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Cap.
1 2| declaración que el tono de mi voz, mis ojos y el menor de mis ademanes 2 2| mis ojos y el menor de mis ademanes estaban revelando 3 2| santuario adonde se dirigían mis pasos inciertos, hubiera 4 2| inciertos, hubiera deseado que mis penalidades fuesen mil veces 5 3| autoridad, y la corona de mis cansados días será la soledad 6 4| negocios mundanos, ajenos a mis años y carácter, ni que 7 4| que veis la hidalguía de mis intenciones, ¿no haréis 8 5| vea logrado el fruto de mis afanes y coronados mis más 9 5| de mis afanes y coronados mis más ardientes deseos. El 10 5| mujer. Yo renunciaré a todos mis sueños de ventura, pero 11 6| cuando os llevaba a jugar con mis halcones y perros que habían 12 6| cariño y alguna fe ponéis en mis promesas, espero que no 13 7| llanto habrá enturbiado mis ojos, ni si el pesar habrá 14 7| habrá robado el color de mis mejillas, pero mi corazón 15 7| habéis pensado en romper mis cadenas con vuestras manos 16 7| sobre todo, cómo despedaza mis entrañas la idea de vuestros 17 7| silencio sólo para escuchar de mis labios vuestro nombre. Pero 18 7| silenciosas y tristes, en mis ensueños os veo pasar por 19 7| nombre sólo me devuelve ahora mis gemidos. ¿Qué queréis?, 20 8| visto, y sin averiguar si mis sentimientos me hacían digna 21 8| Cierto es que no habían visto mis ojos el milagro de vuestra 22 10| podéis introducirla. En mis aposentos no entra nadie, 23 11| muchas molestias que con mis importunidades os he causado, 24 11| cabeza calva os dirá más que mis palabras. Don Álvaro entonces 25 11| que vos puede juzgar de mis intenciones, pues que no 26 11| tratáis de arrancarla de mis manos, debierais antes arrancarme 27 11| No tenéis confianza ni en mis canas ni en la fe de vuestra 28 11| pero yo te pondré sobre mis hombros y te traeré al redil 29 11| resolución parece vacilar es que mis fuerzas flaquean y mi cabeza 30 11| de lágrimas: -Sí, sí, en mis brazos, aquí, junto a mi 31 13| mi vida! Ved que no son mis lágrimas las solas que correrán 32 15| caballeros de mi casa y mis aliados trasladarlo al panteón 33 17| porque tal es la voluntad de mis padres, en un tono acorde 34 18| delitos que no te merecía? Mis ojos desde tu muerte no 35 18| en vos se posaban todas mis esperanzas a la manera que 36 18| todo iba a parar a vos. Mis pensamientos se purificaban 37 18| procuraba ennoblecerme a mis propios ojos para realzarme 38 18| vuestra, la ventura de llegar mis labios a vuestra mano eran 39 18| galardón sobrado de todos mis afanes. La voz varonil de 40 18| como si acabase de salir de mis labios. -Pues bien, aquí 41 18| os lo mando en nombre de mis esperanzas destruidas, ¡ 42 18| manto de hielo. Disipad mis dudas...~ ~ -¿Os parece - 43 18| traído otra vez delante de mis ojos?... ¿Pero qué hacéis? ¡ 44 19| suerte interrogado: -De mis acciones a nadie tengo que 45 19| de haberos tenido entre mis manos -respondió él, con 46 19| no os escaparéis de entre mis garras como os escapáis 47 19| ese velo que os presenta a mis ojos con las tintas de la 48 19| había caído hasta hoy de mis ojos. ¿Qué importa que me 49 20| más negra se mostraría a mis ojos si no atara ese brazo 50 21| habéis cruzado el escudo de mis armas! Sí, sí, noble Saldaña, 51 21| dichoso yo mil veces si mis ojos se hubiesen abierto 52 22| para pedirla a pesar de mis culpas -respondió el neófito. -¿ 53 22| Prémieme Dios en proporción de mis obras, y vosotros como delegados 54 23| así, pobre Millán, sino en mis brazos, vamos, abrázame, 55 24| muchas veces me he dicho en mis desvelos nocturnos: "¡cuánto 56 24| como quien soy; ¡ojalá que mis ojos hubieran estado siempre 57 27| poder volverme atrás de mis juicios, cuando van descaminados. 58 27| estimes de mi casa y de mis tierras, buen Andrade, que 59 27| cuando yo los tenga entre mis garras serás tú quien me 60 28| Temple y he renunciado a mis derechos de señor independiente, 61 29| sido blanco constante de mis deseos. Yo he visto vuestra 62 29| embargo, la austeridad de mis deberes se ha convertido 63 29| dicha sería la gloria de mis postreros años y aunque 64 29| veré amanecer ese día, pero mis ojos se cerrarán, en cuanto 65 29| asombréis; el sueño ha huido de mis párpados, mi corazón se 66 29| dentro del pecho, mi pulso y mis sienes no dejan de latir 67 29| diluvio de lágrimas corre por mis mejillas. Mi antiguo valor 68 29| valor me ha abandonado, mis días de gloria se han desvanecido, 69 29| encomendada la memoria de mis consejos. Probablemente 70 30| echáis en el olvido que mis votos sólo se rompen con 71 30| la venda ha caído de mis ojos, y mis sueños de gloria 72 30| ha caído de mis ojos, y mis sueños de gloria y de conquista 73 30| con eso no me ultrajan. Mis pensamientos me han servido 74 30| se ha hundido, y cuando mis alas ya no me sostengan 75 32| mil veces lo cogiera entre mis manos, otras tantas vidas 76 32| por el cinto cuando cayó a mis pies sin conocimiento; con 77 32| todas y aun bastantes de mis dineros a las viudas de 78 32| salvo el mejor parecer de mis hermanos. -Deudos del conde 79 33| cuello -, no se hable más de mis locos desvaríos, que no 80 33| Francia? Harto justos son mis temores. Este pleito ruidoso 81 35| repuso ella con dulzura -, mis ojos se habían cansado de 82 35| de llorar en la noche de mis pesares, y cuando el cielo 83 35| valga harto más que todos mis remedios. -Sí, sí, sin perder 84 35| os esperaba hasta mañana, mis buenos amigos; pero en verdad 85 35| ese que así se recata de mis miradas? El abad, poseído 86 35| la tuvierais. ¡Pensad que mis palabras llegan a vos del 87 36| esa cartera escribía yo mis pensamientos y aun mis desvaríos; 88 36| yo mis pensamientos y aun mis desvaríos; para vos la destinaba, 89 36| destinaba, recibidla, pues, de mis manos, como la hubierais 90 36| felicidad la mía! Antes de mis tristes bodas llamé aparte 91 36| contentado con la esperanza de mis riquezas y el poder que 92 36| corazón, ni mucho menos mis caricias. Así moriré como 93 36| en fin, viuda y libre; mis lazos están sueltos, pero ¿ 94 36| será ahora cuando vea en mis ojos un rayo de sol de la 95 37| necesito poco para dirigiros mis últimas palabras y apartarme 96 37| de mi vejez y corona de mis canas! -exclamó queriendo 97 37| renglones estaban mojados con mis lágrimas, y ahora ya no 98 37| hermosa a tus ojos, a pesar de mis lágrimas, ¿no es verdad?... ¡ 99 38| caminaréis muy pronto por mis huellas, adonde yo con mis 100 38| mis huellas, adonde yo con mis hermanos y mi madre os salga 101 38| temprano fin el que abreviará mis cortos días, sino la ponzoñosa 102 38| Álvaro -, habrás comparado mis mejillas a las rosas, mis 103 38| mis mejillas a las rosas, mis labios al alhelí, y mi talle