente corazón con que de todos se daba 59 18| qué me da a mí también el corazón. ¡Válgame Dios, y tan contentos 60 18| salía de lo más hondo del corazón:~ ~ -¡Ah!, ¿eres tú, sombra 61 18| con que me lo dijo y el corazón por las espaldas. Voy viendo 62 18| vuestro odio encima de mi corazón. Adiós, pues; idos pronto, 63 18| con toda la efusión de su corazón, le dijo: -Beatriz, por 64 19| os lo había dicho vuestro corazón? -¡Ah!, ¿y vuestra noble 65 19| heridme, heridme en el corazón con los filos de vuestras 66 19| no me habéis vendido; mi corazón me está gritando que no 67 20| de la plenitud de aquel corazón soberbio, y que al punto 68 21| había un hombre cuyo leal corazón, desechando por un involuntario 69 21| herida que iba a abrir en su corazón el malhadado fin de aquel 70 21| poco se apoderaban de su corazón, hasta que, por fin, tan 71 21| no me ha de arrancar del corazón este arpón aguzado del remordimiento 72 21| naturaleza entera, de mi corazón mismo, pero no empañéis 73 21| atrevían a socavar más en su corazón para arrancar aquella planta 74 21| respondió él -, veo que vuestro corazón no está corrompido ni sordo 75 22| insondable que había dejado en su corazón el naufragio de su más dulce 76 22| deseo de venganza. Centro y corazón de semejantes disposiciones 77 22| cuando don Álvaro, con el corazón traspasado y partido, salió 78 22| sabéis que yo la recibí en mi corazón como un huésped noble, hermoso 79 22| eran capaces de limpiar su corazón de sus amargas heces, y 80 22| debilidades las del pobre corazón humano! La heredera de Arganza 81 22| una planta que brota en el corazón, y que si no florece cuando 82 23| No sé qué me da en el corazón cuando pienso en ella! - 83 23| que había en desechar un corazón tan generoso en circunstancias 84 24| conquistado y merecido aquel corazón de ángel, y cuya imagen 85 24| lugares despertarán en tu corazón? Sonrióse ella melancólicamente 86 24| amortecida y yerta con un corazón desnudo de alegría y vacío 87 24| agudeza, por lo menos su buen corazón y sin duda todos ellos sonaban 88 24| mujeres a las tempestades del corazón y a las amargas experiencias 89 24| versada en los dolores del corazón y en los desengaños de la 90 24| se habían ahondado en el corazón de su hija y sólo arrancándolo 91 24| Bembibre. Los pesares del corazón y los desengaños de la vida 92 25| poniéndola enseguida sobre su corazón con un gesto vehemente y 93 25| mortal se ha acercado mi corazón tanto como a vos; por lo 94 26| otras partes pueden atar el corazón, un tropel, en fin, de encontradas 95 27| distaba infinito de su corazón por las fealdades que le 96 28| encendidos le respondió: -El corazón me lo decía y me alegro 97 28| reposado valor que viene de un corazón hidalgo y de una conciencia 98 29| podía contribuir a sanar un corazón tan profundamente ulcerado. 99 29| todos estos ayes de su corazón, los recogía en una especie 100 29| infortunio perdurable, su corazón se estremecía. Doña Beatriz 101 29| poniendo la mano sobre el corazón -. ¡Ojalá que todas las 102 29| arrancado de lo más íntimo de su corazón.~ ~ -Harto me decís con 103 29| con ella se descargaría mi corazón del peso con que vuestra 104 29| un acento que partía el corazón. -Nunca es tarde para la 105 29| huido de mis párpados, mi corazón se ahoga dentro del pecho, 106 29| en sudor, palpitando mi corazón como si quisiera salirse 107 29| se había despertado en su corazón. Lástima grande que sus 108 30| Pero yo diré lo que mi corazón sentía, y que por mi parte 109 30| tachar de seco vuestro noble corazón? -Así es la verdad, don 110 30| por eso desprendido del corazón. Aquellos guerreros que 111 31| raíces había echado en su corazón el pesar y tan negra tinta 112 31| adolescencia tan dulces de suyo al corazón, más de una vez se acibaran 113 31| sus pensamientos. Para un corazón poseído de amor como el 114 32| varones que, en el fondo de su corazón, deploraban amargamente 115 32| ángel me tocó sin duda en el corazón, cuando viéndoos llegar 116 32| registrado los escondites del corazón.~ ~ -Sosegaos, Andrade - 117 32| poniendo la mano sobre el corazón -. Sólo una cosa se le ha 118 33| había abrigado en aquel corazón, y que todavía le encendía, 119 33| que me dice: "El árbol del corazón no tiene más que unas hojas 120 33| agudísimo que me traspasa el corazón. ¿De qué me sirven esas 121 34| parte tenía el deseo de su corazón que la realidad de las cosas, 122 34| y sus amigos, su propio corazón, de imaginar era, que no 123 34| vaivenes dentro de su propio corazón y en los revueltos caminos 124 34| alegría. ¡Todo menos el corazón de su señor! ~ ~ ~ ~ 125 35| llevaba las manos al lado del corazón, como si quisiese apartar 126 35| anciano -, no me destroces el corazón. ¿Qué vas a buscar en ese 127 35| Mañana partiré, porque el corazón me dice que el cariño y 128 35| le agobia de encima del corazón. -Doña Beatriz -le dijo 129 35| popular que decía:~ ~ ~ ~ Corazón, corazón mío,~ ~lleno de 130 35| que decía:~ ~ ~ ~ Corazón, corazón mío,~ ~lleno de melancolía, ¿ 131 35| pareciese sospechosa, ya que su corazón le dijese a gritos quién 132 35| muerte os abandonará nunca mi corazón. La joven, medio turbada 133 35| más impulso que el de su corazón, se había inclinado como 134 35| habrá podido serme infiel mi corazón? ¿Qué quiere decir esta 135 35| melancólicamente, y replicó: -Mi pobre corazón ha recibido tantas heridas, 136 35| tranquilizar a un tiempo tu corazón y mi conciencia, la libertad 137 36| salía de lo íntimo de su corazón y quería decir: todo ese 138 36| pues, porque tengo sobre mi corazón hace ya mucho tiempo un 139 36| quebrantar la fe de vuestro noble corazón. Tomad esta cartera -le 140 36| entre sus manos y contra su corazón la cartera verde, y el abad, 141 36| conde! Ella igualaba su corazón con el mío y esperaba para 142 36| enlace sin solicitar mi corazón, ni mucho menos mis caricias. 143 36| pierde;~ ~por lo de ayer el corazón suspira, cae de los campos 144 36| Dios mío!, ¿por qué mi corazón ha de esparcir la desdicha 145 36| sosegadamente, aunque su corazón está en otra parte, como 146 36| tengo un cielo dentro de mi corazón! Yo saldré a buscarle con 147 36| embargo, la vida vuelve a mi corazón a torrentes, y me parece 148 36| lágrimas, que tanto alivian el corazón de las mujeres y los niños, 149 37| que se levantaban en su corazón. El anciano médico, al contrario, 150 37| insuperable me aleja de vos, mi corazón se despedaza, y sólo una 151 37| clavados en aquel pedazo de su corazón por cuyo reposo y contento, 152 37| un acento que partía el corazón -. ¿Lo veis?, ¿lo veis como 153 37| veis?, ¿lo veis como mi corazón no me engañaba cuando os 154 37| te veo con los ojos de mi corazón que a todas partes te sigue, 155 37| de humo, y me aprietan el corazón!, separádmelas de aquí, 156 38| seguir el impulso de su corazón que a despecho de sus muchas 157 38| vimos, pues la sangre del corazón de doña Beatriz fue las 158 38| dijo: -Leyendo estoy en ese corazón hidalgo como en un libro 159 38| bálsamo para su llagado corazón, doña Beatriz quedó muy 160 38| les cayesen las alas del corazón -, fiel Nuño, honrado Mendo, 161 38| percibirlo doña Beatriz, en cuyo corazón encontraban tanto eco todas 162 38| caridad podía encender en su corazón entibiado por los años. 163 38| lleno de memorias para su corazón. No parecía sino que aquella 164 Conc| se conocía que la paz del corazón y los bienes de fortuna