Cap.

 1      2|    influjo superior de los astros parecía por todas estas razones
 2      2|      semejante contingencia, y no parecía cordura sacrificar a estos
 3      2|      fortuna, y según el giro que parecía tomar aquel ruidoso proceso,
 4      2|           sin embargo, esta dicha parecía irse con el sol que se ocultaba
 5      2|     gloria porque una voz secreta parecía decirme que algún día os
 6      2|           dolorosa mirada, que no parecía sino que había de ser la
 7      3|           caballero. El golpe que parecía amagar al Temple, y por
 8      5|     alarmado con la intención que parecía descubrir el afecto de don
 9      5|       porque todo en un principio parecía indicarle que era el esposo
10      6|           y como a despecho suyo, parecía a veces alegrarse de encontrar
11      6|         luz de alegría y contento parecía iluminar todos los rincones
12      7|       continuó con un tono que se parecía al de la reconvención: -
13      7|    querida, el mundo entero no me parecía sino una fiesta sin término,
14      7|          ella; y la soledad misma parecía recogerse en religioso silencio
15      8|    cuidadoso, viendo el rumbo que parecía tomar la conversación, y
16      9|      enseñorean. A la sazón, todo parecía en él muerto y silencioso;
17     10|    hidalgas y elevado ingenio. No parecía sino que un reflejo de sus
18     10|         ruido sordo y lejano, que parecía un continuo gemido. Entre
19     10|          extendido que en el día, parecía servir de espejo a los lugares
20     10| compararse al valle de la muerte, parecía el profeta Ezequiel evocando
21     11|         mano de doña Beatriz, que parecía de hielo y la dijo: -Todo
22     11|         tiempo cariñoso y fuerte, parecía trasportada a otras regiones.
23     11|   exhalación celeste entre nubes, parecía y desaparecía instantáneamente
24     11|        don Álvaro con una voz que parecía querer significar a un tiempo
25     12|        los templarios con quienes parecía inevitable un rompimiento.
26     13|          incesantemente en ella y parecía poner atención a todas las
27     13|           el mal, lejos de ceder, parecía complicarse y acercarse
28     13|      velarla y asistirla. El luto parecía haber entrado en aquella
29     13|        voz entre sueños! -Bien os parecía, señora -replicó la muchacha
30     13|         embargo, la convalecencia parecía ir larga, y como el monasterio
31     13|         el montero, que aquel día parecía haberse quitado veinte años
32     13|         vuelta de Martina, que no parecía sino que la taimada aldeana
33     14|        herido también hacía rato, parecía haber conservado su brío,
34     15|        pasado en el reino vecino, parecía natural que desconfiasen
35     15|         tanto bulto, para el cual parecía necesitar el auxilio de
36     15|       después de tantos insomnios parecía pronóstico de un sueño sosegado.
37     15|           y alto valor. Como esto parecía redundar en honra de su
38     16|          subido y frío temple. No parecía sino que en el borde de
39     16|         pensamientos, doña Blanca parecía sumida en la dolorosa distracción
40     16|         percibir un vislumbre que parecía traerle a la memoria una
41     16|      ajada por la mano del dolor, parecía desprenderse de sus atractivos
42     17|        Hasta el dolor de su padre parecía oprimirla con su peso; cargos
43     17|          de estrechar su mano. No parecía sino que, deseosa de declararle
44     17|         suspiro; pero su ansiedad parecía mayor. El alba de un día
45     18| tristemente. La naturaleza entera parecía despedirse del tiempo alegre
46     18| ensortijado. El uno de ellos, que parecía el más joven, llevaba una
47     18|       soltura de sus movimientos, parecía un poco más anciano, era
48     18|        silencio que guardaban, no parecía sino que aquellos lentos
49     18|        comendador Saldaña, el que parecía pedirle perdón. Enseguida
50     19|            con lo cual toda huida parecía imposible, pero no por eso
51     19|          y pálido como la muerte, parecía haber comprendido de una
52     20|  contemplación. Don Juan Núñez no parecía sino que empeñado mal su
53     21|          que demandaba, porque no parecía cordura abandonar la guarda
54     22| destructoras manos del tiempo, no parecía dispuesto a resistir las
55     22|          al poder de la muerte le parecía dable desatar. ¡Dichoso
56     24|          rey sabio, más de lo que parecía consentir aquella época
57     24|          ni escrito alguno, no le parecía justo llevarle su esposa,
58     24|          llena de pompa y lozanía parecía acompañar con su verdor
59     24|     organizaciones más delicadas, parecía mustio y apesadumbrado en
60     24|        previsiones y de sus años, parecía animado de un ardor juvenil
61     25|   semejantes voces y estímulos no parecía sino que iban a emprender
62     26|           ídolo -Contestó uno que parecía el capitán -, y le pondréis
63     27|          el sello de religión que parecía poner en la demanda la intervención
64     27|       inexorable mano del destino parecía indicarle esta senda, y
65     27|          aquel maldito puente que parecía el del infierno. Frunció
66     28|         oriental del castillo, ni parecía empresa asequible a la destreza
67     28|        encaramado sobre una roca, parecía tener el alma pendiente
68     28|           y levantando su voz que parecía el eco de un torrente en
69     29|   sentimiento, y en sus canciones parecía que las palabras adquirían
70     29|       versículo en que hasta allí parecía encerrarse su vida, y que
71     29|        mirándola de hito en hito, parecía observar con asombro y alarma
72     30|       soplo del invierno, todavía parecía agraciado y pintoresco a
73     30|           exclamó con una voz que parecía salir de un sepulcro leyendo
74     31|      cabalmente cuando el destino parecía que iba a convertir en bronce
75     31|   montañas, praderas y arbolados, parecía engolfada en sus pensamientos.
76     32|      presente don Álvaro, natural parecía que de por sí reclamase
77     32|        celo ignorante y fanático, parecía que unos a otros se alentaban
78     33|          con los cabellos sueltos parecía una nereida del lago. La
79     34|           que el buen montañés no parecía sino que estaba a la vergüenza,
80     34|           su amor. Desde entonces parecía que un nuevo germen de vida
81     34|          de Lemus, y que entonces parecía traído por una mano invisible.
82     35|   visiblemente y hasta su memoria parecía purificarse de los pasados
83     35|        una neblina azul y delgada parecía esconderse de sus rayos.
84     35| respiración sonora y anhelosa que parecía hervir en lo más profundo
85     35|            en la mitad del cielo, parecía al mismo tiempo adormecida
86     36|        ilusión de mi calentura me parecía que todos los riachuelos
87     37|        del desengaño. Su forma se parecía más y más a la de una sombra,
88     37|       ningún carácter repugnante, parecía que realzaba su resignación
89     37|    siempre sus ojos en los suyos, parecía respirar con la misma congoja
90     37|         sumida en un desvarío que parecía enajenar su razón. Al cabo
91     37|    melancólico, más que otra cosa parecía un camino anchuroso, encantado,
92     37|      orillas del lago, y la falúa parecía colgada entre dos abismos,
93     37|         silenciosa que bogaba, no parecía sino el bajel de las almas.
94     37|           poco a poco la vida que parecía haberse huido de aquel cuerpo
95     37|         el joven, con una voz que parecía salir de un sepulcro.~ ~ -¡
96     38|         los accidentes del cielo, parecía de oro líquido y encendida
97     38|      memorias para su corazón. No parecía sino que aquella existencia
98   Conc|      taciturno, y su aire a veces parecía como de quien en el siglo
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