Cap.

1     26| espantados, no menos que sus jinetes, rompieron la brida y dieron
2     27|   tardó en averiguar que los jinetes que habían destrozado su
3     35|   cuidado, vio que eran tres jinetes, dos de ellos con atavíos
4     37| sitio. Eran, en efecto, tres jinetes, de los cuales el más delantero,
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License