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Alfabética [« »] voto 5 votos 15 voy 11 voz 139 vuela 1 vuelco 1 vuelo 12 | Frecuencia [« »] 142 vez 140 entre 139 esta 139 voz 138 alma 138 estaba 137 este | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias voz |
Cap.
1 1| camino, pero atento a su voz y señales, iba un sabueso 2 1| cuanto su padre levante la voz, porque ella es humilde 3 1| desventurado? -le dijo Nuño en voz baja, tirándole del brazo 4 1| palabra, aunque dichas en voz baja -. Los criados de don 5 2| diréis, señora -preguntó con voz grave y melancólica -, qué 6 2| será también - añadió con voz trémula - que han elegido 7 2| lágrimas, y dijo con una voz tan dulce como dolorida: - 8 2| declaración que el tono de mi voz, mis ojos y el menor de 9 2| amaba la gloria porque una voz secreta parecía decirme 10 3| penetración, le dijo en voz bastante alta:~ ~ -Señor, 11 3| enseguida, con un tono de voz enteramente distinto del 12 3| Arganza se hará sordo a la voz del honor y de la naturaleza? - 13 3| respondió el maestre con voz grave entre severa y cariñosa -. 14 3| la tierra! -exclamó con voz solemne, ¡en ti se quedó 15 3| se guarden! -exclamó con voz de trueno -, allí nos han 16 4| por último, le dijo con su voz enérgica y sonora: -Siempre 17 4| repuso el abad con una voz casi enternecida -; su alma 18 4| con responder, aunque en voz algo trémula y cortada. - 19 5| señor -respondió ella con su voz dulce y melodiosa. -Tu posición, 20 6| señora -contestó él con voz no muy segura -; ¿quién 21 7| alzaba más alta y sonora la voz de su corazón, y cuando 22 7| esperanza de oír aquella voz tan dulce, se sobreponían 23 7| mirada al coro, preguntó con voz trémula: -¿Sois vos don 24 7| hablaban con su música, la voz del torrente me deleitaba 25 7| deleitaba porque vuestra voz era la que escuchaba en 26 7| Álvaro fuera de sí y con una voz que retumbó en la iglesia -, ¡ 27 7| sobrepuso al susto que aquella voz le había causado, y le dijo 28 7| exclamó de repente una voz detrás de ella. -Jesús mil 29 8| orden, ya, finalmente, la voz inexorable de su propio 30 8| creer que no cediese a la voz de vuestro padre y a los 31 8| arranque de doña Beatriz con la voz de su propia conciencia. 32 8| extraordinaria intención, le dijo con voz ronca: -Yo no puedo obedeceros 33 9| consumada actriz, iba gritando a voz en cuello: -¡Ay, padre de 34 9| cuando yo volví, ya no oí la voz de nadie detrás del torno, 35 10| manera casi feroz, aunque en voz baja: -¡Ira de Dios, señores 36 10| exclamó el caballero con una voz semejante a la de una trompeta -. ¿ 37 11| oyes, Martina? Esa es la voz de Dios que me dice: "Obedece 38 11| sus recelos, le dijo con voz algo trémula: -Doña Beatriz, 39 11| Ah! -contestó ella con voz dulce y sentida -, ¿de ese 40 11| desesperada violencia, le dijo con voz ronca: -¡Oh!, ¡no así, no 41 11| medio del camino y con una voz imperiosa y terrible gritó: -¿ 42 11| modestia y le dijo con su dulce voz: -No, padre mío, yo he solicitado 43 11| interrumpió por fin con su voz bronca y desapacible, pero 44 11| sólo acertó a replicar con voz sorda: -¿A tanto os resolvéis? - 45 11| exclamó don Álvaro con una voz que parecía querer significar 46 11| Díjole algunas palabras en voz baja, y al cabo de poco 47 13| y luego preguntó con una voz débil, pero que nada había 48 13| estrechamente exclamaba con una voz ronca y ahogada: -¡Oh, Dios 49 13| su fiel criada le dijo en voz casi imperceptible: -¿Eres 50 13| madre?¡Me pareció oír su voz entre sueños! -Bien os parecía, 51 13| empezó a rezar la Salve en voz baja, pero con el mayor 52 14| don Álvaro le preguntó con voz muy débil: -¿Me oyes, Millán?~ ~ - 53 15| el ceño y le preguntó con voz altanera: -¿Olvidáis que 54 15| de su señor entablaron en voz muy baja una viva conversación, 55 15| Millán, mandó a éste con voz imperiosa que contase lo 56 15| Válgame Dios! -exclamó en voz imperceptible ¿y qué responderé 57 16| nunca podía acallar la voz que repetía en su memoria 58 16| hablar, pero se le anudó la voz en la garganta y así alargó 59 16| suspiro histérico, dijo con voz casi tranquila: -Dios me 60 16| respondió el escudero con una voz apenas articulada. Entonces 61 17| doña Beatriz a su madre con voz muy serena y entera su voluntad 62 17| de su hija, le dijo con voz apagada: -Hace muchos días 63 17| sacrificio, pronunció con voz ronca la fórmula del sacramento 64 18| la celada y dijo con una voz sepulcral: -¡Soy, yo, doña 65 18| palidez de sus facciones y su voz trémula y hueca. Su ama, 66 18| de todos mis afanes. La voz varonil de don Álvaro, destemplada 67 18| tristísima mirada le dijo con voz interrumpida por los sollozos: -¡ 68 18| imponía. El metal de su voz tenía a un mismo tiempo 69 18| ojos desencajados y con una voz ronca y atropellada: -¡Por 70 19| con el dedo y le dijo en voz baja con cólera: -¡Desgraciado 71 19| Núñez! -murmuró el conde en voz baja, víctima todavía de 72 19| has de acallar por eso la voz de mi conciencia? Entonces 73 21| comendador Saldaña, a quien una voz, sin duda venida del cielo, 74 21| ventana, Saldaña dirigió su voz a Lara en estos términos: - 75 21| gritó don Álvaro, con una voz sofocada por la cólera -; ¡ 76 21| repuso don Álvaro con voz dulce y templada, llevando 77 21| profundamente arraigada, diciendo en voz baja: -¡Ah!, ¿quién sabe 78 21| corrompido ni sordo a la voz del honor; pero si vuestros 79 21| caballo y dijo a Saldaña con voz profunda: -Si fuese cierto... 80 22| poco, dijo a su sobrino con voz sentida: -¿Conque no sólo 81 22| preguntó desde dentro una voz hueca. -El que viene poseído 82 22| respondió el maestre con voz reposada y sonora. -El Señor 83 22| caballeros entonces murmuraron en voz baja algunos versículos 84 24| añadió con una inflexión de voz que revelaba con harta claridad 85 24| sobre todo el metal de su voz en que vibraba un no sé 86 25| matutinas que entonaron a media voz, de rodillas, con la cabeza 87 25| Álvaro, sin escuchar más voz que la de su resentimiento, 88 26| de armas lo repitieron en voz baja y cada uno quedó en 89 26| barbacana y dijo con alta voz: -¡Conde de Lemus!, vuestra 90 26| más -le dijo Saldaña con voz de truene -, porque ese 91 27| respondió el conde con una voz ahogada por la rabia -, 92 28| tronco, estaba diciendo en voz alta a sus compañeros: - 93 28| pero en el metal de la voz conoció al punto al intrépido 94 28| instrucciones que a media voz y con recato les iban dando 95 28| medida que trepaban. La voz sonora de Andrade, por mucho 96 28| los enemigos. Por fin la voz se oyó muy cerca, y como 97 28| preguntó desde abajo una voz que hizo estremecer a don 98 28| de que no se desmienta su voz. Sois dos contra mí solo 99 28| traidor! -dijo el conde con la voz ahogada por la rabia -, 100 28| que podía ser, y dijo en voz alta: -Síganme doce caballeros 101 28| contestó el conde con una voz ronca y con ojos como ascuas, 102 28| una almena y levantando su voz que parecía el eco de un 103 29| acertaban a darse cuenta. Su voz había adquirido un metal 104 29| religioso con un tono de voz apesarado -, pero escuchadme 105 29| los padres y espero que mi voz sea escuchada y que el Señor 106 29| brazos del sueño, oigo una voz que me llama y veo mi sombra 107 29| su mirada, el metal de su voz habían llenado su imaginación 108 30| pero no bien escuchó la voz del comendador saltó como 109 30| ira como pudo, le dijo con voz cortada y ronca: -En verdad 110 30| cansados ojos, exclamó con una voz que parecía salir de un 111 30| reducidos, repitieron en voz baja las palabras de su 112 31| guerrera entonada por la voz robusta de un hombre, pero 113 32| Juan de Lara, y hasta la voz misma de aquella pasión 114 32| despertaba violentamente a la voz de la esperanza, no fueron 115 32| respondió Saldaña con una voz que retumbó en el salón 116 32| de Castro! -contestó una voz de entre la apiñada multitud, 117 32| conde de Lemus -dijo en alta voz el arzobispo de Santiago -, ¿ 118 33| los ojos me dijo con una voz muy alta y dolorosa: ¡Ay, 119 33| cerrado, dijo con una gran voz: -¡Ah, bárbaro silvestre 120 34| presentimiento, contra aquella voz interna, se estrellaban 121 34| anciano y privaban a su voz de aquel acento de seguridad 122 35| contradigáis -añadió el físico en voz baja -, porque ya no le 123 35| porque me parece que es una voz del cielo la que habla por 124 35| instante, se puso a hablar en voz baja, pero con un gesto 125 35| Los ecos de aquella voz tan llena de sentimiento 126 36| ligeramente, y al oír su voz, grave y varonil como siempre, 127 36| dolor, me pareció oír una voz que me llamaba desde el 128 36| que vivía; sin embargo, la voz ha seguido llamándome entre 129 37| que de costumbre, dijo con voz entera y gran rapidez: -¡ 130 37| Sabéis lo que me dice una voz secreta? Que vuestro padre 131 37| Álvaro! exclamaba con la voz quebrada por la fatiga de 132 37| exclamaba el joven, con una voz que parecía salir de un 133 37| de su amante, exclamó con voz ronca: -¡Ahí está!, ¡ahí 134 38| día! -exclamó, en fin, con voz melancólica, aunque bastante 135 38| hace más de un año que una voz secreta me está pronosticando 136 38| bien puede decirse en alta voz. Yo he amado y sufrido; 137 38| transparente de doña Beatriz, y con voz conmovida pronunció las 138 Conc| nos impuso silencio con la voz de su autoridad. El nuevo 139 Conc| con la seguridad que una voz interior les daba, abalanzóse