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Alfabética [« »] frutales 2 fruto 7 frutos 5 fue 119 fuego 20 fuegos 1 fuente 9 | Frecuencia [« »] 123 hija 122 tanto 122 vida 119 fue 118 sí 117 día 117 otra | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias fue |
Cap.
1 1| Álvaro hizo por mí? -¿Qué fue ello? -preguntaron a la 2 1| ahogamos. Por fin mi jaco se fue por el río abajo, y yo, 3 1| paternal-: y di, Millán, ¿qué fue del tuyo, por último? ¿Se 4 1| No -respondió Millán -, fue a salir un buen trecho más 5 1| en más de tres meses no fue bueno. Con éstas y otras 6 2| arruinado enteramente, no fue esto obstáculo para que 7 2| descontentos. De este número fue el primero don Alonso, que 8 2| preparaba para todos! Este fue el principio de aquellos 9 2| Álvaro, como era natural, fue el primero que habló. -¿ 10 3| y, de consiguiente, este fue el camino que tomó; pero 11 3| formal? -Ninguno. Menguado fue tu sino desde la cuna, don 12 4| hazañas y virtudes, su caída fue grande y lastimosa. Por 13 4| que inspiraba su poder, fue lo único que trajeron de 14 4| vuestra casa; vuestro padre fue uno de los pocos amigos 15 4| ojos del alma. Enseguida le fue acompañando hasta el patio 16 6| bondad, el día de su partida fue uno de llanto y de consternación 17 6| sostenerla su aliento; así fue que rompió en ayes y en 18 6| doña Blanca, que entonces fue la consoladora de su hija 19 6| llegar a Arganza, Mendo se fue a las caballerizas con el 20 7| hasta de noche. Fácil le fue, por lo tanto, al caballero 21 7| los oficios, la iglesia se fue desocupando, las monjas 22 7| de Ossorio. Más fácil le fue a ella distinguirle, porque 23 8| medios. Por aquel tiempo fue cuando, con amenaza de pasarse 24 8| toda su disimulación no fue capaz de ocultar. -Algo 25 8| corto tiempo. Así, pues, fue muy desagradable su sorpresa 26 9| parasismo de la infeliz señora fue largo, y dio mucho cuidado 27 9| recatarse de todo el mundo, fue rodeando las huertas del 28 9| sobras de su curiosidad. No fue menor la sorpresa de don 29 9| aquí y hasta a Carracedo fue sin que nadie se lo mandase. 30 10| que con un vuelo glorioso fue a posarse en las mezquitas 31 10| cielo y del infierno apenas fue bastante a arrojar de aquellas 32 11| aquella violenta agitación se fue calmando para venir a parar, 33 11| el convento, y Martina se fue a la celda de la hortelana 34 12| tentativa de don Álvaro fue el que, por su desdicha, 35 12| parte, desde Carracedo se fue en derechura a Ponferrada, 36 12| natural ligero y poco asentado fue causa gran número de veces 37 13| ojos con mucha atención, se fue a sentar a un extremo de 38 13| vuelo y en el monasterio fue un día de gran fiesta. Don 39 14| vieron sus ojos al abrirse fue a su fiel Millán que, de 40 16| aunque con mucho trabajo y fue a ponerse al lado de su 41 16| apenas articulada. Entonces fue cuando los miembros de doña 42 16| crisis, sin embargo, no fue menos violenta que la otra, 43 16| algún tiempo, su conducta fue más reservada, circunspecta 44 18| frecuentes de Millán, no fue muy del agrado del buen 45 18| paso no muy, seguro, se fue acercando a ella seguido 46 19| carota y su cuerpo de costal fue el buen Mendo que, muy pagado 47 19| suegro, ni su esposa, que no fue poca fortuna, porque sin 48 20| y de la caballería. Así fue que cuando don Álvaro cayó 49 20| tratarle y el agasajo con que fue recibido en su castillo 50 20| así lo único que alcanzó fue que diesen al señor de Bembibre 51 20| resultado de sus esfuerzos fue el que vimos; y en la misma 52 20| después de sus exequias fue trasladado por don Juan 53 20| anhelo, porque en cuanto fue de día claro, entró don 54 20| Puede decirse que entonces fue cuando, deshecha su última 55 21| llegó a Tordehumos, donde fue acogido por su pariente 56 21| tan súbito y severo; así fue que, sin poderlo remediar, 57 21| descargaba sobre don Álvaro; así fue que perdió el color y estuvo 58 22| usos de la antigua Iglesia, fue causa principal de la ruina 59 22| esparció flores por su camino fue para trocárselas al punto 60 22| dos ancianos padrinos y fue a arrodillarse ante las 61 22| conducido por sus padrinos, fue abrazando a todos sus hermanos 62 23| eslabones que le unían a él. Así fue que cuando llegó al castillo, 63 23| siquiera por amor del que fue tu amo. -¿Cómo es eso del 64 23| amo. -¿Cómo es eso del que fue mi amo? -le interrumpió 65 24| despojos del Temple. Fácil le fue, por lo tanto, juntar una 66 24| de hablar, el resultado fue que durante el viaje apenas 67 24| encuentro de tía y sobrina fue triste y aflictivo, como 68 25| murmullo que se oyó entre ellos fue el de los salmos y oraciones 69 25| y colocación que les dio fue muy atinada, pues apenas 70 26| Sin embargo, su defensa fue menos tenaz de lo que el 71 26| dando un furioso empellón se fue para el templario determinado 72 26| cogido en aquella jornada, fue recibido con tales muestras 73 26| que su entrada en Cornatel fue un verdadero triunfo. ~ ~ ~ 74 27| entrevista de suegro y yerno fue, como pueden figurarse nuestros 75 28| priesa y, en cuanto entró, se fue a ver a su amo y a contarle 76 28| primero que hirió sus ojos fue el resplandor movible y 77 28| así, la espada del conde fue a dar en la muralla y allí 78 28| más robusto y fornido. Así fue, que sin desconcertarse 79 28| y casi sin figura humana fue a parar en el riachuelo 80 28| asomaba a los semblantes. Tal fue el fin de aquel hombre notable 81 29| para besarle la mano. No fue tan dueño de sí el abad, 82 29| estas palabras, el abad no fue dueño de su sorpresa. El 83 29| y de Guillén de Mouredón fue porque los caballeros todos 84 30| alegre sorpresa con que fue recibido pudo conocer que 85 30| enemigos, y esto cabalmente fue lo que sucedió con el abad 86 31| su trato y compañía; así fue que, por su parte, hicieron 87 32| menos su impotencia; así fue que, despechados tanto como 88 32| ciegas persecuciones, y fue el poner tan de bulto la 89 33| una noche? Mi ventura se fue con las hojas de los árboles 90 33| nuestros lectores cuando fue a noticiar a su ama en el 91 33| semejante desenlace. Así fue que, aguijoneado tan vivamente 92 34| parte de los corazones; así fue que salió de Salamanca colmado 93 34| excusar el regalo, pero no fue posible atendida la fina 94 34| noticia de su absolución. Así fue que cuando puso el pie en 95 34| de virtudes antiguas. Así fue que, en los días que permaneció 96 34| pudiese llegar. Muy general fue la pesadumbre que ocasionó 97 34| y don Juan Núñez de Lara fue grandísima y sobremanera 98 34| viaje, por consiguiente, fue muy desabrido y silencioso. 99 35| su respiración. Entonces fue cuando el recuerdo de la 100 35| breve de vista. A medida que fue entrando el día fue creciendo 101 35| que fue entrando el día fue creciendo la calentura de 102 35| escalera precipitadamente fue a abrir por su misma mano 103 35| respiración de doña Beatriz. Ella fue la que volvió a romperlo, 104 35| espíritu, y su influencia fue tan suave y benéfica que, 105 36| como el humo disipada, no fue ya dueño de los violentos 106 37| resueltamente, y enseguida fue a sentarse sobre los almohadones 107 37| Álvaro, pero como todo ello fue obra de un instante, y el 108 38| poco en sus propósitos. Fue la primera el aniquilamiento 109 38| fervorosos sus servicios; así fue que, disipados los recelos 110 38| del peso de los años. Cuál fue el término de tan presuroso 111 38| corazón de doña Beatriz fue las rosas que alfombraron 112 38| sosegado, pero, tal como fue, bastó a disipar las nubes 113 38| perfecta y hermosa. Este fue el espectáculo que encontraron 114 Conc| mismo Mendo, el palafrenero, fue víctima de una apoplejía 115 Conc| refrán vulgar "donde se fue el mar que se vayan las 116 Conc| guardándote a nuestro amor, fue porque él sin duda se lo 117 Conc| aquellas gentes recibieron fue muy grande, y aun Millán 118 Conc| mandas y larguezas, y se fue a vivir con Martina y Millán 119 Conc| de regalos y finezas. Tal fue este extraño suceso, que