IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Alfabética [« »] comedido 2 comedimiento 2 comedimientos 1 comendador 98 comendadores 1 comenzaba 13 comenzaban 10 | Frecuencia [« »] 100 castillo 100 dos 100 martina 98 comendador 98 donde 98 medio 98 parecía | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias comendador |
Cap.
1 2| padres, y su tío, a la sazón comendador de la orden, le había criado 2 8| templarios y sobre todo al comendador Saldaña, alcaide de Cornatel, 3 10| Cornatel y hablar con el comendador Saldaña, su alcaide. Por 4 10| las numerosas ofertas del comendador Saldaña y ponerlas a prueba 5 10| cosas de aquella orden. El comendador que, según su inveterada 6 10| De Bembibre! -contestó el comendador como admirado -. Quiere 7 10| pasa? -preguntó de nuevo el comendador. El joven por única respuesta 8 10| Como era tan breve, el comendador la recorrió de una sola 9 10| traza concertada que al comendador le pareció muy bien. Quedáronse 10 10| con un suspiro el anciano comendador -. ¡Cuánto más agradables 11 10| nuestra orden -replicó el comendador -, y tal vez dice verdad; 12 10| entonces a los aposentos del comendador, que eran unas cuantas cámaras 13 12| que un miembro de ella, el comendador Martín Martínez, había entregado 14 16| Cornatel y dio parte al comendador Saldaña de lo ocurrido. 15 16| Cómo!, ¡cómo! -repuso el comendador, recobrándose; y luego añadió 16 16| esperanza en las palabras del comendador, se convenció entonces de 17 18| visera y no era otro sino el comendador Saldaña, el que parecía 18 18| iracundo y fiero. -Señora, el comendador que veis ahí presente me 19 18| nosotros -replicó ella -. El comendador os ha dicho la verdad; soy 20 18| Ah!, ¡por Dios, noble comendador, lleváosle, lleváosle, porque 21 19| Cuando don Álvaro y el comendador sintieron ya cerca el tropel, 22 19| este sitio yo -respondió el comendador descubriendo su venerable 23 19| Castilla; señor de Bembibre, comendador Saldaña, presos sois en 24 19| doña Beatriz -respondió el comendador -; este debate se acabará 25 19| tengo empeñada mi palabra al comendador. -Verdad es -repuso el anciano 26 19| un relámpago, seguido del comendador y su escasa tropa. Cuando 27 21| cesar. Este hombre era el comendador Saldaña, a quien una voz, 28 21| este caballero y al anciano comendador vínculos muy estrechos de 29 21| volcánica, no desconocía el comendador. Combatido de semejantes 30 21| desmán y menosprecio. El comendador pidió una plática secreta 31 21| se turbó. Advirtiólo el comendador y entonces ya se acabaron 32 21| don Juan Núñez! -repuso el comendador -, ¡y que mal se os acomodan 33 21| negaron a sostenerle. El comendador, conociendo lo que pasaba 34 21| don Juan -respondió el comendador, asiéndole del brazo -, 35 21| un brinco al cuello del comendador que, por su parte, le apretaba 36 21| perder a doña Beatriz. El comendador, que veis presente, ha descorrido 37 21| hebillas de mi coraza? El comendador le ayudó a armarse con gran 38 21| salió del castillo con el comendador y sus hombres de armas, 39 21| valer, había entregado al comendador la correspondencia de entrambos 40 22| de llegar concertó con el comendador que se adelantase a prevenir 41 22| Tomó, por lo tanto, el comendador el camino que mejor la pareció, 42 22| para su determinación, el comendador sabía muy bien que los aplausos 43 22| derramó por la tierra, el comendador Saldaña y otro caballero 44 22| un silencio sepulcral. El comendador pidió entonces que se comenzase 45 23| señas, que venía con el comendador Saldaña, el alcaide de Cornatel. -¡ 46 25| había que acudir; así el comendador Saldaña, que para servir 47 25| vehemente y expresivo. El comendador recorrió enseguida el castillo 48 25| registrar el campo, pero el comendador no se la otorgó, resuelto, 49 25| por punto las injurias del comendador, y que con enemigo tan implacable 50 25| diré ahora -contestó el comendador -, sólo sí que a vos reservo 51 25| pierde cabalmente -replicó el comendador -; porque como sólo atienden 52 25| filas, dio sus disculpas al comendador, que las recibió con su 53 25| dejaba de ofrecer riesgos. El comendador se separó de él para dar 54 26| su natural gravedad, y el comendador, que pensaba haberles arengado, 55 26| Conde traidor! -le gritó el comendador -, ¿cómo tan lejos del peligro? - 56 26| soberbia estocada que el comendador supo esquivar; y alzando 57 26| nuevo quiso embestir al comendador; pero los suyos se lo impidieron 58 26| infelices -les dijo el comendador -, ¿qué suerte creéis que 59 26| y al conde mi señor -el comendador le hizo una señal afirmativa 60 27| con el conde. El anciano comendador dio por respuesta que el 61 27| poterna y la largueza del comendador. Mordióse el conde los labios 62 27| cabreirés -, sino la vida del comendador en especial y de todos los 63 28| entonces no digas nada al comendador sino del ataque manifiesto. -¿ 64 28| provecho. Anda y despierta al comendador, y dile todo menos el ataque 65 28| se le ocurrió al anciano comendador, una salida repentina y 66 28| salió a dar las órdenes del comendador, pero como pueden suponer 67 28| términos que dijimos, y el comendador enviaba sus órdenes a don 68 28| parecido por la barbacana. El comendador estaba notando con extrañeza 69 28| ellos. Al grito volvió el comendador la cabeza y lo primero que 70 28| despecho del mundo entero. El comendador, conociendo que la cólera 71 28| os serviría -replicó el comendador con torcido rostro -. Sin 72 28| huisteis de él -le dijo el comendador. -Mentís -contestó el conde 73 28| recurso que arrojarse al comendador antes de que se recobrase, 74 28| pareciese la conducta del comendador, no dejaba de conocer los 75 28| pues, envió un mensaje al comendador, comedido y caballeroso, 76 30| bien escuchó la voz del comendador saltó como un tigre de su 77 30| mirarle de hito en hito. El comendador le miraba también, pero 78 30| Aquí la tenéis -contestó el comendador con tono templado -, poco 79 30| resentimiento y acercándose al comendador con interés -, ¿cómo vamos 80 30| miembros de la Iglesia. El comendador no había querido dar a conocer 81 30| Dios os guarde, señor comendador. Acá estamos todos. -¿Eres 82 30| Andrade? -respondió el comendador sorprendido -. ¿Pues qué 83 30| nosotros en Cornatel. El comendador, que no esperaba semejante 84 30| Salamanca y sufrir el juicio? El comendador le hizo señal de que así 85 30| servir de testigo. Señor comendador, a la paz de Dios, que dentro 86 30| caminaba entre don Álvaro y el comendador, y de todos recibía infinitas 87 32| maestre don Rodrigo, el comendador Saldaña, su deudo Hemán 88 32| severidad de sus miradas. El comendador Saldaña hizo harto más en 89 32| aquella desastrosa jornada. -Comendador Saldaña -le dijo el arzobispo 90 32| árbol caído -replicó el comendador en el mismo tono acre y 91 32| parientes del difunto. -Comendador Saldaña -continuó Beltrán -, 92 32| recibisteis cien doblas del comendador -replicó Beltrán un poco 93 32| luego lo que pasó con el comendador hasta que el magnate gallego 94 32| Ponferrada, y allí dije al comendador que yo le ocultaría en Cabrera 95 32| hospitalidad que ofreció al comendador Saldaña. -Ya, ya -repuso 96 32| la venenosa alusión del comendador. Tartamudeando, pues, de 97 34| Ponferrada había hecho al comendador, pero con más ardor que 98 Conc| hijos.~ ~ Por lo que hace al comendador Saldaña, fiel a su propósito,